ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque
Act 26:1 Entonces Agripa le dijo a Pablo: --Tienes permiso para defenderte. Pablo hizo un ademán con la mano y comenzó así su defensa:
Como era costumbre y norma ante el rey,
era este quien otorgaba los permisos para hablar durante estos eventos.
Act 26:2 --Rey Agripa, para mí es un
privilegio presentarme hoy ante usted para defenderme de las acusaciones de los
judíos,
Act 26:3 sobre todo porque usted está bien informado de todas las tradiciones y
controversias de los judíos. Por eso le ruego que me escuche con
paciencia.
Pablo apela a la paciencia del rey para
que escuche su defensa. Comprendiendo lo que los proverbios ya nos decían: “El sabio de corazón será llamado prudente, y la dulzura de palabras aumenta la persuasión” (Proverbios
16:21).
Act 26:4 "Todos los judíos saben cómo he vivido desde que era niño, desde mi edad temprana entre mi gente y
también en Jerusalén.
Act 26:5 Ellos me conocen desde hace mucho tiempo y
pueden atestiguar, si quieren, que viví como
fariseo, de acuerdo con la secta más
estricta de nuestra religión.
Pablo empieza con una introducción a su
niñez y vida como judío fariseo, vida que muchos conocían y podían dar testimonio.
Act 26:6 Y ahora me juzgan por la esperanza que tengo
en la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados.
Ahora se
adentra en el meollo del asunto, para Pablo el problema radicaba en que se le
juzgaba por poner su esperanza en la promesa que recibieron sus antepasados de
la resurrección de los muertos.
Act 26:7 Ésta es
la promesa que nuestras doce tribus esperan alcanzar rindiendo culto a Dios con
diligencia día y noche. Es por esta
esperanza, oh rey, por lo que me acusan los judíos.
La esperanza de pablo esta puesta en la
resurrección de los muertos, promesa escritural en la que Pablo se basa para
dar respuesta a las acusaciones judías.
Act 26:8 ¿Por
qué les parece a ustedes increíble que Dios resucite a los muertos?
Pablo les cuestiona sobre su creencia en
la resurrección de los muertos, es tan increíble poder creer en algo que la
misma escritura revela, y algo que era una creencia también aceptada por los
fariseos de la época, ese era el punto en el que Pablo basaba su argumentación
para que se dieran cuenta de lo injusto de sus acusaciones.
Act 26:9 "Pues bien, yo mismo estaba convencido de que debía hacer todo lo posible por combatir el nombre de
Jesús de Nazaret.
Act 26:10 Eso es precisamente lo que hice en Jerusalén. Con la
autoridad de los jefes de los sacerdotes metí en la cárcel a muchos de los
santos, y cuando los mataban, yo manifestaba mi aprobación.
Act 26:11 Muchas veces anduve de sinagoga en sinagoga
castigándolos para obligarlos a
blasfemar. Mi obsesión contra ellos me
llevaba al extremo de perseguirlos incluso en ciudades del extranjero.
Ahora se adentra en su posición como
perseguidor de la iglesia naciente, como se le había convertido en una obsesión
por su celo, llevándole a meter a la cárcel a los santos y aprobaba sus
decesos.
Act 26:12 "En uno de esos viajes iba yo hacia
Damasco con la autoridad y la comisión de
los jefes de los sacerdotes.
Act 26:13 A eso del mediodía, oh
rey, mientras iba por el camino, vi una luz del cielo, más refulgente que el sol, que con su resplandor nos envolvió a mí y a
mis acompañantes.
Act 26:14 Todos caímos al
suelo, y yo oí una voz que me decía en
arameo:* 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¿Qué sacas con darte cabezazos contra la
pared?'*
Act 26:15 Entonces pregunté: '¿Quién
eres, Señor?' 'Yo soy Jesús, a quien tú persigues --me contestó el
Señor--.
Act 26:16 Ahora,
ponte en pie y escúchame. Me he aparecido a ti con el fin de designarte
siervo y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te voy a revelar.
Act 26:17 Te libraré de tu
propio pueblo y de los gentiles. Te
envío a éstos
Act 26:18 para que les abras los ojos y se conviertan
de las tinieblas a la luz, y del poder
de Satanás a Dios, a fin de que,
por la fe en mí, reciban el
perdón de los pecados y la herencia entre los santificados.'
Pablo da cuenta de su encuentro con
Jesús en medio del camino a Damasco, esta es la segunda vez que se corrobora el
relato de Pablo que se había dado en Hechos 9. En donde con muchos detalles
resalta lo acontecido en aquel momento, como cayó al suelo con sus
acompañantes, y oyó una voz que le hablo en arameo (idioma hebreo por
excelencia). También nos muestra los cuestionamientos que el mismo Jesús le
hizo y lo que le respondió dando a entender con claridad que se trataba del
Jesús a quien perseguía por medio de sus fieles. Y luego le da un propósito de
vida por medio de sus palabras. El propósito de vida de Pablo habría de
convertirse en abrir los ojos de aquellos que escuchen el mensaje de salvación,
para que se convirtieran para que por medio de la fe en Jesús puedan recibir el
perdón de pecados y la herencia entre aquellos que son santificados en su
nombre. Allí también entendemos que la conversión implica que nuestros ojos
sean abiertos a la verdad y un proceso de conversión de las tinieblas a la luz,
del poder de Satanás al de Dios.
Act 26:19 "Así
que, rey Agripa, no fui desobediente a esa visión celestial.
Act 26:20 Al contrario,
comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en Jerusalén y en toda Judea,
y luego con los gentiles, a todos
les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepentimiento con sus
buenas obras.
Ahora Pablo otrora Saulo, señala ante el
rey Agripa que ha decidido seguir la visión celestial y el propósito que esta
le ha encomendado, por lo que ha predicado sobre arrepentimiento y conversión,
y sobre cómo estos deben luego ser demostrados con buenas obras. Las buenas
obras no preceden a la fe, sino que la fe precede a las buenas obras.
Act 26:21 Sólo por
eso los judíos me prendieron en el templo y trataron de matarme.
Ahora implica a los judíos quienes han
tratado de matarle por causa de esta misión celestial con la que se ha
comprometido.
Act 26:22 Pero Dios me ha ayudado hasta hoy, y así me mantengo
firme, testificando a grandes y
pequeños. No he dicho sino lo que los
profetas y Moisés ya dijeron que sucedería:
Act 26:23 que el Cristo padecería y que,
siendo el primero en resucitar,
proclamaría la luz a su propio pueblo y a los gentiles.
Delante de todos Pablo reconoce la ayuda
de Dios, siendo este el motivo por el que se encuentra allí y ha pasado por
todo esto para dar testimonio de su fe y conversión a poderosos, ricos y
reconocidos, como a humildes, pobres y sencillos. Pero continúa reconociendo
que lo que el predica, no es más que lo que los profetas y Moisés ya habían
dicho sobre el mesías y su resurrección tal cual como lo menciona (Salmos 22, Salmos
16:10, Isaías 53).
Act 26:24 Al llegar Pablo a este punto de su
defensa, Festo interrumpió. --¡Estás
loco, Pablo! --le gritó--.
El mucho estudio te ha hecho perder la cabeza.
Festo el gobernante de Cesarea aparece
para condenar la locura de Pablo y su relato sobrenatural. Tratando de
mostrarle que su mucho estudio le había hecho perder su cabeza, lo cual no era
cierto. El mucho estudio de la palabra de Dios a nadie hace perder la cabeza,
se pierde la cabeza cuando no se le permite a la palabra de Dios transformar
nuestras vidas.
Act 26:25 --No estoy loco, excelentísimo
Festo --contestó Pablo--. Lo que digo es
cierto y sensato.
Pablo apela a la sensatez y verdad de su
relato.
Act 26:26 El rey está
familiarizado con estas cosas, y por eso
hablo ante él con tanto atrevimiento.
Estoy convencido de que nada de esto ignora, porque no sucedió en un rincón.
De nuevo Pablo interviene comprendiendo
que lo sucedido con Jesús había tomado gran revuelo entre los pueblos cercanos
judíos y no judíos.
Act 26:27 Rey Agripa,
¿cree usted en los
profetas? ¡A mí me consta que sí!
Pablo apela al conocimiento de los profetas
que tenía el rey Agripa, quien parece respetarlos.
Act 26:28 --Un poco más y me
convences a hacerme cristiano --le dijo Agripa.
A lo que Agripa contesta que sus
argumentos casi le convencen de seguir a Cristo. Aquí también vemos que el
término “cristiano” parecía haberse extendido más allá de Antioquia y ahora
muchos también les llábana cristianos.
Act 26:29 --Sea por poco o por mucho --le replicó Pablo--, le
pido a Dios que no sólo usted, sino
también todos los que me están escuchando hoy,
lleguen a ser como yo, aunque sin
estas cadenas.
Pablo entiende que su propósito para
estar allí es para llegar a la mayor cantidad de personas de modo que lleguen a
creer en Jesús y se conviertan a Dios.
Act 26:30 Se levantó el
rey, y también el gobernador, Berenice y los que estaban sentados con
ellos.
Act 26:31 Al retirarse,
decían entre sí: --Este hombre no ha hecho nada que merezca la
muerte ni la cárcel.
Act 26:32 Y Agripa le dijo a Festo: --Se podría
poner en libertad a este hombre si no hubiera apelado al emperador.
Todos los presentes llegaron a la
conclusión que Pablo no merecía la pena de muerte por lo que se le acusaba, por
lo que se le hubiera podido dar libertad. Pero por su propia petición ahora
tendría que compadecer ante el emperador mismo, todo dentro del propósito
divino de dar a conocer su verdad.