Estudio bíblico
Por: Camilo A. Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe
Col 3:1 Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.
El poder
de Dios ha obrado en nosotros un milagro maravilloso, ahora la vida de Dios, la
divinidad habitan en nosotros, por lo tanto pongamos todos nuestros esfuerzos
en buscar las cosas espirituales, lo eterno, en donde Cristo gobierna.
Col 3:2 Concentren su atención en las cosas de
arriba, no en las de la tierra,
Lo terrenal es pasajero, pero
nuestra naturaleza carnal se aferra a ello como si no existiera nada más, e
intentara todo para mantenernos distraídos, desenfocados, por eso es muy importante
que toda nuestra atención consciente sea puesta en lo eterno, lo verdadero.
Col 3:3 pues ustedes han muerto y su vida está
escondida con Cristo en Dios.
Reconocer la muerte de nuestra
carnalidad es vital para avanzar en el reino, por eso muchas son las ocasiones
en que los apóstoles nos lo recalcan, para que podamos ser conscientes de lo
que Dios ha obrado en nuestras vidas, despertemos y nos mantengamos conscientes
de su presencia obrando en nuestras vidas. Ahora nuestra vida es diferente, ya
no es una vida para satisfacer nuestras almas, egos y deseos, ahora podemos
disfrutar de una vida que trasciende estas cosas para vivir en unidad con Dios.
Col 3:4 Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se
manifieste, entonces también ustedes
serán manifestados con él en gloria.
La perfección de esta vida
espiritual ha de manifestarse cuando Cristo se haga manifiesto a nuestras vidas
en totalidad, su gloria será la nuestra.
Col 3:5 Por tanto,
hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza,
bajas pasiones, malos deseos y
avaricia, la cual es idolatría.
Hacer morir consiste en entregarlo
todo, si existe algún apego por lo terrenal, será muy difícil poder librarnos
del poder y la influencia de lo carnal y todo esto siempre será sobrepuesto por
encima de Dios. Esforcémonos entonces por permitir que Dios obre en nuestros
corazones separando por medio de la palabra y la disciplina del Espíritu el
alma del espíritu.
Col 3:6 Por estas cosas viene el castigo de Dios.
El permitir que nuestra naturaleza
carnal domine nuestras acciones, trae consigo las consecuencias de nuestros
actos, como retribución por nuestras acciones equivocadas.
Col 3:7 Ustedes las practicaron en otro tiempo, cuando vivían en ellas.
Todos sin lugar a dudas hemos
puesto en práctica el pecado, pues vivíamos sumergidos en su inercia y poder.
Col 3:8 Pero ahora abandonen también todo esto: enojo,
ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno.
Estas cosas pertenecen al dominio
propio que antes estaba ausente sin Dios, pero ahora en la naturaleza divina se
nos ha concedido el control de nuestra boca, y de nuestras emociones que sin
control pueden llegar a destruirnos.
Col 3:9 Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la
vieja naturaleza con sus vicios,
Como podemos mentir si ahora
volvemos a la desnudez inicial del Edén ante Dios, nada nos cubre, la vieja
naturaleza de mentira, vicios y engaño ha sido descubierta y con su revelación
viene su desaparición.
Col 3:10 y se han puesto el de la nueva
naturaleza, que se va renovando en
conocimiento a imagen de su Creador.
Ahora estamos revestidos de su
gloria desnudos en nuestro ser interior para revelar y hacer manifiesta su
gloria, renovándose mediante el conocimiento de la verdad por medio de la
intuición de nuestro espíritu para volver a la imagen del creador.
Col 3:11 En esta nueva naturaleza no hay griego ni
judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto, esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos.
Esta nueva criatura revestido de la
gloria de Dios, trasciende los prejuicios de raza, nacionalidad, cultura,
estudios, conocimiento, su trabajo u ocupación, su pasado, para vivir en un
presente continuo de bendición, amor y gracia en Cristo como el todo.
Col 3:12 Por lo tanto,
como escogidos de Dios, santos y
amados, vístanse de afecto entrañable y
de bondad, humildad, amabilidad y paciencia,
Reconociendo que sin la gracia de
Dios no somos nada, ni podemos nada, como escogidos que somos en Cristo, sin
ningún privilegio más que este, siendo santificados y percibiéndonos amados por
Dios, permitamos que esa nueva vestidura que refleja la gloria de Dios se
muestre en el afecto, la bondad, la humildad, la amabilidad y la paciencia que
debe guiar nuestras acciones, pensamientos y palabras.
Col 3:13 de modo que se toleren unos a otros y se
perdonen si alguno tiene queja contra otro.
Así como el Señor los perdonó,
perdonen también ustedes.
Y esto puede verse en soportar,
sufrir apoyados los unos con los otros, que el perdón fluya con rapidez y se
mantenga siempre, de igual manera como Dios lo ha hecho con nosotros.
Col 3:14 Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.
El amor como el vínculo perfecto,
el amor es la perfección del creyente, en el no hay división, solo unidad. Para
vestirte de amor, necesitas desvestir al rencor, el odio, la venganza, el
desamor y a la mentira. Vestirse de amor es vaciarse a sí mismo, para liberarse
en él.
Col 3:15 Que gobierne en sus corazones la paz de
Cristo, a la cual fueron llamados en un
solo cuerpo. Y sean agradecidos.
En nuestros corazones debe gobernar
la paz, porque si aún hay conflicto en nuestro interior necesitas permitir que
Dios obre en tu corazón poderosamente para hacerte libre de todo influjo de
maldad que surja para dividir o confrontar tu ser, como un solo cuerpo, sin
segmentaciones. De vivir y experimentar la paz de Dios en nuestros corazones
solo puede surgir la gratitud.
Col 3:16 Que habite en ustedes la palabra de Cristo
con toda su riqueza: instrúyanse y
aconséjense unos a otros con toda sabiduría;
canten salmos, himnos y canciones
espirituales a Dios, con gratitud de
corazón.
Como ungidos en Dios por medio de
Cristo, su palabra, su logos (que significa mensaje, enseñanza, exhortación, o
hechos), mediten en las escrituras, en lo que Dios habla a nuestros corazones,
permitan que esta instrucción y consejo lleno de la sabiduría divina nos
permitan enriquecernos en su gracia y amor. Para que fluyan los salmos, cantos,
e himnos espirituales con gratitud a Dios.
Col 3:17 Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de
él.
Recordemos que son nuestras
acciones las que nos definen y no nuestras palabras, de modo que todo debe
estar acorde a lo que pensamos, decimos y hacemos en gratitud a Dios.
Col 3:18 Esposas,
sométanse a sus esposos, como
conviene en el Señor.
Mujeres cuán difícil es cumplir
este mandato, pues someterse implica humillarse a sí mismo, pero Pablo nos
advierte que solo debe hacerse como conviene en Dios. Como así?, pues solo es
conveniente cuando su pareja este sometido a Cristo por completo y sea capaz de
entregar su vida por usted, antes no, y esto solo es conveniente en la medida
en que la mujer también está sujeta a la voluntad de Dios y a su amor con el
cual puede reconocer el amor y la sujeción necesarias para con su cónyuge.
Col 3:19 Esposos,
amen a sus esposas y no sean duros con ellas.
Para el esposo también las palabras
se dirigen directo a su ego, amen a sus esposas porque al amarlas podrán
liberarse de todo egoísmo. Nos advierte no ser duros con ellas porque la mujer
es vaso frágil, son emocionales y nuestras acciones y palabras deben cuidarse
para evitar hacerles daño, el hombre solo debe usar su fortaleza física para
cuidar y proteger a la mujer que ama y sirve.
Col 3:20 Hijos,
obedezcan a sus padres en todo,
porque esto agrada al Señor.
La obediencia es un rasgo
característico del quebrantamiento del ser del hombre, de modo que Dios nos
induce a seguir la obediencia en sometimiento voluntario de nuestra voluntad
primero para con nuestros padres como un ejercicio de fortalecimiento
espiritual y quebrantamiento de nuestro ego y vanidad.
Col 3:21 Padres,
no exasperen a sus hijos, no sea
que se desanimen.
También Pablo al ver a los padres
puede notar que ellos fácilmente se exasperan o se tornan violentos con ellos,
por lo cual les anima a no hacerlo. Claro la disciplina es necesaria pero en la
medida y forma correcta, sin ello, solo se lograra desanimar, desalentar a los
hijos, pues no tendrán la confianza para seguir con sus vidas.
Col 3:22 Esclavos,
obedezcan en todo a sus amos terrenales,
no sólo cuando los estén mirando,
como los que quieren ganarse el favor humano, sino con integridad de corazón y por respeto
al Señor.
La esclavitud es una realidad
dolorosa para quien la ha experimentado, porque se es obligado a cumplir con la
obediencia pero no de manera voluntaria, por lo tanto Dios nos habla a través
de esta palabra para que aunque nuestros cuerpos sean esclavos de un amo
terrenal, nuestros corazones y espíritus que son libres en él, vivirán libres
aunque encarcelen y sometan nuestros cuerpos. De modo, que es allí cuando
podemos obedecer con paciencia y amor a aquellos que se enseñorean de nosotros,
pues lo que hacemos, no lo hacemos para satisfacer al ego del hombre, sino para
dar gloria a Dios. La esclavitud afecta el alma y el cuerpo del hombre
sometiéndolo a servir por obligación, odio, rencor y dolor, pero en Cristo hay
libertad para obrar con amor.
Col 3:23 Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en
este mundo,
Todas nuestras acciones, trabajos,
obligaciones deben ser cumplidas de buena gana como para el Señor, parece fácil
decirlo, pero cumplirlo no tanto; para hacerlo se debe someter al alma y la
naturaleza carnal, bajo la disciplina del Espíritu para poder obrar con
consciencia libres de su influencia.
Col 3:24 conscientes de que el Señor los recompensará
con la herencia. Ustedes sirven a Cristo
el Señor.
La consciencia es lo único que nos
puede permitir obrar con amor, manifestando la gloria de Dios, sin consciencia
es imposible que el hombre obra conforme a su voluntad, pues se cansara, se
fatigara, se frustrara. Pero en Cristo servir se convierte en una bendición y
un placer.
Col 3:25 El que hace el mal pagará por su propia
maldad, y en esto no hay favoritismos.
Quien obra mal y cree que puede
engañar a Dios, vivirá las consecuencias de sus propias acciones, y en ello no
opera ninguna preferencia, para que con disciplina seamos perfeccionados a
imagen de Dios.
Estudio bíblico
Por: Camilo A. Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe
Col 3:1 Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.
El poder
de Dios ha obrado en nosotros un milagro maravilloso, ahora la vida de Dios, la
divinidad habitan en nosotros, por lo tanto pongamos todos nuestros esfuerzos
en buscar las cosas espirituales, lo eterno, en donde Cristo gobierna.
Col 3:2 Concentren su atención en las cosas de
arriba, no en las de la tierra,
Lo terrenal es pasajero, pero
nuestra naturaleza carnal se aferra a ello como si no existiera nada más, e
intentara todo para mantenernos distraídos, desenfocados, por eso es muy importante
que toda nuestra atención consciente sea puesta en lo eterno, lo verdadero.
Col 3:3 pues ustedes han muerto y su vida está
escondida con Cristo en Dios.
Reconocer la muerte de nuestra
carnalidad es vital para avanzar en el reino, por eso muchas son las ocasiones
en que los apóstoles nos lo recalcan, para que podamos ser conscientes de lo
que Dios ha obrado en nuestras vidas, despertemos y nos mantengamos conscientes
de su presencia obrando en nuestras vidas. Ahora nuestra vida es diferente, ya
no es una vida para satisfacer nuestras almas, egos y deseos, ahora podemos
disfrutar de una vida que trasciende estas cosas para vivir en unidad con Dios.
Col 3:4 Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se
manifieste, entonces también ustedes
serán manifestados con él en gloria.
La perfección de esta vida
espiritual ha de manifestarse cuando Cristo se haga manifiesto a nuestras vidas
en totalidad, su gloria será la nuestra.
Col 3:5 Por tanto,
hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza,
bajas pasiones, malos deseos y
avaricia, la cual es idolatría.
Hacer morir consiste en entregarlo
todo, si existe algún apego por lo terrenal, será muy difícil poder librarnos
del poder y la influencia de lo carnal y todo esto siempre será sobrepuesto por
encima de Dios. Esforcémonos entonces por permitir que Dios obre en nuestros
corazones separando por medio de la palabra y la disciplina del Espíritu el
alma del espíritu.
Col 3:6 Por estas cosas viene el castigo de Dios.
El permitir que nuestra naturaleza
carnal domine nuestras acciones, trae consigo las consecuencias de nuestros
actos, como retribución por nuestras acciones equivocadas.
Col 3:7 Ustedes las practicaron en otro tiempo, cuando vivían en ellas.
Todos sin lugar a dudas hemos
puesto en práctica el pecado, pues vivíamos sumergidos en su inercia y poder.
Col 3:8 Pero ahora abandonen también todo esto: enojo,
ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno.
Estas cosas pertenecen al dominio
propio que antes estaba ausente sin Dios, pero ahora en la naturaleza divina se
nos ha concedido el control de nuestra boca, y de nuestras emociones que sin
control pueden llegar a destruirnos.
Col 3:9 Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la
vieja naturaleza con sus vicios,
Como podemos mentir si ahora
volvemos a la desnudez inicial del Edén ante Dios, nada nos cubre, la vieja
naturaleza de mentira, vicios y engaño ha sido descubierta y con su revelación
viene su desaparición.
Col 3:10 y se han puesto el de la nueva
naturaleza, que se va renovando en
conocimiento a imagen de su Creador.
Ahora estamos revestidos de su
gloria desnudos en nuestro ser interior para revelar y hacer manifiesta su
gloria, renovándose mediante el conocimiento de la verdad por medio de la
intuición de nuestro espíritu para volver a la imagen del creador.
Col 3:11 En esta nueva naturaleza no hay griego ni
judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto, esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos.
Esta nueva criatura revestido de la
gloria de Dios, trasciende los prejuicios de raza, nacionalidad, cultura,
estudios, conocimiento, su trabajo u ocupación, su pasado, para vivir en un
presente continuo de bendición, amor y gracia en Cristo como el todo.
Col 3:12 Por lo tanto,
como escogidos de Dios, santos y
amados, vístanse de afecto entrañable y
de bondad, humildad, amabilidad y paciencia,
Reconociendo que sin la gracia de
Dios no somos nada, ni podemos nada, como escogidos que somos en Cristo, sin
ningún privilegio más que este, siendo santificados y percibiéndonos amados por
Dios, permitamos que esa nueva vestidura que refleja la gloria de Dios se
muestre en el afecto, la bondad, la humildad, la amabilidad y la paciencia que
debe guiar nuestras acciones, pensamientos y palabras.
Col 3:13 de modo que se toleren unos a otros y se
perdonen si alguno tiene queja contra otro.
Así como el Señor los perdonó,
perdonen también ustedes.
Y esto puede verse en soportar,
sufrir apoyados los unos con los otros, que el perdón fluya con rapidez y se
mantenga siempre, de igual manera como Dios lo ha hecho con nosotros.
Col 3:14 Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.
El amor como el vínculo perfecto,
el amor es la perfección del creyente, en el no hay división, solo unidad. Para
vestirte de amor, necesitas desvestir al rencor, el odio, la venganza, el
desamor y a la mentira. Vestirse de amor es vaciarse a sí mismo, para liberarse
en él.
Col 3:15 Que gobierne en sus corazones la paz de
Cristo, a la cual fueron llamados en un
solo cuerpo. Y sean agradecidos.
En nuestros corazones debe gobernar
la paz, porque si aún hay conflicto en nuestro interior necesitas permitir que
Dios obre en tu corazón poderosamente para hacerte libre de todo influjo de
maldad que surja para dividir o confrontar tu ser, como un solo cuerpo, sin
segmentaciones. De vivir y experimentar la paz de Dios en nuestros corazones
solo puede surgir la gratitud.
Col 3:16 Que habite en ustedes la palabra de Cristo
con toda su riqueza: instrúyanse y
aconséjense unos a otros con toda sabiduría;
canten salmos, himnos y canciones
espirituales a Dios, con gratitud de
corazón.
Como ungidos en Dios por medio de
Cristo, su palabra, su logos (que significa mensaje, enseñanza, exhortación, o
hechos), mediten en las escrituras, en lo que Dios habla a nuestros corazones,
permitan que esta instrucción y consejo lleno de la sabiduría divina nos
permitan enriquecernos en su gracia y amor. Para que fluyan los salmos, cantos,
e himnos espirituales con gratitud a Dios.
Col 3:17 Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de
él.
Recordemos que son nuestras
acciones las que nos definen y no nuestras palabras, de modo que todo debe
estar acorde a lo que pensamos, decimos y hacemos en gratitud a Dios.
Col 3:18 Esposas,
sométanse a sus esposos, como
conviene en el Señor.
Mujeres cuán difícil es cumplir
este mandato, pues someterse implica humillarse a sí mismo, pero Pablo nos
advierte que solo debe hacerse como conviene en Dios. Como así?, pues solo es
conveniente cuando su pareja este sometido a Cristo por completo y sea capaz de
entregar su vida por usted, antes no, y esto solo es conveniente en la medida
en que la mujer también está sujeta a la voluntad de Dios y a su amor con el
cual puede reconocer el amor y la sujeción necesarias para con su cónyuge.
Col 3:19 Esposos,
amen a sus esposas y no sean duros con ellas.
Para el esposo también las palabras
se dirigen directo a su ego, amen a sus esposas porque al amarlas podrán
liberarse de todo egoísmo. Nos advierte no ser duros con ellas porque la mujer
es vaso frágil, son emocionales y nuestras acciones y palabras deben cuidarse
para evitar hacerles daño, el hombre solo debe usar su fortaleza física para
cuidar y proteger a la mujer que ama y sirve.
Col 3:20 Hijos,
obedezcan a sus padres en todo,
porque esto agrada al Señor.
La obediencia es un rasgo
característico del quebrantamiento del ser del hombre, de modo que Dios nos
induce a seguir la obediencia en sometimiento voluntario de nuestra voluntad
primero para con nuestros padres como un ejercicio de fortalecimiento
espiritual y quebrantamiento de nuestro ego y vanidad.
Col 3:21 Padres,
no exasperen a sus hijos, no sea
que se desanimen.
También Pablo al ver a los padres
puede notar que ellos fácilmente se exasperan o se tornan violentos con ellos,
por lo cual les anima a no hacerlo. Claro la disciplina es necesaria pero en la
medida y forma correcta, sin ello, solo se lograra desanimar, desalentar a los
hijos, pues no tendrán la confianza para seguir con sus vidas.
Col 3:22 Esclavos,
obedezcan en todo a sus amos terrenales,
no sólo cuando los estén mirando,
como los que quieren ganarse el favor humano, sino con integridad de corazón y por respeto
al Señor.
La esclavitud es una realidad
dolorosa para quien la ha experimentado, porque se es obligado a cumplir con la
obediencia pero no de manera voluntaria, por lo tanto Dios nos habla a través
de esta palabra para que aunque nuestros cuerpos sean esclavos de un amo
terrenal, nuestros corazones y espíritus que son libres en él, vivirán libres
aunque encarcelen y sometan nuestros cuerpos. De modo, que es allí cuando
podemos obedecer con paciencia y amor a aquellos que se enseñorean de nosotros,
pues lo que hacemos, no lo hacemos para satisfacer al ego del hombre, sino para
dar gloria a Dios. La esclavitud afecta el alma y el cuerpo del hombre
sometiéndolo a servir por obligación, odio, rencor y dolor, pero en Cristo hay
libertad para obrar con amor.
Col 3:23 Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en
este mundo,
Todas nuestras acciones, trabajos,
obligaciones deben ser cumplidas de buena gana como para el Señor, parece fácil
decirlo, pero cumplirlo no tanto; para hacerlo se debe someter al alma y la
naturaleza carnal, bajo la disciplina del Espíritu para poder obrar con
consciencia libres de su influencia.
Col 3:24 conscientes de que el Señor los recompensará
con la herencia. Ustedes sirven a Cristo
el Señor.
La consciencia es lo único que nos
puede permitir obrar con amor, manifestando la gloria de Dios, sin consciencia
es imposible que el hombre obra conforme a su voluntad, pues se cansara, se
fatigara, se frustrara. Pero en Cristo servir se convierte en una bendición y
un placer.
Col 3:25 El que hace el mal pagará por su propia
maldad, y en esto no hay favoritismos.
Quien obra mal y cree que puede
engañar a Dios, vivirá las consecuencias de sus propias acciones, y en ello no
opera ninguna preferencia, para que con disciplina seamos perfeccionados a
imagen de Dios.