ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo A. Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe
1Th 1:1 Pablo,
Silvano y Timoteo, a la iglesia
de los tesalonicenses que está en Dios el Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz a ustedes.*
Pablo no
agrega su autoridad apostólica como en otras cartas, porque al igual que los
Filipenses, su autoridad no necesita ninguna comprobación, ya estaba
establecida y clara sobre la iglesia. Silvano un “varón
principal entre los hermanos” (Act_15:22), y “profeta” (v. 32), y uno de
los diputados que llevaron el decreto del concilio de Jerusalén a la Iglesia de
Antioquía. Uno de los aspectos más importantes de esta carta se encuentra en su
comienzo con una iglesia que está en unidad con Dios, por medio del Hijo, en
donde la paz y la gracia sobreabundan.
1Th 1:2
Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes cuando los mencionamos en
nuestras oraciones.
Como siempre la gratitud resalta
del corazón del siervo de Dios, quien por todo da gracias con sinceridad y
amor.
1Th 1:3
Los recordamos constantemente delante de nuestro Dios y Padre a causa de
la obra realizada por su fe, el trabajo
motivado por su amor, y la constancia
sostenida por su esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
La fe que obra conforme a la verdad
es el mejor testimonio de la manifestación de Dios en nuestras vidas, esta
confianza solo es motivada por un amor que no teme, que ha dejado el miedo
atrás para vivir conforme a la divinidad, y con constancia persevera por
asemejarse a Cristo. De nuevo la esperanza, la fe y el amor son los estandartes
de un creyente ante un mundo sin esperanza, que no confía y que es egoísta.
1Th 1:4
Hermanos amados de Dios, sabemos
que él los ha escogido,
En un hombre de Dios siempre habita
la certeza de la elección divina, no cabe duda que entiende y comprende el
propósito y sentido de la misma sobre su vida, y el privilegio que esta
conlleva.
1Th 1:5
porque nuestro evangelio les llegó no sólo con palabras sino también con
poder, es decir, con el Espíritu Santo y con profunda
convicción. Como bien saben, estuvimos entre ustedes buscando su bien.
El evangelio se ha evidenciado en
sus vidas por el poder con el que Dios ha obrado en nuestros corazones para que
la fe, esa convicción acerca de la verdad se mantenga firme en nuestros
corazones.
1Th 1:6
Ustedes se hicieron imitadores nuestros y del Señor cuando, a pesar de mucho sufrimiento, recibieron el mensaje con la alegría que
infunde el Espíritu Santo.
En otra traducción encontramos que
todos “vinieron a ser” seguidores, imitadores de Cristo y de sus discípulos, lo
cual indica un acto decisivo con resultados permanentes. Y esto sucede cuando
aún en medio del sufrimiento recibieron el mensaje de poder que es infundido
por el Espíritu.
1Th 1:7
De esta manera se constituyeron en ejemplo para todos los creyentes de
Macedonia y de Acaya.
Al preocuparse primero por ser,
antes que hacer se convirtieron en ejemplo, pues su cambio y trasformación no
solo fue exterior sino interior.
1Th 1:8
Partiendo de ustedes, el mensaje
del Señor se ha proclamado no sólo en Macedonia y en Acaya sino en todo
lugar; a tal punto se ha divulgado su fe
en Dios que ya no es necesario que nosotros digamos nada.
Como verdaderos creyentes han
proclamado el mensaje de Cristo en todo lugar, su testimonio de vida y fe se ha
divulgado entre los que no creen como un poderoso mensaje de trasformación y
vida espiritual.
1Th 1:9
Ellos mismos cuentan de lo bien que ustedes nos recibieron, y de cómo se convirtieron a Dios dejando los
ídolos para servir al Dios vivo y verdadero,
Los tesalonicenses dejaron de lado
toda idolatría, toda practica inoficiosa para volverse a Dios, su amor y su fe.
1Th 1:10
y esperar del cielo a Jesús, su
Hijo a quien resucitó, que nos libra del
castigo venidero.
Y con ello recibieron la esperanza
que tenemos en Cristo, quien aquí y ahora nos libra del castigo, la culpa y el
dolor.