ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
Joh 16:1
Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo.
Jesús
es nuestro maestro y como tal se preocupa por nosotros, de modo que no quiere
que tropecemos por ignorancia o por el engaño, así que nos revela la verdad en
todo su esplendor. Entre más se nos revela Jesús, más nos conduce a tener una
profunda comunión con él.
Joh
16:2 Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os
mate, pensará que rinde servicio a Dios.
Seguido
a su muerte, la persecución de los discípulos no pararía hasta la destrucción
del templo por parte de los romanos en el año 70 d.C. Saulo de Tarso pensaba
que servía a Dios persiguiendo a la iglesia, aunque luego reconoce su gran
equivocación, el pueblo judío persiguió a la iglesia en sus comienzos, pues no
quería que las enseñanzas de Jesús fueran transmitidas.
Joh
16:3 Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí.
Y
aunque creía que servían a Dios persiguiendo y matando creyentes, esto sucedía
debido a la ignorancia del pueblo sobre el Padre y el Hijo. Aunque las
escrituras en el A.T. muestran gran evidencia sobre el Hijo y su llegada a la
tierra para sufrir y ser rechazado por su pueblo (Isaías 53), esto vino a
cumplirse solo sobre un hombre sobre la faz de la tierra, Jesucristo.
Joh
16:4 Mas os he dicho estas cosas,
para que cuando llegue la hora,
os acordéis de que ya os lo había dicho.
Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros.
Jesús
les recuerda que él les ha hablado proféticamente sobre lo que ha de sobrevenir
con su propia muerte, para que lo recuerden cuando llegue la hora de ser
perseguidos por su causa, de forma que no tengan excusa para decir que no
fueron advertidos.
Joh
16:5 Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas?
Joh
16:6 Antes, porque os he
dicho estas cosas, tristeza ha llenado
vuestro corazón.
Anteriormente
Jesús les había hablado del mismo tema, pero ellos solo se habían llenado de
tristeza y habían preguntado cosas sin sentido. Entonces, les reconviene a
preguntar a donde ira.
Joh
16:7 Pero yo os digo la verdad:
Os conviene que yo me vaya;
porque si no me fuera, el
Consolador no vendría a vosotros; mas si
me fuere, os lo enviaré.
Al
encontrarse Jesús sin las preguntas correctas, el mismo responde ante tal
inquietud con sinceridad. Lo mejor es que Jesús se vaya, porque al hacerlo
podría enviar a nosotros el consolador, intercesor, abogado, ayudador,
consejero (Parákletos en griego).
Joh
16:8 Y cuando él venga,
convencerá al mundo de pecado, de
justicia y de juicio.
El
Espíritu Santo vendría con varias funciones, la primera es convencer, amonestar,
redargüir, reprender al mundo del pecado, por eso el hombre que tiene contacto
con el Espíritu Santo experimenta un arrepentimiento verdadero, y no solo
remordimiento; luego es convencido para que reconozca la justicia de Dios que
es en Cristo para justificación de nosotros como pecadores; para luego traer
convicción sobre el juicio al que estábamos sujetos por el pecado y como al ser
justificados en Cristo ahora pasamos a ser presentados como justos ante el
padre en el juicio.
Joh
16:9 De pecado, por cuanto
no creen en mí;
Como
ya lo mencionamos, ahora de incrédulos pasamos a ser creyentes, y es entonces
cuando por medio del arrepentimiento reconocemos nuestro pecado y la maldad de
nuestro corazón. Lo que también nos lleva a la conclusión de que el pecado
encuentra arraigo en el corazón incrédulo y la incredulidad es la que da cabida
a la maldad.
Joh
16:10 de justicia, por
cuanto voy al Padre, y no me veréis más;
Solo
hay justificación en Cristo y para que esta se cumple, Jesús debe morir,
resucitar y ascender al Padre, de modo que no le verían más. Jesús es nuestra
justicia quien soporto el castigo justo por nuestro pecado, redimiéndonos de su
poder e influjo.
Joh
16:11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya
juzgado.
No
solo nosotros estábamos sujetos al juicio de Dios, sino que Satanás, el
príncipe de este mundo, cuyo principado le fue otorgado cuando el hombre peco.
También está sujeto al juicio de Dios, el cual exterminara su influencia sobre
la humanidad.
Joh
16:12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
Jesús
conoce la mente humana y no puede recargarla de información, pues al final, no
será de provecho. Esto también es importante para los maestros bíblicos, pues
es importante brindar solo la información necesaria, capaz de ayudar al
creyente a comprender la esencia de lo que se quiere enseñar. Demasiada
información repercute en el entendimiento del discípulo, por ello la sencillez
es la norma del aprendizaje.
Joh
16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de
venir.
Además,
el Espíritu Santo, llamado como el “Espíritu de verdad” nos guiara o conducirá
a la verdad, porque él no habla por su propia cuenta, sino que nos revelara
todo lo que el padre quiera decirnos, y aun eventos por venir. El creyente
tiene en el Espíritu Santo un conductor que le guiara siempre y cuando su búsqueda
sea genuina a la verdad sobre el conocimiento de Dios.
Joh
16:14 El me glorificará;
porque tomará de lo mío, y os lo
hará saber.
Algo
que nos permite distinguir si verdaderamente el Espíritu Santo nos guía, es que
siempre dará gloria al Hijo y al Padre, no se atribuirá la gloria, ni permitirá
que nosotros la tomemos. El Espíritu de Dios habrá de glorificar al Hijo al
tomar de lo suyo y dárnoslo a conocer. De allí, que nuestro conocimiento o
saber no provenga de la mente limitada del hombre, sino que provenga de la
inspiración divina.
Joh
16:15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
El
Padre y el Hijo poseen todo en común, de allí que Jesús diga que lo que tiene
el Padre, sea suyo y que tomara de lo suyo para hacérnoslo saber.
Joh
16:16 Todavía un poco, y no
me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis;
porque yo voy al Padre.
Aquí
nos habla sobre su muerte y resurrección, para luego ascender al Padre.
Joh
16:17 Entonces
se dijeron algunos de sus discípulos unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: Todavía un poco y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis;
y, porque yo voy al Padre?
Joh
16:18
Decían, pues: ¿Qué quiere decir con: Todavía un poco? No entendemos lo que habla.
Joh
16:19 Jesús
conoció que querían preguntarle, y les
dijo: ¿Preguntáis
entre vosotros acerca de esto que dije:
Todavía un poco y no me veréis, y
de nuevo un poco y me veréis?
Joh
16:20 De cierto, de cierto
os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.
Joh
16:21 La mujer cuando da a luz,
tiene dolor, porque ha llegado su
hora; pero después que ha dado a luz un
niño, ya no se acuerda de la
angustia, por el gozo de que haya nacido
un hombre en el mundo.
Joh
16:22 También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.
Sus
palabras no fueron entendidas por sus discípulos, que aunque recurrentemente
Jesús les hablo sobre lo que habría de pasar con él, su muerte y resurrección,
aun ellos no entendían nada, entendiendo sus inquietudes, Jesús responde que
ellos habrán de llorar y lamentarse con su muerte, lo cual verídicamente
ocurrió, y mientras ellos están tristes el mundo se alegrara; pero luego esa
tristeza que ellos experimentaron se convirtió en un gozo magnifico. Para ello
usa una alegoría al parto de la mujer quien presenta dolores durante el parto,
pues se ha completado el tiempo para que nazca el bebe, y cuando tiene al bebe
en sus brazos se olvida de todo el dolor que tuvo que soportar para tenerlo
ahora con ella; así mismo los discípulos sufrirían dolor y tristeza profundas
ante la pérdida de su maestro, pero cuando le volvieron a ver y pasaron con él
40 días, jamás su gozo dejo de extinguirse.
Joh
16:23 En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto,
de cierto os digo, que todo
cuanto pidiereis al Padre en mi nombre,
os lo dará.
Esto
fue lo que ocurrió, mientras ellos estuvieron con Cristo resucitado sus dudas e
inquietudes cesaron. Y entonces nos revela que ahora en Cristo tenemos acceso
libre al Padre, para pedirle por cualquier cosa que necesitemos, entonces Dios
nos lo dará, así será glorificado el Padre en el Hijo.
Joh
16:24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid,
y recibiréis, para que vuestro
gozo sea cumplido.
Mientras
estuvieron con Jesús nada pidieron, pues aun Cristo no se había revelado a
ellos después de su resurrección, pero cuando Jesús ascendió y ellos recibieron
el Espíritu Santo en pentecostés, solo hasta entonces pidieron y recibieron, de
modo que el gozo de ver el cumplimiento de la palabra de Cristo, era
suficiente.
Joh
16:25 Estas cosas os he hablado en alegorías; la hora viene cuando ya no os hablaré por
alegorías, sino que claramente os
anunciaré acerca del Padre.
Jesús
recurrió en muchas ocasiones a las parábolas o alegorías, historias reales
cortas que revelaban una verdad espiritual, para hablarles tanto a sus
discípulos como a quienes le escuchaban, de modo que el mensaje no fuera muy
claro para el oyente, en muchas ocasiones vemos a los mismos discípulos
preguntándoles sobre el significado de sus parábolas. Pero nos recuerda que
vendrá el tiempo en el cual nos anunciará claramente al Padre, lo que sucedería
después de su resurrección.
Joh
16:26 En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por
vosotros,
Joh
16:27 pues el Padre mismo os ama,
porque vosotros me habéis amado,
y habéis creído que yo salí de Dios.
Joh
16:28 Salí del Padre, y he
venido al mundo; otra vez dejo el
mundo, y voy al Padre.
Cuando
vino el tiempo del cumplimiento de la resurrección de Cristo ya no hubo
necesidad de que él rogara por nosotros, sino que el amor de Dios se hizo
manifiesto a ellos en que amaron a Jesús y creyeron que el había salido de Dios
Padre, vino al mundo para cumplir su propósito y habría de volver al Padre
luego de compartir con ellos por algún tiempo.
Joh
16:29 Le
dijeron sus discípulos: He aquí ahora
hablas claramente, y ninguna alegoría
dices.
Joh
16:30 Ahora
entendemos que sabes todas las cosas, y
no necesitas que nadie te pregunte; por
esto creemos que has salido de Dios.
Sus
discípulos están siendo procesados en el perfeccionamiento práctico del
discipulado y apenas vislumbran lo que Jesús acaba de decir.
Joh
16:31 Jesús les
respondió: ¿Ahora
creéis?
Joh
16:32 He aquí la hora viene,
y ha venido ya, en que seréis
esparcidos cada uno por su lado, y me
dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Parece
que se ha alcanzado un clímax allí, los discípulos están entendiendo, su está
madurando y está a punto de ser probada de la forma más difícil que jamás se
imaginaron. Es entonces cuando Jesús les dice que creen ahora, pero llegara la
hora en la que serán esparcidos y apartándose de su maestro le dejaran solo.
Aunque Jesus reconoce que el Padre esta con él.
Joh
16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad,
yo he vencido al mundo.
Cuando
estemos pasando por momentos de aflicción, de dolor, de problemas hemos de
recordar las palabras de Jesús, en esta vida tendremos aflicción, si no es por
una cosa, será por otra, pero debemos perseverar en nuestra confianza para con
él, pues Jesús ha vencido al príncipe de este mundo y a los deseos de este
mundo. Jesús venció para que nosotros pudiéramos confiar, en que si él pudo con
la guía de Dios, nosotros también venceremos.