miércoles, 26 de diciembre de 2012

ESTUDIO BIBLICO ROMANOS 4



ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque

Rom 4:1  Entonces,  ¿qué diremos en el caso de nuestro antepasado Abraham?* para complementar su disertación o explicación sobre la fe hace referencia al padre de la fe, Abraham.

Rom 4:2  En realidad,  si Abraham hubiera sido justificado por las obras,  habría tenido de qué jactarse,  pero no delante de Dios. No tendría Abraham de que jactarse para con nosotros? De su obediencia?, de escuchar a Dios? Pero ni el mismo lo hizo delante de Dios.

Rom 4:3  Pues  ¿qué dice la Escritura?  "Creyó Abraham a Dios,  y esto se le tomó en cuenta como justicia." La escritura misma menciona que Abraham tuvo que confiar en Dios y creer que existía para seguirle y esto le justifico, no su obra, sino su fe, fue la que lo justifico. La fe es un estado o cualidad de conexión con Dios que permite rebajar o reducir el alma (su orgullo, confianza en sí mismo, vanidad, dominio, ego, arrogancia) del hombre al estado de sujeción que se encontraba en la creación, para que de nuevo el espíritu que está en comunión con Dios pueda vivir y manifestarle a Él en nosotros.

Rom 4:4  Ahora bien,  cuando alguien trabaja,  no se le toma en cuenta el salario como un favor sino como una deuda. El dinero que se le paga a alguien por un trabajo no es ningún regalo ni un favor, sino algo que se le debe, es algo a lo cual tiene derecho y se le debe. Esto para hacer referencia a aquellos que obran, entonces pueden participar de los derechos de su justo pago, mas no de la gracia y la justificación que son las que salvan.

Rom 4:5  Sin embargo,  al que no trabaja,  sino que cree en el que justifica al malvado,  se le toma en cuenta la fe como justicia. Aquí el que no trabaja es aquel que ha dejado de confiar en que Dios lo aceptara por sus obras, sino que más bien pone su confianza en Cristo, esta fe se le toma como justicia (haciéndole justo ante los ojos de Dios).

Rom 4:6  David dice lo mismo cuando habla de la dicha de aquel a quien Dios le atribuye justicia sin la mediación de las obras: Sigue su explicación mostrando como en las escrituras como autoridad y aquellos hombres de Dios que los judíos mismos exaltaban conocían esta verdad, que para ellos no era evidente.

Rom 4:7  "¡Dichosos aquellos a quienes se les perdonan las transgresiones y se les cubren los pecados!

Rom 4:8  ¡Dichoso aquel cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta!"* (Psa_32:1-2) David declaro proféticamente lo que habría de ocurrir con la venida de Cristo, su crucifixión y su resurrección, dichosos quienes nos encontramos en estos tiempos en donde la gracia y el favor de Dios vienen por fe, y recibimos el perdón de Dios, la sangre que cubre multitud de pecados, y el hecho de que ese pecado no será tomado en cuenta en el juicio venidero.

Rom 4:9  ¿Acaso se ha reservado esta dicha sólo para los que están circuncidados?  ¿Acaso no es también para los gentiles?* Hemos dicho que a Abraham se le tomó en cuenta la fe como justicia. Acaso Dios ha reservado la dicha de la salvación solo para los judíos circuncidados?, no nos muestra la escritura la realidad de la justificación, donde la fe perfecciona las obras y nos acerca a Dios? Sin importar nuestro origen o costumbre?

Rom 4:10  ¿Bajo qué circunstancias sucedió esto?  ¿Fue antes o después de ser circuncidado?  ¡Antes,  y no después! Pablo continua señalando el hecho de que la circuncisión no es más que una mera señal de lo que haría el espíritu en nuestra naturaleza carnal y almática al circuncidar nuestra mente y corazón para recibir lo que proviene de Dios.

Rom 4:11  Es más,  cuando todavía no estaba circuncidado,  recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia que se le había tomado en cuenta por la fe.  Por tanto,  Abraham es padre de todos los que creen,  aunque no hayan sido circuncidados,  y a éstos se les toma en cuenta su fe como justicia. Dios toma en cuenta hasta el último detalle, Abraham había sido justificado por la fe, mucho antes de que recibiera por señal la circuncisión como sello de la justicia tomada por la fe. De allí que Abraham sea el padre de la fe, y padre de todos los que creen y aunque no hayan recibido la señal de la circuncisión a estos la fe en Cristo se les cuenta como justicia.

Rom 4:12  Y también es padre de aquellos que,  además de haber sido circuncidados,  siguen las huellas de nuestro padre Abraham,  quien creyó cuando todavía era incircunciso. Aquí hace referencia a aquellos que a pesar de haber sido circuncidados siguen por fe al hijo de Dios y que no toman la seguridad de su salvación por la señal sino mediante la obediencia a la fe.

Rom 4:13  En efecto,  no fue mediante la ley como Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que él sería heredero del mundo,  sino mediante la fe,  la cual se le tomó en cuenta como justicia. Nos muestra que aun el cumplimiento de las promesas como la que recibió Abraham se recibe mediante la fe que opera en los que siendo justificados por Cristo obran y toman acción más no por la ley.

Rom 4:14  Porque si los que viven por la ley fueran los herederos,  entonces la fe no tendría ya ningún valor y la promesa no serviría de nada. Porque si la ley determinara los herederos, nadie podría recibir las promesas, ya ninguno por medio de la ley pudo mantenerse alejado del pecado, así que la fe dispone un mejor camino, no más sencillo, pero si agrega un valor más profundo al sacrificio y resurrección que operan en nuestro ser para creer.

Rom 4:15  La ley,  en efecto,  acarrea castigo.  Pero donde no hay ley,  tampoco hay transgresión. La ley como tal en si misma trae consigo castigo, así que la ley en operación conduce al castigo, pero donde la ley ha sido superada por la fe, ya no hay transgresión, estos versículos explican la implicación legal en el reino de la ley, pero también explican como la fe funciona en efecto con la ley.

Rom 4:16  Por eso la promesa viene por la fe,  a fin de que por la gracia quede garantizada para toda la descendencia de Abraham;  esta promesa no es sólo para los que son de la ley sino para los que son también de la fe de Abraham,  quien es el padre que tenemos en común de allí que la promesa no opere en la ley sino por la fe, pues por la ley no habría posibilidad de recibirla, pero en la fe la promesas vienen a consecuencia de esta fe que opera en nuestros corazones para salvación y que la gracia sea garantizada para lo que creen. Abraham al creer y confiar en Dios se traspasó las barreras del tiempo y espacio que dividen la fe natural de la sobrenatural, y lo convirtió en padre no solo de Isaac, sino de todos aquellos que por fe reciben al Señor como su salvador, así fueron justificados por la justicia de Dios que es Cristo.

Rom 4:17  delante de Dios,  tal como está escrito:  "Te he hecho padre de muchas naciones."* Así que Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y que llama las cosas que no son como si ya existieran. Aquí se hace una declaración extraordinaria de Dios, quien da vida a los muertos, con el fin de expresar su naturaleza de dador, también como aquel que da vida espiritual a los que no la poseen, y que llama las cosas que no son, que no existen en el plano natural, como si ya fueran un hecho, reales en un presente. La fe nos comunica con ese estado de Dios en el cual las cosas que no son o que aún no existen en la fe, ya están hechas, solo esperan las acciones decididas para que puedan ser manifestadas en la realidad consciente del ser.

Rom 4:18  Contra toda esperanza,  Abraham creyó y esperó,  y de este modo llegó a ser padre de muchas naciones,  tal como se le había dicho:  "Así de numerosa será tu descendencia."* Al creer Abraham lo que Dios le dijo, puso su fe en acción para que esta operara más allá de su entendimiento llevándolo a esperar una promesa mayor que la de recibir un hijo natural, sino que llego a ser padre de multitudes de naciones, conforme a la palabra.

Rom 4:19  Su fe no flaqueó,  aunque reconocía que su cuerpo estaba como muerto,  pues ya tenía unos cien años, y que también estaba muerta la matriz de Sara. Esta fe, como capacidad sobrenatural de Dios, le permitió a Abraham que aunque estaba consciente de lo difícil o imposible que sería por su estado natural, poder continuar creyendo aunque todo pareciera contrario en lo natural.

Rom 4:20  Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo,  sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, ante el desafío implantado por la promesa en la vida de Abraham, el no vacilo, sino que se mantuvo firme en la fe, con lo cual glorifico a Dios, pues la ley no da gloria a Dios, sino hasta cuando esta ópera en el creyente por la fe.

Rom 4:21  plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido. Abraham sin verle, estuvo plenamente convencido de que Dios podía cumplir lo que le había prometido, aun cuando pareciera que no se daría.

Rom 4:22  Por eso se le tomó en cuenta su fe como justicia. Es allí donde su fe es reafirmada y tomada en cuenta, no es la fe que genera resultados siempre, o la que obtiene con frecuencia una respuesta a la oración la que da gloria a Dios, la fe que da verdadera gloria a Dios, es aquella que probada bajo el fuego y la inclemencia de las circunstancias adversas se mantiene firme, aunque la esperanza parezca perdida por completo. Allí se forma la verdadera fe.

Rom 4:23  Y esto de que  "se le tomó en cuenta"  no se escribió sólo para Abraham,

Rom 4:24  sino también para nosotros.  Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia,  pues creemos en aquel que levantó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor. este versículo de la escritura no solo fue escrito en la palabra para Abraham, pues aunque en el contexto parezca que estaba dirigido a Él, Pablo nos revela el verdadero sentido, al revelarnos que nuestra fe en Cristo es tomada como justicia para Dios.

Rom 4:25  Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados,  y resucitó para nuestra justificación. La muerte que vivió Jesús representa la muerte en la que vivíamos espiritualmente  apartados de Dios por nuestros pecados, ya que El mismo se hizo maldición por nuestros pecados y los llevo en la cruz, para podernos dar vida e su resurrección en la cual se completó la muerte de nuestro yo y la de nuestra naturaleza de pecado, la cual se lleva a cabo durante nuestra existencia luego de recibir la justificación en Cristo, al recibirle por fe y tomar su fe como la nuestra.

jueves, 20 de diciembre de 2012

ESTUDIO BIBLICO ROMANOS 3



ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe 


Rom 3:1  ¿Qué ventaja tiene,  pues,  el judío?  ¿o de qué aprovecha la circuncisión?  
Continua haciendo referencia sobre el aprovechamiento verdadero o la verdadera ventaja que existe entre un judío y un creyente, entre los cuales no existe diferencia, pues como ya explicamos la verdadera circuncisión es la que es hecha por la palabra en el espíritu del hombre para romper con la naturaleza de pecado, y el sello que pone sobre nuestras vidas el Espíritu Santo para verdadero provecho en su crecimiento espiritual.

Rom 3:2  Mucho,  en todas maneras.  Primero,  ciertamente,  que les ha sido confiada la palabra de Dios. 
Solo aprovecha en gran manera el hecho de que al judío conoce y se le enseña la escritura, porque esta fue confiada a ellos para su cuidado y enseñanza. De allí que la primera cosa que verdaderamente aprovecha para el crecimiento espiritual es la palabra de Dios pues a través de ella podemos ver la verdad de nuestra realidad y de la realidad a la cual nos enfrentamos, en provecho de nuestro desarrollo.

Rom 3:3  ¿Pues qué,  si algunos de ellos han sido incrédulos?  ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? 
El hecho de no creer no anula la fidelidad de Dios para con la humanidad, pues a pesar de esta Jesús vino a morir por aquellos que no creían para que ahora crean y sean salvos. Esta disertación se presenta en respuesta a todas las objeciones judaicas que los apartaban de creer en el evangelio y de seguir las enseñanzas proclamadas por los apóstoles.

Rom 3:4  De ninguna manera;  antes bien sea Dios veraz,  y todo hombre mentiroso;  como está escrito:

Para que seas justificado en tus palabras,

 Y venzas cuando fueres juzgado. 
Pues de ninguna manera el hombre o el mundo tiene la verdad, pues esta solo proviene de Dios tal como la misma escritura lo revela y todo el mundo lo vera, pues por ella en Jesús somos justificados, y venceremos en el juicio. El salmo 51:4 nos muestra que hemos de vindicar la justicia de Dios, cuéstenos lo que nos cueste a nosotros mismos.

Rom 3:5  Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios,  ¿qué diremos?  ¿Será injusto Dios que da castigo?  (Hablo como hombre.) 
si nuestros actos de injusticia revelan lo justo que es Dios, pues su castigo no viene sin causa, pues su castigo siempre es justo, pues de esa forma revela su justicia primero para con nosotros que creemos y luego para con los demás. Por eso no podemos decir que Dios es injusto.

Rom 3:6  En ninguna manera;  de otro modo,  ¿cómo juzgaría Dios al mundo? 
Como juzgaría Dios si primero no muestra su justicia para con su pueblo, pues cuando su justicia toca un territorio o un pueblo, no tarda en mostrar su misericordia. Si Dios no fuera justo entonces como podría juzgar al mundo?

Rom 3:7  Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria,  ¿por qué aún soy juzgado como pecador? Alguien podría pensar que no merece ser castigado, ya que sus mentiras hacen que la verdad de Dios se vea con mayor claridad. En tal caso, podría alegarse que es mejor hacer lo malo, ya que Dios convierte lo malo en bueno. O alguien podría ensañarse pensando porque aun soy juzgado como pecador si hago cosas malas que Dios convierte en buenas?, pues es y deberá ser juzgado porque cree que su justicia es mayor que la de Dios.

Rom 3:8  ¿Y por qué no decir  (como se nos calumnia,    cuya condenación es justa,  afirma que nosotros decimos):  Hagamos males para que vengan bienes? 
Los judíos que escuchaban las enseñanzas del reino tergiversaban la verdad creyendo que su justicia era mayor debido a la interpretación errada que hacían de los eternos propósitos de Dios y el libre albedrío del hombre, así como también la doctrina de la salvación por la gracia y las inalterables obligaciones de la ley, son temas que han sido acusados de inconsecuencia por los que no se doblegan a ninguna verdad que su propia razón no pueda profundizar o sea por  su religiosidad.

Rom 3:9  ¿Qué,  pues?  Somos nosotros mejores que ellos?  En ninguna manera;  pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles,  que todos están bajo pecado. 
Puede acaso algún ser humano creer que es mejor que otro?, o que ser judío es mejor que ser gentil en la fe? De ningún modo, la palabra menciona que todo estamos bajo la naturaleza de pecado que proviene de Adán, así que ninguno puede creerse mejor por su descendencia, tradición, o religión. Ciertamente los judíos estaban en mejores circunstancias, por cuanto tenían la palabra de Dios con que instruirse mejor; pero como no eran mejores, aquello solamente agravaba su culpabilidad.

Rom 3:10  Como está escrito:

No hay justo,  ni aun uno;

Rom 3:11  No hay quien entienda.

 No hay quien busque a Dios. 
Esto  versículos tomados de los salmos revelan la realidad espiritual de un mundo apartado de Dios, en donde no hay nadie, ni aun uno solo que pueda ser llamado justo delante de Dios, ante su concepto de justicia y no el nuestro, no hay nadie que pueda entender ni comprender su situación o condición verdadera si Dios no nos lo revela, pues hasta que su justicia en Cristo se revela a nosotros es imposible entender, comprender, y buscarle.

Rom 3:12  Todos se desviaron,  a una se hicieron inútiles;

 No hay quien haga lo bueno,  no hay ni siquiera uno. 
Con la caída del hombre ante el pecado, toda la humanidad se desvió del propósito para el cual había sido creada, con cada generación la perversión y la maldad ha ido corrompiendo toda estructura de bondad.

Rom 3:13  Sepulcro abierto es su garganta;

 Con su lengua engañan.

 Veneno de áspides hay debajo de sus labios; 
La boca del hombre que debía despedir miel de sus labios, aroma dulce, se llenó de mentira, engaño y maledicencia, y solo encuban veneno para su propia destrucción.

Rom 3:14  Su boca está llena de maldición y de amargura. Cuan cierta es la condición que se revela aquí de nuestro ser que es expresada a través de nuestras palabra, la cuales sin El, están llenas de amargura, vanidad, orgullo, arrogancia, maldición y dolor.

Rom 3:15  Sus pies se apresuran para derramar sangre; 
ya que ni nuestros pensamientos, ni nuestras palabras lejos de Dios nos conducen a algo bueno, nuestras acciones no pueden ser encaminadas de otra manera, sino que están listas para herir, lastimar, deshonrar y hasta para matar.

Rom 3:16  Quebranto y desventura hay en sus caminos; Contaminados nuestros pensamientos, palabras y forma de actuar, solo sigue un camino de quebranto y desventura para aquellos que apartados de la verdad continúan su existencia.

Rom 3:17  Y no conocieron camino de paz
Lo peor es que cada pensamiento, palabra y acción conducida por la naturaleza de pecado del hombre, solo lo lleva a apartarse con mayor fuerza e intensidad del camino de paz, que es Jesús.

Rom 3:18  No hay temor de Dios delante de sus ojos. Psa_14:1-3; Psa_53:1-3, Psa_5:9, el apóstol cita estos salmos para hacerles caer en cuenta de lo que la misma escritura hacía referencia, de la realidad espiritual que vivía el pueblo que decía de labios para afuera honrar a Dios pero su corazón estaba lejos de Él.

Rom 3:19  Pero sabemos que todo lo que la ley dice,  lo dice a los que están bajo la ley,  para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; 
Sabemos que la ley de Moisés tiene valor para los que se someten a ella. Y lo que la ley dice, es para que nadie pueda declararse inocente; es para que todo el mundo se reconozca culpable ante Dios.


Rom 3:20  ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él;  porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. 
Cuán amplia y profundamente asienta aquí el apóstol los fundamentos de su gran doctrina de la justificación por la gracia—en el desorden de toda la naturaleza del hombre, la consiguiente universalidad de la culpa humana, la condenación de todo el mundo por causa de la violación de la ley divina y la imposibilidad de la justificación delante de Dios por la obediencia a aquella ley violada! Sólo cuando se aceptan y se sienten estas humillantes conclusiones, estamos en condición de apreciar y de abrazar la gracia del Evangelio. La consciencia de pecado viene por el conocimiento de la ley, de allí la importancia del cambio en la forma en la que evangelizamos, no se trata de hacerles ver el amor de Dios, pues este debe estar implícito en nuestras acciones, sino de mostrarles la ley para que ellos puedan ser removidos en su espíritu por el Espíritu Santo y lleguen a ser redargüidos por la ley de Dios para recibir la gracia de la salvación. Si la iglesia no enseña a ley de Dios (10 mandamientos), los creyentes serán creyentes inmaduros, incapaces de mantenerse firmes, y cualquier viento de doctrina hará que sean removidos.

Rom 3:21  Pero ahora,  aparte de la ley,  se ha manifestado la justicia de Dios,  testificada por la ley y por los profetas; luego de comprender nuestra injusticia y la incapacidad de mostrarnos justos delante de Dios por nuestra religión, tradición o costumbre, ni aun por nuestros mejores actos, entonces el apóstol menciona que aparte de ley lo único que justifica (o sea que nos hace justos delante de Dios) es la manifestación de la justicia de Dios en Cristo que fue testificada y profetizada por los hombres de Dios en la antigüedad, aquí el apóstol se basa en la escritura para refutar todo argumento en defensa de la salvación por gracia en Jesús.

Rom 3:22  la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo,  para todos los que creen en él.  Porque no hay diferencia, 
Esta justicia que no proviene de nosotros y que nos hace justos (sin pecado) delante de Dios solo proviene de la fe en Jesús, y es por medio de ella es que somos justificados ante Dios. La justicia de la que Dios habla en la escritura no es el cumplir a cabalidad con cada aspecto de la ley de Dios, sino el que podamos ser justos a través del único justo, Cristo.

Rom 3:23  por cuanto todos pecaron,  y están destituidos de la gloria de Dios, 
Vuelve a hacer hincapié en el hecho de que no existe nadie que no haya cometido pecado, pero ahora aunque la ley nos hacía culpables, dignos de castigo, y apartados de la gloria de Dios, (que es su misma presencia manifiesta) hemos recibido un regalo inmerecido.

Rom 3:24  siendo justificados gratuitamente por su gracia,  mediante la redención que es en Cristo Jesús, 
la justificación es importante para poder entrar en una revelación y relación de mayor profundidad con el Señor, pues ya no nos acercamos creyéndonos, justos por obras, o por una religión, o por costumbres o tradiciones, sino conociendo el precio por el cual se nos ha dado redención, que es el término usado para redimir (pagar la libertad) esclavos de su oficio, pero esclavos de qué?, del pecado, de las mentiras del enemigo, de sujeción a la carne, del dominio que ejercían el maligno y sus espíritus sobre nuestras vidas, sobre el control que ejercía nuestra alma sobre nosotros mismos. Solo así podemos verdaderamente acercarnos al Padre y a Jesús reconociendo que aunque no lo merecíamos, ahora gratuitamente, siendo Dios dueño de todo, pago el precio más alto, la sangre de Jesús en la cruz de la vergüenza para redimir a la humanidad que humille su ego, arrogancia y vanidad delante de la cruz, y reciba salvación por amor.

Rom 3:25  a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre,  para manifestar su justicia,  a causa de haber pasado por alto,  en su paciencia,  los pecados pasados, Jesús fue puesto como víctima expiatoria, por la humanidad. El propiciatorio era la tapa del arca sobre la cual era rociada la sangre del cordero, para que la presencia de Dios descendiera y limpiara de pecado al pueblo de Israel, el sacrificio de Jesús no solo limpio de pecado al pueblo de Israel que le reconoció como su salvador, sino que también trajo salvación a toda la humanidad e hizo que la presencia de Su Espíritu Santo pudiese llegar a todo hombre sobre la faz de la tierra.

Rom 3:26  con la mira de manifestar en este tiempo su justicia,  a fin de que él sea el justo,  y el que justifica al que es de la fe de Jesús. 
El concepto de Justicia se reduce a Cristo, por eso llevar justicia o hacer justicia es llevar el mensaje de salvación en Cristo a toda la humanidad, por eso menciona Mateo 6:33 buscad primero el reino de Dios y su Justicia (o sea Cristo) para que sean manifiestas a los hombres y todas las cosas os serán añadidas. Cuan gloriosa manifestación de su Justicia en amor para con la humanidad el que vivamos bajo la dispensación (el tiempo) de la gracia y la justificación en Cristo, pues solo Él es justo, y sólo acepta a los que confían y tienen la fe de Jesús. Porque por cuanto “Dios ha hecho pecado por nosotros a aquel que no conoció pecado,” la justicia goza de plena satisfacción; y por cuanto nosotros “somos hechos justicia de Dios en él.

Rom 3:27  ¿Dónde,  pues,  está la jactancia?  Queda excluida.  ¿Por cuál ley?  ¿Por la de las obras?  No,  sino por la ley de la fe. 
No tenemos nada de que sentirnos orgullosos delante de Dios, pues después de hacernos ver la realidad de nuestro ser y de la humanidad, no debe quedar asomo de jactancia ni de orgullo en nuestro corazón, pues ya no alcanzamos la justificación y redención mediante la ley, o por obras sino por la fe.

Rom 3:28  Concluimos,  pues,  que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. 
Nos lleva a concluir que nada que proviene del hombre puede ser considerado justo o que justifica, pues la justificación viene por la fe en el Hijo de Dios.

Rom 3:29  ¿Es Dios solamente Dios de los judíos?  ¿No es también Dios de los gentiles?  Ciertamente,  también de los gentiles. 
El plan de salvación debe ser uno que se adapte igualmente a toda la familia del hombre caído; la doctrina de la justificación por la fe es la única que pone las bases de una espiritualidad universal, no es la fe universal al hombre?, claro que lo es, por eso es que Pablo hace referencia a la Deidad de Dios para con la humanidad.

Rom 3:30  Porque Dios es uno,  y él justificará por la fe a los de la circuncisión,  y por medio de la fe a los de la incircuncisión. 
Pablo como Judío hace referencia a la doctrina de la unidad, pues menciona como lo hace Deuteronomio 6:4 que Dios es uno en esencia, y justificara (hará justos) por fe a los judíos dueños de la circuncisión, y por medio de la fe justificara a los incircuncisos, aquellos que no recibieron esta señal, o sea a los gentiles (nosotros que no somos judíos).

Rom 3:31  ¿Luego por la fe invalidamos la ley?  En ninguna manera,  sino que confirmamos la ley. 
La fe de ninguna manera invalida lo que la ley establece, solo lo perfecciona y hace más accesible para una humanidad hundida en el pecado, que de ninguna otra manera hubiese podido alcanzar tan inefable don.

lunes, 17 de diciembre de 2012

TIEMPO DE REFLEXION




Un hombre había pintado un lindo cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista. Llegado el momento, se tiró el paño que revelaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso. Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía. Hubo discursos y elogios. Todos admiraban aquella preciosa obra de arte. Un observador muy curioso, encontró una falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al artista: "Su puerta no tiene cerradura, ¿Cómo se hace para abrirla?" "Así es," respondió el pintor. "Porque esa es la puerta del corazón del hombre. Sólo se abre por el lado de adentro."
Apocalipsis 3:20  Mira que estoy a la puerta y llamo.  Si alguno oye mi voz y abre la puerta,  entraré,  y cenaré con él,  y él conmigo.
Este es el llamado de Dios para el hombre, y el mensaje para la humanidad,  un mensaje de vida, pero vida en el espíritu, un llamado a la reconciliación con Dios; los que le abren la puerta de su corazón con sinceridad, humildad y devoción, entonces pueden tener el privilegio de conocer al Dios todopoderoso, además de su gracia, amor y bendición; los que no oyen estas palabras hacen de sus oídos los más sordos, hacen de sus palabras las más elocuentes, y hacen de su corazón una fortaleza inquebrantable a la cual Dios no se le permite entrar. Tu que has oído recibe estas palabras en tu corazón y ábrele, permítele cenar contigo y que tú con humildad puedas conocerle y crecer en el maravilloso camino de la salvación, la vida no se trata de cuanto tenemos, o cuanto hemos logrado, lo que al final verdaderamente importa es si le oíste y abriste, o si le oíste pero no le permitiste entrar, tu destino eterno está en juego, no pierdas el llamado que Dios ha hecho a tu corazón, permite que sea El quien te guie, te enseñe, te muestre la verdad, esta siempre busca al ser humano, no somos nosotros quienes la buscamos y encontramos, es ella la que encuentra un corazón dispuesto para amar y servir.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

ESTUDIO BIBLICO ROMANOS 2



ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque


Rom 2:1  Por tanto,  no tienes excusa tú,  quienquiera que seas,  cuando juzgas a los demás,  pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo,  ya que practicas las mismas cosas. Juzgar es creer que tenemos la autoridad para dar una sentencia sobre algo o alguien o formarnos una opinión o comparar sobre algo o alguien, así que creer que tenemos este deber o derecho es un acto de desobediencia que nos aparta de Dios así como nos hace merecedores de juicio sobre nuestras propias conductas. El juzgar es un acto del pensamiento, que normalmente proviene del egocentrismo en el basamos nuestra existencia, que se cree superior en ciertos aspectos para con los demás y así emite sentencia (Mateo 7:3). Declarar, pensar o decir juicios contra los demás nos hace merecedores de un juicio aún más severo para con nuestras equivocaciones (1 Corintios 10:12).
Rom 2:2  Ahora bien,  sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas se basa en la verdad. Que es la verdad en la cual se basa el juicio de Dios? La verdad es Cristo (Juan 14:6) y la palabra que vienen a ser en su efecto lo mismo (Juan 1:1), el es la vara ( Eze 20:30, Apoc 11:1) con que seremos medidos, para recibir un juicio justo, pues Jesús fue tentado  (Heb 4:15)en todo como nosotros y pudo mantenerse firme en la verdad (la palabra).
Rom 2:3  ¿Piensas entonces que vas a escapar del juicio de Dios,  tú que juzgas a otros y sin embargo haces lo mismo que ellos? Crees que porque ya recibiste la salvación y porque esta se recibe por gracia (Efesios 2:8), esto te hace menos merecedor del juicio de Dios?, no te equivoques, el juicio de Dios es primero contra los de su casa porque el vino primero a ellos y no le recibieron (Juan 1:11), lo mismo ocurre con nosotros, su juicio justo primero debe pasar por su pueblo  (1 pedro 4:17) para que luego siendo probados y purificados por el fuego (1 Pedro 1:7), el poder de su amor pueda transformar a miles a nuestro alrededor, pero si nosotros practicamos lo mismo que juzgamos (Tito 3:11), primero nos juzgamos a nosotros mismos y el castigo no tardara para que la disciplina de Dios nos transforme por amor (prov 15:32).
Rom 2:4  ¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios,  de su tolerancia y de su paciencia,  al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento? El arrepentimiento verdadero solo ocurre cuando el justo juicio de Dios llega a nuestras vidas (2Cor 7:10), nos limpia y nos permite conocer su inmenso amor (1 Juan 4:12), el cual se muestra en que a pesar de que fuimos pecadores y merecíamos la muerte como castigo (rom 1:32), fue paciente, tolero todos nuestros desagravios, y mostro su bondad enviando a Jesús a pagar el precio de nuestra redención del pecado (1 Juan 4:9). Es el anhelo de Dios que todos conozcan y vivan un verdadero arrepentimiento  (2 Pedro 3:9), de allí que el juicio de Dios sobre un territorio o una persona aunque parezca difícil o incomprensible es necesario para conducirle a Él (Tito 3:11, Rom 5:16).
Rom 2:5  Pero por tu obstinación y por tu corazón empedernido sigues acumulando castigo contra ti mismo para el día de la ira,  cuando Dios revelará su justo juicio. El no percibir el justo juicio de Dios sobre nuestras vidas , al permitir que nuestro corazón se endurezca por el pecado (Rom 2:5), limita la posibilidad de recibir el arrepentimiento como un regalo de la misericordia de Dios, y se acumula el castigo contra nosotros mismos (Hebreos 10:29), de allí, que exista la salvación como la gracia por la cual somos liberados del castigo por la desobediencia (Rom 5:19).
Rom 2:6  Porque Dios  "pagará a cada uno según lo que haya hecho".* Pues Dios siendo un Juez justo pagara a cada cual según lo hecho, pero esto, no es lo bueno que hayamos hecho, sino lo malo, lo egoísta, lo codicioso, lo perverso, (Gálatas 5:19-20) allí lo bueno, no pesara sobre lo malo, este pago justo tiene que ver con sus obras de maldad para aquellos que no vivieron por la fe en Cristo, más para los que si aceptaron la fe, el pago será como en la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30).
Rom 2:7  Él dará vida eterna a los que,  perseverando en las buenas obras, buscan gloria,  honor e inmortalidad. El juez justo dará el premio mayor que es la vida eterna (Tito 1:2) a aquellos oyendo la palabra, la retienen y la ponen por obra perseverando en las dificultades (Marcos 4:20), las pruebas, y el sufrimiento que provienen de realizar la obra de Dios, buscan la gloria, el honor e inmortalidad que provienen  de Él y no los que provienen del mundo (1 Pedro 5:10).
Rom 2:8  Pero los que por egoísmo rechazan la verdad para aferrarse a la maldad,  recibirán el gran castigo de Dios. El egoísmo nos hace colocar los ojos en nuestras necesidades, en lo que queremos y anhelamos, cuando esto, lo único que hace en nosotros es levantar un muro de pecado delante de Dios, que nos aparta mientras nos afanamos satisfaciendo cada deseo y necesidad que nuestro pensamiento y emoción percibe (gálatas 5:16). Este tipo de comportamiento nos hace dar una mayor importancia a nuestro pensamiento y también poca importancia a lo espiritual, de allí que prefieren aferrarse a la mentira del materialismo y aceptar cualquier tipo de respuesta diferente a la que Dios le ofrece (1 Corintios 1:18).
Rom 2:9  Habrá sufrimiento y angustia para todos los que hacen el mal,  los judíos primeramente,  y también los gentiles; Que declaración tan terrible que en vez de asustarnos debería llevarnos a la acción, pues el justo juicio de Dios para con su pueblo, primero a Judíos y luego a gentiles que venimos siendo el pueblo de Dios que creyó en Jesús y no es judío (Hechos 11:18). El sufrimiento se acerca para aquellos que siguen sin poner por obra la palabra de Dios y que siguen empeñados en la desobediencia (Job 36:15).
Rom 2:10  pero gloria,  honor y paz para todos los que hacen el bien,  los judíos primeramente,  y también los gentiles. Pero ocurrirá todo lo contrario para aquellos que ponen por obra la palabra de Dios que es lo único bueno, que debemos hacer, preguntémonos será que estamos poniendo por obra lo que la escritura dice? (1 Crónicas 22:13)
Rom 2:11  Porque con Dios no hay favoritismos. Dios no hace acepción de personas, ni muestra un favoritismo por algunos, lo que a Dios si le agrada es un corazón dócil, humilde que permite ser enseñado, corregido y perfeccionado en la obediencia (hebreos 5:8).
Rom 2:12  Todos los que han pecado sin conocer la ley,  también perecerán sin la ley;  y todos los que han pecado conociendo la ley,  por la ley serán juzgados. Que importante es entender lo que la escritura menciona, los que pecaron sin conocer o recibir la interpretación correcta de la ley (10 mandamientos) no serán juzgados por ella, pero lo que conociendo la ley y recibiendo una correcta interpretación sean juzgados lo serán por la ley; es importante entender que no “todos los que alguna vez hayan pecado serán juzgados,” sino “todos aquellos que se hallen en pecado” en el juicio del gran día serán juzgados por la ley de Dios (los 10 mandamientos), por eso es notorio que debemos enseñar, predicar y compartir sobre la ley de Dios para conocerla, interpretarla correctamente y así ponerla por obra.
Rom 2:13  Porque Dios no considera justos a los que oyen la ley sino a los que la cumplen. Y aquí se dispone un importante ítem, quienes son justos?, pues lo que ponen la ley de Dios por obra, no los que la oyen simplemente, de allí que es muy importante en tu crecimiento espiritual que cada cosa que aprendas de la escritura la lleves a la práctica, solo así crecerás en nivel espiritual.
Rom 2:14  De hecho,  cuando los gentiles,  que no tienen la ley,  cumplen por naturaleza lo que la ley exige,* ellos son ley para sí mismos,  aunque no tengan la ley. Existen algunos hombres quienes cumplen la ley sin conocerla.
Rom 2:15  Éstos muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley exige,  como lo atestigua su conciencia,  pues sus propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan. Aquí se cumple la escritura de Jeremías 31:33 y Hebreos 10:16 Este es el pacto que haré con ellos, después de aquellos días,  dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré. Los seres humanos hemos recibido en nuestro ser y especialmente sobre nuestro espíritu una cualidad esencial que es nuestra consciencia, la cual nos guía a seguir lo bueno y a corregir lo malo, siempre y cuando esta no se contamine con el pecado, el cual hace que esta se apague y cese su funcionamiento; la consciencia se expresa a través de pensamientos o de la intuición que los llevan a actuar conforme a la ley de Dios aun sin conocerla. Al final de los tiempos muchos serán juzgados por su consciencia. Algunos proponen que puede tratarse de un juicio de consciencia en donde esta misma será quien los acuse o excuse, muchos que sin conocer a Cristo como su Señor y Salvador podrán ir al cielo, no por méritos sino por el testimonio de su consciencia y lo harán por medio de este juicio.
Rom 2:16  Así sucederá el día en que,  por medio de Jesucristo,  Dios juzgará los secretos de toda persona,  como lo declara mi evangelio. El día del juicio los secretos más íntimos de todo ser humano serán puestos en evidencia, eso que creemos más oculto en nuestro interior saldrá a la luz y serán juzgados por medio de Jesús. El hace referencia a su evangelio como el mensaje que Jesús le ha dado para llevar a las naciones.
Rom 2:17  Ahora bien,  tú que llevas el nombre de judío;  que dependes de la ley y te jactas de tu relación con Dios; ahora les reconviene según su descendencia, su dependencia de la ley y su aparente perfecta relación con Dios deberían poner por obra la ley de amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a sí mismos a través de los 10 mandamientos, pero ni conociéndolos los ponían por obra.
Rom 2:18  que conoces su voluntad y sabes discernir lo que es mejor porque eres instruido por la ley; continua mostrándoles cuan ridícula es su apariencia delante de Dios cuando aparentan conocer la voluntad de Dios pero no la ponen por obra, y que supuestamente deberían saber discernir lo que es mejor debido a su instrucción en la ley de Dios, que desgraciadamente habían pervertido con tradiciones humanas y llenado con la hipocresía de un corazón corrupto.
Rom 2:19  que estás convencido de ser guía de los ciegos y luz de los que están en la oscuridad, sigue mostrando cada cosa de las que se ufanaban de ser y poner en práctica, pero aunque en apariencia parecían ser guías y luz, sus corazones y sus actitudes en verdad revelaban las verdaderas intenciones de oscuridad que habitaban sus corazones. 
Rom 2:20  instructor de los ignorantes,  maestro de los sencillos,  pues tienes en la ley la esencia misma del conocimiento y de la verdad; cuanta ignorancia existe en aquellos que no son capaces de recibir con humildad la sabiduría que puede ser expresada por cualquiera a quien Dios se la da, aun proviniendo de los más sencillos, no es acaso la ley sabiduría de Dios?, no se esconde en ella la sabiduría del Padre?, y no es la ley la misma esencia del conocimiento y la verdad que provienen de Dios?, cuando entenderemos que  entre más conocimiento mayor humildad, y no al contrario de como ocurre que entre más conocimiento, más orgullo y envanecimiento, ten cuidado querido hermano que el conocimiento no sature tu ego y te aparte de la luz. 
Rom 2:21  en fin,  tú que enseñas a otros,  ¿no te enseñas a ti mismo?  Tú que predicas contra el robo,  ¿robas? Que cada enseñanza primero juzgue nuestros pensamientos y argumentos para llevarnos al arrepentimiento, para que enseñados a nosotros mismos y puestos por obra no prediquemos con vana sabiduría, que es la que conoce pero no experimenta el conocimiento en el amor.
Rom 2:22  Tú que dices que no se debe cometer adulterio,  ¿adulteras?  Tú que aborreces a los ídolos,  ¿robas de sus templos? Cuantas palabras decimos en tono de juicio para con aquellos que debemos mostrar misericordia?, cuantas veces no ocurre que aquellos que juzgan son los que más viven en la concupiscencia de sus deseos y ensimismados en vano conocimiento, y se llenan la boca hablando con terminología religiosa de aquello que aparentan conocer y practicar sin tener la menor revelación y practica sobre el tema al cual se refieren?, cuantos no juzgamos a los adúlteros, pero cuando caímos al ver con deseo y codicia una mujer u hombre nos excusamos creyéndonos más espirituales, o cuando nos negamos a dar el diezmo completo no estamos robando?, tu que aborreces la idolatría y a los ídolos profanas lo santo, como el día dedicado al Señor?.
Rom 2:23  Tú que te jactas de la ley,  ¿deshonras a Dios quebrantando la ley? Cuando la ley y el conocimiento de la misma se ve envanecido por el pecado, se puede llegar jactar de ella misma y su quebrantamiento cuando no se pone por obra en cada aspecto de nuestras vidas, pero con nuestra actitud muchas veces deshonramos a Dios quebrantando la ley.
Rom 2:24  Así está escrito:  "Por causa de ustedes se blasfema el nombre de Dios entre los gentiles."* Cuantos conocemos el testimonio de hombres y mujeres que dicen llamarse cristianos, asisten a iglesias pero que en su corazón, actitudes y accionar deshonran y hacen que otros blasfemen el nombre del Señor.
Rom 2:25  La circuncisión tiene valor si observas la ley;  pero si la quebrantas,  vienes a ser como un incircunciso. La circuncisión era un acto de obediencia según  la ley con el cual se consagraba al niño como pueblo escogido de Dios, pero esta no tenía ningún valor si este niño crecía y no ponía por obra la ley de Dios, así que al quebrantar la ley seria como cualquier hombre gentil, o sea que no pertenecía al pueblo escogido de Dios. De igual manera ocurre hoy con el bautismo, de nada sirve hacer bautizar a un niño, si este nunca pone por obra lo que la escritura nos guía a hacer, pasa a ser igual que uno que no se ha bautizado.
Rom 2:26  Por lo tanto,  si los gentiles cumplen* los requisitos de la ley,  ¿no se les considerará como si estuvieran circuncidados? Pero si alguien que nunca fue circuncidado cumple con los requisitos de la ley de Dios, que fue lo que ha ocurrido con el pueblo gentil que ha creído en Jesús como su Señor y Salvador, pasa a ser circuncidado al poner por obra la ley.
Rom 2:27  El que no está físicamente circuncidado,  pero obedece a la ley,  te condenará a ti que,  a pesar de tener el mandamiento escrito* y la circuncisión,  quebrantas la ley. El que pone por obra la ley el día del juicio hará que seas culpable de que a pesar de tener un mandamiento escrito, y la señal de la circuncisión quebrantas y desobedeces la ley de Dios.
Rom 2:28  Lo exterior no hace a nadie judío,  ni consiste la circuncisión en una señal en el cuerpo. Las apariencias, ni el bautizarse, ni ninguna otra señal no lo hacen a nadie hijo de Dios, ni su pueblo escogido.
Rom 2:29  El verdadero judío lo es interiormente;  y la circuncisión es la del corazón,  la que realiza el Espíritu,  no el mandamiento escrito.  Al que es judío así,  lo alaba Dios y no la gente. El verdadero pueblo escogido o hijo de Dios lo es en su interior, allí donde nadie puede verlo, y menciona allí que la circuncisión verdadera es la que se lleva a cabo en el corazón por el Espíritu, mas no por el mandamiento escrito, pues este si no se pone por obra está muerto y genera lo mismo en quien lo conoce pero no lo lleva a la práctica. El verdadero pueblo escogido es alabado por Dios aunque los hombres no den cuenta de ello, así que la fama en si nos es un efecto de tener el favor de Dios sobre nuestras vidas.