Una tarde en
el parque, había un pequeño niño que quería conocer a Dios. Él sabía que sería
un largo viaje para llegar a donde vivía Dios. Entonces empacó su pequeña
maleta con panecillos y un six-pack de jugos y emprendió su partida. Cuando ya
había recorrido 3 cuadras, conoció una viejecita. Ella estaba sentada en el
parque observando algunas palomas.
El
niño se sentó junto a ella y abrió su maletita. Estaba a Punto de tomarse su
jugo cuando notó que la viejecita se veía hambrienta, entonces él le ofreció un
panecillo. Ella agradecida lo aceptó y se sonrió. Su sonrisa era tan hermosa
que el niño quería ver esa sonrisa nuevamente, entonces él le ofreció un jugo.
De nuevo ella le había sonreído. i El niño estaba encantado! Se quedaron sentados
toda la tarde comiendo y sonriendo, pero nunca se dijeron ni una sola palabra.
Tan pronto empezó a obscurecer, el niño estaba cansado y se levantó para irse.
Se dio la vuelta, corrió hacia la viejecita y le dio un abrazo. Ella le dio una
hermosa sonrisa como nunca antes había sonreído.
Cuando
el niño abrió la puerta de su casa, su madre estaba sorprendida de la felicidad
que resplandecía. Ella le preguntó: "¿Qué hiciste el día de hoy que te ha
hecho tan feliz?". Él le contestó: "He comido con Dios. ¿Y, sabes
qué? ¡Tiene la sonrisa más bella que he visto!".
Mientras tanto la viejecita, también con mucha
felicidad, radiante, regresó a su casa. Su hijo estaba anonadado por la paz que
mostraba en su cara y preguntó: “Madre, ¿qué hiciste el día de hoy que te ha
hecho muy feliz?". Ella contestó: "Yo comí panecillos en el parque
con Dios. Y ¿sabes qué? Él es más joven de lo que esperaba".
Rom 8:29 Porque a los que Dios conoció de
antemano, también los predestinó a ser transformados
según la imagen de su Hijo, para que él
sea el primogénito entre muchos hermanos.
El mundo no ha podido ver
a Dios porque cree que debe esperar algo sobrenatural para verlo, pero se
equivoca porque cuando pones atención, toda Su creación habla de Él, de sus
maravillas, de su amor, y bondad. Quien no lo ve, es porque tiene una
concepción errada de Dios, su entendimiento ha sido nublado para que la luz de
Dios no pueda resplandecer sobre su vida, porque si dejara de ver con la razón
y empezara a abrir su corazón para ver con los ojos de este, entonces podría ver
a Dios en todo, pues comprendería que fuimos hechos a su imagen y semejanza, el
pecado empaño y destruyo esa imagen, pero en Cristo ahora, somos trasformados
de nuevo a su imagen, para manifestarle en la medida en que nos vaciamos de
nosotros mismos, su esencia y poder se hacen más evidentes. La historia de hoy
nos muestra lo maravilloso de la creación, y como todos en armonía con Dios,
podemos hacerle manifiesto, en una sonrisa, en una caricia, en una palabra,
cuando damos ánimo y aliento, cuando compartimos Su palabra. El encuentro con
Dios está más cerca de lo que usted se imagina, puede estar esperándolo a la
vuelta de la esquina, el problema es: ¿qué tan atento podrás estar para ser consciente
de su presencia en todo y en todos?, pues él ha dispuesto una mañana, una tarde
o una noche para que le descubras, ha dispuesto una sonrisa, un beso, un acto
de bondad, ha dispuesto maravillas, para todos aquellos que no le conocen y
quieren conocerle. Pues hemos sido predestinados para ser trasformados a imagen
de Cristo en quien podemos hacerle manifiesto.
GUIA DE ESTUDIO
Le has visto?
Que tan consciente eres
de su presencia ahora?
Que te distrae o te evita
poderlo ver en todo?
Has servido de reflejo de
la gloria de Dios, al sonreír, amar y bendecir a alguien que no le conoce?
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