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domingo, 31 de diciembre de 2017

PREDICA DOMINICAL - JESÚS MI ANCLA


JESÚS MI ANCLA

Heb 6:19 Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario,

INTRODUCCION

Todos sufrimos, todos vivimos circunstancias difíciles, todos tenemos problemas, todos experimentamos desanimo o tristeza. Las emociones son algo común a todo ser humano que vive en esta tierra.

La corrupción por el pecado hace que el sufrimiento sea común al género humano en todos los aspectos de la vida.

Y como estamos expuestos a todo este tipo de circunstancias, necesitamos algo a que aferrarnos, algo en lo cual podamos confiar. Las escrituras nos advierten “maldito el hombre que confía en el hombre”, pero aunque algunos no lo entiendan y vivan poniendo su confianza en los demás, el creyente poco a poco aprende a desprenderse de este tipo de confianza y aprende a confiar en Dios, en quien puede aferrarse en momentos difíciles, pues mientras el hombre cambia de parecer como cambia el día, Dios nunca lo hace, siempre hay estabilidad en el.

Hace algún tiempo personalmente ponía mi felicidad, mi paz, y mi confianza en las personas, por lo cual termine muy herido, lastimado y lleno de desconfianza. Al llegar a Cristo descubrí en el algo que ningún ser humano podía darme, la posibilidad de confiar aun en medio de las más terribles circunstancias.

DESARROLLLO

Fue entonces que descubrí en Cristo a mi ancla, aquel que no me soltó cuando caí, no me soltó cuando tropecé, no me soltó cuando fui engañado, no me soltó cuando sufrí, no me soltó cuando lloré, no me soltó cuando no tenía aliento para continuar. Siempre ha estado allí, disponible como un ancla segura en la cual puedo confiar, pues nunca cambia.

Esta ancla segura para mi alma me ha dado la posibilidad de confiar en medio de las más difíciles pruebas, en las noches más oscuras, su luz siempre ha prevalecido y me ha soportado. Por eso sigo confiando, y es allí en donde tú también encontraras seguridad y confianza en medio de cualquiera que sea la circunstancia que atraviesas.

El escritor de hebreos nos dice que firme y segura es el ancla (Cristo) en la que podemos descansar nuestro corazón, nuestras emociones, nuestras debilidades, y nuestros problemas. Si el ancla es firme y segura, es muy probable que no deje ir tu barco a la deriva, ni permita que te arrastren las olas del desánimo, la tristeza, el dolor.

CONCLUSION

Tenemos un ancla donde confiar, Dios no nos dice que no vamos a pasar por la tormenta, sino que tendremos un ancla firme y segura a la cual aferrarnos mientras la tormenta pasa. Todos quisiéramos no tener que atravesar la tormenta, no perder a un ser querido, no sufrir, no ser heridos, no ser lastimados; todos quisiéramos una vida llena de cosas maravillosas, pero no siempre es así. Hay momentos en lo que necesitamos de esa ancla, yo la he necesitado muchas veces y es probable que tú también la necesites.

La necesitamos para confiar en Dios, en sus promesas, en su gracia, en su amor y en su bendición que aún permanece en medio de las más difíciles circunstancias.

Levántate porque tu ancla quiere que penetres lo más profundo de tu templo interior y llevarte al lugar santísimo en donde la presencia de Dios lo sostiene todo.


Oremos, Señor no me sueltes, porque no quiero permanecer lejos de ti, sostenme fuerte en medio de la tormenta, en medio de la prueba y permíteme asirme con todo mi ser, para no soltarme y seguir confiando, amen.

domingo, 24 de diciembre de 2017

PREDICA DOMINICAL - NOS HA NACIDO


NOS HA NACIDO

Isa 9:6 Porque nos ha nacido un niño,
 se nos ha concedido un hijo;
 la soberanía reposará sobre sus hombros,
 y se le darán estos nombres:
 Consejero admirable, Dios fuerte,
 Padre eterno, Príncipe de paz.

INTRODUCCION

Mientras el mundo en esta época gasta en derroches y vanidad, se pierde en medio del engaño de esta vida, nosotros en esta fecha conmemoramos que Dios en cambio, se volvió al hombre e hizo la más maravillosa de todas sus obras, enviar a Cristo, haciéndole nacer en un cuerpo humano para bendecir a la humanidad. La navidad es un tiempo maravilloso del que tengo algunos recuerdos buenos y otros no tanto. Pero cuando no estaba con el Señor era una época que me hacía recordar todo lo que había hecho, lo vacío e inútil que me sentía por no tener lo que creía, me hacía falta. Navidad era un tiempo para gastar, disfrutar y hacer cosas que desagradaban a Dios, ahora he descubierto que su nacimiento me llevo a nacer de nuevo y a descubrir un nuevo sentido para mi vida y para esta época en particular.

La navidad ahora tiene un sentido diferente, aunque según muchos teólogos no sea la fecha exacta en que pudo haber nacido Jesús, de todas formas es un tiempo que como iglesia de Cristo podemos usar para reconciliarnos con los que estábamos disgustados, un tiempo para pedir perdón si nos hemos equivocado, un tiempo para dar, un tiempo para compartir, un tiempo para recobrar ánimo, para levantarnos y hacer lo que él nos ha pedido que hagamos.

DESARROLLO

Isaías nos recuerda el nacimiento de este ser maravilloso, concedido por Dios como la respuesta a las peticiones de su pueblo Israel y de los hombres perdidos, concedido como el más grande y mejor regalo que jamás nunca la humanidad ha podido tener.

Le fue concedida la soberanía de los pueblos y naciones. Seria llamado consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno y príncipe de paz. Le llamamos consejero admirable porque sus palabras siguen teniendo vida y espíritu que hablan a nuestros corazones para arrepentimiento, perdón y amor, haciéndonos volver a Dios. Le llamamos Dios fuerte porque aunque pudo haber renunciado a morir por nosotros, decidió hacer la voluntad del padre y con ello nos dio ejemplo de que no hay fuerza más poderosa en el mundo que la de un hombre que se decide a cumplir con la voluntad de Dios para su vida. Le llamamos Padre eterno porque él es el camino que conduce al Padre, no hay otro y porque en unidad con él, somos uno con el Padre. Y por último le llamamos príncipe de paz porque vino a cumplir con el sacrificio que el pecado del hombre necesitaba para reconciliar al hombre con Dios y hacer que su paz eterna, pudiera vivir en nuestros corazones.

Su nacimiento cambio la historia de la humanidad, y ha cambiado mi vida y la de todo aquel que a él se acerca, su poder es tan glorioso, tan poderoso que no hay palabras que puedan describirlo, solo podemos responder a su regalo, con nuestras vidas en sacrificio vivo para cumplir su voluntad.

CONCLUSION

Debemos sentirnos tan profundamente agradecidos con el Señor por lo que ha hecho con Jesús. Quien nació en las más difíciles condiciones de la época con un propósito y aunque el enemigo quiso frustrarlo y la desesperación de la prueba le hicieron pedir a Dios, al final cumplió en obediencia el mandato del Padre.

En esta época recordamos su nacimiento como el más significativo regalo que la humanidad ha recibido, un regalo que incluye perdón, vida eterna, un renacer, una vida diferente, paz, poder y gozo. Que más podríamos pedir que tu gracia para poder cumplir con tu voluntad para nuestras vidas.

Y aunque no celebro la navidad, ni arreglo mi casa con cosas que la recuerden, tengo presente en mi corazón que esta fecha me recuerda su inmenso amor y gracia, de allí que prefiera conmemorar su llegada, junto con su ministerio, muerte y resurrección, que hoy me dan el privilegio inmerecido de conocerle.


Oremos, Señor no somos dignos de este regalo maravilloso que es Cristo, quien naciendo en la más humilde de las casas, vino a dar cumplimiento a tu voluntad y a hacer de nosotros un pueblo redimido por el precio de su sangre. No quiero dejar de apreciar el regalo más hermoso que he recibido, tu perdón y amor. Gracias Señor, amen.

lunes, 18 de diciembre de 2017

TIEMPO DE REFLEXIÓN


Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la Tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando El Aburri­miento había bostezado por tercera vez, La Locura, como siempre tan loca, les propuso: "¿Jugamos al escondite?".
La Intriga levantó la ceja intrigada y La Curiosidad, sin poder con­tenerse, preguntó: "¿Al escondite? ¿Y qué es eso?".
! Es un juego que me he inventado -explicó La Locura-. Yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mien­tras ustedes se esconden; cuando termine de contar tengo que ir a buscarlos y cuando los haya encontrado a todos, otro ocupará mi lugar para continuar el juego".
El Entusiasmo bailó secundado por La Euforia. La Alegría dio tan­tos saltos que terminó por convencer a La Duda e incluso a La Apatía, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar: La Verdad prefirió no esconderse -¿para qué, si al final siempre la hallaban?-, La Cobardía no se atrevió a arriesgarse y La Soberbia opinó que era un juego muy tonto (aunque en el fon­do lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella).
"Uno, dos, tres...". Comenzó a contar La Locura. La primera en esconderse fue La Pereza, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. La Fe subió al cielo y La Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. La Generosidad no terminaba de esconderse, pues cada sitio que hallaba le pare­cía maravilloso para alguno de sus amigos: ¿un lago cristalino?, ideal para La Belleza; ¿la rendija de un árbol?, perfecto para La Timidez; ¿el vuelo da la mariposa?, lo mejor para La Voluptuosi­dad; ¿una ráfaga de viento?, magnífico para La Libertad... Finalmente terminó por ocultarse en un rayito de sol.
El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio: ventilado, cómodo... pero sólo para él. La Mentira se es­condió detrás de su propia fantasía; La Pasión y El Deseo, en el centro de los volcanes; El Olvido... ¡se me ha olvidado dónde se escondió! Bueno, no importa...
Cuando La Locura contaba 999.999, El Amor aún no había encon­trado sitio para esconderse, pues todos estaban ocupados. Hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores. "Un millón", contó La Locura, y comenzó a buscar. La pri­mera en aparecer fue La Pereza, tan sólo a tres pasos de una piedra. Después escuchó a La Fe conversando con Dios en el cielo, y a La Pasión y al Deseo los sintió en el vibrar de los volca­nes. En un descuido encontró también a La Envidia y, claro, de ahí pudo deducir dónde estaba El Triunfo. Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo: él solito salió disparado de su escondite, que había re­sultado ser un nido de avispas. De tanto caminar buscando a sus amigos, La Locura sintió sed y al acercarse al lago descubrió a La Belleza. Encontrar a La Duda resultó más fácil todavía, pues la halló sentada sobre una cerca, sin decidir aún de qué lado de la misma se escondería. Y así fue encontrando a todos: El Talento, entre la hierba fresca; La Angustia, en una oscura cueva; La Men­tira, a la vista de todo el mundo, y hasta El Olvido, al que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite, Sólo El Amor no aparecía por ningún sitio.
La Locura buscó detrás de cada árbol, debajo de cada piedra, entre las aguas de cada arroyuelo, en la cima de las montañas, en todos y cada uno de los agujeros del planeta... y cuando estaba a punto de darse por vencida divisó un rosal y le pareció ver algo entre las rosas. Tomó entonces una horquilla y comenzó a mover las ramas. De pronto se escuchó un grito de dolor: al moverlas, las espinas habían herido en los ojos al Amor. La Locura no sabía qué hacer para disculparse: lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta le prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde cuando por primera vez se jugó al escon­dite en la tierra, EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA.

1Co 13:7 “El amor… Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.


Ohh el amor, el amor. Siempre que pensamos en el amor evocamos lo mejor de nuestras vidas o en el caso contrario, quien no ha experimentado el amor o quien experimenta el desamor, evoca lo peor de aquello que vivió. Hermoso sentimiento que libera el alma y genera una locura tal que parece no dar cabida a la razón. Cuando pensó en el amor de Dios viene a mi su perdón, su sacrificio, su obediencia, su humillación a través de Cristo para mostrarme cuanto me ama. Luego de ver y percibir esto no puedo quedarme inerme ante tales muestras de cariño, sino que procuro vivir una vida en obediencia a sus mandamientos por amor. Antes creía que a Dios se le amaba con el amor que uno conocía, ese sentimiento de enamoramiento por el que tantos cometemos locuras, pero al descubrir su amor, descubrí en el un estado de unidad, de paz, de gozo inexplicable que solo podría provenir de él. Fue entonces que procure amar a Dios de la única manera que él lo pide y quiere, en la obediencia y sumisión que provienen de la unidad. Jesús dijo: Juan 17:23 “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”. Estar en él es conocer el verdadero amor de Dios, un amor diferente al de los hombres, en donde la locura esta presente en lo que se siente y lo que se hace por medio de este amor, en un mundo que considera locura al amor de Dios. La historia nos recuerda que el amor siempre esta acompañado de la locura, y que el amor se haya en los mas inesperados lugares, no tiene ojos pues ha aprendido a ver con su corazón, y como reza el versículo bíblico todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta. Este es el verdadero amor de Dios, no un amor egoísta envanecido en el placer del mundo, sino uno que aprende a ver desde el interior la belleza que se halla en toda la creación por medio de Dios.

GUIA DE ESTUDIO

¿Cómo es tu amor para con Dios?
¿Amas a tu prójimo?
¿Te cuesta amar a tu pareja?
¿Amas con locura a Dios?


domingo, 17 de diciembre de 2017

PREDICA DOMINICAL - DIOS ES SOBERANO


DIOS ES SOBERANO

Mat 6:10 “venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.

INTRODUCCIÓN

Hace poco estaba hablando con un familiar sobre la voluntad de Dios, por algo en lo que necesitaba que Dios interviniera a mi favor, pero mientras hablaba con esa persona ella me dice: "pues que se haga la voluntad de Dios, pero que le salga lo que usted quiere", a lo que yo respondí, pues si yo espero que la voluntad de Dios sea lo que yo quiero, entonces no confío verdaderamente en su voluntad. Eso me llevo a pensar que miles de creyentes piensan igual, muchos creen que la voluntad de Dios es algo moldeable a sus propios gustos y anhelos, pero eso contradice a las escrituras, las cuales mencionan que Dios es soberano (Job 23:13 "Pero él es soberano; ¿quién puede hacerlo desistir? Lo que él quiere hacer, lo hace).

Muchos creen en un Dios que no se parece al Dios de la biblia, o pocos comprenden lo que las escrituras mencionan sobre este Dios, su soberanía, y entonces piden para satisfacer sus propios deseos. Qué diferencia tan radical con el Dios de la biblia, a quien todos se someten y aceptan su voluntad como perfecta, buena y agradable (Rom 12:2).
Confiar en la voluntad divina es una de las cosas más difíciles para el hombre, pues estábamos acostumbrados lejos de Dios a creer que nosotros mismos trazábamos nuestro destino, mientras que otros piensan que pueden manipularle según su propio antojo, pero nada más lejos de la realidad. Claro que podemos hacer que Dios cambie de parecer como lo hizo Moisés, pero esta es una excepción a la regla. Pero en nada hace cambiar el hecho de que Dios sigue siendo soberano.

DESARROLLO

Jesús enseñándonos sobre la soberanía de Dios, enseña lo siguiente en la oración: Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo (Mt 6:10). Ayudándonos a dilucidar lo que la soberanía de Dios es. Cuando decimos que Dios es soberano queremos decir que él tiene el control de todo, que él está sobre todo, aun sobre aquello que creemos que él no tiene bajo control. Nos preguntamos entonces porque permite la maldad, pero nos olvidamos que las escrituras dicen: Jer 13:23 “¿Puede el etíope cambiar de piel, o el leopardo quitarse sus manchas? ¡Pues tampoco ustedes pueden hacer el bien, acostumbrados como están a hacer el mal!”. La maldad proviene de la desobediencia a los principios de Dios, así como la oscuridad no existe, y en realidad se trata de la ausencia de luz, así mismo, la maldad es solo la ausencia de Dios.
Muchos adoran a un Dios que les da todo lo que piden con fe, ¿pero es en realidad este Dios complaciente el Dios de la biblia?, puede que te lo pienses mejor, si miras lo que dicen las escrituras:

Sobre las riquezas, el honor, la fuerza y el poder:
1Ch 29:12 “De ti proceden la riqueza y el honor;
 tú lo gobiernas todo. 
 En tus manos están la fuerza y el poder,
 y eres tú quien engrandece y fortalece a todos”.

Sobre la salud:
Mat 8:16 “Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y con una sola palabra expulsó a los espíritus, y sanó a todos los enfermos”.

Fama y buen nombre:
Pro 3:4 “Contarás con el favor de Dios
 y tendrás buena fama entre la gente”.

Jesús mismo tuvo que someterse a la voluntad del Padre:
Fil 2:8 “Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!”
Jesús oro esto en Getsemaní: Luc 22:42 “diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”.

Todo esto nos habla de un Dios soberano que no rinde cuentas al hombre, porque no tiene que hacerlo, pero, aunque tendemos a hacerlo como Job, seguramente luego somos cuestionados igual que lo fue Job para quedar sin argumentos sobre los propósitos de Dios y su forma de obrar en nuestras vidas.

CONCLUSIÓN

Entonces que diremos, que Dios obra conforme a nuestros deseos o que se hace siempre su voluntad. Enfrentarme a situaciones difíciles y ver que no sucedían conforme a lo que pedía en oración y ver como Dios se glorificaba aun en medio de mi sufrimiento es lo que ha hecho que haya aprendido a confiar en la soberanía de Dios. 
El hombre necesita aprender a ser obediente a la voluntad divina, si Jesús se sometió a ella, porque nosotros creemos que va a ser diferente con nosotros. Aprendamos a morir a nosotros mismos y vivamos poniendo en práctica la voluntad de Dios. Dios no está para cumplir nuestros deseos y anhelos, más bien nosotros estamos para cumplir su voluntad y glorificar su nombre. Recordemos que la escritura dice: Salmos 37:4 “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón”. Todos recordamos el punto en el que dice que Dios concederá los deseos de nuestro corazón, pero olvidamos que primero debemos aprender a deleitarnos en él, si el no es nuestro deleite o placer, entonces jamás entenderemos que lo que Dios desea es que nos deleitemos en él y al hacerlo entonces todo deseo terrenal parecerá superfluo, y aunque parezca significante, su propósito para nuestras vidas siempre será mayor. 


Oremos, Señor abandonamos toda idea no bíblica sobre ti y abrazamos tu soberanía, tu amor, tu bendición y tu gracia que nos son suficientes para cumplir tu voluntad, ayúdanos en medio de nuestra debilidad para que podamos confiar cuando más difícil es, amen.




viernes, 15 de diciembre de 2017

MATRIMONIOS - AMÁNDONOS TAL COMO SOMOS


AMÁNDONOS TAL COMO SOMOS

Mar 12:33 “y amar al prójimo como a uno mismo, es más importante que todos los holocaustos y sacrificios”.

INTRODUCCIÓN

Queremos ser amados tal como lo idealizamos, queremos que nuestra pareja haga todo lo que nos gusta, que nos complazca, que nos ayude, que nos sirva, que nos consienta y hasta más.

Pero lo que mas se evidencia dentro de los hogares es que nuestras parejas parecen no obedecer a nuestras exigencias o nuestro querer. Muchas veces nuestra pareja parece hacer todo lo contrario a lo que queremos o nos gusta, y es allí cuando surgen muchos inconvenientes y algunos inmaduros buscaran separarse.

Esto ha motivado la destrucción de muchas relaciones, pues se nos ha inculcado falsamente que el matrimonio esta para hacernos felices, y aunque si, puede ayudarnos y darnos muchas alegrías, en realidad, no siempre es felicidad.

Hay muchas cosas que amamos de nuestros cónyuges y otras que sinceramente odiamos, lo cual nos pone un poco más difícil las cosas, de allí que amar no sea sencillo y  siempre implique morir a uno mismo.

DESARROLLO

Descubrir esta realidad cambio totalmente mi perspectiva del matrimonio, entonces comprendí que al matrimonio no se va para ser feliz, sino en obediencia al mandato divino, al que luego se le pueden añadir muchas alegrías, pero también otras cosas como tristezas y dolores.

Teniendo esto claro es que podemos reconocer que el matrimonio nos enseña a amar a nuestro cónyuge tal como es. Claro eso no nos excusa para no cambiar aquello que le hace daño a nuestro cónyuge o para que tengamos que aguantar malos tratos, sino que nos capacita para amarlo como Dios lo ama, tal cual es como Dios ha diseñado el matrimonio para existir.

Job tuvo que soportar en medio de su gran dolor, la insolencia e imprudencia de su esposa, quien le dijo: “Maldice a Dios y muérete” (Job 2:9). Pablo tuvo que hablar a las esposas y esposos para que estuviesen sujetos unos a otros diciendo: “Efesios 5:21 Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo”. Pero muchas veces seguimos empeñados en que nuestras parejas hagan lo que a nosotros nos gusta, si no lo hacen entonces tendemos a tomarlo en su contra, lo cual genera profundas heridas.

No se imaginan la cantidad de hogares que se destruyen porque su orgullo les impide amar a su cónyuge con sus fortalezas y debilidades.

CONCLUSION

De allí que se haga muy necesario comprender que Dios nos ama como somos, y al amarnos tal cual somos, perdono nuestro pecado y nos ayuda cada día para que seamos mejores. Así mismo, los cónyuges deben procurar amar a sus parejas como Dios las ama, perdonando sus errores, ayudándoles a mejorar siempre.

Claro que para que esto se dé, debemos tener paciencia, comprensión, entendimiento que solo provienen de una vida espiritual enriquecida con la presencia de Dios en nuestras vidas. El impedimento mas grande para amar a nuestro cónyuge es nuestro orgullo y la poca espiritualidad que se tiene en el hogar. Mientras que un hogar fortalecido en la oración y la comunión con Dios y su palabra siempre encontrara la forma de tratar con sus problemas, apoyarse, mejorar lo que hay que mejorar y cambiar aquello que se tiene que cambiar.

Basta de excusas, basta de argumentos en contra de la voluntad divina, siempre escucho cosas como: “es que no me ama como yo quisiera”, “es que no me quiere”, “no es como yo lo imagine”, todo esto habla de lo poco que hemos muerto a nosotros mismos y de lo mucho que nos falta por ser perfeccionados en el amor de Dios.

Procuremos entonces morir a nosotros mismos amando a nuestros cónyuges como la escritura lo pide, con acciones, con demostraciones continuas de ese amor, con buenas palabras y dejemos las criticas destructivas, las quejas, las malas palabras y malos comportamientos que dañan la relación.


Oremos, Señor ayúdanos a amar a nuestro cónyuge como tu le amas, concédenos vivir en armonía y ayudándonos mutuamente para cumplir el propósito por el que nos tienes con vida, amen.

martes, 12 de diciembre de 2017

ESTUDIO BÍBLICO JUAN 16


ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Joh 16:1  Estas cosas os he hablado,  para que no tengáis tropiezo.
Jesús es nuestro maestro y como tal se preocupa por nosotros, de modo que no quiere que tropecemos por ignorancia o por el engaño, así que nos revela la verdad en todo su esplendor. Entre más se nos revela Jesús, más nos conduce a tener una profunda comunión con él.
Joh 16:2  Os expulsarán de las sinagogas;  y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate,  pensará que rinde servicio a Dios.
Seguido a su muerte, la persecución de los discípulos no pararía hasta la destrucción del templo por parte de los romanos en el año 70 d.C. Saulo de Tarso pensaba que servía a Dios persiguiendo a la iglesia, aunque luego reconoce su gran equivocación, el pueblo judío persiguió a la iglesia en sus comienzos, pues no quería que las enseñanzas de Jesús fueran transmitidas.
Joh 16:3  Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí.
Y aunque creía que servían a Dios persiguiendo y matando creyentes, esto sucedía debido a la ignorancia del pueblo sobre el Padre y el Hijo. Aunque las escrituras en el A.T. muestran gran evidencia sobre el Hijo y su llegada a la tierra para sufrir y ser rechazado por su pueblo (Isaías 53), esto vino a cumplirse solo sobre un hombre sobre la faz de la tierra, Jesucristo.
Joh 16:4  Mas os he dicho estas cosas,  para que cuando llegue la hora,  os acordéis de que ya os lo había dicho.
 Esto no os lo dije al principio,  porque yo estaba con vosotros.
Jesús les recuerda que él les ha hablado proféticamente sobre lo que ha de sobrevenir con su propia muerte, para que lo recuerden cuando llegue la hora de ser perseguidos por su causa, de forma que no tengan excusa para decir que no fueron advertidos.
Joh 16:5  Pero ahora voy al que me envió;  y ninguno de vosotros me pregunta:  ¿A dónde vas?
Joh 16:6  Antes,  porque os he dicho estas cosas,  tristeza ha llenado vuestro corazón.
Anteriormente Jesús les había hablado del mismo tema, pero ellos solo se habían llenado de tristeza y habían preguntado cosas sin sentido. Entonces, les reconviene a preguntar a donde ira.
Joh 16:7  Pero yo os digo la verdad:  Os conviene que yo me vaya;  porque si no me fuera,  el Consolador no vendría a vosotros;  mas si me fuere,  os lo enviaré.
Al encontrarse Jesús sin las preguntas correctas, el mismo responde ante tal inquietud con sinceridad. Lo mejor es que Jesús se vaya, porque al hacerlo podría enviar a nosotros el consolador, intercesor, abogado, ayudador, consejero (Parákletos en griego).
Joh 16:8  Y cuando él venga,  convencerá al mundo de pecado,  de justicia y de juicio.
El Espíritu Santo vendría con varias funciones, la primera es convencer, amonestar, redargüir, reprender al mundo del pecado, por eso el hombre que tiene contacto con el Espíritu Santo experimenta un arrepentimiento verdadero, y no solo remordimiento; luego es convencido para que reconozca la justicia de Dios que es en Cristo para justificación de nosotros como pecadores; para luego traer convicción sobre el juicio al que estábamos sujetos por el pecado y como al ser justificados en Cristo ahora pasamos a ser presentados como justos ante el padre en el juicio.
Joh 16:9  De pecado,  por cuanto no creen en mí;
Como ya lo mencionamos, ahora de incrédulos pasamos a ser creyentes, y es entonces cuando por medio del arrepentimiento reconocemos nuestro pecado y la maldad de nuestro corazón. Lo que también nos lleva a la conclusión de que el pecado encuentra arraigo en el corazón incrédulo y la incredulidad es la que da cabida a la maldad.
Joh 16:10  de justicia,  por cuanto voy al Padre,  y no me veréis más;
Solo hay justificación en Cristo y para que esta se cumple, Jesús debe morir, resucitar y ascender al Padre, de modo que no le verían más. Jesús es nuestra justicia quien soporto el castigo justo por nuestro pecado, redimiéndonos de su poder e influjo.
Joh 16:11  y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
No solo nosotros estábamos sujetos al juicio de Dios, sino que Satanás, el príncipe de este mundo, cuyo principado le fue otorgado cuando el hombre peco. También está sujeto al juicio de Dios, el cual exterminara su influencia sobre la humanidad.
Joh 16:12  Aún tengo muchas cosas que deciros,  pero ahora no las podéis sobrellevar.
Jesús conoce la mente humana y no puede recargarla de información, pues al final, no será de provecho. Esto también es importante para los maestros bíblicos, pues es importante brindar solo la información necesaria, capaz de ayudar al creyente a comprender la esencia de lo que se quiere enseñar. Demasiada información repercute en el entendimiento del discípulo, por ello la sencillez es la norma del aprendizaje.
Joh 16:13  Pero cuando venga el Espíritu de verdad,  él os guiará a toda la verdad;  porque no hablará por su propia cuenta,  sino que hablará todo lo que oyere,  y os hará saber las cosas que habrán de venir.
Además, el Espíritu Santo, llamado como el “Espíritu de verdad” nos guiara o conducirá a la verdad, porque él no habla por su propia cuenta, sino que nos revelara todo lo que el padre quiera decirnos, y aun eventos por venir. El creyente tiene en el Espíritu Santo un conductor que le guiara siempre y cuando su búsqueda sea genuina a la verdad sobre el conocimiento de Dios.
Joh 16:14  El me glorificará;  porque tomará de lo mío,  y os lo hará saber.
Algo que nos permite distinguir si verdaderamente el Espíritu Santo nos guía, es que siempre dará gloria al Hijo y al Padre, no se atribuirá la gloria, ni permitirá que nosotros la tomemos. El Espíritu de Dios habrá de glorificar al Hijo al tomar de lo suyo y dárnoslo a conocer. De allí, que nuestro conocimiento o saber no provenga de la mente limitada del hombre, sino que provenga de la inspiración divina.
Joh 16:15  Todo lo que tiene el Padre es mío;  por eso dije que tomará de lo mío,  y os lo hará saber.
El Padre y el Hijo poseen todo en común, de allí que Jesús diga que lo que tiene el Padre, sea suyo y que tomara de lo suyo para hacérnoslo saber.
Joh 16:16  Todavía un poco,  y no me veréis;  y de nuevo un poco,  y me veréis;  porque yo voy al Padre.
Aquí nos habla sobre su muerte y resurrección, para luego ascender al Padre.
Joh 16:17  Entonces se dijeron algunos de sus discípulos unos a otros:  ¿Qué es esto que nos dice:  Todavía un poco y no me veréis;  y de nuevo un poco,  y me veréis;  y,  porque yo voy al Padre?
Joh 16:18  Decían,  pues:  ¿Qué quiere decir con:  Todavía un poco?  No entendemos lo que habla.
Joh 16:19  Jesús conoció que querían preguntarle,  y les dijo:  ¿Preguntáis entre vosotros acerca de esto que dije:  Todavía un poco y no me veréis,  y de nuevo un poco y me veréis?
Joh 16:20  De cierto,  de cierto os digo,  que vosotros lloraréis y lamentaréis,  y el mundo se alegrará;  pero aunque vosotros estéis tristes,  vuestra tristeza se convertirá en gozo.
Joh 16:21  La mujer cuando da a luz,  tiene dolor,  porque ha llegado su hora;  pero después que ha dado a luz un niño,  ya no se acuerda de la angustia,  por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.
Joh 16:22  También vosotros ahora tenéis tristeza;  pero os volveré a ver,  y se gozará vuestro corazón,  y nadie os quitará vuestro gozo.
Sus palabras no fueron entendidas por sus discípulos, que aunque recurrentemente Jesús les hablo sobre lo que habría de pasar con él, su muerte y resurrección, aun ellos no entendían nada, entendiendo sus inquietudes, Jesús responde que ellos habrán de llorar y lamentarse con su muerte, lo cual verídicamente ocurrió, y mientras ellos están tristes el mundo se alegrara; pero luego esa tristeza que ellos experimentaron se convirtió en un gozo magnifico. Para ello usa una alegoría al parto de la mujer quien presenta dolores durante el parto, pues se ha completado el tiempo para que nazca el bebe, y cuando tiene al bebe en sus brazos se olvida de todo el dolor que tuvo que soportar para tenerlo ahora con ella; así mismo los discípulos sufrirían dolor y tristeza profundas ante la pérdida de su maestro, pero cuando le volvieron a ver y pasaron con él 40 días, jamás su gozo dejo de extinguirse.
Joh 16:23  En aquel día no me preguntaréis nada.  De cierto,  de cierto os digo,  que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre,  os lo dará.
Esto fue lo que ocurrió, mientras ellos estuvieron con Cristo resucitado sus dudas e inquietudes cesaron. Y entonces nos revela que ahora en Cristo tenemos acceso libre al Padre, para pedirle por cualquier cosa que necesitemos, entonces Dios nos lo dará, así será glorificado el Padre en el Hijo.
Joh 16:24  Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre;  pedid,  y recibiréis,  para que vuestro gozo sea cumplido.
Mientras estuvieron con Jesús nada pidieron, pues aun Cristo no se había revelado a ellos después de su resurrección, pero cuando Jesús ascendió y ellos recibieron el Espíritu Santo en pentecostés, solo hasta entonces pidieron y recibieron, de modo que el gozo de ver el cumplimiento de la palabra de Cristo, era suficiente.
Joh 16:25  Estas cosas os he hablado en alegorías;  la hora viene cuando ya no os hablaré por alegorías,  sino que claramente os anunciaré acerca del Padre.
Jesús recurrió en muchas ocasiones a las parábolas o alegorías, historias reales cortas que revelaban una verdad espiritual, para hablarles tanto a sus discípulos como a quienes le escuchaban, de modo que el mensaje no fuera muy claro para el oyente, en muchas ocasiones vemos a los mismos discípulos preguntándoles sobre el significado de sus parábolas. Pero nos recuerda que vendrá el tiempo en el cual nos anunciará claramente al Padre, lo que sucedería después de su resurrección.
Joh 16:26  En aquel día pediréis en mi nombre;  y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
Joh 16:27  pues el Padre mismo os ama,  porque vosotros me habéis amado,  y habéis creído que yo salí de Dios.
Joh 16:28  Salí del Padre,  y he venido al mundo;  otra vez dejo el mundo,  y voy al Padre.
Cuando vino el tiempo del cumplimiento de la resurrección de Cristo ya no hubo necesidad de que él rogara por nosotros, sino que el amor de Dios se hizo manifiesto a ellos en que amaron a Jesús y creyeron que el había salido de Dios Padre, vino al mundo para cumplir su propósito y habría de volver al Padre luego de compartir con ellos por algún tiempo.
Joh 16:29  Le dijeron sus discípulos:  He aquí ahora hablas claramente,  y ninguna alegoría dices.
Joh 16:30  Ahora entendemos que sabes todas las cosas,  y no necesitas que nadie te pregunte;  por esto creemos que has salido de Dios.
Sus discípulos están siendo procesados en el perfeccionamiento práctico del discipulado y apenas vislumbran lo que Jesús acaba de decir.
Joh 16:31  Jesús les respondió:  ¿Ahora creéis?
Joh 16:32  He aquí la hora viene,  y ha venido ya,  en que seréis esparcidos cada uno por su lado,  y me dejaréis solo;  mas no estoy solo,  porque el Padre está conmigo.
Parece que se ha alcanzado un clímax allí, los discípulos están entendiendo, su está madurando y está a punto de ser probada de la forma más difícil que jamás se imaginaron. Es entonces cuando Jesús les dice que creen ahora, pero llegara la hora en la que serán esparcidos y apartándose de su maestro le dejaran solo. Aunque Jesus reconoce que el Padre esta con él.
Joh 16:33  Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.  En el mundo tendréis aflicción;  pero confiad,  yo he vencido al mundo.

Cuando estemos pasando por momentos de aflicción, de dolor, de problemas hemos de recordar las palabras de Jesús, en esta vida tendremos aflicción, si no es por una cosa, será por otra, pero debemos perseverar en nuestra confianza para con él, pues Jesús ha vencido al príncipe de este mundo y a los deseos de este mundo. Jesús venció para que nosotros pudiéramos confiar, en que si él pudo con la guía de Dios, nosotros también venceremos.

lunes, 11 de diciembre de 2017

TIEMPO DE REFLEXIÓN


Un corazón lleno de alegría es resultado de un corazón que arde de amor.
La alegría no es sólo cuestión de temperamento, siempre resulta difícil conservar la alegría, motivo mayor para tratar de adquirirla y de hacerla crecer en nuestros corazones.
La alegría es oración; la alegría es fuerza; la alegría es amor. Da más quien da con alegría.
A los niños y a los pobres, a todos los que sufren y están solos, bríndales siempre una sonrisa alegre; no sólo les brindes tus cui­dados sino también tu corazón. Tal vez no podamos dar mucho, pero siempre podemos brindar la alegría que brota de un corazón lleno de amor.
Si tienes dificultades en tu trabajo y si las aceptas con alegría, con una gran sonrisa, en este caso, como en muchas otras cosas, verás que tu bien sí funciona.
Además, la mejor manera de mostrar tu gratitud está en aceptar todo con alegría.
Si tienes alegría, ésta brillará en tus ojos y en tu aspecto, en tu conversación y en tu contento. No podrás ocultarla porque la ale­gría se desborda.
La alegría es muy contagiosa. Trata, por tanto, de estar siempre desbordando de alegría donde quiera que vayas. La alegría ha sido dada al hombre para que se regocije en Dios por la esperan­za del bien eterno y de todos los beneficios que recibe de Dios. Por tanto, sabrá cómo regocijarse ante la prosperidad de su veci­no, cómo sentirse descontento ante las cosas huecas.
La alegría debe ser uno de los pivotes de nuestra existencia. Es el distintivo de una personalidad generosa. En ocasiones, también es el manto que cubre una vida de sacrificio y entrega propia. La persona que tiene este don muchas veces alcanza cimas eleva­das. El o ella es como el sol en una comunidad.
Deberíamos preguntamos: "¿En verdad he experimentado la ale­gría de amar?". El amor verdadero es un amor que nos produce dolor, que lastima y, sin embargo, nos produce alegría. Por ello debemos orar y pedir valor para amar.
Que Dios te devuelva en amor todo el amor que hayas dado y toda la alegría y la paz que hayas sembrado a tu alrededor, en todo el mundo.

Lucas 6:30 A cualquiera que te pida,  dale;  y al que tome lo que es tuyo,  no pidas que te lo devuelva.

Nuestra felicidad jamás debe depender de nuestras emociones, pues ellas cambian constantemente y al vernos afligidos en alguna manera pronto perdemos todo ánimo, pero sí en cambio ponemos toda nuestra felicidad en Dios, como el no cambia, nuestra felicidad nunca cambiara. Procuremos servir con la felicidad y alegría que deben producir en nosotros un corazón encendido en el amor de Dios, que nunca falte en nosotros la capacidad de servir a quien lo necesite, pues siempre somos prontos para oír, pero tardos para poner por obra. Este mundo necesita creyentes afirmados en el amor de Dios que al encender sus corazones procuren servir por amor a su amado y procuren entregarlo todo por aquel que lo dio todo por ellos, Jesús. La reflexión nos recuerda que lo que sembremos, recogeremos, por eso preocupémonos mas por sembrar, amor, servicio, paz, alegría, amistad, bendición y reconciliación entre todos para que podamos recibir eso y mucho mas en Cristo. La palabra nos recuerda que todo aquel que tiene necesidad puede recibir de nosotros de aquello que tenemos, puede que no sea dinero, aunque si lo necesitan también podemos ofrecerlo, pero otros necesitan ánimo, ayuda, hablar, compartir, dejar la soledad, comprensión, perdón y reconciliación. Somos instrumentos de Dios para dar al mundo de lo que él mismo nos ha provisto, ¿tienes dinero? Apoya causas justas y a los necesitados, nunca dejes de dar. ¿Tienes alegría? Contagia a todos con ella y procura amarles con misericordia. ¿Tienes amor? Dalo sin medida. ¿Tienes palabra y verdad? Amales entregando la verdad del evangelio y su mensaje para que compartamos la gracia y el amor de Dios.

GUIA DE ESTUDIO

¿Con quién puedes compartir algo?
¿A quien te debes, que pueda estar necesitándote?
¿Qué necesitas tú?

¿Qué tienes para dar?