Por: Camilo Sastoque
Mat 7:1 "No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Juzgar es simplemente hacerte una opinión acerca de algo o alguien, desgraciadamente nuestros juicios son basados en nuestros conceptos, enseñanzas, valores o principios, y en una sociedad en donde estos son relativos, juzgar no parece gran cosa, pero nuestro maestro nos enseña que para que no seamos juzgados debemos no juzgar a nadie, no emitir ningún juicio u opinión personal, que casi siempre es sesgada por nuestras emociones, prejuicios y escasos valores. El contexto da a entender claramente que lo que aquí se condena es aquella disposición de mirar desfavorablemente el carácter y las acciones de otras personas, la que nos lleva invariablemente a pronunciar contra ellos juicios temerarios, injustos y desagradables.
Mat 7:2 Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.La medida con que medimos se vuelve nuestra medida por eso la palabra nos insta a ver a los demás como mejores que nosotros, pues esto evita que nosotros podamos juzgar al creernos mejores, cuando en realidad no lo somos, pues dependemos de su Gracia para mantenernos en Santidad.
Mat 7:3 "¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo? Es primordial para el discípulo que busca seguir a su maestro, primero estar vigilante de su propio andar sin mirar el de los demás, para evitar ser tentados en la murmuración.
Mat 7:4 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: 'Déjame sacarte la astilla del ojo', cuando ahí tienes una viga en el tuyo?Como podemos ayudar a un pueblo que sufre, que está en pecado, cuando nosotros mismos aún estamos ciegos ante la maldad que habita en nosotros y somos incapaces de reconocerla.
Mat 7:5 ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.En hipócritas nos convertimos cuando vemos primero en los demás los defectos que muy seguramente en nosotros son aún mayores. Sólo el que se juzga celosa y severamente a sí mismo es competente para reprender a otros.
Mat 7:6 "No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen. Los perros y los puercos, además de ser ceremoníalmente impuros, eran especialmente repugnantes a los judíos, y aun a los antiguos en general. Se hace referencia a los perros como a aquellos que son aborrecedores de la verdad y la justicia y los cerdos a los impuros y vulgares, quienes son incapaces de apreciar las joyas inestimables del cristianismo.
Mat 7:7 "Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Pedimos lo que deseamos; buscamos lo que echamos de menos; llamamos para entrar a aquel lugar del cual nos sentimos excluídos. Teniendo esto en cuenta podemos ver un progreso en la medida en que se quiere encontrar una respuesta, llevado a la oración nos muestra tres niveles por los cuales todo hombre que anhela la presencia de Dios debe pasar, ellos revelan el carácter del obrero de Dios, y la capacidad de avanzar en el Reino; el primero de ellos es el buscar, que muestra el primer nivel al que somos sometidos por la gracia del Espíritu Santo donde pedimos y se nos da, aun sin un gran conocimiento de la palabra, la gracia de Dios sobreabunda en la simpleza de nuestras peticiones, y ocurre al comienzo de nuestras vidas en Cristo, luego pasamos a un segundo nivel el de Buscar en el que como adolescentes ya no pedimos, sino que buscamos las respuestas, y sentimos ganas de encontrar las respuestas en done se muestra un nivel mayor de madurez sin que esta, esté realmente establecida, y en el tercer nivel encontramos el llamar, pues el nivel que se ha formado en la vida del obrero evidencia la madurez generada por la disciplina de Dios, la cual le permite confiar en su identidad como hijo, heredero y comisionado del Reino, así que cuando se llega a este nivel se manifiesta la respuesta, todas implican acción, y una respuesta a esta que nos conduce al crecimiento espiritual, a una fe madura y a una vida en el Espíritu.
Mat 7:8 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.
Mat 7:9 "¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? No de ninguna manera, padre alguno lo haría.
Mat 7:10 ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente?
Mat 7:11 Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan! Aquí revela la naturaleza de esclavitud a la maldad en la que vive el hombre, y también nos muestra la paternidad de Dios en ejercicio del bien y el carácter del Padre ante la petición de sus hijos, no de sus seguidores.
Mat 7:12 Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas. Un principio espiritual real y evidente ante cualquier situación y en cualquier cultura; expresada de una manera contundente en cumplimiento de la ley, basada en el amor, la fe y la esperanza como las virtudes del Reino sobre las cuales deben pasar, los pensamientos, palabras y acciones que debemos generar. No es, ciertamente, aquello que en nuestros modos caprichosos y egoístas quisiéramos que los hombres hiciesen con nosotros, lo que debemos hacer nosotros con ellos; sino sólo aquello que, en un juicio imparcial, y poniéndonos en lugar de ellos, consideramos espiritualmente correcto que ellos hagan con nosotros. Aquí encontramos los principios para establecer el Reino sobre un territorio.
Mat 7:13 "Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta, y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Lo que recomienda el camino ancho es la facilidad con que es transitado, y la abundancia de acompañantes que han de hallarse en él y la única desventaja de este camino es su fin: “lleva a la destrucción”. Si no evidencias dificultad en el camino entonces no vas por el camino correcto, pide revelación y sabiduría al Señor.
Mat 7:14 Pero estrecha es la puerta, y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran. En otras palabras, todo el trayecto es tan difícil como el primer paso, y una de sus características es que son pocos los que la encuentran, no multitudes como algunos quieren hacer creer. Muchos toman “la puerta” aquí, no por el primer paso en la vida espiritual, sino por el último; pues las puertas no se abren a los caminos, más los caminos terminan en las puertas, que conducen al Reino.
Mat 7:15 "Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Una severa advertencia pues son muchos los que queriendo hablar en el nombre de Dios, tan solo hablan engaños, mentiras, y destrucción y aunque parecen inofensivos; sus palabras apartan, dividen, generan conflicto entre las iglesias, los creyentes y la sana doctrina.
Mat 7:16 Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? No por sus doctrinas, como muchos de los intérpretes antiguos y modernos explican, porque la doctrina pertenece al árbol mismo, sino por los resultados prácticos de su enseñanza, los cuales son el fruto mismo del árbol.
Mat 7:17 Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Cada árbol da su propio fruto.
Mat 7:18 Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Pero cuales son los frutos? Pues en 2cor 7:11 “Fíjense lo que ha producido en ustedes esta tristeza que proviene de Dios: ¡qué empeño, qué afán por disculparse, qué indignación, qué temor, qué anhelo, qué preocupación, qué disposición para ver que se haga justicia!” aquí encontramos los frutos de un verdadero hombre arrepentido.
Mat 7:19 Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Aunque la intención es dar a conocer como reconocer los falsos maestros, también se nos señala su final.
Mat 7:20 Así que por sus frutos los conocerán. Es la máxima sobre la cual debemos recibir la enseñanza de cualquiera que en nombre de Dios quiera predicarnos, enseñarnos, corregirnos o instruirnos en doctrina.
Mat 7:21 "No todo el que me dice: 'Señor, Señor', entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. La reduplicación del título “Señor”, indica el celo de ellos en otorgarlo a Cristo, mas algunos que conocen el título y honor de Cristo, no entraran en el Reino, pues no le conocen, ni le obedecen, así que es necesario obedecer la voluntad del Padre como requisito para entrar en el Reino.
Mat 7:22 Muchos me dirán en aquel día: 'Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?' Existe una gran ansiedad en aquellos que son llamados por enseñar, predicar, evangelizar pero sin antes haber sido probados, y disciplinados por la enseñanza de Dios, por eso algunos profetizan sin haber sido enseñados y entonces son engañados, algunos predican por tener la habilidad mas no el don y la gracia, sin reconocer que solo bajo el permiso y la guía del Espíritu Santo es que debe realizarse, lo cual nos lleva actuar de manera apresurada, sin el cual de Dios es imposible que se manifieste en obras humanas.
Mat 7:23 Entonces les diré claramente: 'Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!' Dios prefiere claramente una relación en donde pueda conocerte, más que hagas obras para El, solo el decidirá el tiempo y el momento adecuado, mas no te apresures pues la maldad puede obrar en tu corazón debido a la desobediencia.
Mat 7:24 "Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Todo aquel que no solo oye, sino que pone en práctica, pues es muy fácil hablar de lo que parece que conocemos o se nos ha enseñado pero solo los sabios, inteligente, y prudentes construyen su vida espiritual y su templo o cuerpo sobre la roca que es Cristo. Esta roca sólida representa el verdadero discipulado, o sea la sujeción genuina a Cristo.
Mat 7:25 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. Nuestra fortaleza está en Cristo la Roca de nuestra Salvación y quien nos sostiene en medio de la tormenta, la tribulación, el dolor, la angustia, la soledad, las tentaciones y pruebas, y la destrucción de nuestra naturaleza de maldad.
Mat 7:26 Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Indica un cimiento flojo, una profesión hueca y servicios meramente externos.
Mat 7:27 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina." Terrible desenlace para los que por imprudencia, afán o ignorancia pusieron sus fundamentos en las cosas perecederas, como el dinero, la fama, su profesión, familia entre otras pasajeras en un mundo en el cual somos peregrinos.
Mat 7:28 Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, las multitudes se asombraban de su enseñanza, Se hace tanta referencia a la manera de enseñar como al contenido de su enseñanza, o quizá aún más a su método de enseñanza.
Mat 7:29 porque les enseñaba como quien tenía autoridad, y no como los maestros de la ley. La luz de sus palabras golpeo con tal fuerza y autoridad las vidas de aquellos que escuchaban; palabras cargadas de vida y espíritu que transformaban a aquellos que dispuestos en su corazón las recibían, dando vida a sus espíritus agotados y fatigados de la enseñanza religiosa llena de apariencias y de ritos sin Su presencia.
QUE GRAN BENDICIÓN, FUE LEER ESTE COMENTARIO, PUES AHORA TENGO UNA VISIÓN MAS AMPLIA DE ESTA ENSEÑANZA DE NUESTRO SEÑOR JESÚS.
ResponderBorrarGRACIAS POR COMPARTIR ESTA ENORME BENDICIÓN.
SALUDOS DESDE CIUDAD GUAYANA. VENEZUELA
Agradezco grandemente este aporte de enseñanza para el crecimiento de nuestro espíritu, Dios le siga dando sabiduria y muchas bendiciones. Saludo desde Maturín, Monagas- Venezuela.
ResponderBorrarApreciado hermano Jose, gracias por compartir con nosotros, nos sentimos indignos del favor que el Señor ha puesto en nosotros, pero servimos con amor y devoción, un abrazo
BorrarLA VIDA EN CRISTO JESÚS ES SER OBEDIENTES Y TENER FE ASÍ LO PODEMOS AGRADAR
ResponderBorrarGracias. Damos gloria y honra a Dios, por tan gran experiencia de aprendizaje de la PALABRA DE DIOS!!
ResponderBorrarBendiciones
ResponderBorrarEs agradable leer está página bendiciones.
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