lunes, 23 de julio de 2012

TIEMPO DE REFLEXION



No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en un conflicto. Este fue el primer conflicto serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua. Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente. Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio. Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. -"Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso". "Sí", dijo el mayor de los hermanos, "Tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y el tomó su buldózer y desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Bueno, el pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que  construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más."  El carpintero le dijo: "Creo que comprendo la situación. Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho." El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo. El carpintero trabajo duro todo el día midiendo, cortando, clavando. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo.  El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó. ¡No había ninguna cerca de dos metros! En su lugar había un puente -¡un puente que unía las dos granjas a través del arroyo!- Era una  fina pieza de arte, con todo y pasamanos. En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja  y abrazando a su hermano le dijo: "¡Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho!". Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus  herramientas. "¡No, espera!", le dijo el hermano mayor. "Quédate unos cuantos días. Tengo muchos proyectos para ti" , le dijo el hermano mayor al carpintero. "Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes por construir".
2Co 5:18  Todo esto proviene de Dios,  quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación:
Las ofensas que soportamos muchas veces generan en nosotros dolor, frustración, incomodidad, y rencor, pero Dios ha dispuesto una solución maravillosa para este tipo de infortunios, “el perdón”, cuando ejercemos voluntariamente nuestro deber y derecho de perdonar podemos superar los mas grandes desagravios, como cuando sufrimos una herida, cuando somos lastimados, cuando somos rechazados, cuando recibimos desprecio o desamor, allí Jesús nos enseña que en vez de cargar con el dolor y el sufrimiento, podemos elegir perdonar y así vivir conforme a la voluntad de Dios y limpios de las heridas en nuestro corazón, cuanto mas ejercitamos el perdón mas difícil es que lo que nos hacen los demás pueda generar amargura en nuestras vidas, creo firmemente que cuando Jesús enseñaba a sus discípulos a que si perdonábamos a los que nos ofendían el nos perdonaría. La reconciliación es necesaria cuando existe o se suscita un enfrentamiento entre dos o más personas, que con intención o sin ella se lastiman sin medir las consecuencias de sus actos. Jesús al morir en la cruz nos reconcilio con el Padre, al morir en la cruz llevo todo el pecado y la desobediencia para con nuestro Padre celestial dándonos el privilegio de volver a sus brazos de amor, Él sirvió como el puente que nos reconcilio con Dios.

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