Ten cuidado
con tus pensamientos, porque se volverán palabras.
Ten cuidado
con tus palabras, porque se volverán actos.
Ten cuidado
con tus actos, porque se volverán costumbres.
Ten cuidado
con tus costumbres, porque serán tu carácter.
Cuida tu
carácter, porque será tu destino, será tu vida...
2Co 10:5 Destruimos argumentos y
toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que
se someta a Cristo.
Los pensamientos son armas
poderosas para bendición si provienen de una mente renovada en Cristo o para
destrucción si la mente no ha sido renovada, pues en el pensamiento es donde se
levantan los argumentos de duda e incredulidad que intentan sofocar nuestra
vida espiritual. Solo una mente renovada por la escritura y la oración
perseverante en Dios, puede llevar cautivo todo pensamiento o argumento que se
levanta en la mente del hombre contra el conocimiento y revelación de Dios. La
mente es bombardeada por miles de pensamientos al día los cuales como menciona
la frase del comienzo pueden terminar en una acción, una costumbre y un
destino, de allí que sea vital que cuidemos nuestros pensamientos y lo
sometamos a la obediencia a Cristo, para que nuestro destino sea un destino de
bendición y en la presencia de Dios. Cuáles son tus pensamientos?, son
negativos o positivos, son de bien o tienden al mal, son creativos o son
destructivos, solo tú puedes por la gracia de Dios tomar el control de ellos, o
dejar que ellos te controlen a ti.
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