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lunes, 18 de diciembre de 2017

TIEMPO DE REFLEXIÓN


Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la Tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando El Aburri­miento había bostezado por tercera vez, La Locura, como siempre tan loca, les propuso: "¿Jugamos al escondite?".
La Intriga levantó la ceja intrigada y La Curiosidad, sin poder con­tenerse, preguntó: "¿Al escondite? ¿Y qué es eso?".
! Es un juego que me he inventado -explicó La Locura-. Yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mien­tras ustedes se esconden; cuando termine de contar tengo que ir a buscarlos y cuando los haya encontrado a todos, otro ocupará mi lugar para continuar el juego".
El Entusiasmo bailó secundado por La Euforia. La Alegría dio tan­tos saltos que terminó por convencer a La Duda e incluso a La Apatía, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar: La Verdad prefirió no esconderse -¿para qué, si al final siempre la hallaban?-, La Cobardía no se atrevió a arriesgarse y La Soberbia opinó que era un juego muy tonto (aunque en el fon­do lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella).
"Uno, dos, tres...". Comenzó a contar La Locura. La primera en esconderse fue La Pereza, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. La Fe subió al cielo y La Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. La Generosidad no terminaba de esconderse, pues cada sitio que hallaba le pare­cía maravilloso para alguno de sus amigos: ¿un lago cristalino?, ideal para La Belleza; ¿la rendija de un árbol?, perfecto para La Timidez; ¿el vuelo da la mariposa?, lo mejor para La Voluptuosi­dad; ¿una ráfaga de viento?, magnífico para La Libertad... Finalmente terminó por ocultarse en un rayito de sol.
El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio: ventilado, cómodo... pero sólo para él. La Mentira se es­condió detrás de su propia fantasía; La Pasión y El Deseo, en el centro de los volcanes; El Olvido... ¡se me ha olvidado dónde se escondió! Bueno, no importa...
Cuando La Locura contaba 999.999, El Amor aún no había encon­trado sitio para esconderse, pues todos estaban ocupados. Hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores. "Un millón", contó La Locura, y comenzó a buscar. La pri­mera en aparecer fue La Pereza, tan sólo a tres pasos de una piedra. Después escuchó a La Fe conversando con Dios en el cielo, y a La Pasión y al Deseo los sintió en el vibrar de los volca­nes. En un descuido encontró también a La Envidia y, claro, de ahí pudo deducir dónde estaba El Triunfo. Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo: él solito salió disparado de su escondite, que había re­sultado ser un nido de avispas. De tanto caminar buscando a sus amigos, La Locura sintió sed y al acercarse al lago descubrió a La Belleza. Encontrar a La Duda resultó más fácil todavía, pues la halló sentada sobre una cerca, sin decidir aún de qué lado de la misma se escondería. Y así fue encontrando a todos: El Talento, entre la hierba fresca; La Angustia, en una oscura cueva; La Men­tira, a la vista de todo el mundo, y hasta El Olvido, al que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite, Sólo El Amor no aparecía por ningún sitio.
La Locura buscó detrás de cada árbol, debajo de cada piedra, entre las aguas de cada arroyuelo, en la cima de las montañas, en todos y cada uno de los agujeros del planeta... y cuando estaba a punto de darse por vencida divisó un rosal y le pareció ver algo entre las rosas. Tomó entonces una horquilla y comenzó a mover las ramas. De pronto se escuchó un grito de dolor: al moverlas, las espinas habían herido en los ojos al Amor. La Locura no sabía qué hacer para disculparse: lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta le prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde cuando por primera vez se jugó al escon­dite en la tierra, EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA.

1Co 13:7 “El amor… Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.


Ohh el amor, el amor. Siempre que pensamos en el amor evocamos lo mejor de nuestras vidas o en el caso contrario, quien no ha experimentado el amor o quien experimenta el desamor, evoca lo peor de aquello que vivió. Hermoso sentimiento que libera el alma y genera una locura tal que parece no dar cabida a la razón. Cuando pensó en el amor de Dios viene a mi su perdón, su sacrificio, su obediencia, su humillación a través de Cristo para mostrarme cuanto me ama. Luego de ver y percibir esto no puedo quedarme inerme ante tales muestras de cariño, sino que procuro vivir una vida en obediencia a sus mandamientos por amor. Antes creía que a Dios se le amaba con el amor que uno conocía, ese sentimiento de enamoramiento por el que tantos cometemos locuras, pero al descubrir su amor, descubrí en el un estado de unidad, de paz, de gozo inexplicable que solo podría provenir de él. Fue entonces que procure amar a Dios de la única manera que él lo pide y quiere, en la obediencia y sumisión que provienen de la unidad. Jesús dijo: Juan 17:23 “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”. Estar en él es conocer el verdadero amor de Dios, un amor diferente al de los hombres, en donde la locura esta presente en lo que se siente y lo que se hace por medio de este amor, en un mundo que considera locura al amor de Dios. La historia nos recuerda que el amor siempre esta acompañado de la locura, y que el amor se haya en los mas inesperados lugares, no tiene ojos pues ha aprendido a ver con su corazón, y como reza el versículo bíblico todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta. Este es el verdadero amor de Dios, no un amor egoísta envanecido en el placer del mundo, sino uno que aprende a ver desde el interior la belleza que se halla en toda la creación por medio de Dios.

GUIA DE ESTUDIO

¿Cómo es tu amor para con Dios?
¿Amas a tu prójimo?
¿Te cuesta amar a tu pareja?
¿Amas con locura a Dios?


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