Estar en un Grupo de Jóvenes de la iglesia fue para mí
una oportunidad importantísima para formarme y tomar gusto por la formación de
los demás. En la adolescencia, dos fuerzas luchan dentro de los jóvenes. Una
nos empuja a hacer el bien (deporte, leer, aprender, obedecer ...) y la otra
nos empuja a hacer el mal (tomar, fumar, vandalizar, engañar, mentir...).
La tendencia actual es obedecer la fuerza que nos
empuja a hacer el mal... nos sentimos "bien" cuando somos
"malos". Nuestros "amigos" nos reconocen rebeldes. Nos
sentimos temidos y nos gusta.
Este grupo de jóvenes fue para mí una oportunidad y un
incentivo de hacerle caso a la otra fuerza, de enfocar mis energías en crecer
espiritualmente, aprender y hacer deporte. Lo logré. Me sentí bien. Me sentí
reconocido y respetado por haber tomado esa decisión. Nunca sentí la necesidad
de ser de los "malos" para sentirme bien. Tampoco sentí lástima por
ellos.
Ahora, algunos años después, me doy cuenta de todo lo
que gané gracias a este grupo. Disciplina, liderazgo, criterio, trato con la
gente, creatividad, desenvolvimiento y espiritualidad. ¿Tendría todo esto ahora
si le hubiera hecho caso a la otra fuerza? Juzga tú...
Vale la pena, pues, buscar una iglesia, un grupo de
oración, apoyo espiritual y formación con conocimiento de la biblia para crecer
en valores y el amor de Dios.
Heb 10:25 no dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más,
cuanto veis que aquel día se acerca.
Compartir con más personas que viven y practican tu misma fe, puede
fortalecer tu vida de maneras que no puedes siquiera imaginar, hace poco
recordaba mi adolescencia y revisaba que yo decidí o elegí irme por el otro
camino, el camino de la rebeldía, la mentira y el engaño, durante años me aleje
de Dios, y vivir bajo la influencia de la experiencia, pero ahora que recuerdo
estos años los veo como una sombra en mi vida la cual peso con angustia, afán,
y depresión, en donde nada parecía tener sentido o razón, hoy comprendo porque,
me hacías falta tú, Señor Jesús, hoy veo la vida con otro sentido, vivo con
esperanza cada mañana, y con la ilusión de encontrarme contigo al final. Vivir
estos años de oscuridad me ha hecho apreciar el valor del tiempo y el
conocimiento de la verdad, por eso no desperdicies el tiempo que Dios te ha
dado, no dejes de compartir con otras personas que crean en Cristo como su
Señor y salvador solo porque su doctrina no sea igual a la tuya, demuestra con
hechos los frutos espirituales que en verdad te hacen un hijo de Dios y exhorta
a aquellos que se han alejado de Dios para que se vuelvan a Él, el tiempo es
corto, y no sabemos que nos depara, solo estar en El, puede dar aliento a una
vida que parece perdida y sin sentido, o puede perfeccionar aquello que ya
eres.
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