ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
Gal 4:1 En otras palabras, mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo, a pesar de ser dueño de todo.
Cuando nos adentramos en el conocimiento de Dios, podemos encontrarnos
viviendo o aun experimentando la vida de un esclavo, porque no hay diferencia
entre uno y el otro, pues mientras no conozca y entienda que es heredero y cuál
es la promesa, su vida espiritual en nada se diferencia del esclavo. Pero en la
medida en que crece empieza a descubrir lo que a él le pertenece y a donde el
también pertenece.
Gal 4:2 Al contrario,
está bajo el cuidado de tutores y administradores hasta la fecha fijada
por su padre.
Como todo el crecimiento espiritual
tiene su proceso, no ocurre de la noche a la mañana, aunque si difiere según la
devoción y entrega, para que así mismo pueda crecer en la gracia que le permita
reclamar su herencia.
Gal 4:3 Así también nosotros, cuando éramos menores, estábamos esclavizados por los principios de
este mundo.
Mientras crecemos espiritualmente,
continuamos sometidos por los principios de este mundo, que nos arrastran a la
mentira y el engaño, hasta que por su gracia, crecemos y podemos reconocerlos y
dejarlos atrás, para seguir el propósito.
Gal 4:4 Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió
a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley,
El cumplimiento de la promesa llego
cuando Cristo fue enviado y cumplió con todo lo que la ley exigía a aquel que
quería ser salvado. Cristo nació en la carne, y vivió bajo la ley, tuvo que
lidiar con su cumplimiento y su superficialidad, para poder llegar a lo
profundo y de esta manera podérselo comunicar a la humanidad.
Gal 4:5 para rescatar a los que estaban bajo la
ley, a fin de que fuéramos adoptados
como hijos.
Al cumplir con los requisitos de la
ley, nos justificó mediante su obra y vida, para que al creer, podamos ser
adoptados como hijos, y para que siendo hijos podamos vivir en unidad con él.
Gal 4:6 Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el
Espíritu de su Hijo, que clama: "¡Abba!
¡Padre!"
Necesitas entender esto, eres hijo,
ya no eres esclavo del pecado, ahora tienes la potestad de ejercer dominio
propio y el poder para romper con toda cadena de esclavitud. Al entender que
eres hijo, también debes comprender que los hijos son aquellos a quienes Dios
ha enviado su Espíritu, para que podamos clamar como hijos y decir: Papito,
Padre, amado.
Gal 4:7 Así que ya no eres esclavo sino hijo; y como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero.
Al hijo debe también ser revelada
su heredad, aquello que ahora es y lo que está dispuesto para él.
Gal 4:8 Antes,
cuando ustedes no conocían a Dios,
eran esclavos de los que en realidad no son dioses.
Antes de conocer a Dios, de que
reconociéramos la verdad, servíamos a otros seres, imágenes, e ídolos, en los
cuales es imposible descubrir la verdad.
Gal 4:9 Pero ahora que conocen a Dios --o más bien
que Dios los conoce a ustedes--, ¿cómo
es que quieren regresar a esos principios ineficaces y sin valor? ¿Quieren volver a ser esclavos de ellos?
Para quien ha conocido a Dios,
quien ha tenido un encuentro con El, para aquel que se ha descubierto en Dios,
es notable que los principios del mundo son ineficaces y sin sentido para quien
conoce la verdad, pues reconoce que en su práctica solo existe la posibilidad
de volver a la esclavitud. Y quien ha sido liberado debe reconocer
frecuentemente de donde ha sido sacado para que no vuelva a caer. Si ha tenido
un encuentro real, no hay posibilidad de buscar algo diferente, de buscar a
alguien más, pues en Cristo todo se ha consumado.
Gal 4:10 ¡Ustedes siguen guardando los días de
fiesta, meses, estaciones y años!
Los gálatas al igual que muchos
creyentes hoy, prestan más atención a lo ceremonial, al sacrificio, que a la
obediencia, que al servicio, que al amor, de manera que pueden volverse
esclavos de sus acciones, y no permitirse crecer espiritualmente para
descubrirse libres de todo yugo.
Gal 4:11 Temo por ustedes, que tal vez me haya estado esforzando en
vano.
El esfuerzo por permitir que el
desarrollo del creyente es algo constante en la vida de aquellos que sirven a
Dios, es una preocupación constante que todos los que reciben lo que hacemos
puedan crecer y madurar en la fe, pues es con la madurez que se forman
verdaderos discípulos que pueden influenciar el mundo por la gracia de Dios.
Gal 4:12 Hermanos,
yo me he identificado con ustedes.
Les suplico que ahora se identifiquen conmigo. No es que me hayan ofendido en algo.
La identificación con discípulo de
Cristo es primordial para que la comunión y la unidad fluyan, sin identidad en
Cristo, no hay posibilidad de que podamos tener un mismo sentir y pensar.
Gal 4:13 Como bien saben, la primera vez que les prediqué el evangelio
fue debido a una enfermedad,
Cualquiera sea la situación que
experimentemos Dios la usara para su gloria, al igual que uso la adversidad
para que Pablo pudiese predicar el mensaje de Cristo a los gálatas en primera
estancia. No es necesario tener una salud perfecta como algunos quieren
hacernos creer para predicar o dar un mensaje contundente, también la adversidad
abre puertas para llegar a los corazones de los hombres.
Gal 4:14 y aunque ésta fue una prueba para
ustedes, no me trataron con desprecio ni
desdén. Al contrario, me recibieron como a un ángel de Dios, como si se tratara de Cristo Jesús.
Pablo reconoce que el haber llegado
a predicarles de esta manera fue una prueba para que su fe naciera y se
fortaleciera. Ellos respondieron con amor, con servicio y prodigando cuidados a
Pablo. Pablo nos permite notar algo muy interesante que debe estar presente de
continuo en la vida del creyente; a quien servimos debemos hacerlo como si
sirviéramos a Cristo mismo. Como seria nuestro trabajo, nuestro servicio, si en
realidad fuésemos conscientes de que servimos es a Cristo en todo lo que
hacemos, no hay diferencia, la diferencia ocurre en nuestra mente, ella trata
de diferenciarlo todo, de poner una etiqueta, y con ello se forman los
prejuicios, pero al ver en todos a Cristo, podemos ser libres de prejuicios y
servir con amor a nuestro Señor en todo.
Gal 4:15 Pues bien,
¿qué pasó con todo ese entusiasmo?
Me consta que, de haberles sido
posible, se habrían sacado los ojos para
dármelos.
Muchos creyentes empiezan su vida
espiritual con mucho entusiasmo, pero poco a poco se diluyen en medio de las
actividades y el mundo los absorbe con facilidad. Los gálatas no estuvieron
exentos de ello, en su servicio cuando recibieron el evangelio, habrían sido
capaces de entregarlo todo por causa de Cristo, pero ahora parecían fríos,
distantes, e indiferentes. Que paso?, sucede que el mientras el espíritu se
fortalece, el alma no reformada y nuestra naturaleza carnal están ahí
presentes, continúan con nosotros, de modo que intervienen en el crecimiento y
desarrollo espiritual del creyente, usaran todos sus argumentos para evitar que
el espíritu continúe su desarrollo.
Gal 4:16 ¡Y ahora resulta que por decirles la verdad
me he vuelto su enemigo!
Y cuando el pueblo de Dios se
enfría, su falta de amor, de entrega y pasión, aparecen, hasta volverse
enemigos del evangelio que alguna vez creyeron. Evitaran la reprensión pues el
pecado, y su naturaleza carnal, ahora tienen más poder.
Gal 4:17 Esos que muestran mucho interés por
ganárselos a ustedes no abrigan buenas intenciones. Lo que quieren es alejarlos de nosotros para
que ustedes se entreguen a ellos.
Muchos que dicen servir a Dios, en
realidad no buscan servir a su pueblo, sino más bien buscan aprovecharse de su
ignorancia. Quien busca servir a Dios, no busca almas para sí, más bien confía
a Dios la entrega, el cuidado y el perfeccionamiento de aquellos a los que
puede llegar por su gracia. Pablo como siervo de Dios se enfrenta a aquellos
que han sido engañados con argucias sutiles, para volverse seguidores de
hombres en vez de seguir a Dios, que es lo que Pablo busca.
Gal 4:18 Está bien mostrar interés, con tal de que haya buenas intenciones, y de que sea siempre y no sólo cuando yo
estoy con ustedes.
El interés por ganar almas para
Cristo no proviene del ego, como ocurría con aquellos que habían llegado a los
gálatas, proviene de la obediencia que surge del profundo amor que se prodiga a
Dios. Pero parece que algunos solo estaban interesados en ganar adeptos, y
hacerlo luego de que Pablo compartiera el evangelio, así podrían aprovechar a
los nuevos convertidos.
Gal 4:19 Queridos hijos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto
hasta que Cristo sea formado en ustedes,
Como padre espiritual Pablo sufre
dolores de parto como una madre que va a dar a luz un hijo, de igual manera
mientras Cristo es formado en el nuevo creyente, sus sufrimientos son los
nuestros, sus dolores y angustias son las nuestras, sus errores y debilidades
son las nuestras, hasta que por la gracia de Dios, este nuevo creyente sea
fortalecido, restaurado, establecido y afirmado en Dios para salvación.
Gal 4:20 ¡cómo quisiera estar ahora con ustedes y
hablarles de otra manera, porque lo que
están haciendo me tiene perplejo!
No es fácil expresarse de la manera
correcta sobre todo a través de los escritos, a veces ellos no expresan lo que
queremos, o se quedan cortos. Hablar de manera clara y certera es mejor cuando
se hace frente a aquellos a quienes queremos dirigirnos.
Gal 4:21 Díganme ustedes, los que quieren estar bajo la ley: ¿por qué no le prestan atención a lo que la
ley misma dice?
Los gálatas habían sido atraídos
por las enseñanzas judaizantes, que los devolvían a la ley, que les obligaba de
nuevo a cumplir con todo lo que la ley ordenaba; lo cual sigue ocurriendo hoy
en día, muchas congregaciones siguen estando bajo la ley, abrogando la gracia
de la cual había sido participes. Pero Pablo con maestría, les condice a través
de las escrituras para argumentar su punto.
Gal 4:22 ¿Acaso no está escrito que Abraham tuvo dos
hijos, uno de la esclava y otro de la
libre?
En el antiguo testamento
encontramos (Gen_16:3-16; Gen_21:2), la historia de Abraham quien
tuvo dos hijos, y hace referencia al estado al que pertenecían sus madres, una
como esclava y la otra como libre, ellas representan a la fuente de donde
provienen.
Gal 4:23 El de la esclava nació por decisión
humana, pero el de la libre nació en
cumplimiento de una promesa.
El hijo de la esclava no perteneció
a la intervención divina, lo cual hace referencia a lo que nace de la carne,
mientras el otro hijo nació de la promesa, nació de la libertad y para
libertad, y hace referencia a lo que nace del espíritu. Ambos orígenes
determinaron sus destinos y vidas.
Gal 4:24 Ese relato puede interpretarse en sentido
figurado: estas mujeres representan dos
pactos. Uno, que es Agar,
procede del monte Sinaí y tiene hijos que nacen para ser esclavos.
Todo el antiguo testamento es una
figura de lo que habría de ocurrir con Cristo, las mujeres representan a los 2
pactos, uno que surgió con la ley, que es el que representa Agar, la esclava,
quien dio a luz tal cual la ley, para esclavitud. Nadie bajo el yugo de la ley
es completamente libre, es más bien esclavo del cumplimiento de las normas. Su
mente no puede ser libre pues depende de lo exterior para conformar lo
interior. Agar también representa al pueblo que aunque recibió la promesa,
prefirió quedarse en el antiguo pacto.
Gal 4:25 Agar representa el monte Sinaí en
Arabia, y corresponde a la actual ciudad
de Jerusalén, porque junto con sus hijos
vive en esclavitud.
La Jerusalén terrenal junto con sus
descendientes aún viven en esclavitud, no les fue suficiente haber vivido
durante centenares de años en la misma condición, para volverse a ella. Aun
dependen de sus propias fuerzas, para lograr alcanzar la justificación, aun dependen
de la autoconfianza para liberar sus almas agobiadas por las tareas requeridas
para ser libres.
Gal 4:26 Pero la Jerusalén celestial es libre, y ésa es nuestra madre.
Pues la Jerusalén celestial no
depende de sus propias fuerzas, ha aprendido a confiar, a entregarse, a
depender de la promesa, y de ella surgimos para libertad y bendición en Cristo.
Esta Jerusalén celestial es la iglesia en la cual nacemos y a la cual
pertenecemos como hijos de Dios.
Gal 4:27 Porque está escrito: "Alégrate, mujer estéril, tú que no has dado a luz; prorrumpe en gritos de alegría, tú que no has sufrido dolores de parto; pues la abandonada tiene muchos hijos, más que la casada."*
En Isaías 54:1, se encuentra esta
palabra que hace referencia a la iglesia, que aunque estéril por la ley para el
mundo, sus hijos espirituales nacidos de la promesa son más, que los que han
nacido de la carne, porque ellos no dependen del esfuerzo humano, sino que
confían en Dios y se originan en él.
Gal 4:28 Ustedes, hermanos,
al igual que Isaac, son hijos por
la promesa.
Y como tal también son participes
de todos las bendiciones de ella. En Cristo somos hijos, y como hijos también
somos hermanos que se distinguen por su origen y lo que se hace manifiesto como
fruto en nuestras vidas.
Gal 4:29 Y así como en aquel tiempo el hijo nacido por
decisión humana persiguió al hijo nacido por el Espíritu, así también sucede ahora.
El nacido de la carne busca y
persigue al que nace del espíritu porque para él es locura, le persigue porque
ignora su origen, le persigue porque busca ahogar la verdad y continuar en el
engaño.
Gal 4:30 Pero,
¿qué dice la Escritura?
"Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava jamás tendrá
parte en la herencia con el hijo de la libre."
Esta referencia se halla en Gen_21:10,
Gen_21:12, en donde Dios da estas instrucciones a Sara, para que se revele que
la fuente, el origen de lo espiritual no puede ser confundido con el legalismo
y la carnalidad, no puede pretender ser libre porque no lo es, aunque pueda
aparentarlo.
Gal 4:31 Así que,
hermanos, no somos hijos de la
esclava sino de la libre.
Comportémonos
y vivamos como hijos de la promesa, en la libertad que nos ha sido dada por la
gracia y la obra de Cristo en la cruz, libres de toda maldición, conformados a
la imagen del hijo para gloria de su nombre. Ser es más que hacer, ser hijo,
debe ser una realidad tangible y real para el creyente que ha nacido del
espíritu, pues entenderá que no debe volver a los rudimentos de la ley, para
conformarse a ellos, sino más bien debe permitir que la verdad permee todo su
ser para que la ley fluya del corazón y no del alma.
ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
Gal 4:1 En otras palabras, mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo, a pesar de ser dueño de todo.
Cuando nos adentramos en el conocimiento de Dios, podemos encontrarnos
viviendo o aun experimentando la vida de un esclavo, porque no hay diferencia
entre uno y el otro, pues mientras no conozca y entienda que es heredero y cuál
es la promesa, su vida espiritual en nada se diferencia del esclavo. Pero en la
medida en que crece empieza a descubrir lo que a él le pertenece y a donde el
también pertenece.
Gal 4:2 Al contrario,
está bajo el cuidado de tutores y administradores hasta la fecha fijada
por su padre.
Como todo el crecimiento espiritual
tiene su proceso, no ocurre de la noche a la mañana, aunque si difiere según la
devoción y entrega, para que así mismo pueda crecer en la gracia que le permita
reclamar su herencia.
Gal 4:3 Así también nosotros, cuando éramos menores, estábamos esclavizados por los principios de
este mundo.
Mientras crecemos espiritualmente,
continuamos sometidos por los principios de este mundo, que nos arrastran a la
mentira y el engaño, hasta que por su gracia, crecemos y podemos reconocerlos y
dejarlos atrás, para seguir el propósito.
Gal 4:4 Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió
a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley,
El cumplimiento de la promesa llego
cuando Cristo fue enviado y cumplió con todo lo que la ley exigía a aquel que
quería ser salvado. Cristo nació en la carne, y vivió bajo la ley, tuvo que
lidiar con su cumplimiento y su superficialidad, para poder llegar a lo
profundo y de esta manera podérselo comunicar a la humanidad.
Gal 4:5 para rescatar a los que estaban bajo la
ley, a fin de que fuéramos adoptados
como hijos.
Al cumplir con los requisitos de la
ley, nos justificó mediante su obra y vida, para que al creer, podamos ser
adoptados como hijos, y para que siendo hijos podamos vivir en unidad con él.
Gal 4:6 Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el
Espíritu de su Hijo, que clama: "¡Abba!
¡Padre!"
Necesitas entender esto, eres hijo,
ya no eres esclavo del pecado, ahora tienes la potestad de ejercer dominio
propio y el poder para romper con toda cadena de esclavitud. Al entender que
eres hijo, también debes comprender que los hijos son aquellos a quienes Dios
ha enviado su Espíritu, para que podamos clamar como hijos y decir: Papito,
Padre, amado.
Gal 4:7 Así que ya no eres esclavo sino hijo; y como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero.
Al hijo debe también ser revelada
su heredad, aquello que ahora es y lo que está dispuesto para él.
Gal 4:8 Antes,
cuando ustedes no conocían a Dios,
eran esclavos de los que en realidad no son dioses.
Antes de conocer a Dios, de que
reconociéramos la verdad, servíamos a otros seres, imágenes, e ídolos, en los
cuales es imposible descubrir la verdad.
Gal 4:9 Pero ahora que conocen a Dios --o más bien
que Dios los conoce a ustedes--, ¿cómo
es que quieren regresar a esos principios ineficaces y sin valor? ¿Quieren volver a ser esclavos de ellos?
Para quien ha conocido a Dios,
quien ha tenido un encuentro con El, para aquel que se ha descubierto en Dios,
es notable que los principios del mundo son ineficaces y sin sentido para quien
conoce la verdad, pues reconoce que en su práctica solo existe la posibilidad
de volver a la esclavitud. Y quien ha sido liberado debe reconocer
frecuentemente de donde ha sido sacado para que no vuelva a caer. Si ha tenido
un encuentro real, no hay posibilidad de buscar algo diferente, de buscar a
alguien más, pues en Cristo todo se ha consumado.
Gal 4:10 ¡Ustedes siguen guardando los días de
fiesta, meses, estaciones y años!
Los gálatas al igual que muchos
creyentes hoy, prestan más atención a lo ceremonial, al sacrificio, que a la
obediencia, que al servicio, que al amor, de manera que pueden volverse
esclavos de sus acciones, y no permitirse crecer espiritualmente para
descubrirse libres de todo yugo.
Gal 4:11 Temo por ustedes, que tal vez me haya estado esforzando en
vano.
El esfuerzo por permitir que el
desarrollo del creyente es algo constante en la vida de aquellos que sirven a
Dios, es una preocupación constante que todos los que reciben lo que hacemos
puedan crecer y madurar en la fe, pues es con la madurez que se forman
verdaderos discípulos que pueden influenciar el mundo por la gracia de Dios.
Gal 4:12 Hermanos,
yo me he identificado con ustedes.
Les suplico que ahora se identifiquen conmigo. No es que me hayan ofendido en algo.
La identificación con discípulo de
Cristo es primordial para que la comunión y la unidad fluyan, sin identidad en
Cristo, no hay posibilidad de que podamos tener un mismo sentir y pensar.
Gal 4:13 Como bien saben, la primera vez que les prediqué el evangelio
fue debido a una enfermedad,
Cualquiera sea la situación que
experimentemos Dios la usara para su gloria, al igual que uso la adversidad
para que Pablo pudiese predicar el mensaje de Cristo a los gálatas en primera
estancia. No es necesario tener una salud perfecta como algunos quieren
hacernos creer para predicar o dar un mensaje contundente, también la adversidad
abre puertas para llegar a los corazones de los hombres.
Gal 4:14 y aunque ésta fue una prueba para
ustedes, no me trataron con desprecio ni
desdén. Al contrario, me recibieron como a un ángel de Dios, como si se tratara de Cristo Jesús.
Pablo reconoce que el haber llegado
a predicarles de esta manera fue una prueba para que su fe naciera y se
fortaleciera. Ellos respondieron con amor, con servicio y prodigando cuidados a
Pablo. Pablo nos permite notar algo muy interesante que debe estar presente de
continuo en la vida del creyente; a quien servimos debemos hacerlo como si
sirviéramos a Cristo mismo. Como seria nuestro trabajo, nuestro servicio, si en
realidad fuésemos conscientes de que servimos es a Cristo en todo lo que
hacemos, no hay diferencia, la diferencia ocurre en nuestra mente, ella trata
de diferenciarlo todo, de poner una etiqueta, y con ello se forman los
prejuicios, pero al ver en todos a Cristo, podemos ser libres de prejuicios y
servir con amor a nuestro Señor en todo.
Gal 4:15 Pues bien,
¿qué pasó con todo ese entusiasmo?
Me consta que, de haberles sido
posible, se habrían sacado los ojos para
dármelos.
Muchos creyentes empiezan su vida
espiritual con mucho entusiasmo, pero poco a poco se diluyen en medio de las
actividades y el mundo los absorbe con facilidad. Los gálatas no estuvieron
exentos de ello, en su servicio cuando recibieron el evangelio, habrían sido
capaces de entregarlo todo por causa de Cristo, pero ahora parecían fríos,
distantes, e indiferentes. Que paso?, sucede que el mientras el espíritu se
fortalece, el alma no reformada y nuestra naturaleza carnal están ahí
presentes, continúan con nosotros, de modo que intervienen en el crecimiento y
desarrollo espiritual del creyente, usaran todos sus argumentos para evitar que
el espíritu continúe su desarrollo.
Gal 4:16 ¡Y ahora resulta que por decirles la verdad
me he vuelto su enemigo!
Y cuando el pueblo de Dios se
enfría, su falta de amor, de entrega y pasión, aparecen, hasta volverse
enemigos del evangelio que alguna vez creyeron. Evitaran la reprensión pues el
pecado, y su naturaleza carnal, ahora tienen más poder.
Gal 4:17 Esos que muestran mucho interés por
ganárselos a ustedes no abrigan buenas intenciones. Lo que quieren es alejarlos de nosotros para
que ustedes se entreguen a ellos.
Muchos que dicen servir a Dios, en
realidad no buscan servir a su pueblo, sino más bien buscan aprovecharse de su
ignorancia. Quien busca servir a Dios, no busca almas para sí, más bien confía
a Dios la entrega, el cuidado y el perfeccionamiento de aquellos a los que
puede llegar por su gracia. Pablo como siervo de Dios se enfrenta a aquellos
que han sido engañados con argucias sutiles, para volverse seguidores de
hombres en vez de seguir a Dios, que es lo que Pablo busca.
Gal 4:18 Está bien mostrar interés, con tal de que haya buenas intenciones, y de que sea siempre y no sólo cuando yo
estoy con ustedes.
El interés por ganar almas para
Cristo no proviene del ego, como ocurría con aquellos que habían llegado a los
gálatas, proviene de la obediencia que surge del profundo amor que se prodiga a
Dios. Pero parece que algunos solo estaban interesados en ganar adeptos, y
hacerlo luego de que Pablo compartiera el evangelio, así podrían aprovechar a
los nuevos convertidos.
Gal 4:19 Queridos hijos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto
hasta que Cristo sea formado en ustedes,
Como padre espiritual Pablo sufre
dolores de parto como una madre que va a dar a luz un hijo, de igual manera
mientras Cristo es formado en el nuevo creyente, sus sufrimientos son los
nuestros, sus dolores y angustias son las nuestras, sus errores y debilidades
son las nuestras, hasta que por la gracia de Dios, este nuevo creyente sea
fortalecido, restaurado, establecido y afirmado en Dios para salvación.
Gal 4:20 ¡cómo quisiera estar ahora con ustedes y
hablarles de otra manera, porque lo que
están haciendo me tiene perplejo!
No es fácil expresarse de la manera
correcta sobre todo a través de los escritos, a veces ellos no expresan lo que
queremos, o se quedan cortos. Hablar de manera clara y certera es mejor cuando
se hace frente a aquellos a quienes queremos dirigirnos.
Gal 4:21 Díganme ustedes, los que quieren estar bajo la ley: ¿por qué no le prestan atención a lo que la
ley misma dice?
Los gálatas habían sido atraídos
por las enseñanzas judaizantes, que los devolvían a la ley, que les obligaba de
nuevo a cumplir con todo lo que la ley ordenaba; lo cual sigue ocurriendo hoy
en día, muchas congregaciones siguen estando bajo la ley, abrogando la gracia
de la cual había sido participes. Pero Pablo con maestría, les condice a través
de las escrituras para argumentar su punto.
Gal 4:22 ¿Acaso no está escrito que Abraham tuvo dos
hijos, uno de la esclava y otro de la
libre?
En el antiguo testamento
encontramos (Gen_16:3-16; Gen_21:2), la historia de Abraham quien
tuvo dos hijos, y hace referencia al estado al que pertenecían sus madres, una
como esclava y la otra como libre, ellas representan a la fuente de donde
provienen.
Gal 4:23 El de la esclava nació por decisión
humana, pero el de la libre nació en
cumplimiento de una promesa.
El hijo de la esclava no perteneció
a la intervención divina, lo cual hace referencia a lo que nace de la carne,
mientras el otro hijo nació de la promesa, nació de la libertad y para
libertad, y hace referencia a lo que nace del espíritu. Ambos orígenes
determinaron sus destinos y vidas.
Gal 4:24 Ese relato puede interpretarse en sentido
figurado: estas mujeres representan dos
pactos. Uno, que es Agar,
procede del monte Sinaí y tiene hijos que nacen para ser esclavos.
Todo el antiguo testamento es una
figura de lo que habría de ocurrir con Cristo, las mujeres representan a los 2
pactos, uno que surgió con la ley, que es el que representa Agar, la esclava,
quien dio a luz tal cual la ley, para esclavitud. Nadie bajo el yugo de la ley
es completamente libre, es más bien esclavo del cumplimiento de las normas. Su
mente no puede ser libre pues depende de lo exterior para conformar lo
interior. Agar también representa al pueblo que aunque recibió la promesa,
prefirió quedarse en el antiguo pacto.
Gal 4:25 Agar representa el monte Sinaí en
Arabia, y corresponde a la actual ciudad
de Jerusalén, porque junto con sus hijos
vive en esclavitud.
La Jerusalén terrenal junto con sus
descendientes aún viven en esclavitud, no les fue suficiente haber vivido
durante centenares de años en la misma condición, para volverse a ella. Aun
dependen de sus propias fuerzas, para lograr alcanzar la justificación, aun dependen
de la autoconfianza para liberar sus almas agobiadas por las tareas requeridas
para ser libres.
Gal 4:26 Pero la Jerusalén celestial es libre, y ésa es nuestra madre.
Pues la Jerusalén celestial no
depende de sus propias fuerzas, ha aprendido a confiar, a entregarse, a
depender de la promesa, y de ella surgimos para libertad y bendición en Cristo.
Esta Jerusalén celestial es la iglesia en la cual nacemos y a la cual
pertenecemos como hijos de Dios.
Gal 4:27 Porque está escrito: "Alégrate, mujer estéril, tú que no has dado a luz; prorrumpe en gritos de alegría, tú que no has sufrido dolores de parto; pues la abandonada tiene muchos hijos, más que la casada."*
En Isaías 54:1, se encuentra esta
palabra que hace referencia a la iglesia, que aunque estéril por la ley para el
mundo, sus hijos espirituales nacidos de la promesa son más, que los que han
nacido de la carne, porque ellos no dependen del esfuerzo humano, sino que
confían en Dios y se originan en él.
Gal 4:28 Ustedes, hermanos,
al igual que Isaac, son hijos por
la promesa.
Y como tal también son participes
de todos las bendiciones de ella. En Cristo somos hijos, y como hijos también
somos hermanos que se distinguen por su origen y lo que se hace manifiesto como
fruto en nuestras vidas.
Gal 4:29 Y así como en aquel tiempo el hijo nacido por
decisión humana persiguió al hijo nacido por el Espíritu, así también sucede ahora.
El nacido de la carne busca y
persigue al que nace del espíritu porque para él es locura, le persigue porque
ignora su origen, le persigue porque busca ahogar la verdad y continuar en el
engaño.
Gal 4:30 Pero,
¿qué dice la Escritura?
"Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava jamás tendrá
parte en la herencia con el hijo de la libre."
Esta referencia se halla en Gen_21:10,
Gen_21:12, en donde Dios da estas instrucciones a Sara, para que se revele que
la fuente, el origen de lo espiritual no puede ser confundido con el legalismo
y la carnalidad, no puede pretender ser libre porque no lo es, aunque pueda
aparentarlo.
Gal 4:31 Así que,
hermanos, no somos hijos de la
esclava sino de la libre.
Comportémonos
y vivamos como hijos de la promesa, en la libertad que nos ha sido dada por la
gracia y la obra de Cristo en la cruz, libres de toda maldición, conformados a
la imagen del hijo para gloria de su nombre. Ser es más que hacer, ser hijo,
debe ser una realidad tangible y real para el creyente que ha nacido del
espíritu, pues entenderá que no debe volver a los rudimentos de la ley, para
conformarse a ellos, sino más bien debe permitir que la verdad permee todo su
ser para que la ley fluya del corazón y no del alma.