EL QUE DOMINA SU ESPÍRITU
PROV 16:32 “Mejor es el lento
para la ira que el poderoso, y el que domina su espíritu que el que toma una
ciudad”.
INTRODUCCIÓN
Luego de múltiples tropiezos,
de caídas, de dificultades y situaciones adversas el hombre puede empezar a
verse tal cual es, y reconocer que en su naturaleza carnal nada bueno hay.
Quien pretenda decir que es perfecto o que se crea mejor tan solo por ser
creyente se equivoca, pues cuando caemos es entonces cuando podemos reconocer
nuestra debilidad, y nuestra imperiosa necesidad de reconectarnos con la
fuente, con el dador, y su gracia poderosa.
Sin gracia el hombre no es más
que hierva que se seca, sin gracia la verdadera vida no puede surgir, no se
alimenta, no se compensa y de una u otra manera la naturaleza carnal empieza a
ganar terreno y a desarraigar la vida que en otrora se disfrutaba.
El pecado y la tentación
siempre asecharan al hombre, y por ello es necesario que comprendamos la
necesidad de depender absolutamente de la gracia, pues sin ella no podemos
nada.
DESARROLLO
El versículo de hoy nos
recuerda sobre lo que debería ser importante para el hombre, que es dominarse a
sí mismo, con es traducido en la versión NVI. Mientras el mundo busca
conquistar al público, la audiencia, a multitudes, que son las nuevas ciudades
a conquistar, Dios nos insta a conquistarnos a nosotros mismos, quien puede
decir que ya se ha conquistado a si mismo, con seguridad nadie, es imposible!,
pero eso no es lo que nos dice la escritura, el problema radica en que
dedicamos mucho tiempo a luchar por lo externo y poco a fortalecer el interior.
Y es allí en donde Jesús nos
conduce a través de sus enseñanzas, la oración no está dispuesta para que todos
vean lo bendecido que eres, o lo ungido qu4e estas, ha sido dispuesta para ir y
descansar en su presencia, para que su presencia se vuelva una realidad
cotidiana y poderosa en tu ser, para que podamos descansar en su voluntad, para
que su voluntad sea hecha aunque esta no nos parezca. De igual manera el ayuno
no ha sido dispuesto para mostrar lo espirituales que somos sino para que a
través de este nuestro ser se fortalezca y se limpie de toda impureza de todo
yugo y podamos experimentar una mayor libertad de nuestra naturaleza carnal que
nos ataba. También el dar no ha sido dispuesto para demostrar algo, está allí
para mostrar lo que se es en el interior, estas tres llaves están allí
dispuestas para abrir nuestro ser y poder ser, lo que Dios dispone que seamos
para gloria y honra de su nombre.
CONCLUSIÓN
Entonces, ¿hacia dónde te
dirigirás?, al exterior a conquistar lo externo, lo vano, lo simple, o iras en
pos de lo que Dios nos enseña y te preocuparas por conquistarte a ti mismo,
para que tus deseos, placeres y ego, sean dominados por el poder de Dios, y
para que dependiendo de su gracia podamos vivir una vida de verdadera libertad,
en donde el amor sea la expresión completa de la plenitud de la divinidad en
nosotros.
Se necesita paciencia, amor, y perseverancia
para que Dios complete la obra que ha venido perfeccionando en nosotros, solo
la contrariedad, la adversidad, el dolor y el sufrimiento pueden pulir el alma
humana y liberarla de su propia inmundicia.
Señor, ayúdanos, oramos con
pasión por ser conquistadores de nosotros mismos, que podamos dominar nuestro
ser y someterlo para que tu voluntad sea
uno en nosotros, que tu pensamiento sea nuestro pensamiento, tu amor nuestro
amor y tu plenitud la nuestra, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, amen.