La historia cuenta que había dos hermanos que se querían con toda el
alma. Ambos eran agricultores. Uno se casó y el otro permaneció soltero.
Decidieron seguir repartiendo toda su cosecha a medias. Una noche el soltero
soñó: ¡No es justo! Mi hermano tiene mujer e hijos y recibe la misma proporción
de cosecha que yo que estoy solo. Iré por las noches a su montón de trigo y le
añadiré varios sacos sin que él se dé cuenta. A su vez el hermano casado soñó
también una noche: ¡No es justo! Yo tengo mujer e hijos y mi futuro estará con
ellos asegurado. A mi hermano, que está solo, ¿quién lo ayudará? Iré por las
noches a su montón de trigo y le añadiré varios sacos sin que sé de cuenta. Así
lo hicieron ambos hermanos. Y ¡oh sorpresa! Ambos se encontraron en el camino,
una misma noche, portando sacos uno para el otro. Se miraron,
comprendieron lo que pasaba y se abrazaron con un abrazo de hermano, aún más
fuerte, y para siempre.
Pro 17:17 En todo tiempo ama el
amigo;
para ayudar en la adversidad
nació el hermano.
Todo tiene un propósito en la vida, y los hermanos de sangre como los
hermanos de fe también lo tienen, están allí para ayudarnos mutuamente, para
bendecirnos cuando más lo necesitamos, están allí para consolarnos con sus
palabras, para escucharnos cuando nadie más lo hace, están allí para animarnos
a seguir adelante aún cuando parezca imposible. Los hermanos de sangre y fe son
esa familia que nos bendice, ama y cuida. La historia cuenta la vida de dos
hermanos que se amaban y pensaban en lo mejor para el otro, que gran ejemplo,
cuando se ama de verdad se piensa así, en dar siempre lo mejor para el otro, el
mejor puesto, lo mejores regalos, el mejor tiempo, la mejor escucha, la mejor
sonrisa y el mejor consejo. El versículo sacado de proverbios nos recuerda el
propósito de la hermandad “ayudar en la adversidad”, si tienes un verdadero
hermano en la fe o de sangre, sabes que puedes confiar en él, en medio de la
adversidad, si no lo tienes entonces es tiempo de amar y cultivar amistades en
las que puedas confiar. La hermandad es también una amistad, debe construirse
con el tiempo, la dedicación y el amor que toda relación necesita, para que
fortalecida pueda dar siempre frutos agradables y de bendición.
GUÍA DE ESTUDIO
Tiene propósito tu amistad y hermandad?
Eres un hermano que ayuda?
Estas pendiente de aquellos que amas? Sean familia natural o espiritual?
Que puedes hacer hoy por tu hermano de sangre o de fe?
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