MEJOR
ES DOMINARSE A SI MISMO QUE CONQUISTAR CIUDADES
Pro
16:32 Más vale ser paciente que valiente; más vale dominarse a sí mismo que
conquistar ciudades.
INTRODUCCIÓN
La iglesia de
hoy, se preocupa demasiado por lo exterior, por lo concerniente a lo exterior.
Hay un exagerado énfasis en el hacer, pero poco o nada se presta atención al
ser.
Este
disbalance ha hecho de la iglesia y de esta generación en particular de la
iglesia, un ente que solo mira hacia afuera, que vive pendiente de lo exterior,
antes de lo interior. Y es un error.
No podemos
prestar mayor cuidado a lo exterior, cuando sufrimos en lo interior. La iglesia
adolece de creyentes capacitados para ir hacia adentro. Las enseñanzas se han
enfocado hacia el hacer, y no en el ser del hombre y hemos fallado en ello.
Es importante
hacerlo notar para reconozcamos nuestras falencias y podamos crecer en pos de
un perfeccionamiento a alcanzar en el Señor.
DESARROLLO
El proverbio
que nos atañe, describe esto de forma muy gráfica. Mejor es aquel que es
paciente, que aquel que es valiente cualidades interiores que se expresan al
exterior en donde prevalece la calma y la serenidad por sobre la cualidad del
valiente que es la acción. Más vale dominarse a sí mismo, que conquistar
ciudades termina. Dándonos a comprender lo que debe importar para el creyente,
lo interior. Quien cultiva el interior en oración y la meditación de las
escrituras, tarde o temprano se encontrará con la prudente decisión de evitar
el conflicto, de solucionar los problemas, de evitar la ansiedad y la angustia
que provoca el apuro.
Quien desea
conquistar ciudades, trabajos, éxito, fama, toda esa vanagloria debe revisar en
su interior: ¿por qué? Cuál es la intención de su corazón para querer alcanzar
todo ello. Pues para el creyente siempre debe ser más importante tener dominio
de sí mismo lo cual solo es posible en una comunión constante y frecuente con
el Señor que permita el entendimiento de la verdad y su aplicación para la vida
diaria.
Mejor es ir al
interior y empezar que tratar de conquistar lo exterior, quien se funde en las
profundidades de Dios, se enamora del amado, su ser es constreñido para morir a
sí mismo, tomar la cruz y seguirle en obediencia.
CONCLUSIÓN
La iglesia
debe replantear sus lineamientos, dejar de buscar conquistar algo que no es
posible sin una verdadera transformación interior del creyente. Muchos
creyentes fallan en su servicio para con la iglesia por que se desesperan, no
son pacientes, son ansiosos y ambiciosos de las cosas exteriores, perdiéndose
en la vanidad de esta vida pasajera.
Formemos
peregrinos, hombres y mujeres que reconocen su verdadera necesidad y que
comprenden la verdad y decidan ir a conquistarse a sí mismos, solo así, la
iglesia podrá ser verdaderamente influyente sobre la creación y buscar con
firmeza cumplir el propósito por el cual se nos estableció sobre la tierra y el
cual Cristo ha dado a la iglesia, hacer discípulos en las naciones. Solo quien
se conquista a si mismo por la gracia de Dios, puede cumplir la voluntad de su
maestro.
Oremos, Señor
ayúdanos en esta empresa de conquistarnos a nosotros mismos por tu gracia antes
de querer conquistar algo diferente que no sea tu amor, bendice a los que
buscan en el dominio de sí mismos la verdad y amor que tú has derramado sobre
nosotros en el nombre de tu hijo amado, amen.
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