lunes, 24 de diciembre de 2018

PREDICA DOMINICAL - LA ESPERANZA HA NACIDO



LA ESPERANZA HA NACIDO

Psa_142:5 Clamé a ti, oh Jehová;
 Dije: Tú eres mi esperanza,
 Y mi porción en la tierra de los vivientes.

INTRODUCCION

Mientras el hombre fuera de Dios pone su confianza en sí mismo o en los demás, el creyente tiene puesta su esperanza en Dios, pues espera con paciencia la resurrección de los muertos y el cumplimiento de todas las promesas que están en la escritura.

Pero tenemos una esperanza que ya no tenemos por qué esperar, y es a Cristo quien se encarnó como hombre para mostrarnos su gracia, bondad y perdón. Así que ya no esperamos por él, más bien por estas fechas conmemoramos su nacimiento, esa encarnación que trajo vida al mundo.

Rom_8:24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
La escritura menciona que ya fuimos salvos por medio del cumplimiento de la esperanza, de modo que aquel a quien esperábamos ya vino, y sigue vivo a la diestra del Padre.

DESARROLLO

Dios es nuestra esperanza y Cristo el cumplimiento de nuestra espera. Ahora debemos confiar y esperar pacientemente en él, mientras vemos el cumplimiento de los tiempos.

Nuestra confianza en Dios se ve reflejada en la búsqueda constante por hacer su voluntad, por el amor al prójimo y por el amor que tenemos por Dios, el cual se ve en la obediencia con la que asumimos cada circunstancia.

El creyente aún tiene cosas porque esperar, pero la salvación no es algo que debamos esperar, sino vivir en la medida en que ponemos por obra la enseñanza de Cristo en amor.

Esta es una época en que muchos esperan regalos, comida, compañía, placer y muchas cosas más, pero pocos reconocen que lo que más necesitaba su corazón ya vino para saciar el hambre y sed de justicia que pululan en este mundo.

CONCLUSION

Son épocas para descansar, disfrutar de la familia, para comer deliciosos manjares, pero no se nos olvide que la vida de este ser que nació por estas épocas (según algunos historiadores, aunque no hay consenso) nos fue dada como el mayor regalo y la mayor riqueza que como creyentes podemos disfrutar.

Comparta en familia, disfrute, pero jamás se olvide de su prójimo, del necesitado, del amor y de la compasión que muchos necesitan en esta época.

Felices fiestas y que Jesús siga siendo el centro de nuestras vidas.

Recordemos que ya no esperamos cosas materiales o lo que los demás puedan darnos, ahora nosotros procuramos dar y llevar el cumplimiento del propósito divino a cada ser.

Oremos, Señor que este tiempo sea un tiempo de reconciliación, paz y amor, no porque el mundo pueda ofrecérnoslo, sino porque nosotros tus hijos procuramos hacerlo una realidad, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe



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