ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
1Co 1:1 Pablo,
llamado por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús, y nuestro hermano Sóstenes, El llamamiento de Pablo al ministerio es nombrado por el
para sostener que no es por voluntad humana, sino por su infinita gracia y que
fue llamado a servir a los creyentes y no a que estos le sirvieran, su
definición como apóstol de Cristo tan solo define su fin último que era servir
como enviado de Cristo a los que por su gracia y voluntad han sido llamados a
alcanzar la salvación, no como mérito propio o por sus acciones sino solamente
descansando en el salvador, reconociendo con humildad su dependencia en Cristo.
Y hace referencia a Sostenes como hermano en la fe para confirmarlo ante los
creyentes que no le conocían.
1Co 1:2 a la iglesia de Dios que está en
Corinto, a los que han sido santificados
en Cristo Jesús y llamados a ser su santo pueblo, junto con todos los que en todas partes
invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
Señor de ellos y de nosotros: y refiere su
carta a los santificados en Cristo, pues han sido separados y apartados, lavados por su sangre, han sido redimidos del
dominio del pecado y ahora le siguen como Señor y Salvador, llamados a
conformar su pueblo y reino. Hemos sido llamados a una particular vocación que
es la de seguirle mientras somos santificados y perfeccionados en El. Esta es
la verdadera iglesia católica (o universal que es la traducción de católica);
la que no se compone de los que se llaman de Pablo, ni de Pedro (Cefas), ni de
ningún otro eminente líder, sino de todos aquellos que, estén donde estuvieren,
invocan a Jesús por Señor suyo en sinceridad de corazón. Además sugiere una
unidad general de disciplina y de doctrina en las varias iglesias que eran
conformadas por creyentes. El término santificados está en el original como un
verbo aoristo, que quiere decir que es una acción continua y permanente, así
que la santificación no ocurre por designio humano, sino por la obra permanente
del Espíritu Santo en nosotros.
1Co 1:3 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo
les concedan gracia y paz. Gracia y paz son
atributos del Espíritu necesarios para establecernos, afirmarnos, conocernos y
recibir las bendiciones y la abundancia riqueza en cosas espirituales dispuestas
por el Padre para los santificados en Cristo.
1Co 1:4 Siempre doy gracias a Dios por ustedes, pues él,
en Cristo Jesús, les ha dado su
gracia. La gratitud proviene de un corazón
perfeccionado en cada circunstancia por el Espíritu, en quien nos es dada una
medida de su gracia para cumplir el propósito al cual somos llamados. Su gracia
nos hace reconocer de donde fuimos sacados, nuestra dependencia y necesidad de
El para nuestro sustento tanto espiritual como material.
1Co 1:5 Unidos a Cristo ustedes se han llenado de
toda riqueza, tanto en palabra como en
conocimiento. La unidad es el estado perfecto en
que convivimos con Dios por medio de su Espíritu, en el cual recibimos todo
conocimiento de la escritura en nuestras mentes y su entendimiento en nuestro
corazón para ponerlo por obra. Aquí se hace referencia clara a que las riquezas
que poseemos en Cristo son espirituales y están destinadas a llamar a los
elegidos.
1Co 1:6 Así se ha confirmado en ustedes nuestro
testimonio acerca de Cristo, Cuando somos unidos en
Cristo, el testimonio que recibimos de la palabra se convierte en una realidad
que nos confirma y da confianza a nuestro ser de la verdad.
1Co 1:7 de modo que no les falta ningún don
espiritual mientras esperan con ansias que se manifieste nuestro Señor
Jesucristo. A través de la misma escritura podemos
comprender y entender que nos han sido dadas todas las cosas en Cristo,
mientras esperamos con paciencia la manifestación de Cristo en nuestras vidas y
su segunda venida. El verbo griego para esperar expresa la idea de
“aguardar constantemente, no por un tiempo determinado, sino hasta el fin,
hasta que acontezca el evento esperado”.
1Co 1:8 Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de
nuestro Señor Jesucristo. Por medio de nuestra
unidad con Cristo en el Espíritu, la cual se perfecciona a través de la oración
y el sufrimiento que nace de negarse a sí mismo, podemos ser perfeccionados y
mantenernos irreprochables hasta el día de Jesucristo, el cual hace referencia
a su segunda venida. Hasta el fin hace referencia hasta el cumplimiento de su
propósito en nosotros y con la humanidad.
1Co 1:9 Fiel es Dios,
quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Digno
de confianza es Dios, que nos llamó a tener Koinonia termino griego que
significa comunión, que expresa participación,
interacción, beneficio, ayuda, compañerismo,
comunión, contribución, dispensación, ofrenda, y participación, en El, con sus
sufrimientos, en sus promesas y su herencia.
1Co 1:10 Les suplico,
hermanos, en el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, que todos vivan en
armonía y que no haya divisiones entre ustedes,
sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito.
Pablo ruega porque en el nombre de Cristo vivamos
en armonía, un perfecto orden de prioridades, necesidades y acciones, para que
siendo completados unos con otros podamos mantener un mismo pensar y un mismo
propósito. Nos habla de un mismo o solo pensar, entendimiento, sentimiento o
voluntad, lo cual nos permite entender que esto procede de un sometimiento del
alma a la voluntad divina, la cual evitar las divisiones o conflictos, pues no
irán por sus propios intereses sino por los de aquel que los envió, y cuando
habla de un mismo propósito abarca un mismo parecer, consentimiento, decisión,
o consejo que le permita a la iglesia mantenerse bajo los preceptos y la guía
divina.
1Co 1:11 Digo esto,
hermanos míos, porque algunos de
la familia de Cloé me han informado que hay rivalidades entre ustedes. Es una estrategia del enemigo despertar en la iglesia,
sobre todo en aquellos que son inmaduros en la fe, que se puedan despertar
divisiones, conflictos, rivalidades, pues aun no entienden la voluntad del
Padre que trabaja con nuestras debilidades para perfeccionarnos, las divisiones
conflictos o rivalidades son instigadas a la mente de los creyentes que aún no
han sometido sus mentes a su voluntad y dominio propio, para evitar que este
tipo de ideas, pensamiento o acciones sean hechas, de allí que la reprensión y
la exhortación sean necesarias para llamar a la cordura a los inmaduros que se
dejan llevar por esta clase de inconvenientes.
1Co 1:12 Me refiero a que unos dicen: "Yo sigo a Pablo"; otros afirman: "Yo,
a Apolos"; otros: "Yo,
a Cefas"; y otros: "Yo, a Cristo." Mostrar sus preferencias o aun sus deseos es muestra de
un ego que no ha sido sometido a la cruz, que hace valer sus preferencias sin
dar lugar a la unidad en el Espíritu Santo, pues si seguimos a uno o al otro de
igual manera seguimos al autor y consumador de nuestra salvación que es Cristo,
y si en ellos habita Cristo y en el estamos unidos, entonces no deberíamos
hacer valer nuestras preferencias. La iglesia buscaba gloriarse en la gloria de
aquel a quien preferían, Pablo rehusaba ser adulado por aquellos que usaban su
nombre en los partidos, no haciéndose así cómplice en la deshonra hecha a
Cristo Estos probablemente eran de los convertidos bajo su ministerio. Pablo
aunque no tenía una predicación que cautivara a la audiencia, tenía el poder de
Dios que le acompañaba y confirmaba la gracia de su llamado, por lo tanto
algunos se valían de ello para definir sus preferencias, otros seguían a
Apolos, un discípulo que al parecer tenía una retórica que le gustaba a las
masas, por lo que muchos otros le seguían, así mismo Cefas (nombre hebreo de
Pedro) era seguido por los judaizantes quienes seguía a Pedro por defender la
circuncisión, pero aunque cada uno tuviese una forma diferente de hablar,
enseñar y de carisma, todos debían ser uno en Cristo.
1Co 1:13 ¡Cómo!
¿Está dividido Cristo? ¿Acaso
Pablo fue crucificado por ustedes? ¿O es
que fueron bautizados en el nombre de Pablo? La
división, la contienda, y las discusiones se presentan debido a la inmadurez
del creyente que no ha sujetado su alma bajo la disciplina del Espíritu, con la
cual toda preferencia o egoísmo queda sujeto a muerte. La unidad de su cuerpo
no debe ser coartada por aquellos que dividen a los hermanos según sus
enseñanzas. La unidad es el estado perfecto entre los hermanos a quienes
debemos confirmar la fe. Pablo llama a la sensatez mencionando la cruz y el
bautismo, como normas de vida del creyente, quien se bautiza para confirmar su
fe en Cristo, y quien lleva la cruz a la cual se somete voluntariamente para
hacer la voluntad de Dios.
1Co 1:14 Gracias a Dios que no bauticé a
ninguno de ustedes, excepto a Crispo y a
Gayo, El oficio de bautizar tocaba a los diáconos (Act_10:48)
más bien que a los apóstoles, cuyo oficio era el de establecer las iglesias y
dirigirlas de una manera general. Los diáconos tenían mejor oportunidad para
dar la necesaria instrucción preparatoria para el bautismo. De modo que Crispo
y Gayo, fueron probablemente de los primeros convertidos, y por tanto fueron
bautizados por Pablo mismo, el que fundó la iglesia.
1Co 1:15 de modo que nadie puede decir que fue
bautizado en mi nombre. Para que ninguno se gloríe
de nada de lo que se haga con los creyentes, ninguna instrucción, ninguna
doctrina o enseñanza, ninguna palabra de ánimo o aliento, ninguna sanidad o
milagro, ningún predicador es mayor que su Señor quien permite que tengamos
todo aquello, de allí que ninguna función cumplida en el ministerio debe ser
usada como vanagloria ante los hombres.
1Co 1:16 Bueno,
también bauticé a la familia de Estéfanas; fuera de éstos, no recuerdo haber bautizado a ningún otro.
1Co 1:17 Pues Cristo no me envió a bautizar sino a
predicar el evangelio, y eso sin
discursos de sabiduría humana, para que
la cruz de Cristo no perdiera su eficacia. Cada uno
de nosotros es llamado a una misión específica dentro del cuerpo de Cristo que
nos une con todos los que prestan cualquier servicio a la iglesia, Pablo fue
llamado a predicar el evangelio y aunque bautizo a algunos como menciona la
escritura, sabía que su enfoque ministerial era hacia la predicación y
enseñanza de la escritura en los cuales no apelaba a la sabiduría de los
hombres como seguramente hacían y siguen haciendo muchos predicadores, pues
sabía que apelar a las emociones o el pensamiento del hombre no sirve sino para
conseguir falsos seguidores que sin el poder de Dios para arrepentimiento, de
nada sirve y hace infructuosa la cruz de Cristo.
1Co 1:18 Me explico:
El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio,
para los que se salvan, es
decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios. Las buenas nuevas o el mensaje de la cruz ante la
sabiduría humana no pasa de ser una locura, pues para los que están apartados
de Dios la sabiduría humana es la norma o tendencia de vida, mientras que para
nosotros que hemos recibido la enorme gracia que nos acerca a Dios, este
mensaje contiene y revela el poder de Dios a nuestras vidas. La palabra de la
cruz es el poderoso instrumento de la salvación, la más alta demostración del
poder de Dios (Rom_1:16). Lo que parece a la gran mayoría insensatez o
falta de razonamiento es la forma en que Dios decidió esconder la verdadera
sabiduría del mundo que se pierde.
1Co 1:19 Pues está escrito: "Destruiré la sabiduría de los
sabios; frustraré la inteligencia de los
inteligentes."* En Isa_29:14 se revela
este pasaje el cual haya cumplimiento en la predicación del evangelio en donde
Pablo, por inspiración divina, da la interpretación del pasaje mostrando que el
mensaje de Dios destruye todo argumento y sabiduría humana, y frustra la
inteligencia de los que el mundo llama iluminados o entendidos. Podemos conocer
la escritura pero sin revelación por el poder de Dios esta no es nada, solo es
un libro más que contiene maravillosas historias, pero no transformara a menos
que Dios de la gracia para entenderlo.
1Co 1:20 ¿Dónde está el
sabio? ¿Dónde el erudito? ¿Dónde el filósofo de esta época? ¿No ha convertido Dios en locura la sabiduría
de este mundo? Han sido llamados los sabios de este
mundo a develar los secretos escondidos de este libro pero ninguno de ellos ha
logrado descifrarlos, sus misterios solo están disponibles para los que por su
gracia han sido llamados. Dios no apelo a la sabiduría de los hombres para
llamarlos, pues aquellos que dicen o se llaman sabios solo están cegados por su
orgullo con el cual es imposible conocerle.
1Co 1:21 Ya que Dios,
en su sabio designio, dispuso que
el mundo no lo conociera mediante la sabiduría humana, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen. El
mensaje de la cruz ha de llamar a los elegidos, pues aunque suene a locura y a
cuento fantástico, es la verdad y con ella se ha destruido todo argumento en
contra de la sabiduría de Dios, mientras que la sabiduría de los hombres
presenta argumentos y cuestionamientos, la de Dios no tiene cuestionamiento
para quienes son llamados. No existe otro mensaje, la cruz y solo la cruz ha de
llamar a los que creen, para que nos sean engañados y caigan en los argumentos
de vanas filosofías en las que muchos se pierden por su inmadurez.
1Co 1:22 Los judíos piden señales milagrosas y los
gentiles buscan sabiduría, Hoy sucede igual los
creyentes inmaduros buscan señales que confirmen la fe que dicen profesar, así
como los judíos buscaron en Jesús señales y pruebas de su deidad y aunque las
tuvieron sin la gracia para poderlas entender y recibir no hay transformación;
los gentiles, los ateos, y las otras religiones buscan vanas filosofías o
formas de pensar para entender los misterios de la vida, pero sin la fe que
proviene de la gracia en Cristo es imposible.
1Co 1:23 mientras que nosotros predicamos a Cristo
crucificado. Este mensaje es motivo de
tropiezo para los judíos, y es locura
para los gentiles, Por eso no debemos apelar a las
emociones, el pensamiento o la sabiduría humana para llamar a los perdidos,
debemos predicar el mensaje de la Cruz, un duro e incomprensible mensaje para
el mundo pero dulce manjar para quienes le hayan. La cruz nunca ha sido ni será
fácil de predicar, pues parece un hecho ilógico que alguien siendo Dios, decida
por amor entregarse en una muerte humillante y despreciable para los mismos
judíos, cargando el pecado que apartaba a la humanidad de Dios para abrir una
brecha que nos permitiera acercarnos y reconciliarnos con El.
1Co 1:24 pero para los que Dios ha llamado, lo mismo judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de
Dios. Muchos podrían pensar que el poder de Dios
está en los milagros o en las señales donde obras maravillosas deslumbran los
corazones de los hombres, otros podrían pensar que la sabiduría de Dios se
halla en sus palabras, pero debemos comprender que Jesús es el poder y la
sabiduría de Dios, dado a los hombres como ofrenda de un Dios de amor. En Jesús
se hayan todos los misterios, toda sabiduría y poder, en El están unidos cielos
y tierra (Colosenses 1:16-20), en El, por El y para Él se haya todo.
1Co 1:25 Pues la locura de Dios es más sabia que la
sabiduría humana, y la debilidad de Dios
es más fuerte que la fuerza humana. La locura de Dios, esto es, su plan de
salvación por medio del mensaje de la Cruz, que los hombres juzgan como “locura”,
es más sabio que cualquier forma de pensar humana, y lo débil de Dios que es
Cristo y su iglesia quienes en debilidad se entregan y consagran para que Dios
les perfeccione en amor, es más fuerte que cualquier fuerza humana.
1Co 1:26 Hermanos,
consideren su propio llamamiento:
No muchos de ustedes son sabios,
según criterios meramente humanos;
ni son muchos los poderosos ni muchos los de noble cuna. Lo que el apóstol detalla es la debilidad de los
instrumentos que el Señor emplea y seguirá empleando para llamar a los
perdidos, toda la historia de la expansión de la iglesia es una victoria
progresiva de los ignorantes sobre los eruditos, de los humildes sobre los
arrogantes, de los vencidos sobre los vencedores.
1Co 1:27 Pero Dios escogió lo insensato del mundo para
avergonzar a los sabios, y escogió lo
débil del mundo para avergonzar a los poderosos. Dios
ha escogido aquello que a los ojos del mundo podría llamarse insensato,
aquellos que andando antes en pecado ahora han sido liberados para avergonzar y
mostrar lo vergonzoso de la sabiduría humana, y aun los que reconocen su
debilidad ante el mundo, son usados por Dios para desnudar y avergonzar a los
poderosos.
1Co 1:28 También escogió Dios lo más bajo y
despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, Dios también escogió lo que parece nada, lo despreciado,
lo bajo, lo pobre, lo miserable, lo incomprendido, lo necio y aun a lo terco
para anular lo que ante la humanidad parece tener un concepto de verdad.
1Co 1:29 a fin de que en su presencia nadie pueda
jactarse. Para que un día cuando todos
comparezcamos ante Dios nadie pueda jactarse, para que ninguna obra o argumento
presentado por la humanidad tenga acogida en su presencia, pues ha sido
apartado de su gracia para deshonrar a los que pusieron su confianza en sí
mismos antes que en Dios.
1Co 1:30 Pero gracias a él ustedes están unidos a
Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho
nuestra sabiduría --es decir, nuestra
justificación, santificación y redención—No nos gloriamos en nosotros mismos, nos gloriamos en El,
unidos a Él, confiados en El, bendecidos en El, pues no nos jactamos de nuestra
sabiduría la cual nos apartó en algún tiempo de Él, ahora Él se ha convertido y
ha de volverse en todo nuestra sabiduría; en El hemos recibido Justificación
que significa que en El somos Justos para no volver a pecar, en El hemos sido
santificados que significa que en El somos santos apartados del pecado, y en El
hemos recibido redención que significa que El pago el precio por nuestra
maldad, solo cuando entendemos y reconocemos nuestra necesidad de estar en
unidad con El, allí verdaderamente somos libres en el Espíritu y podemos
expresar su sabiduría como nuestra.
1Co 1:31 para que,
como está escrito: "El que
se quiera enorgullecer, que se
enorgullezca en el Señor."* Solo en este
estado de unidad reconociéndonos en El, por El y para El, todo argumento de
orgullo se desvanece y nuestro única opción para orgullecernos sea El.
ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
1Co 1:1 Pablo,
llamado por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús, y nuestro hermano Sóstenes, El llamamiento de Pablo al ministerio es nombrado por el
para sostener que no es por voluntad humana, sino por su infinita gracia y que
fue llamado a servir a los creyentes y no a que estos le sirvieran, su
definición como apóstol de Cristo tan solo define su fin último que era servir
como enviado de Cristo a los que por su gracia y voluntad han sido llamados a
alcanzar la salvación, no como mérito propio o por sus acciones sino solamente
descansando en el salvador, reconociendo con humildad su dependencia en Cristo.
Y hace referencia a Sostenes como hermano en la fe para confirmarlo ante los
creyentes que no le conocían.
1Co 1:2 a la iglesia de Dios que está en
Corinto, a los que han sido santificados
en Cristo Jesús y llamados a ser su santo pueblo, junto con todos los que en todas partes
invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
Señor de ellos y de nosotros: y refiere su
carta a los santificados en Cristo, pues han sido separados y apartados, lavados por su sangre, han sido redimidos del
dominio del pecado y ahora le siguen como Señor y Salvador, llamados a
conformar su pueblo y reino. Hemos sido llamados a una particular vocación que
es la de seguirle mientras somos santificados y perfeccionados en El. Esta es
la verdadera iglesia católica (o universal que es la traducción de católica);
la que no se compone de los que se llaman de Pablo, ni de Pedro (Cefas), ni de
ningún otro eminente líder, sino de todos aquellos que, estén donde estuvieren,
invocan a Jesús por Señor suyo en sinceridad de corazón. Además sugiere una
unidad general de disciplina y de doctrina en las varias iglesias que eran
conformadas por creyentes. El término santificados está en el original como un
verbo aoristo, que quiere decir que es una acción continua y permanente, así
que la santificación no ocurre por designio humano, sino por la obra permanente
del Espíritu Santo en nosotros.
1Co 1:3 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo
les concedan gracia y paz. Gracia y paz son
atributos del Espíritu necesarios para establecernos, afirmarnos, conocernos y
recibir las bendiciones y la abundancia riqueza en cosas espirituales dispuestas
por el Padre para los santificados en Cristo.
1Co 1:4 Siempre doy gracias a Dios por ustedes, pues él,
en Cristo Jesús, les ha dado su
gracia. La gratitud proviene de un corazón
perfeccionado en cada circunstancia por el Espíritu, en quien nos es dada una
medida de su gracia para cumplir el propósito al cual somos llamados. Su gracia
nos hace reconocer de donde fuimos sacados, nuestra dependencia y necesidad de
El para nuestro sustento tanto espiritual como material.
1Co 1:5 Unidos a Cristo ustedes se han llenado de
toda riqueza, tanto en palabra como en
conocimiento. La unidad es el estado perfecto en
que convivimos con Dios por medio de su Espíritu, en el cual recibimos todo
conocimiento de la escritura en nuestras mentes y su entendimiento en nuestro
corazón para ponerlo por obra. Aquí se hace referencia clara a que las riquezas
que poseemos en Cristo son espirituales y están destinadas a llamar a los
elegidos.
1Co 1:6 Así se ha confirmado en ustedes nuestro
testimonio acerca de Cristo, Cuando somos unidos en
Cristo, el testimonio que recibimos de la palabra se convierte en una realidad
que nos confirma y da confianza a nuestro ser de la verdad.
1Co 1:7 de modo que no les falta ningún don
espiritual mientras esperan con ansias que se manifieste nuestro Señor
Jesucristo. A través de la misma escritura podemos
comprender y entender que nos han sido dadas todas las cosas en Cristo,
mientras esperamos con paciencia la manifestación de Cristo en nuestras vidas y
su segunda venida. El verbo griego para esperar expresa la idea de
“aguardar constantemente, no por un tiempo determinado, sino hasta el fin,
hasta que acontezca el evento esperado”.
1Co 1:8 Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de
nuestro Señor Jesucristo. Por medio de nuestra
unidad con Cristo en el Espíritu, la cual se perfecciona a través de la oración
y el sufrimiento que nace de negarse a sí mismo, podemos ser perfeccionados y
mantenernos irreprochables hasta el día de Jesucristo, el cual hace referencia
a su segunda venida. Hasta el fin hace referencia hasta el cumplimiento de su
propósito en nosotros y con la humanidad.
1Co 1:9 Fiel es Dios,
quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Digno
de confianza es Dios, que nos llamó a tener Koinonia termino griego que
significa comunión, que expresa participación,
interacción, beneficio, ayuda, compañerismo,
comunión, contribución, dispensación, ofrenda, y participación, en El, con sus
sufrimientos, en sus promesas y su herencia.
1Co 1:10 Les suplico,
hermanos, en el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, que todos vivan en
armonía y que no haya divisiones entre ustedes,
sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito.
Pablo ruega porque en el nombre de Cristo vivamos
en armonía, un perfecto orden de prioridades, necesidades y acciones, para que
siendo completados unos con otros podamos mantener un mismo pensar y un mismo
propósito. Nos habla de un mismo o solo pensar, entendimiento, sentimiento o
voluntad, lo cual nos permite entender que esto procede de un sometimiento del
alma a la voluntad divina, la cual evitar las divisiones o conflictos, pues no
irán por sus propios intereses sino por los de aquel que los envió, y cuando
habla de un mismo propósito abarca un mismo parecer, consentimiento, decisión,
o consejo que le permita a la iglesia mantenerse bajo los preceptos y la guía
divina.
1Co 1:11 Digo esto,
hermanos míos, porque algunos de
la familia de Cloé me han informado que hay rivalidades entre ustedes. Es una estrategia del enemigo despertar en la iglesia,
sobre todo en aquellos que son inmaduros en la fe, que se puedan despertar
divisiones, conflictos, rivalidades, pues aun no entienden la voluntad del
Padre que trabaja con nuestras debilidades para perfeccionarnos, las divisiones
conflictos o rivalidades son instigadas a la mente de los creyentes que aún no
han sometido sus mentes a su voluntad y dominio propio, para evitar que este
tipo de ideas, pensamiento o acciones sean hechas, de allí que la reprensión y
la exhortación sean necesarias para llamar a la cordura a los inmaduros que se
dejan llevar por esta clase de inconvenientes.
1Co 1:12 Me refiero a que unos dicen: "Yo sigo a Pablo"; otros afirman: "Yo,
a Apolos"; otros: "Yo,
a Cefas"; y otros: "Yo, a Cristo." Mostrar sus preferencias o aun sus deseos es muestra de
un ego que no ha sido sometido a la cruz, que hace valer sus preferencias sin
dar lugar a la unidad en el Espíritu Santo, pues si seguimos a uno o al otro de
igual manera seguimos al autor y consumador de nuestra salvación que es Cristo,
y si en ellos habita Cristo y en el estamos unidos, entonces no deberíamos
hacer valer nuestras preferencias. La iglesia buscaba gloriarse en la gloria de
aquel a quien preferían, Pablo rehusaba ser adulado por aquellos que usaban su
nombre en los partidos, no haciéndose así cómplice en la deshonra hecha a
Cristo Estos probablemente eran de los convertidos bajo su ministerio. Pablo
aunque no tenía una predicación que cautivara a la audiencia, tenía el poder de
Dios que le acompañaba y confirmaba la gracia de su llamado, por lo tanto
algunos se valían de ello para definir sus preferencias, otros seguían a
Apolos, un discípulo que al parecer tenía una retórica que le gustaba a las
masas, por lo que muchos otros le seguían, así mismo Cefas (nombre hebreo de
Pedro) era seguido por los judaizantes quienes seguía a Pedro por defender la
circuncisión, pero aunque cada uno tuviese una forma diferente de hablar,
enseñar y de carisma, todos debían ser uno en Cristo.
1Co 1:13 ¡Cómo!
¿Está dividido Cristo? ¿Acaso
Pablo fue crucificado por ustedes? ¿O es
que fueron bautizados en el nombre de Pablo? La
división, la contienda, y las discusiones se presentan debido a la inmadurez
del creyente que no ha sujetado su alma bajo la disciplina del Espíritu, con la
cual toda preferencia o egoísmo queda sujeto a muerte. La unidad de su cuerpo
no debe ser coartada por aquellos que dividen a los hermanos según sus
enseñanzas. La unidad es el estado perfecto entre los hermanos a quienes
debemos confirmar la fe. Pablo llama a la sensatez mencionando la cruz y el
bautismo, como normas de vida del creyente, quien se bautiza para confirmar su
fe en Cristo, y quien lleva la cruz a la cual se somete voluntariamente para
hacer la voluntad de Dios.
1Co 1:14 Gracias a Dios que no bauticé a
ninguno de ustedes, excepto a Crispo y a
Gayo, El oficio de bautizar tocaba a los diáconos (Act_10:48)
más bien que a los apóstoles, cuyo oficio era el de establecer las iglesias y
dirigirlas de una manera general. Los diáconos tenían mejor oportunidad para
dar la necesaria instrucción preparatoria para el bautismo. De modo que Crispo
y Gayo, fueron probablemente de los primeros convertidos, y por tanto fueron
bautizados por Pablo mismo, el que fundó la iglesia.
1Co 1:15 de modo que nadie puede decir que fue
bautizado en mi nombre. Para que ninguno se gloríe
de nada de lo que se haga con los creyentes, ninguna instrucción, ninguna
doctrina o enseñanza, ninguna palabra de ánimo o aliento, ninguna sanidad o
milagro, ningún predicador es mayor que su Señor quien permite que tengamos
todo aquello, de allí que ninguna función cumplida en el ministerio debe ser
usada como vanagloria ante los hombres.
1Co 1:16 Bueno,
también bauticé a la familia de Estéfanas; fuera de éstos, no recuerdo haber bautizado a ningún otro.
1Co 1:17 Pues Cristo no me envió a bautizar sino a
predicar el evangelio, y eso sin
discursos de sabiduría humana, para que
la cruz de Cristo no perdiera su eficacia. Cada uno
de nosotros es llamado a una misión específica dentro del cuerpo de Cristo que
nos une con todos los que prestan cualquier servicio a la iglesia, Pablo fue
llamado a predicar el evangelio y aunque bautizo a algunos como menciona la
escritura, sabía que su enfoque ministerial era hacia la predicación y
enseñanza de la escritura en los cuales no apelaba a la sabiduría de los
hombres como seguramente hacían y siguen haciendo muchos predicadores, pues
sabía que apelar a las emociones o el pensamiento del hombre no sirve sino para
conseguir falsos seguidores que sin el poder de Dios para arrepentimiento, de
nada sirve y hace infructuosa la cruz de Cristo.
1Co 1:18 Me explico:
El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio,
para los que se salvan, es
decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios. Las buenas nuevas o el mensaje de la cruz ante la
sabiduría humana no pasa de ser una locura, pues para los que están apartados
de Dios la sabiduría humana es la norma o tendencia de vida, mientras que para
nosotros que hemos recibido la enorme gracia que nos acerca a Dios, este
mensaje contiene y revela el poder de Dios a nuestras vidas. La palabra de la
cruz es el poderoso instrumento de la salvación, la más alta demostración del
poder de Dios (Rom_1:16). Lo que parece a la gran mayoría insensatez o
falta de razonamiento es la forma en que Dios decidió esconder la verdadera
sabiduría del mundo que se pierde.
1Co 1:19 Pues está escrito: "Destruiré la sabiduría de los
sabios; frustraré la inteligencia de los
inteligentes."* En Isa_29:14 se revela
este pasaje el cual haya cumplimiento en la predicación del evangelio en donde
Pablo, por inspiración divina, da la interpretación del pasaje mostrando que el
mensaje de Dios destruye todo argumento y sabiduría humana, y frustra la
inteligencia de los que el mundo llama iluminados o entendidos. Podemos conocer
la escritura pero sin revelación por el poder de Dios esta no es nada, solo es
un libro más que contiene maravillosas historias, pero no transformara a menos
que Dios de la gracia para entenderlo.
1Co 1:20 ¿Dónde está el
sabio? ¿Dónde el erudito? ¿Dónde el filósofo de esta época? ¿No ha convertido Dios en locura la sabiduría
de este mundo? Han sido llamados los sabios de este
mundo a develar los secretos escondidos de este libro pero ninguno de ellos ha
logrado descifrarlos, sus misterios solo están disponibles para los que por su
gracia han sido llamados. Dios no apelo a la sabiduría de los hombres para
llamarlos, pues aquellos que dicen o se llaman sabios solo están cegados por su
orgullo con el cual es imposible conocerle.
1Co 1:21 Ya que Dios,
en su sabio designio, dispuso que
el mundo no lo conociera mediante la sabiduría humana, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen. El
mensaje de la cruz ha de llamar a los elegidos, pues aunque suene a locura y a
cuento fantástico, es la verdad y con ella se ha destruido todo argumento en
contra de la sabiduría de Dios, mientras que la sabiduría de los hombres
presenta argumentos y cuestionamientos, la de Dios no tiene cuestionamiento
para quienes son llamados. No existe otro mensaje, la cruz y solo la cruz ha de
llamar a los que creen, para que nos sean engañados y caigan en los argumentos
de vanas filosofías en las que muchos se pierden por su inmadurez.
1Co 1:22 Los judíos piden señales milagrosas y los
gentiles buscan sabiduría, Hoy sucede igual los
creyentes inmaduros buscan señales que confirmen la fe que dicen profesar, así
como los judíos buscaron en Jesús señales y pruebas de su deidad y aunque las
tuvieron sin la gracia para poderlas entender y recibir no hay transformación;
los gentiles, los ateos, y las otras religiones buscan vanas filosofías o
formas de pensar para entender los misterios de la vida, pero sin la fe que
proviene de la gracia en Cristo es imposible.
1Co 1:23 mientras que nosotros predicamos a Cristo
crucificado. Este mensaje es motivo de
tropiezo para los judíos, y es locura
para los gentiles, Por eso no debemos apelar a las
emociones, el pensamiento o la sabiduría humana para llamar a los perdidos,
debemos predicar el mensaje de la Cruz, un duro e incomprensible mensaje para
el mundo pero dulce manjar para quienes le hayan. La cruz nunca ha sido ni será
fácil de predicar, pues parece un hecho ilógico que alguien siendo Dios, decida
por amor entregarse en una muerte humillante y despreciable para los mismos
judíos, cargando el pecado que apartaba a la humanidad de Dios para abrir una
brecha que nos permitiera acercarnos y reconciliarnos con El.
1Co 1:24 pero para los que Dios ha llamado, lo mismo judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de
Dios. Muchos podrían pensar que el poder de Dios
está en los milagros o en las señales donde obras maravillosas deslumbran los
corazones de los hombres, otros podrían pensar que la sabiduría de Dios se
halla en sus palabras, pero debemos comprender que Jesús es el poder y la
sabiduría de Dios, dado a los hombres como ofrenda de un Dios de amor. En Jesús
se hayan todos los misterios, toda sabiduría y poder, en El están unidos cielos
y tierra (Colosenses 1:16-20), en El, por El y para Él se haya todo.
1Co 1:25 Pues la locura de Dios es más sabia que la
sabiduría humana, y la debilidad de Dios
es más fuerte que la fuerza humana. La locura de Dios, esto es, su plan de
salvación por medio del mensaje de la Cruz, que los hombres juzgan como “locura”,
es más sabio que cualquier forma de pensar humana, y lo débil de Dios que es
Cristo y su iglesia quienes en debilidad se entregan y consagran para que Dios
les perfeccione en amor, es más fuerte que cualquier fuerza humana.
1Co 1:26 Hermanos,
consideren su propio llamamiento:
No muchos de ustedes son sabios,
según criterios meramente humanos;
ni son muchos los poderosos ni muchos los de noble cuna. Lo que el apóstol detalla es la debilidad de los
instrumentos que el Señor emplea y seguirá empleando para llamar a los
perdidos, toda la historia de la expansión de la iglesia es una victoria
progresiva de los ignorantes sobre los eruditos, de los humildes sobre los
arrogantes, de los vencidos sobre los vencedores.
1Co 1:27 Pero Dios escogió lo insensato del mundo para
avergonzar a los sabios, y escogió lo
débil del mundo para avergonzar a los poderosos. Dios
ha escogido aquello que a los ojos del mundo podría llamarse insensato,
aquellos que andando antes en pecado ahora han sido liberados para avergonzar y
mostrar lo vergonzoso de la sabiduría humana, y aun los que reconocen su
debilidad ante el mundo, son usados por Dios para desnudar y avergonzar a los
poderosos.
1Co 1:28 También escogió Dios lo más bajo y
despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, Dios también escogió lo que parece nada, lo despreciado,
lo bajo, lo pobre, lo miserable, lo incomprendido, lo necio y aun a lo terco
para anular lo que ante la humanidad parece tener un concepto de verdad.
1Co 1:29 a fin de que en su presencia nadie pueda
jactarse. Para que un día cuando todos
comparezcamos ante Dios nadie pueda jactarse, para que ninguna obra o argumento
presentado por la humanidad tenga acogida en su presencia, pues ha sido
apartado de su gracia para deshonrar a los que pusieron su confianza en sí
mismos antes que en Dios.
1Co 1:30 Pero gracias a él ustedes están unidos a
Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho
nuestra sabiduría --es decir, nuestra
justificación, santificación y redención—No nos gloriamos en nosotros mismos, nos gloriamos en El,
unidos a Él, confiados en El, bendecidos en El, pues no nos jactamos de nuestra
sabiduría la cual nos apartó en algún tiempo de Él, ahora Él se ha convertido y
ha de volverse en todo nuestra sabiduría; en El hemos recibido Justificación
que significa que en El somos Justos para no volver a pecar, en El hemos sido
santificados que significa que en El somos santos apartados del pecado, y en El
hemos recibido redención que significa que El pago el precio por nuestra
maldad, solo cuando entendemos y reconocemos nuestra necesidad de estar en
unidad con El, allí verdaderamente somos libres en el Espíritu y podemos
expresar su sabiduría como nuestra.
1Co 1:31 para que,
como está escrito: "El que
se quiera enorgullecer, que se
enorgullezca en el Señor."* Solo en este
estado de unidad reconociéndonos en El, por El y para El, todo argumento de
orgullo se desvanece y nuestro única opción para orgullecernos sea El.