lunes, 29 de octubre de 2012

TIEMPO DE REFLEXION




El esfuerzo EXTRA es lo que separa al ser superior del mediocre; al profesional del aficionado; al héroe del general; al desprendido del caritativo; al ganador del competidor; al amigo del conocido; al sabio del culto; al invencible del perdedor. En ese EXTRA que se saca de donde nadie sabe, cuando ya las fuerzas no alcanzan, cuando la noche acecha y la soledad quiere invadir el espíritu, es cuando los hombres crecen. Ahí es donde se prueban las voluntades y donde el hombre se hace más hombre porque reconoce el poder divino de la esperanza y el valor inquebrantable de la fe. Pero hay también aquellos que en su diario y común vivir hacen de sus horas libres un continuo EXTRA. EXTRA son los días cuando en un anonimato voluntario comparte su tiempo con unos ancianos o con unos enfermos; las horas que un maestro aporta en su tiempo libre para preparar mejor una clase; los momentos que un médico batalla en silencio para salvar a un paciente que no conoce. EXTRA es salirse de la comunicación técnica y preguntarle al compañero por sus hijos y su familia. EXTRA es el detalle de dar gracias, sonreír y saludar a aquel con el que te cruzas. EXTRA es decir una palabra agradable, es ceder el paso, es no solo acordarse del cumpleaños de alguien, sino hacerle saber que no lo olvidas. EXTRA son muchos actos que distinguen al hombre educado del cortés, al generoso del egoísta, al social del intratable. EXTRA es bendecir a Dios por su bondad, por habernos enviado la lluvia que calma la sed y nutre las plantas, por ser capaces de disfrutar de la belleza del mar y del sol, que son regalos de Dios para nuestros ojos y espíritu. EXTRA es alabar cada amanecer porque nos brinda un comienzo limpio y nuevo, diferente del de ayer. EXTRA es terminar cada día dando gracias por el hoy a Dios, que nos permitió unas horas con nuestros compañeros de viaje, y que tal vez estuvo pleno de retos. EXTRAS que nos sirvieron para saborear en toda su extensión las recompensas implícitas de nuestros actos EXTRAS.
Hebreos 12:1  Por tanto,  también nosotros,  que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos,  despojémonos del lastre que nos estorba,  en especial del pecado que nos asedia,  y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.
Solo aquellos que están comprometidos con su fe, viven la vida como el deportista que se prepara para ganar la carrera, se alimenta con lo mejor, se entrena con lo mejor, y se dispone para lo mejor a diferencia del que solo quiere participar, pues aunque no lo hacemos por un premio o un título en este mundo, o hacemos por el premio más grande entregado por Dios a la humanidad, la vida eterna, como no prepararse?, como no dar lo mejor?, como no dedicar tiempo extra para nuestro entrenamiento espiritual?, para dejar de lado lo que nos impide avanzar y terminar la carrera, como la pereza, el egoísmo, la vanagloria, la envidia, el dolor, la tristeza, el apego a las cosas materiales y a los afectos, cuantos verdaderamente nos preparamos para terminar la carrera, pues parece que nos preparamos en algunas ocasiones solo para algunos tramos, no para la carrera completa. Dar lo mejor de ti muchas veces implicara dar horas extras, energía extra, esfuerzos extras, y amor sin medida.

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