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domingo, 30 de julio de 2017

PREDICA DOMINICAL - UNA IGLESIA PRAGMÁTICA


UNA IGLESIA PRAGMÁTICA

1Co 3:19 Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está:  El prende a los sabios en la astucia de ellos.

INTRODUCCIÓN

La iglesia ha caído en el pragmatismo, y ¿que es el pragmatismo? El diccionario lo define como la tendencia a conceder primacía al valor práctico de las cosas sobre cualquier otro valor. Ahora importa más aquello que le ha funcionado a alguien más que la misma biblia, de allí que veamos tantas conferencias para saber lo que hizo tal o cual iglesia para que todos lo pongan en práctica como el último grito de la moda cristiana.
Se que Dios es práctico y muchas cosas nos enseña de forma que podamos servir y ayudar a nuestro prójimo o a nuestra congregación, algunas cosas que solo Dios revela conforme a su voluntad, pero no podemos hacer de una revelación específica para un momento especifico algo que todos tengan que usar, de allí que veamos tanta tergiversación de las escrituras.
Las escrituras son y seguirán siendo el mover profético de Dios que trae revelación al hombre y que puede guiar a todo hombre a Dios y a una comunión profunda con él, además contiene la doctrina que debemos enseñar y en la que debemos confiar para no ser engañados. Se necesita de un conocimiento básico de las escrituras para no dejar que el pragmatismo nos conduzca a lugares insospechados en donde rayemos con la falsedad.
DESARROLLO

Si notamos el pragmatismo en la vida de Jesús, todos sus milagros están llenos de formas y modos diferentes, cada uno tan especial como el trato que daba a quien lo entregaba, a un ciego le unto barro en los ojos, a paralitico solo le dijo levántate y anda, a una mujer encorvada la toco y sano, cada milagro de Jesús evidencia una revelación diferente para cada persona, momento y lugar, de modo que tratar a todos como borregos y maquinas detrás de la última tendencia en hablar en lenguas, la última moda en adoración, la última directriz en liberación es imposibilitar al espíritu Santo para que hable a nuestros corazones verdad y nos revele como obrar según su palabra y el momento.
Pero claro preferimos la fácil, lo que está funcionando, lo que hacen la mega iglesias, los mensajes que predican los pastores, profetas o apóstoles más reconocidos, mientras abandonamos nuestra comunión con Dios en pos de la última moda, de allí que la iglesia cristiana parezca vivir de moda en moda, un día son los sueños, otros la prosperidad, otros el éxito, otros la última revelación, pero siempre se habla de los mismos temas en donde el pragmatismo parece dar mejores resultados, de allí que podamos ver denominaciones que se mueven en grupos celulares, encuentros, postencuentros, libros de iniciación, y cada cosa que sale nueva parece causar furor, pero nos olvidamos de la verdadera fórmula del éxito para el creyente y su congregación, la palabra, miremos: Jos 1:8 “Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche;  cumple con cuidado todo lo que en él está escrito.  Así prosperarás y tendrás éxito”. El verdadero éxito cristiano no es tener más gente en tu congregación, ni tener más dinero, ni más fama, o más liberaciones, o más éxito con tu nuevo libro o canción, el éxito está en poner por obra todo lo que en la escritura esta dicho, obedecer, perdonar, amar, servir son cosas mayores a toda la fama del mundo, es probable que en la eternidad nos sorprenda ver a muchos que no se dieron a conocer por su éxito en el mundo como mayores que aquellos que si lo tuvieron, o nos sorprendamos cuando veamos a alguien que tuvo éxito en el mundo cristiano y se perdió.
Recordemos que muchas veces preferimos confiar en la sabiduría del hombre antes que en la de Dios, y eso ha hecho que la iglesia sufra muchísimo de divisiones y contiendas.

CONCLUSIÓN

El pragmatismo es bueno siempre y cuando sea Dios quien lo disponga para algo en específico, pero no podemos hacer la última revelación de alguien la norma. Si a tu pastor favorito le funciono que bien por él, pero yo por mi parte prefiero ceñirme siempre a la verdad de las escrituras, puede que no vea tantos milagros, aunque los he visto en mí y en personas por las que hemos orado, puede que no vea tantas liberaciones como quisiera, pero las he visto, puede que no vea todos los dones espirituales obrando, pero también los he visto en acción, así que preocupémonos primero porque la iglesia ponga por obra el consejo de las escrituras antes de embarcarnos en la última moda cristiana de alabanza, adoración, teología, o vida espiritual.
Somos diferentes y no siempre lo que funciona para uno, lo hará con el resto, así nos lo quieran hacer ver de esa forma, o confiaremos más en el hombre que en Dios, recordemos a Jeremías:
Jer 17:5 Así dice el Señor:

 "¡Maldito el *hombre que confía en el hombre!
 ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza
 y aparta su corazón del Señor!

Que el testimonio de las escrituras nos recuerde los falsos profetas y maestros que han desviado a la iglesia por seguir el pragmatismo que la inunda.
Oremos, Señor rechazamos todo pragmatismo que no provenga de ti, reconocemos tu revelación como única y poderosa, pero condúcenos a saber siempre que la primera y más profunda revelación para nuestras vidas, parejas, hogares, hijos, padres, amistades, congregación, y ministerio se halla en Cristo, amen.



viernes, 28 de julio de 2017

MATRIMONIOS - CONOCE A TU CÓNYUGE


CONOCE A TU CÓNYUGE


INTRODUCCIÓN

¿Conoces a tu pareja?, ¿realmente podrías decir que la conoces?, ¿sabes aquello que le gusta, aquello que disfruta, aquello que no le gusta, aquello que le incomoda?
Puede que a primera instancia pienses que si, pero en los encuentros que realizamos con parejas, siempre les hago un ejercicio que consiste en hacerles preguntas sobre su relación, preguntas que solo podría responder alguien que lo conoce muy bien. Lo que normalmente encuentro es que pocos responden a todas las inquietudes, y aun muchos responden muy pocas de las preguntas, lo cual es preocupante, pues llevan relaciones de años de convivencia, esto me habla de lo muy poco que se conocen y que hablan entre ellos.
Algunos pueden pensar que conocer al cónyuge es conocer su nombre, teléfono, datos personales, lugar de trabajo y cosas superficiales como esas, pero no, tiene que ver también con que cosas lucha tu pareja, que pecados le persiguen, que cosas le desaniman, que problemas tiene.

DESARROLLO

Responde a las siguientes preguntas para que te des una pequeña idea de si conoces a tu cónyuge:
¿Cuál es su plato de comida favorito?
¿Cuál es el pecado con el que más tiene que lidiar?
¿Que ha sido lo más difícil que su pareja ha enfrentado en la vida hasta ahora?
¿Que es lo que más teme tu pareja?

Estas son solo unas pequeñas preguntas para que hagas un diagnóstico de que tanto conoces a tu pareja, claro, son solo tres preguntas, ellas no te dirán todo, pero si respondes las 3 puede que conozcas en algo a tu cónyuge, de no contestar ninguna algo está mal, y si solo contestas una, pues la cosa no va bien.

Conocer a alguien no es tan difícil, solo se necesita tiempo y dedicación, pero para conocer a alguien en su interior eso si es más complejo porque se necesita una relación más íntima, más profunda que no se quede en la superficie, sino que se apoye en una relación de confianza mayor, que solo es posible en la intimidad.

Si no tienes una relación profunda con tu cónyuge es probable que no le conozcas bien, que tengas alguna idea de cómo es, pero no le conoces bien.

Se necesita pasar tiempo en intimidad para conocer a alguien verdaderamente, lo mismo es aplicable a nuestra vida espiritual y a nuestras amistades. 

CONCLUSION

La única forma en que puedes conocer en verdad a tu cónyuge es pasando tiempo de calidad y mucha cantidad, porque siempre me encuentro con personas que dicen, que pasan tiempo de calidad, pero cuando hablo con sus parejas y familias ellos creen que necesitan más tiempo en cantidad para que sea de calidad.

Conózcanse, pregúntense cada vez cosas más íntimas, hasta que logren conocer lo que más puedan de su cónyuge, hacerlo traerá grandes beneficios, porque sabrás que áreas debes priorizar en tratar de tu relación, sabrás como agradar mejor a tu cónyuge, como conquistarle, como enamorarle, como hacer que disfrute del matrimonio.
Pregunta, pregunta, pregunta y luego escucha, escucha y escucha, hasta el cansancio y la fatiga, porque estas respuestas y preguntas te dirán todo de tu cónyuge si escuchas con atención.

Reconócelo, no conoces a tu cónyuge tan bien, como pensabas, es tiempo de que descubras el ser maravilloso que se esconde allí.

Oremos, Señor permite que como pareja en matrimonio nos conozcamos, permítenos disfrutar del tiempo en pareja y permite que nuestro matrimonio pueda llegar al punto de intimidad en el que no haya secretos y que todo lo podamos decir con confianza y así honrar y bendecir a nuestra pareja, amen.


martes, 25 de julio de 2017

ESTUDIO BÍBLICO JUAN 6


ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Joh 6:1  Algún tiempo después,  Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea  (o de Tiberíades).
Joh 6:2  Y mucha gente lo seguía,  porque veían las señales milagrosas que hacía en los enfermos.
Multitudes siguen los milagros y las señales, pero pocos siguen verdaderamente al maestro. Miles seguían a Jesús como muchos siguen las modas en la iglesia, lo visible, pero pocos le siguen en lo secreto de su corazón, en donde la vida espiritual toma lugar y dan testimonio al exterior.
Joh 6:3  Entonces subió Jesús a una colina y se sentó con sus discípulos.
Jesús pasa particularmente mucho tiempo aparte con sus discípulos tratando de enseñarles, no solo con su ejemplo, sino también en palabras.
Joh 6:4  Faltaba muy poco tiempo para la fiesta judía de la Pascua.
Juan hace un especial énfasis en las fiestas judías, sobre todo en la Pascua como alusión al cumplimiento de esta en Cristo, nuestro cordero pascual.
Joh 6:5  Cuando Jesús alzó la vista y vio una gran multitud que venía hacia él,  le dijo a Felipe:  --¿Dónde vamos a comprar pan para que coma esta gente?
Joh 6:6  Esto lo dijo sólo para ponerlo a prueba,  porque él ya sabía lo que iba a hacer.
Jesús conoce nuestros corazones y por ello son muchas las oportunidades que usa para probar la fe que decimos tener. Y esta es una oportunidad grandiosa que usa para ponerlo a prueba. La prueba era como alimentar a una multitud hambrienta.
Joh 6:7  --Ni con el salario de ocho meses* podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a cada uno --respondió Felipe.
Felipe atiende a su naturaleza lógica y propone que ni aun con el salario de un hombre de 8 meses de trabajo podría siquiera comprarse el pan necesario para dar a cada persona un pedazo de pan. La lógica es casi siempre la primera en contestar, la primera en responder y la primera en ser sometida a prueba.
Joh 6:8  Otro de sus discípulos,  Andrés,  que era hermano de Simón Pedro,  le dijo:
Joh 6:9  --Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados,  pero  ¿qué es esto para tanta gente?
Andrés el hermano de Pedro atiende a la inquietud tomando a un muchacho que tenía cinco panes y dos pescados, pero de nuevo alude a la lógica y con ella sus cuentas no alcanzan.
Joh 6:10  --Hagan que se sienten todos --ordenó Jesús.  En ese lugar había mucha hierba.  Así que se sentaron,  y los varones adultos eran como cinco mil.
Joh 6:11  Jesús tomó entonces los panes,  dio gracias y distribuyó a los que estaban sentados todo lo que quisieron.  Lo mismo hizo con los pescados.
Joh 6:12  Una vez que quedaron satisfechos,  dijo a sus discípulos:  --Recojan los pedazos que sobraron,  para que no se desperdicie nada.
Joh 6:13  Así lo hicieron,  y con los pedazos de los cinco panes de cebada que les sobraron a los que habían comido,  llenaron doce canastas.
Este es la señal de la multiplicación de los panes y los pescados para los cinco mil, haciendo alusión de los varones adultos, costumbre arraigada de aquella época (contar solo a los varones adultos), pero todos reconocen que podrían tratarse de miles de personas más pues de seguro a Jesús le seguían también mujeres, jóvenes y niños, lo que hacía más estruendosa esta señal. La multiplicación de los panes tiene en si el cumplimiento de una señal que hablaba de Jesús el pan de vida que quitaría el hambre de su pueblo y las naciones gentiles que vinieran a el. Las señales siempre hablan de una simbología o tipología de lo que habría de venir o suceder con Cristo. Al final termina diciéndonos que quedaron doce canastas que aluden a los doce discípulos suyos que habrían de seguir propagando su mensaje, saciando el hambre de la humanidad.
Joh 6:14  Al ver la señal que Jesús había realizado,  la gente comenzó a decir:  "En verdad éste es el profeta,  el que ha de venir al mundo."
Esta señal da comienzo a que todos empiecen a pensar en el como el mesías profético que habría de venir al mundo para liberar a su pueblo.
Joh 6:15  Pero Jesús,  dándose cuenta de que querían llevárselo a la fuerza y declararlo rey,  se retiró de nuevo a la montaña él solo.
Jesús conoce la intención del corazón del hombre y reconoce que luego de este suceso muchos quieren proclamarle rey a la fuerza, a lo cual él se retira en soledad a la montaña. Los tiempos de soledad son importantes para que podamos volver a la verdad y no dejarnos llevar por los comentarios, las alabanzas o situaciones que pueden hacer que no cumplamos la voluntad de Dios. Jesús se aparta en cumplimiento a la voluntad del Padre, evitando así ser proclamado rey por quienes le seguían. De igual forma el siervo de Dios debe cuidar ser proclamado o tenido en mayor estima que su maestro, por eso debemos meditar en soledad sobre nuestras acciones y nuestras motivaciones en el ministerio.
Joh 6:16   Cuando ya anochecía,  sus discípulos bajaron al lago
Joh 6:17  y subieron a una barca,  y comenzaron a cruzar el lago en dirección a Capernaúm.  Para entonces ya había oscurecido,  y Jesús todavía no se les había unido.
Joh 6:18  Por causa del fuerte viento que soplaba,  el lago estaba picado.
Joh 6:19  Habrían remado unos cinco o seis kilómetros* cuando vieron que Jesús se acercaba a la barca,  caminando sobre el agua,  y se asustaron.
Joh 6:20  Pero él les dijo:  "No tengan miedo,  que soy yo."
Joh 6:21  Así que se dispusieron a recibirlo a bordo,  y en seguida la barca llegó a la orilla a donde se dirigían.
Juan nos cuenta el suceso cuando vieron caminar a Jesús sobre las aguas, sin hacer referencia a Pedro y su caminar sobre el agua. Su comentario asumimos solo hace referencia a Jesús y a su poder sobre las leyes naturales. Ver a Jesús caminando debió ser para ellos una confirmación de su poder, aunque al comienzo se hubieran asustado. Cuantas veces no nos asustamos por lo que sucede a nuestro alrededor, los vientos de sufrimiento y las olas de los problemas y situaciones adversas se levantan, y aunque puedan generar temor en nuestros corazones, debemos aprender a confiar en que Dios tiene el control.
Joh 6:22   Al día siguiente,  la multitud que se había quedado en el otro lado del lago se dio cuenta de que los discípulos se habían embarcado solos.  Allí había estado una sola barca,  y Jesús no había entrado en ella con sus discípulos.
Joh 6:23  Sin embargo,  algunas barcas de Tiberíades se aproximaron al lugar donde la gente había comido el pan después de haber dado gracias el Señor.
Joh 6:24  En cuanto la multitud se dio cuenta de que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí,  subieron a las barcas y se fueron a Capernaúm a buscar a Jesús.
Joh 6:25   Cuando lo encontraron al otro lado del lago,  le preguntaron:  --Rabí,  ¿cuándo llegaste acá?
La multitud que sigue a Jesús está atenta de todos sus movimientos por eso le preguntan cómo llego hasta sus discípulos sin haberse ido con ellos en la barca. Solo los íntimos, sus discípulos pueden ver y experimentar en sus vidas el poder sobrenatural de Dios, mientras la multitud solo busca saciar su propia necesidad.
Joh 6:26   --Ciertamente les aseguro que ustedes me buscan,  no porque han visto señales sino porque comieron pan hasta llenarse.
Joh 6:27   Trabajen,  pero no por la comida que es perecedera,  sino por la que permanece para vida eterna,  la cual les dará el Hijo del hombre.  Sobre éste ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación.
Jesús expone el corazón y el pensamiento de las multitudes, ellas no le siguen porque entienden las señales que ven, ellas solo buscan saciar su sed de ego, y llevar a Jesús al cumplimiento de sus propios deseos.
Joh 6:28   --¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige?  --le preguntaron.
Joh 6:29   --Ésta es la obra de Dios:  que crean en aquel a quien él envió --les respondió Jesús.
Las multitudes solo se preocupan por lo que hay que hacer, lo que hay que cumplir, por eso las religiones sacian el deseo de las multitudes, porque ellas les brindan un que hacer, pero Jesús les dice que la obra de Dios es que crean a aquel que les ha sido enviado, pero, aunque lo tuvieron entre ellos y vieron señales y milagros no pudieron creer, porque para creer se necesita mayor intimidad y confianza.
Joh 6:30  --¿Y qué señal harás para que la veamos y te creamos?  ¿Qué puedes hacer?  --insistieron ellos--.
Aunque la señal ya había sido hecha, ellos seguían pidiendo una señal, habían comido pan y pescado de forma sobrenatural. Las multitudes solo esperan lo milagroso, lo visible, porque el camino espiritual es personal, interior, íntimo.
Joh 6:31  Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto,  como está escrito:  'Les dio a comer pan del cielo.'*
Joh 6:32   --Ciertamente les aseguro que no fue Moisés el que les dio a ustedes el pan del cielo --afirmó Jesús--.  El que da el verdadero pan del cielo es mi Padre.
Joh 6:33   El pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.
Joh 6:34   --Señor --le pidieron--,  danos siempre ese pan.
Joh 6:35   --Yo soy el pan de vida --declaró Jesús--.  El que a mí viene nunca pasará hambre,  y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.
Joh 6:36   Pero como ya les dije,  a pesar de que ustedes me han visto,  no creen.
Jesús apela a las enseñanzas del Antiguo testamento para que ellos pudieran ver la simbología del mana que el pueblo de Israel había recibido en el desierto tenía con el mismo. Él se revela como el pan de vida, el pan que como en la antigüedad descendió del cielo, ahora ha descendido en forma corporal para saciar el hambre espiritual de su pueblo y de todo aquel que en él crea. Ellos nuevamente incrédulos piden de ese pan sin comprender que le tienen en frente suyo y no lo pueden ver. Para creer hace falta algo más que ver un milagro o una señal, muchos las vieron y aun siguieron en tinieblas, para llegar a creer, primero se necesita tener hambre.
Joh 6:37   Todos los que el Padre me da vendrán a mí;  y al que a mí viene,  no lo rechazo.
Joh 6:38   Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad sino la del que me envió.
Joh 6:39   Y ésta es la voluntad del que me envió:  que yo no pierda nada de lo que él me ha dado,  sino que lo resucite en el día final.
Joh 6:40   Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él,  tenga vida eterna,  y yo lo resucitaré en el día final.
Jesús aplica un principio maravilloso en su evangelización, el confía en que el Padre es quien traerá a él a sus discípulos y seguidores, no es por su propio esfuerzo o labor, nadie puede creer que son sus propias estrategias las que harán que llegue a hacer lo que el Padre le pide. Para cumplir la voluntad de Dios se necesita pasar tiempo conociéndola, poniéndola en práctica con obediencia y sumisión. En el versículo 40 nos deja conocer la voluntad de Dios, que es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él, pueda disfrutar de la vida eterna y sea resucitado al final. El que cree obedece, entiende y sigue la voluntad del Padre para su vida disfrutará de lo eterno aquí y ahora, y en el día final recibirá su parte.
Joh 6:41  Entonces los judíos comenzaron a murmurar contra él,  porque dijo:  "Yo soy el pan que bajó del cielo."
Luego de que muchos quisieron hacerlo rey, pronto cambiaron de parecer murmurando en contra suya por lo que había dicho. Quien no comprende la verdad espiritual solo puede criticar o juzgar aquello que no entiende.
Joh 6:42  Y se decían:  "¿Acaso no es éste Jesús,  el hijo de José?  ¿No conocemos a su padre y a su madre?  ¿Cómo es que sale diciendo:  'Yo bajé del cielo'?"
Entre quienes le seguían había personas que conocían a Jesús, su familia, a su padre putativo, José y a su madre María. Aunque ellos le escuchaban hablar y veían con sus propios ojos la evidente manifestación del poder de Dios en milagros y señales, su mente les impide reconocer su verdadera proveniencia.
Joh 6:43   --Dejen de murmurar --replicó Jesús--.
Joh 6:44   Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió,  y yo lo resucitaré en el día final.
Somos llamados a predicar las buenas nuevas del evangelio, pero nadie puede venir a Jesús si primero el Padre no lo atrae hacia él. Así que nuestra tarea es predicar para que todo aquel a quien el Padre atraiga se vuelva a Cristo y al fin de los días Jesús mismo le resucite de entre los muertos.
Joh 6:45   En los profetas está escrito:  'Todos serán enseñados por Dios.'* En efecto,  todo el que escucha al Padre y aprende de él,  viene a mí.
Joh 6:46   Al Padre nadie lo ha visto,  excepto el que viene de Dios;  sólo él ha visto al Padre.
Jesús no contesta a sus preguntas, sino que continua demostrándonos que nadie viene a él y le reconoce como el enviado, el mesías, el hijo de Dios a menos de que no sea atraído por el Padre. Todo verdadero seguidor del Padre, viene al Hijo. Y nos deja entrever que nadie ha visto a Dios, excepto el que viene de él mismo, una maravillosa verdad que nos acerca a la triunidad.
Joh 6:47   Ciertamente les aseguro que el que cree tiene vida eterna.
Joh 6:48  Yo soy el pan de vida.
Joh 6:49  Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto,  y sin embargo murieron.
Joh 6:50  Pero éste es el pan que baja del cielo;  el que come de él,  no muere.
La fe es la que trae el cumplimiento de la promesa, la vida eterna. Jesús es el pan de vida provisto por el Padre para saciar el hambre espiritual de su pueblo y las naciones de la tierra. Así como en el desierto cuando el pueblo tenía hambre, Dios hizo descender maná del cielo, pero aunque lo recibieron ellos perecieron, pues solo es una tipología de lo que habría de suceder con Cristo, el verdadero pan provisto por Dios que descendió del cielo y todo aquel que come de sus enseñanzas y vida, no morirá.
Joh 6:51  Yo soy el pan vivo que descendió del cielo;  si alguno comiere de este pan,  vivirá para siempre;  y el pan que yo daré es mi carne,  la cual yo daré por la vida del mundo.
Mientras el mana que descendió del cielo no perduraba, Jesús es el pan vivo que bajo del cielo y que perdura para siempre. Quien come de este pan provisto por el padre vivirá eternamente en Cristo, pues habla proféticamente de como entrego su carne o cuerpo al escarnio de la cruz para que la vida eterna encontrara cabida en el mundo.
Joh 6:52  Entonces los judíos contendían entre sí,  diciendo:  ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Parece que lo que dijo Jesús suscito controversia entre ellos pues no podían comprender como este hombre podría darles a comer su propia carne, algo que era prohibido por la ley mosaica, siempre que Jesús hablaba de forma ilustrativa o simbólica era imposible para ellos comprender su trasfondo, pero esto no es solo para ellos, sino para todo aquel que intenta comprender las verdades del evangelio sin el Espíritu Santo quien es el que nos enseña todas las cosas (Juan 14:26).
Joh 6:53  Jesús les dijo:  De cierto,  de cierto os digo:  Si no coméis la carne del Hijo del Hombre,  y bebéis su sangre,  no tenéis vida en vosotros.
Comer y beber sangre y carne que aun la contenga era considerado inmundo por la ley, de modo que esta enseñanza confrontaba los arraigos religiosos más profundos entre los judíos, quienes escuchaban a este hombre según ellos contradecir sus creencias. El problema era que no comprendían su ilustración de lo que significaría su sacrificio en la cruz. Así como el comer y beber son necesarios para vivir, la salvación y la vida eterna implicaría el que comiéramos y bebiéramos participando de su sacrificio expiatorio.
Joh 6:54  El que come mi carne y bebe mi sangre,  tiene vida eterna;  y yo le resucitaré en el día postrero.
Solo aquellos que participan del sacrificio expiatorio en el que Jesús brindo su carne como el pan de vida y su sangre como la que sellaba el pacto, pueden participar de la vida eterna en la cual está implícita la promesa de la resurrección de los muertos.
Joh 6:55  Porque mi carne es verdadera comida,  y mi sangre es verdadera bebida.
Su carne es verdadera comida porque no perece, hace que quien la coma tampoco perezca y sacia su hambre eternamente; su sangre es verdadera bebida porque no solo calma la sed, sino que la sacia por la eternidad. Además, recordemos que la palabra en el A.T. nos dice que en la sangre esta la vida (Deut 12:23), como un recordatorio de que en la sangre de Cristo no solo esta la vida, sino la vida eterna.
Joh 6:56  El que come mi carne y bebe mi sangre,  en mí permanece,  y yo en él.
Muchos piensan que este pasaje hace alusión a la santa cena, pero no todo están de acuerdo pues no es solo por la santa cena que alguien verdaderamente recibe la vida eterna sino por la fe depositada en el Hijo. Así que comer y beber de su sangre hace referencia al hecho de la fe que hace que confiemos en su providencia para nuestra salvación, que fueron su cuerpo y su sangre para redención del pecado.
Joh 6:57  Como me envió el Padre viviente,  y yo vivo por el Padre,  asimismo el que me come,  él también vivirá por mí.
Así como la vida del Hijo esta sujeta a la del Padre, el que come o cree del Hijo estará sujeto a la vida del Hijo.
Joh 6:58  Este es el pan que descendió del cielo;  no como vuestros padres comieron el maná,  y murieron;  el que come de este pan,  vivirá eternamente.
Mientras los que comieron maná murieron, el que come del sacrificio de Jesús vivirá para siempre.
Joh 6:59  Estas cosas dijo en la sinagoga,  enseñando en Capernaum.
Joh 6:60  Al oirlas,  muchos de sus discípulos dijeron:  Dura es esta palabra;  ¿quién la puede oír?
Todo esto lo enseño en medio de un templo judío en el cual hubiera podido ser apedreado por decir que deberían comer de su carne y beber de su sangre, tanto así que sus mismos discípulos no pudieron comprenderlo y reconocieron lo duro o difícil de esta palabra. Aquí se revela el pensar de muchos que seguían a Jesús, quienes al verse confrontados por una enseñanza que desafiaba su lógica prefirieron dejarle.
Joh 6:61  Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto,  les dijo:  ¿Esto os ofende?
Joh 6:62  ¿Pues qué,  si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?
Jesús sabiendo que no comprendían lo que había dicho, les pregunta si se sienten ofendidos por lo que dijo, pero luego incluye una pregunta que revela su divinidad, pero que les confrontaba en su confianza para con él. La enseñanza de Jesús jamás fue fácil de entender, pues se necesitaba del Espíritu Santo para comprenderla, el problema era que ellos se quedaban con su propio parecer y esto les apartaba del entendimiento.
Joh 6:63  El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Es aquí donde terminamos por comprender que todo lo que dijo fue inspirado por el Espíritu Santo y por lo tanto sus palabras tenían su esencia espiritual y también su vida, pero que no seria comprendida hasta que la vida por medio del Espíritu Santo llegara a la humanidad, entonces todo lo que les había dicho tomaría relevancia y aprovechamiento.
Joh 6:64  Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
Jesús saca a relucir que entre los que le seguían se encontraban algunos que no creían en lo que les decía, a pesar de los milagros, señales y prodigios vistos. Y a pesar de que sabia quienes eran desde el principio no les aparto, ni les impidió ser sus discípulos.
Joh 6:65  Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
La gracia a sido dada a todos para que sean llamados al arrepentimiento, pero hay quienes a pesar de esto se empeñan en la incredulidad, y con ello nos muestran que nadie viene al Hijo sino fuere capacitado por el Padre.
Joh 6:66  Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Aquí vemos como un grupo grande de los que seguían a Jesús se apartaron y decidieron no andar mas con Jesús debido a sus polémicas declaraciones, que parecían no estar en concordancia con lo que pensaban o creían. Dios desafía nuestras creencias para que podamos ir en pos suyo sin prejuicios, ni orgullo.
Joh 6:67  Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
Jesús confronta a aquellos que él ha elegido como sus discípulos para que el que quiera irse se vaya, a pesar de que en el grupo había un incrédulo este prefirió quedarse con ellos, mientras el resto fueron al menos algo más consecuentes con su forma de pensar. Es probable que Judas pensara que Jesús solo quería apartar a toda esta chusma para quedarse con ellos y por eso no le abandonara en ese preciso momento.
Joh 6:68  Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Pedro dando muestras de su cercanía al reino de Dios, dice estas preciosas palabras que susurran en nuestros oídos la misma sensación que tenemos en nuestro interior y que clama ¿a quien iremos?, si solo tu tienes palabras de vida. Quien hace resonar nuestro interior con sus palabras como Cristo, quien nos hace repensar nuestra vida como él, quien escudriña nuestros caminos y nos muestra la verdadera esencia de la vida, sino él.
Joh 6:69  Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Pedro se adentra al reconocer que Jesús es el Mesías, el Cristo, el Hijo del Dios viviente, en el que la mayoría de ellos han creído y entendido, aunque aun no les haya sido revelado aun todo por completo.
Joh 6:70  Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?
Joh 6:71  Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce. 

Sus palabras son duras y difíciles a tal punto de revelar a aquel que habría de entregarle como perteneciente al Diablo, un infiltrado en medio de ellos, los suyos, sus escogidos, pero quien tenía una tarea que realizar, y a quien todos identifican como Judas Iscariote. Sus palabras confrontan nuestra incredulidad, las intenciones de nuestro corazón y nos llevan a cuestionar nuestra fe, ¿porque creemos en Jesús?, ¿realmente creemos en lo que dijo y en quién es?, o solo le seguimos por lo que nos ha dado o por lo que puede darnos. 

lunes, 24 de julio de 2017

TIEMPO DE REFLEXIÓN


En un pequeño pueblo vivía un anciano con su hijo de 17 años. Un día, el único caballo blanco con que trabajaba saltó la reja y se fue con varios caballos salvajes. La gente del pueblo murmuraba: "¡Qué desgracia la suya, don Cipriano!", y él, tranquilo, contestaba: "Qui­zás una desgracia o quizás una bendición".
Días después, el caballo blanco volvió junto a un hermoso caballo salvaje, y la gente saludaba al anciano diciéndole: "¡Qué bendi­ción!", a lo que don Cipriano replicaba: "Quizás una desgracia o quizás una bendición".
A los pocos días, el hijo adolescente, mientras montaba el caballo salvaje para domarlo, fue derribado y se fracturó una pierna, a raíz de lo cual empezó a cojear, y la gente le decía al anciano: "¡Qué desgracia la suya, buen hombre", a lo que él replicaba: "Quizás una desgracia o quizás una bendición".
Oras después inició la guerra y todos los jóvenes del pueblo fue­ron llevados al frente de batalla, pero a su hijo no lo llevaron por su cojera, y toda la gente del pueblo saludaba al anciano y le comen­taba: "¡Qué bendición la suya, don Cipriano!". Y él, con su fe in­quebrantable, contestó una vez más diciendo: "Sólo Dios lo sabe quizás sea una bendición o quizás una desgracia".
Efectivamente, sólo Dios sabe y Él nunca se equivoca.

Ec 9:12 Vi además que nadie sabe cuándo le llegará su hora. Así como los peces caen en la red maligna y las aves caen en la trampa, también los hombres se ven atrapados por una desgracia que de pronto les sobreviene.

Puede que detrás de una gran desgracia o calamidad se esconda la bendición de Dios, no lo sabemos, en el momento en que nos suceden cosas contrarias solo nos quejamos y renegamos de lo que vivimos, pero luego nos damos cuenta de la bendición que fue haber sido probados con aquella dificultad. La historia de hoy nos ayuda a reconocer que no sabemos lo que Dios dispone con cada circunstancia que vivimos, puede que una bendición se esconda en cada situación adversa, o que lo que parece bueno esconda una gran calamidad, de allí que como no sabemos debemos confiar en Dios y su soberana voluntad, lo cual nos permitirá afrontar cada situación, sea buena o mala de la mejor forma posible con fe y esperanza, sabiendo que Dios por algo lo dispuso de esa manera. El proverbio nos recuerda que el hombre fácilmente puede ser atrapado por la desgracia que de pronto sobreviene, de allí que es bueno estar preparados en cualquier momento para lo bueno, pero aún más para lo malo.

GUÍA DE ESTUDIO

¿Que bendiciones ha traído a tu vida, los momentos difíciles?
¿Esperas solo cosas buenas en tu vida?
¿Estás preparado para los momentos malos?

¿Cómo respondes ante la adversidad?

domingo, 23 de julio de 2017

PREDICA DOMINICAL - CONSIDERA LA BONDAD Y LA SEVERIDAD DE DIOS


CONSIDERA LA BONDAD Y LA SEVERIDAD DE DIOS


Por tanto, considera la bondad y la severidad de Dios: severidad hacia los que cayeron y bondad hacia ti. Pero, si no te mantienes en su bondad, tú también serás desgajado.
Romanos 11:22 NVI

INTRODUCCIÓN

Casi siempre consideramos el amor de Dios, predicamos sobre él, evangelizamos con él, pero casi nunca hablamos de la otra parte, que la misma escritura menciona y sobre la que no nos gusta predicar o hablar. Aun muchos creyentes prefieren hacerse los de la vista gorda para no hablar de ello, pues lo consideran algo difícil de manejar.

Casi siempre cuando hablamos de Dios hablamos de lo bueno que es estar con Dios, como cambio nuestras vidas, como ha mejorado todo, la felicidad que sentimos, lo amados que nos sentimos, pero olvidamos que hay otra cara de Dios, que necesita ser predicada, enseñada, esa que hace que el hombre se aparte de su maldad y que quiera dar por muerta a su vieja naturaleza.

Esta cara es la menos predicada, de la que menos se habla, aun parece olvidada por gran parte de las congregaciones cristianas modernas, porque preferimos predicar aquello que está bien, que parece bonito, amable y de bendición, pero si no predicamos todo el consejo de las escrituras podemos estar creando creyentes que no conozcan al Dios verdadero, sino creyentes que quieran buscar a un Dios complaciente que suple toda necesidad sin pedirnos nada a cambio. Este Dios puede que se parezca al Dios de la biblia, pero si no está completo, no hay un verdadero conocimiento.

DESARROLLO

Dios es bondadoso y eso lo podemos percibir tan fácilmente, su amor nos rodea y lo transforma todo, no hay amor más bello, más puro que el que podemos sentir por Dios. ¿Pero realmente sabemos que debemos también considerar su severidad?, Dios es un Padre severo, que disciplina con amor, que nos permite vivir las consecuencias de nuestros actos, y que castiga al pecador.

Si no predicamos esta otra parte, que aunque parezca que no nos gusta, y es la que menos personas aceptan, no le conoceremos como el verdadero Dios.

Si no predicamos un evangelio completo, entonces mentimos a quienes nos oyen. Si solo hablamos de lo bueno que hay en Dios, pero no de la severidad con la que Dios trata a quienes se apartan de la verdad, predicamos un falso mensaje de amor y paz. Sin la severidad de Dios no hay un evangelio completo, que dé al creyente una perspectiva correcta de Dios y su voluntad para el hombre.

Dios es un Padre severo, pero parece que no todos lo comprenden, la severidad de Dios hace que el hombre tenga un temor reverente hacia su ser. De no existir esta severidad el hombre con mayor ocasión tendería a volverse al mal, pero su severidad para con nosotros nos ayuda a alejarnos del mal.

CONCLUSIÓN

Conocer a Dios es saber su bondad y su severidad, juntas en un amor por la humanidad que hace que el que se aparta se vuelva, y que el que le ama se deleite en su bondad.

Si solo predicamos su bondad y no su severidad, entonces predicaremos una verdad incompleta, y una verdad así, no es la verdad, se parece más a una mentira. Prediquemos las buenas nuevas de salvación, en medio de las cuales también debemos hablar de la severidad de Dios para con los que se apartan y los que viven apartados de su bondad y misericordia.

Necesitamos de la severidad de Dios para que nuestra naturaleza carnal no caiga en tentación, es allí donde el temor del Señor se convierte en el principio de la sabiduría espiritual que nos ayuda a apartarnos del mal.

Oremos, Señor sabemos que eres bueno y bondadoso, pero que también eres justo y severo, ayúdanos a mantenernos apartados del mal, y que la severidad de tu amor nos conduzca siempre a la integridad y la rectitud, amen.