ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
Rom
3:1 ¿Qué ventaja tiene, pues,
el judío? ¿o de qué aprovecha la
circuncisión?
Continua
haciendo referencia sobre el aprovechamiento verdadero o la verdadera ventaja
que existe entre un judío y un creyente, entre los cuales no existe diferencia,
pues como ya explicamos la verdadera circuncisión es la que es hecha por la
palabra en el espíritu del hombre para romper con la naturaleza de pecado, y el
sello que pone sobre nuestras vidas el Espíritu Santo para verdadero provecho
en su crecimiento espiritual.
Rom
3:2 Mucho, en todas maneras. Primero,
ciertamente, que les ha sido
confiada la palabra de Dios.
Solo aprovecha en gran
manera el hecho de que al judío conoce y se le enseña la escritura, porque esta
fue confiada a ellos para su cuidado y enseñanza. De allí que la primera cosa
que verdaderamente aprovecha para el crecimiento espiritual es la palabra de
Dios pues a través de ella podemos ver la verdad de nuestra realidad y de la
realidad a la cual nos enfrentamos, en provecho de nuestro desarrollo.
Rom
3:3 ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la
fidelidad de Dios?
El hecho de no creer no anula la
fidelidad de Dios para con la humanidad, pues a pesar de esta Jesús vino a
morir por aquellos que no creían para que ahora crean y sean salvos. Esta
disertación se presenta en respuesta a todas las objeciones judaicas que los
apartaban de creer en el evangelio y de seguir las enseñanzas proclamadas por
los apóstoles.
Rom
3:4 De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito:
Para que
seas justificado en tus palabras,
Y venzas cuando fueres juzgado.
Pues de ninguna manera el hombre o el mundo tiene la
verdad, pues esta solo proviene de Dios tal como la misma escritura lo revela y
todo el mundo lo vera, pues por ella en Jesús somos justificados, y venceremos
en el juicio. El salmo 51:4 nos muestra que hemos de vindicar la justicia de
Dios, cuéstenos lo que nos cueste a nosotros mismos.
Rom
3:5 Y si nuestra injusticia hace
resaltar la justicia de Dios, ¿qué
diremos? ¿Será injusto Dios que da
castigo? (Hablo como hombre.)
si nuestros actos de injusticia revelan lo justo que es
Dios, pues su castigo no viene sin causa, pues su castigo siempre es justo,
pues de esa forma revela su justicia primero para con nosotros que creemos y
luego para con los demás. Por eso no podemos decir que Dios es injusto.
Rom 3:6 En ninguna manera; de otro modo,
¿cómo juzgaría Dios al mundo?
Como juzgaría
Dios si primero no muestra su justicia para con su pueblo, pues cuando su
justicia toca un territorio o un pueblo, no tarda en mostrar su misericordia.
Si Dios no fuera justo entonces como podría juzgar al mundo?
Rom
3:7 Pero si por mi mentira la
verdad de Dios abundó para su gloria,
¿por qué aún soy juzgado como pecador? Alguien
podría pensar que no merece ser castigado, ya que sus mentiras hacen que la
verdad de Dios se vea con mayor claridad. En tal caso, podría alegarse que es
mejor hacer lo malo, ya que Dios convierte lo malo en bueno. O alguien podría
ensañarse pensando porque aun soy juzgado como pecador si hago cosas malas que
Dios convierte en buenas?, pues es y deberá ser juzgado porque cree que su
justicia es mayor que la de Dios.
Rom
3:8 ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, cuya condenación es justa, afirma que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes?
Los judíos que escuchaban las enseñanzas del reino
tergiversaban la verdad creyendo que su justicia era mayor debido a la
interpretación errada que hacían de los eternos propósitos de Dios y el libre
albedrío del hombre, así como también la doctrina de la salvación por la gracia
y las inalterables obligaciones de la ley, son temas que han sido acusados de
inconsecuencia por los que no se doblegan a ninguna verdad que su propia razón
no pueda profundizar o sea por su
religiosidad.
Rom
3:9 ¿Qué, pues?
Somos nosotros mejores que ellos?
En ninguna manera; pues ya hemos
acusado a judíos y a gentiles, que todos
están bajo pecado.
Puede acaso algún ser humano
creer que es mejor que otro?, o que ser judío es mejor que ser gentil en la fe?
De ningún modo, la palabra menciona que todo estamos bajo la naturaleza de
pecado que proviene de Adán, así que ninguno puede creerse mejor por su
descendencia, tradición, o religión. Ciertamente los judíos estaban en mejores
circunstancias, por cuanto tenían la palabra de Dios con que instruirse mejor;
pero como no eran mejores, aquello solamente agravaba su culpabilidad.
Rom
3:10 Como está escrito:
No hay
justo, ni aun uno;
Rom
3:11 No hay quien entienda.
No hay quien busque a Dios.
Esto versículos
tomados de los salmos revelan la realidad espiritual de un mundo apartado de
Dios, en donde no hay nadie, ni aun uno solo que pueda ser llamado justo
delante de Dios, ante su concepto de justicia y no el nuestro, no hay nadie que
pueda entender ni comprender su situación o condición verdadera si Dios no nos
lo revela, pues hasta que su justicia en Cristo se revela a nosotros es
imposible entender, comprender, y buscarle.
Rom
3:12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Con la caída del hombre ante el pecado, toda la humanidad
se desvió del propósito para el cual había sido creada, con cada generación la
perversión y la maldad ha ido corrompiendo toda estructura de bondad.
Rom
3:13 Sepulcro abierto es su
garganta;
Con su lengua engañan.
Veneno de áspides hay debajo de sus labios;
La boca del hombre que debía despedir miel de sus labios,
aroma dulce, se llenó de mentira, engaño y maledicencia, y solo encuban veneno
para su propia destrucción.
Rom
3:14 Su boca está llena de maldición
y de amargura. Cuan cierta es la condición que
se revela aquí de nuestro ser que es expresada a través de nuestras palabra, la
cuales sin El, están llenas de amargura, vanidad, orgullo, arrogancia,
maldición y dolor.
Rom
3:15 Sus pies se apresuran para
derramar sangre;
ya que ni nuestros
pensamientos, ni nuestras palabras lejos de Dios nos conducen a algo bueno,
nuestras acciones no pueden ser encaminadas de otra manera, sino que están
listas para herir, lastimar, deshonrar y hasta para matar.
Rom
3:16 Quebranto y desventura hay
en sus caminos; Contaminados nuestros
pensamientos, palabras y forma de actuar, solo sigue un camino de quebranto y
desventura para aquellos que apartados de la verdad continúan su existencia.
Rom
3:17 Y no conocieron camino de
paz.
Lo peor es que cada pensamiento, palabra y
acción conducida por la naturaleza de pecado del hombre, solo lo lleva a
apartarse con mayor fuerza e intensidad del camino de paz, que es Jesús.
Rom
3:18 No hay temor de Dios
delante de sus ojos. Psa_14:1-3; Psa_53:1-3,
Psa_5:9, el apóstol cita estos salmos para hacerles caer en cuenta de lo que la
misma escritura hacía referencia, de la realidad espiritual que vivía el pueblo
que decía de labios para afuera honrar a Dios pero su corazón estaba lejos de
Él.
Rom
3:19 Pero sabemos que todo lo que
la ley dice, lo dice a los que están
bajo la ley, para que toda boca se
cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
Sabemos
que la ley de Moisés tiene valor para los que se someten a ella. Y lo que la
ley dice, es para que nadie pueda declararse inocente; es para que todo el
mundo se reconozca culpable ante Dios.
Rom
3:20 ya que por las obras de la ley
ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento
del pecado.
Cuán amplia y profundamente asienta
aquí el apóstol los fundamentos de su gran doctrina de la justificación por la
gracia—en el desorden de toda la naturaleza del hombre, la consiguiente
universalidad de la culpa humana, la condenación de todo el mundo por causa de
la violación de la ley divina y la imposibilidad de la justificación delante de
Dios por la obediencia a aquella ley violada! Sólo cuando se aceptan y se
sienten estas humillantes conclusiones, estamos en condición de apreciar y de
abrazar la gracia del Evangelio. La consciencia de pecado viene por el
conocimiento de la ley, de allí la importancia del cambio en la forma en la que
evangelizamos, no se trata de hacerles ver el amor de Dios, pues este debe
estar implícito en nuestras acciones, sino de mostrarles la ley para que ellos
puedan ser removidos en su espíritu por el Espíritu Santo y lleguen a ser
redargüidos por la ley de Dios para recibir la gracia de la salvación. Si la
iglesia no enseña a ley de Dios (10 mandamientos), los creyentes serán
creyentes inmaduros, incapaces de mantenerse firmes, y cualquier viento de
doctrina hará que sean removidos.
Rom
3:21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; luego de comprender nuestra injusticia y la incapacidad
de mostrarnos justos delante de Dios por nuestra religión, tradición o
costumbre, ni aun por nuestros mejores actos, entonces el apóstol menciona que
aparte de ley lo único que justifica (o sea que nos hace justos delante de
Dios) es la manifestación de la justicia de Dios en Cristo que fue testificada
y profetizada por los hombres de Dios en la antigüedad, aquí el apóstol se basa
en la escritura para refutar todo argumento en defensa de la salvación por gracia
en Jesús.
Rom
3:22 la justicia de Dios por medio
de la fe en Jesucristo, para todos los
que creen en él. Porque no hay
diferencia,
Esta justicia que no proviene de
nosotros y que nos hace justos (sin pecado) delante de Dios solo proviene de la
fe en Jesús, y es por medio de ella es que somos justificados ante Dios. La
justicia de la que Dios habla en la escritura no es el cumplir a cabalidad con
cada aspecto de la ley de Dios, sino el que podamos ser justos a través del
único justo, Cristo.
Rom
3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Vuelve a hacer hincapié en el hecho de que no existe
nadie que no haya cometido pecado, pero ahora aunque la ley nos hacía
culpables, dignos de castigo, y apartados de la gloria de Dios, (que es su
misma presencia manifiesta) hemos recibido un regalo inmerecido.
Rom
3:24 siendo justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la
redención que es en Cristo Jesús,
la justificación
es importante para poder entrar en una revelación y relación de mayor
profundidad con el Señor, pues ya no nos acercamos creyéndonos, justos por
obras, o por una religión, o por costumbres o tradiciones, sino conociendo el
precio por el cual se nos ha dado redención, que es el término usado para
redimir (pagar la libertad) esclavos de su oficio, pero esclavos de qué?, del
pecado, de las mentiras del enemigo, de sujeción a la carne, del dominio que
ejercían el maligno y sus espíritus sobre nuestras vidas, sobre el control que
ejercía nuestra alma sobre nosotros mismos. Solo así podemos verdaderamente
acercarnos al Padre y a Jesús reconociendo que aunque no lo merecíamos, ahora
gratuitamente, siendo Dios dueño de todo, pago el precio más alto, la sangre de
Jesús en la cruz de la vergüenza para redimir a la humanidad que humille su
ego, arrogancia y vanidad delante de la cruz, y reciba salvación por amor.
Rom
3:25 a quien Dios puso como
propiciación por medio de la fe en su sangre,
para manifestar su justicia, a
causa de haber pasado por alto, en su
paciencia, los pecados pasados, Jesús fue puesto como víctima expiatoria, por la
humanidad. El propiciatorio era la tapa del arca sobre la cual era rociada la
sangre del cordero, para que la presencia de Dios descendiera y limpiara de
pecado al pueblo de Israel, el sacrificio de Jesús no solo limpio de pecado al
pueblo de Israel que le reconoció como su salvador, sino que también trajo
salvación a toda la humanidad e hizo que la presencia de Su Espíritu Santo
pudiese llegar a todo hombre sobre la faz de la tierra.
Rom
3:26 con la mira de manifestar en
este tiempo su justicia, a fin de que él
sea el justo, y el que justifica al que
es de la fe de Jesús.
El concepto de Justicia se
reduce a Cristo, por eso llevar justicia o hacer justicia es llevar el mensaje
de salvación en Cristo a toda la humanidad, por eso menciona Mateo 6:33 buscad
primero el reino de Dios y su Justicia (o sea Cristo) para que sean manifiestas
a los hombres y todas las cosas os serán añadidas. Cuan gloriosa manifestación
de su Justicia en amor para con la humanidad el que vivamos bajo la
dispensación (el tiempo) de la gracia y la justificación en Cristo, pues solo Él
es justo, y sólo acepta a los que confían y tienen la fe de Jesús. Porque por
cuanto “Dios ha hecho pecado por nosotros a aquel que no conoció pecado,” la justicia
goza de plena satisfacción; y por cuanto nosotros “somos hechos justicia de
Dios en él.
Rom
3:27 ¿Dónde, pues,
está la jactancia? Queda
excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No,
sino por la ley de la fe.
No tenemos nada de
que sentirnos orgullosos delante de Dios, pues después de hacernos ver la
realidad de nuestro ser y de la humanidad, no debe quedar asomo de jactancia ni
de orgullo en nuestro corazón, pues ya no alcanzamos la justificación y
redención mediante la ley, o por obras sino por la fe.
Rom
3:28 Concluimos, pues,
que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Nos lleva a concluir que nada que proviene del hombre
puede ser considerado justo o que justifica, pues la justificación viene por la
fe en el Hijo de Dios.
Rom
3:29 ¿Es Dios solamente Dios de los
judíos? ¿No es también Dios de los
gentiles? Ciertamente, también de los gentiles.
El plan de salvación debe ser uno que se adapte
igualmente a toda la familia del hombre caído; la doctrina de la justificación
por la fe es la única que pone las bases de una espiritualidad universal, no es
la fe universal al hombre?, claro que lo es, por eso es que Pablo hace
referencia a la Deidad de Dios para con la humanidad.
Rom
3:30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la
circuncisión, y por medio de la fe a los
de la incircuncisión.
Pablo como Judío hace
referencia a la doctrina de la unidad, pues menciona como lo hace Deuteronomio
6:4 que Dios es uno en esencia, y justificara (hará justos) por fe a los judíos
dueños de la circuncisión, y por medio de la fe justificara a los incircuncisos,
aquellos que no recibieron esta señal, o sea a los gentiles (nosotros que no
somos judíos).
Rom
3:31 ¿Luego por la fe invalidamos
la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.
La fe de ninguna manera invalida lo que la ley establece,
solo lo perfecciona y hace más accesible para una humanidad hundida en el
pecado, que de ninguna otra manera hubiese podido alcanzar tan inefable don.
ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
Rom
3:1 ¿Qué ventaja tiene, pues,
el judío? ¿o de qué aprovecha la
circuncisión?
Continua
haciendo referencia sobre el aprovechamiento verdadero o la verdadera ventaja
que existe entre un judío y un creyente, entre los cuales no existe diferencia,
pues como ya explicamos la verdadera circuncisión es la que es hecha por la
palabra en el espíritu del hombre para romper con la naturaleza de pecado, y el
sello que pone sobre nuestras vidas el Espíritu Santo para verdadero provecho
en su crecimiento espiritual.
Rom
3:2 Mucho, en todas maneras. Primero,
ciertamente, que les ha sido
confiada la palabra de Dios.
Solo aprovecha en gran
manera el hecho de que al judío conoce y se le enseña la escritura, porque esta
fue confiada a ellos para su cuidado y enseñanza. De allí que la primera cosa
que verdaderamente aprovecha para el crecimiento espiritual es la palabra de
Dios pues a través de ella podemos ver la verdad de nuestra realidad y de la
realidad a la cual nos enfrentamos, en provecho de nuestro desarrollo.
Rom
3:3 ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la
fidelidad de Dios?
El hecho de no creer no anula la
fidelidad de Dios para con la humanidad, pues a pesar de esta Jesús vino a
morir por aquellos que no creían para que ahora crean y sean salvos. Esta
disertación se presenta en respuesta a todas las objeciones judaicas que los
apartaban de creer en el evangelio y de seguir las enseñanzas proclamadas por
los apóstoles.
Rom
3:4 De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito:
Para que
seas justificado en tus palabras,
Y venzas cuando fueres juzgado.
Pues de ninguna manera el hombre o el mundo tiene la
verdad, pues esta solo proviene de Dios tal como la misma escritura lo revela y
todo el mundo lo vera, pues por ella en Jesús somos justificados, y venceremos
en el juicio. El salmo 51:4 nos muestra que hemos de vindicar la justicia de
Dios, cuéstenos lo que nos cueste a nosotros mismos.
Rom
3:5 Y si nuestra injusticia hace
resaltar la justicia de Dios, ¿qué
diremos? ¿Será injusto Dios que da
castigo? (Hablo como hombre.)
si nuestros actos de injusticia revelan lo justo que es
Dios, pues su castigo no viene sin causa, pues su castigo siempre es justo,
pues de esa forma revela su justicia primero para con nosotros que creemos y
luego para con los demás. Por eso no podemos decir que Dios es injusto.
Rom 3:6 En ninguna manera; de otro modo,
¿cómo juzgaría Dios al mundo?
Como juzgaría
Dios si primero no muestra su justicia para con su pueblo, pues cuando su
justicia toca un territorio o un pueblo, no tarda en mostrar su misericordia.
Si Dios no fuera justo entonces como podría juzgar al mundo?
Rom
3:7 Pero si por mi mentira la
verdad de Dios abundó para su gloria,
¿por qué aún soy juzgado como pecador? Alguien
podría pensar que no merece ser castigado, ya que sus mentiras hacen que la
verdad de Dios se vea con mayor claridad. En tal caso, podría alegarse que es
mejor hacer lo malo, ya que Dios convierte lo malo en bueno. O alguien podría
ensañarse pensando porque aun soy juzgado como pecador si hago cosas malas que
Dios convierte en buenas?, pues es y deberá ser juzgado porque cree que su
justicia es mayor que la de Dios.
Rom
3:8 ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, cuya condenación es justa, afirma que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes?
Los judíos que escuchaban las enseñanzas del reino
tergiversaban la verdad creyendo que su justicia era mayor debido a la
interpretación errada que hacían de los eternos propósitos de Dios y el libre
albedrío del hombre, así como también la doctrina de la salvación por la gracia
y las inalterables obligaciones de la ley, son temas que han sido acusados de
inconsecuencia por los que no se doblegan a ninguna verdad que su propia razón
no pueda profundizar o sea por su
religiosidad.
Rom
3:9 ¿Qué, pues?
Somos nosotros mejores que ellos?
En ninguna manera; pues ya hemos
acusado a judíos y a gentiles, que todos
están bajo pecado.
Puede acaso algún ser humano
creer que es mejor que otro?, o que ser judío es mejor que ser gentil en la fe?
De ningún modo, la palabra menciona que todo estamos bajo la naturaleza de
pecado que proviene de Adán, así que ninguno puede creerse mejor por su
descendencia, tradición, o religión. Ciertamente los judíos estaban en mejores
circunstancias, por cuanto tenían la palabra de Dios con que instruirse mejor;
pero como no eran mejores, aquello solamente agravaba su culpabilidad.
Rom
3:10 Como está escrito:
No hay
justo, ni aun uno;
Rom
3:11 No hay quien entienda.
No hay quien busque a Dios.
Esto versículos
tomados de los salmos revelan la realidad espiritual de un mundo apartado de
Dios, en donde no hay nadie, ni aun uno solo que pueda ser llamado justo
delante de Dios, ante su concepto de justicia y no el nuestro, no hay nadie que
pueda entender ni comprender su situación o condición verdadera si Dios no nos
lo revela, pues hasta que su justicia en Cristo se revela a nosotros es
imposible entender, comprender, y buscarle.
Rom
3:12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Con la caída del hombre ante el pecado, toda la humanidad
se desvió del propósito para el cual había sido creada, con cada generación la
perversión y la maldad ha ido corrompiendo toda estructura de bondad.
Rom
3:13 Sepulcro abierto es su
garganta;
Con su lengua engañan.
Veneno de áspides hay debajo de sus labios;
La boca del hombre que debía despedir miel de sus labios,
aroma dulce, se llenó de mentira, engaño y maledicencia, y solo encuban veneno
para su propia destrucción.
Rom
3:14 Su boca está llena de maldición
y de amargura. Cuan cierta es la condición que
se revela aquí de nuestro ser que es expresada a través de nuestras palabra, la
cuales sin El, están llenas de amargura, vanidad, orgullo, arrogancia,
maldición y dolor.
Rom
3:15 Sus pies se apresuran para
derramar sangre;
ya que ni nuestros
pensamientos, ni nuestras palabras lejos de Dios nos conducen a algo bueno,
nuestras acciones no pueden ser encaminadas de otra manera, sino que están
listas para herir, lastimar, deshonrar y hasta para matar.
Rom
3:16 Quebranto y desventura hay
en sus caminos; Contaminados nuestros
pensamientos, palabras y forma de actuar, solo sigue un camino de quebranto y
desventura para aquellos que apartados de la verdad continúan su existencia.
Rom
3:17 Y no conocieron camino de
paz.
Lo peor es que cada pensamiento, palabra y
acción conducida por la naturaleza de pecado del hombre, solo lo lleva a
apartarse con mayor fuerza e intensidad del camino de paz, que es Jesús.
Rom
3:18 No hay temor de Dios
delante de sus ojos. Psa_14:1-3; Psa_53:1-3,
Psa_5:9, el apóstol cita estos salmos para hacerles caer en cuenta de lo que la
misma escritura hacía referencia, de la realidad espiritual que vivía el pueblo
que decía de labios para afuera honrar a Dios pero su corazón estaba lejos de
Él.
Rom
3:19 Pero sabemos que todo lo que
la ley dice, lo dice a los que están
bajo la ley, para que toda boca se
cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
Sabemos
que la ley de Moisés tiene valor para los que se someten a ella. Y lo que la
ley dice, es para que nadie pueda declararse inocente; es para que todo el
mundo se reconozca culpable ante Dios.
Rom
3:20 ya que por las obras de la ley
ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento
del pecado.
Cuán amplia y profundamente asienta
aquí el apóstol los fundamentos de su gran doctrina de la justificación por la
gracia—en el desorden de toda la naturaleza del hombre, la consiguiente
universalidad de la culpa humana, la condenación de todo el mundo por causa de
la violación de la ley divina y la imposibilidad de la justificación delante de
Dios por la obediencia a aquella ley violada! Sólo cuando se aceptan y se
sienten estas humillantes conclusiones, estamos en condición de apreciar y de
abrazar la gracia del Evangelio. La consciencia de pecado viene por el
conocimiento de la ley, de allí la importancia del cambio en la forma en la que
evangelizamos, no se trata de hacerles ver el amor de Dios, pues este debe
estar implícito en nuestras acciones, sino de mostrarles la ley para que ellos
puedan ser removidos en su espíritu por el Espíritu Santo y lleguen a ser
redargüidos por la ley de Dios para recibir la gracia de la salvación. Si la
iglesia no enseña a ley de Dios (10 mandamientos), los creyentes serán
creyentes inmaduros, incapaces de mantenerse firmes, y cualquier viento de
doctrina hará que sean removidos.
Rom
3:21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; luego de comprender nuestra injusticia y la incapacidad
de mostrarnos justos delante de Dios por nuestra religión, tradición o
costumbre, ni aun por nuestros mejores actos, entonces el apóstol menciona que
aparte de ley lo único que justifica (o sea que nos hace justos delante de
Dios) es la manifestación de la justicia de Dios en Cristo que fue testificada
y profetizada por los hombres de Dios en la antigüedad, aquí el apóstol se basa
en la escritura para refutar todo argumento en defensa de la salvación por gracia
en Jesús.
Rom
3:22 la justicia de Dios por medio
de la fe en Jesucristo, para todos los
que creen en él. Porque no hay
diferencia,
Esta justicia que no proviene de
nosotros y que nos hace justos (sin pecado) delante de Dios solo proviene de la
fe en Jesús, y es por medio de ella es que somos justificados ante Dios. La
justicia de la que Dios habla en la escritura no es el cumplir a cabalidad con
cada aspecto de la ley de Dios, sino el que podamos ser justos a través del
único justo, Cristo.
Rom
3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Vuelve a hacer hincapié en el hecho de que no existe
nadie que no haya cometido pecado, pero ahora aunque la ley nos hacía
culpables, dignos de castigo, y apartados de la gloria de Dios, (que es su
misma presencia manifiesta) hemos recibido un regalo inmerecido.
Rom
3:24 siendo justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la
redención que es en Cristo Jesús,
la justificación
es importante para poder entrar en una revelación y relación de mayor
profundidad con el Señor, pues ya no nos acercamos creyéndonos, justos por
obras, o por una religión, o por costumbres o tradiciones, sino conociendo el
precio por el cual se nos ha dado redención, que es el término usado para
redimir (pagar la libertad) esclavos de su oficio, pero esclavos de qué?, del
pecado, de las mentiras del enemigo, de sujeción a la carne, del dominio que
ejercían el maligno y sus espíritus sobre nuestras vidas, sobre el control que
ejercía nuestra alma sobre nosotros mismos. Solo así podemos verdaderamente
acercarnos al Padre y a Jesús reconociendo que aunque no lo merecíamos, ahora
gratuitamente, siendo Dios dueño de todo, pago el precio más alto, la sangre de
Jesús en la cruz de la vergüenza para redimir a la humanidad que humille su
ego, arrogancia y vanidad delante de la cruz, y reciba salvación por amor.
Rom
3:25 a quien Dios puso como
propiciación por medio de la fe en su sangre,
para manifestar su justicia, a
causa de haber pasado por alto, en su
paciencia, los pecados pasados, Jesús fue puesto como víctima expiatoria, por la
humanidad. El propiciatorio era la tapa del arca sobre la cual era rociada la
sangre del cordero, para que la presencia de Dios descendiera y limpiara de
pecado al pueblo de Israel, el sacrificio de Jesús no solo limpio de pecado al
pueblo de Israel que le reconoció como su salvador, sino que también trajo
salvación a toda la humanidad e hizo que la presencia de Su Espíritu Santo
pudiese llegar a todo hombre sobre la faz de la tierra.
Rom
3:26 con la mira de manifestar en
este tiempo su justicia, a fin de que él
sea el justo, y el que justifica al que
es de la fe de Jesús.
El concepto de Justicia se
reduce a Cristo, por eso llevar justicia o hacer justicia es llevar el mensaje
de salvación en Cristo a toda la humanidad, por eso menciona Mateo 6:33 buscad
primero el reino de Dios y su Justicia (o sea Cristo) para que sean manifiestas
a los hombres y todas las cosas os serán añadidas. Cuan gloriosa manifestación
de su Justicia en amor para con la humanidad el que vivamos bajo la
dispensación (el tiempo) de la gracia y la justificación en Cristo, pues solo Él
es justo, y sólo acepta a los que confían y tienen la fe de Jesús. Porque por
cuanto “Dios ha hecho pecado por nosotros a aquel que no conoció pecado,” la justicia
goza de plena satisfacción; y por cuanto nosotros “somos hechos justicia de
Dios en él.
Rom
3:27 ¿Dónde, pues,
está la jactancia? Queda
excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No,
sino por la ley de la fe.
No tenemos nada de
que sentirnos orgullosos delante de Dios, pues después de hacernos ver la
realidad de nuestro ser y de la humanidad, no debe quedar asomo de jactancia ni
de orgullo en nuestro corazón, pues ya no alcanzamos la justificación y
redención mediante la ley, o por obras sino por la fe.
Rom
3:28 Concluimos, pues,
que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Nos lleva a concluir que nada que proviene del hombre
puede ser considerado justo o que justifica, pues la justificación viene por la
fe en el Hijo de Dios.
Rom
3:29 ¿Es Dios solamente Dios de los
judíos? ¿No es también Dios de los
gentiles? Ciertamente, también de los gentiles.
El plan de salvación debe ser uno que se adapte
igualmente a toda la familia del hombre caído; la doctrina de la justificación
por la fe es la única que pone las bases de una espiritualidad universal, no es
la fe universal al hombre?, claro que lo es, por eso es que Pablo hace
referencia a la Deidad de Dios para con la humanidad.
Rom
3:30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la
circuncisión, y por medio de la fe a los
de la incircuncisión.
Pablo como Judío hace
referencia a la doctrina de la unidad, pues menciona como lo hace Deuteronomio
6:4 que Dios es uno en esencia, y justificara (hará justos) por fe a los judíos
dueños de la circuncisión, y por medio de la fe justificara a los incircuncisos,
aquellos que no recibieron esta señal, o sea a los gentiles (nosotros que no
somos judíos).
Rom
3:31 ¿Luego por la fe invalidamos
la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.
La fe de ninguna manera invalida lo que la ley establece,
solo lo perfecciona y hace más accesible para una humanidad hundida en el
pecado, que de ninguna otra manera hubiese podido alcanzar tan inefable don.