Por: Camilo Sastoque
Mat 9:1 Subió Jesús a una barca, cruzó al otro lado y llegó a su propio pueblo. Es raro que Jesús haya llamado a Cafarnaúm su pueblo, y no a Belén donde nació, sino que llamó su propio pueblo al pueblo donde estableció su hogar.
Mat 9:2 Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: -¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados! Este relato está más completo en Marcos_2:1-12; Lucas_5:17-26, pero asombra ver que Jesús no ve la fe del paralitico sino la de aquellos que le traían, interesante forma en la que puede actuar la fe en la sanidad de otros a través de la nuestra.
Mat 9:3 Algunos de los maestros de la ley murmuraron entre ellos: "¡Este hombre blasfema!" se menciona que blasfemaba pues la palabra que Jesús usó en vez de declarar sanidad, fue que le perdonaba sus pecados, algo que no había hecho sino hasta ese momento, algo radical y poderoso que muestra que la necesidad primordial de aquel hombre era el perdón de sus pecados.
Mat 9:4 Como Jesús conocía sus pensamientos, les dijo: --¿Por qué dan lugar a tan malos pensamientos? Es importante conocer que el Espíritu Santo puede darnos a conocer los pensamientos de los demás en determinados momentos, que nos permitirán actuar tal cual Dios quiere.
Mat 9:5 ¿Qué es más fácil, decir: 'Tus pecados quedan perdonados', o decir: 'Levántate y anda'? nos plantea un cuestionamiento, no parece más fácil perdonar pecados por el Hijo de Dios, que decir levántate y anda?, pues podría ser que sí, pero en realidad para Dios es más importante la salvación que trae el perdón de pecados, que la sanidad del cuerpo.
Mat 9:6 Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados --se dirigió entonces al paralítico--: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. El termino para autoridad es exousía del griego, que significa fuerza, derecho, poder, potestad, influencia; así que el Hijo de Dios tenía el derecho de perdonar pecados y aun de sanar a los enfermos, lo cual declaro inmediatamente, haciendo real la autoridad.
Mat 9:7 Y el hombre se levantó y se fue a su casa.
Mat 9:8 Al ver esto, la multitud se llenó de temor, y glorificó a Dios por haber dado tal autoridad a los mortales. Aquí la traducción más correcta no es temor sino que la gente se maravilló, o se sorprendió, y lo verdaderamente importante es porque la palabra menciona que Dios dio tal autoridad a los mortales, como si esta estuviera disponible para todos los hijos de Dios.
Mat 9:9 Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos. "Sígueme", le dijo. Mateo se levantó y lo siguió. Aquí Mateo relata con modestia el llamamiento de Cristo a su vida. En Marcos y Lucas se llama Leví, que parece ser su nombre de familia. Al parecer conmovido en su espíritu, decide seguir a Jesús.
Mat 9:10 Mientras Jesús estaba comiendo en casa de Mateo, muchos recaudadores de impuestos y pecadores llegaron y comieron con él y sus discípulos. Jesús atraía hacia si mismo a aquellos que estando en pecado necesitaban de El para su salvación.
Mat 9:11 Cuando los fariseos vieron esto, les preguntaron a sus discípulos: --¿Por qué come su maestro con recaudadores de impuestos y con pecadores? Fariseos y escribas aun teniendo la misma sed de oír a Jesús no eran capaces de entrar en la casa de un hombre a quien creían pecador, perdiéndose por una regla religiosa de sabiduría que compartía El Maestro.
Mat 9:12 Al oír esto, Jesús les contestó: --No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos. Nuevamente Jesús conociendo la intención del corazón y escuchando lo que decían muestra la gran misericordia que traía a la humanidad, pues venía a aquellos más necesitados de la salud espiritual, o sea a aquellos que reconocen su necesidad de Dios. “Vosotros os creéis sanos; mi misión, pues, no es para vosotros. La responsabilidad del médico es para con los enfermos; por esto yo como con los publicanos y pecadores”. ¡Cuántos corazones quebrantados y cuántas almas enfermas por causa del pecado, han sido sanados por estas palabras incomparables!
Mat 9:13 Pero vayan y aprendan lo que significa: 'Misericordia quiero y no sacrificio.'* Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores. En Oseas 6:6 se menciona esta palabra que Jesús usa en disertación. El término “sacrificio”, o sea la parte principal de la ley ceremonial, se usa aquí para representar a una religión de adherencia a meros reglamentos; mientras que “misericordia” expresa tal compasión por los caídos que procura levantarlos, restaurarlos y llevarlos de nuevo al Padre.
Mat 9:14 Un día se le acercaron los discípulos de Juan y le preguntaron: --¿Cómo es que nosotros y los fariseos ayunamos, pero no así tus discípulos? Jesús les contestó:
Mat 9:15 --¿Acaso pueden estar de luto los invitados del novio mientras él está con ellos? Llegará el día en que se les quitará el novio; entonces sí ayunarán. La comparación es la forma de expresión más común del alma en nosotros, y se muestra como una actitud negativa pues nos ayuda a ver lo que nos hace mejores o más perfectos frente a los demás, dejando de lado la enseñanza de que debemos ver a los demás como mayores que a nosotros mismos. La crítica es una actitud de un corazón no quebrantado, de un ego no disciplinado por el Espíritu si así está tu vida es importante pedir a Dios luz en este asunto, si ves lo que haces mejor con respecto a los demás te hace falta mirar cómo te mira Cristo, allí acabaran nuestras ínfulas de vanidad. El ayuno es vital en la vida del creyente pues le ayuda a mantener sujeta la carne y disciplina a su cuerpo, pero cuando se esta en su presencia el ayuno más importante es el ayuno de si mismo.
Mat 9:16 Nadie remienda un vestido viejo con un retazo de tela nueva, porque el remiendo fruncirá el vestido y la rotura se hará peor. Esta frase nos expresa un profundo sentir del corazón del Padre a quien le gusta tratar con el corazón de aquellos que anhelan su presencia, y la manifestación de su gloria como instrumentos de su amor, solo aquellos que han sido perfeccionados al nacer del espíritu convierten en vestidos nuevos sus pensamientos y acciones, pues al colocar lo que proviene del espíritu o sea el pedazo de tela nueva en una mente vieja, llena de paradigmas y doctrinas religiosas no las asimilara y se perderá así como el remiendo de tejido nuevo se perderá en el vestido viejo. Aquí se habla de las vestiduras las cuales representan a las dos naturalezas, el vestido viejo a la naturaleza de la carne y el retazo nuevo a la naturaleza del espíritu.
Mat 9:17 Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos. De hacerlo así, se reventarán los odres, se derramará el vino y los odres se arruinarán. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así ambos se conservan. Aquí aunque similar al anterior hace referencia al vino que se hecha en los odres que son unas vasijas en las que se conserva el vino para que este se añeje, aquí el vino representa la unción, el fuego, y la presencia del Espíritu Santo, el odre representa al hombre, que de no nacer de la naturaleza del espíritu arruinara el vino, la presencia y la unción de Dios sobre su vida, por eso el vino (la unción, la presencia, el fuego de Dios) debe echarse en odres nuevos (hombres renovados por la presencia del Espíritu Santo), así el vino (la presencia, el fuego, la unción), no se arruinara y conservara. Por eso debemos pasar la disciplina, el proceso que Dios haya dispuesto para nosotros pues solo así podremos ser vasijas de honra que puedan llevar su preciosa unción.
Mat 9:18 Mientras él les decía esto, un dirigente judío llegó, se arrodilló delante de él y le dijo: --Mi hija acaba de morir. Pero ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Se hace refeferencia a que un dirigente Judío alguien con prestancia en el pueblo le busca, pero lo que mas sorprende es que este hombre que al parecer solo ha oído hablar de Jesús, hace una declaración que termina por volverse realidad.
Mat 9:19 Jesús se levantó y fue con él, acompañado de sus discípulos.
Mat 9:20 En esto, una mujer que hacía doce años padecía de hemorragias se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto. La historia de la mujer del flujo de sangre ha sido predicada por muchos hombres, mostrando la infinita gracia de Dios por los que sufren, esta historia llama la atención en gran medida pues porque para el pueblo judío la mujer con sangrado era impura, y no debía acercarse a donde estaban todos reunidos, esta mujer saco el valor y rompió con los paradigmas de la época, coloco su confianza en Cristo y entre la multitud que le rozaban ella pudo tocarle con mayor profundidad, no solo físicamente sino en el espíritu.
Mat 9:21 Pensaba: "Si al menos logro tocar su manto, quedaré sana." Pues su mente se conectó con el poder sobre natural de Dios, su mente fue renovada por la fe que se activó y creyó que podía ser sana, esta mujer pudo confiar y tomar acción sin temer las consecuencias de lo que podría acarrear su acto de presencia ante la multitud.
Mat 9:22 Jesús se dio vuelta, la vio y le dijo: --¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado. Y la mujer quedó sana en aquel momento. Jesús que en ese momento era apretujado por la multitud reconoce que dé Él ha salido poder para sanar, y reconoce quien ha recibido su sanidad, le levanta con ánimo, pues sabía que las heridas de su alma eran profundas, por el rechazo de la sociedad.
Mat 9:23 Cuando Jesús entró en la casa del dirigente y vio a los flautistas y el alboroto de la gente,
Mat 9:24 les dijo: --Váyanse. La niña no está muerta sino dormida. Entonces empezaron a burlarse de él. La respuesta de la incredulidad es en muchas ocasiones la burla, pues razonablemente no existe posibilidad de levantar a los muertos, así que Jesús tenía que tratar con el corazón y la mente dura de aquellos a quienes discipulaba, mostrándoles que su autoridad ante la muerte es poderosa.
Mat 9:25 Pero cuando se les hizo salir, entró él, tomó de la mano a la niña, y ésta se levantó. Un solo toque de su mano, o su manto regaban y contaminaban el ambiente con la vida que provenía de Dios, Jesús era un instrumento que muerto a sí mismo, manifestaba con poder el amor y la gracia infinita del Padre.
Mat 9:26 La noticia se divulgó por toda aquella región.
Mat 9:27 Al irse Jesús de allí, dos ciegos lo siguieron, gritándole: --¡Ten compasión de nosotros, Hijo de David! Aquellos hombres gritaban como aquel que sabe que no debe dejar pasar la oportunidad, pues llamaban a que era llamado Hijo de David, el Mesías esperado por el pueblo judío, reconociéndole no dejaron de llamar la atención de Jesús clamando compasión.
Mat 9:28 Cuando entró en la casa, se le acercaron los ciegos, y él les preguntó: --¿Creen que puedo sanarlos? --Sí, Señor --le respondieron. Interesante es que Jesús cuestionara en su fe si ellos creían que el podía sanarlos, pues la palabra menciona que creemos y por eso hablamos Salmo 116:10, 2Corintios 4:13.
Mat 9:29 Entonces les tocó los ojos y les dijo: --Se hará con ustedes conforme a su fe. Esta frase encierra un principio de fe, se hará siempre conforme a nuestra fe, el problema radica en que nuestra fe esta siempre puesta en las cosas materiales, egoístas, o conforme a los rudimentos del mundo por ello es difícil que ella funcione.
Mat 9:30 Y recobraron la vista. Jesús les advirtió con firmeza: --Asegúrense de que nadie se entere de esto. Era claro que Jesús no quería que su ministerio fuese estorbado, como ya había ocurrido en otras poblaciones, por medio del testimonio de aquellos, liberados, pues conocía que la voluntad del Padre era hacerlo de esa manera, aun así Dios se glorificaba siempre.
Mat 9:31 Pero ellos salieron para divulgar por toda aquella región la noticia acerca de Jesús. A pesar de hacer caso omiso de la advertencia debida claramente a la emoción que desbordaba su dominio propio y obediencia a lo dictaminado por Jesús, el Padre lo permitía.
Mat 9:32 Mientras ellos salían, le llevaron un mudo endemoniado.
Mat 9:33 Así que Jesús expulsó al demonio, y el que había estado mudo habló. La multitud se maravillaba y decía: "Jamás se ha visto nada igual en Israel." Nada es comparable con el poder y la presencia de Dios en un lugar, pues la libertad, la visión, y la gloria de Dios se hacen manifiestas sobre la tierra a través de sus hijos, como lo muestra Jesús.
Mat 9:34 Pero los fariseos afirmaban: "Éste expulsa a los demonios por medio del príncipe de los demonios." En que terrible engaño vivían los fariseos, eran una secta Judía que conservaba las reglas y dictámenes estrictamente, pero en ese mismo cumplir las normas humanas, perdieron el norte de seguir la voz de Dios y no lo expuesto por los hombres; llamando a lo santo profano y a los profano santo se evidencia la desviación del corazón por los intereses de su religión mas no por la palabra.
Mat 9:35 Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Sin descanso Jesús se había preparado para su llamado y lo estaba cumpliendo, predicando, enseñando y mostrando la realidad en el espíritu.
Mat 9:36 Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Al ver tal cantidad de hombres y mujeres sedientos de escuchar, y ver el Reino de Dios manifiesto en la tierra Jesús siente la compasión de aquel que puede ver y percibir el corazón de los que sufren, la agonía y desamparo que se siente al estar lejos de Dios, y la necesidad imperiosa de pastores no de título, sino de hombres y mujeres dispuestos a dar su vida, enseñanza, conocimiento en el beneficio de los demás.
Mat 9:37 "La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros --les dijo a sus discípulos--. Cuando conocemos la necesidad espiritual de la humanidad, se siente la escasez de obreros en la obra que no debe depender de los líderes o ministros, sino de cada uno de los que nos acercamos a Dios, pues estar con Él y no sentir su amor por la humanidad es imposible.
Mat 9:38 Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo." Roguemos a Dios en unidad por que El prepare, consolide y envié a sus siervos para recoger la cosecha abundante de almas que Dios ha preparado para quienes le aman, Señor envíanos a hacer tu voluntad no la nuestra.
Ubicado y tácito, nos invitan a ser trabajadores de Cristo una vez conoces la palabra. No esperar ser pastor ondiacono.
ResponderBorrarMe aporta mucho en sentido de ubicación del contexto.
Preciad@ herman@ gracias por participar. No se a que versículo haces referencia, pero tratare de explicarlo. La razón del porque Jesús le pedía a quienes sanaba que no dijeran a nadie lo hecho tiene dos puntos particulares, el primero es la obediencia al Padre según era la norma de comportamiento de Jesús y la otra es que no quería llamar la atención sobre los milagros, sino sobre su predicación o mensaje que era el que mas importaba por encima de los milagros. Bendiciones
ResponderBorrarLa explicación está clara y definitivamente la palabra también lo explica, El espíritu Santo nos de entendimiento para que podamos entender su palabra y así guiar a otros en el camino de Cristo porque la mira es mucha pero los obreros poco
ResponderBorrarQuise decir la mies es mucha pero los obreros poco, seamos esos obreros
BorrarGracias por el estudio bíblico que Dios bendiga sus vidas. Lo que no pude entender bien es del capítulo 9 versículo 15 la explicación de ese capítulo.
ResponderBorrarCon relacion al versiculo, Jesus expone que mientras se esta con el novio (Jesus, el novio de la iglesia) nadie estaria ayunando, pero de seguro apenas se fuera el novio, la novia (la iglesia) ayunaria.
BorrarBuenos días Camilo que tengas un día bendecido y de victoria en Cristo Jesús, muchas gracias por tu respuesta, la verdad que lo volví a leer hoy y lo pude entender bien , te agradezco por haberme contestado. te mando un abrazo desde ciudad de la plata Argentina ��
ResponderBorrarBendiciones
BorrarMe gustaría tener el estudio bíblico de Lucas porfavor.
ResponderBorrarAún no esta disponible, esperamos con la ayuda de Dios pronto publicarlo. Bendiciones
BorrarDios me los bendiga y guardé de verdad que aprendí mucho gracias
ResponderBorrarAmen, que gusto saber que has aprendido. Bendiciones
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