ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo A. Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe
2Co 11:1 ¡Ojalá me aguanten unas cuantas
tonterías! ¡Sí, aguántenmelas!*
Pablo como cualquiera de nosotros puede usar la necedad o la locura aparente
para recalcar la necedad que otros toleran sin medida, sin discernimiento, las
cuales aguantan sin quejas, ni argumentos.
2Co 11:2 El celo que siento por ustedes
proviene de Dios, pues los tengo
prometidos a un solo esposo, que es
Cristo, para presentárselos como una
virgen pura.
El celo que
surge de la naturaleza divina es diferente al que surge de la naturaleza
carnal, porque el primero tiene el propósito claro de cuidar y guardar de la
destrucción, más el segundo conduce a la destrucción de la mente y la
manipulación de las emociones, en el primero eres libre, en el segundo no hay
libertad eres prisionero de ese celo. Tal cual un padre cuida de su hija para
que no sufra las consecuencias de sus actos o decisiones equivocadas, su celo
tiene un propósito, es libre y este nunca le controla a él, ni a ella, a
diferencia de un hombre que cela a su esposa por desconfianza, temor u orgullo,
y que controlado por estos pensamientos y sentimientos puede terminar con su
vida o la de ella.
2Co 11:3 Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a
Eva, los pensamientos de ustedes sean
desviados de un compromiso puro y* sincero con Cristo.
Es notable
el hecho de que la desobediencia y la rebeldía para con Dios, nacen en el
pensamiento del hombre, Eva no tuvo que pronunciar palabra alguna para caer,
solo permitió que sus pensamientos se desviaran del compromiso que tenía para
con Dios primero y para con el hombre luego, un pequeño desvió del pensamiento
le costó a la humanidad la perdida de la naturaleza divina y el adormecimiento
del espíritu, solo Cristo pudo restaurar lo que la humanidad perdió, por eso
nuestro pensamiento en su totalidad debe estar sometido a Cristo
voluntariamente, para que ningún engaño o mentira nos haga caer.
2Co 11:4 Si alguien llega a ustedes
predicando a un Jesús diferente del que les hemos predicado nosotros, o si reciben un espíritu o un evangelio
diferentes de los que ya recibieron, a
ése lo aguantan con facilidad.
Porque para
algunos es más tolerable que les prediquen de un Jesús diferente, o un
evangelio diferente?, porque su alma les domina, van detrás de sus gustos y
preferencias, no tras la verdad, prefieren a un Jesús humano porque les
evitaría buscar la divinidad, prefieren un evangelio ligero porque no complica
sus vidas o prioridades, prefieren seguir sumergidos en la mentira que abrir
los ojos y encontrarse cara a cara con la mentira que han creído.
2Co 11:5 Pero considero que en nada soy
inferior a esos superapóstoles.
Nadie puede
comparar las habilidades, talentos, dones que se nos han entregado porque en su
diversidad son únicos, nuestro llamado es diferente al igual que nosotros, en
una mente reformada por la escritura no hay superioridad, ni ego, ni complejos
de inferioridad, pues confiamos en el propósito de nuestro servicio y entrega a
Dios, no en la opinión de los hombres. Muchos tienden a ensombrecer la gracia
de la cual somos participes, engrandeciendo al hombre, y poniendo sus obras por
encima del carácter del obrero, lo cual ha permitido que muchos se desvíen y
pongan su mirada en el hombre y no en Dios, como debería ser, el hombre no es
sino un instrumento de su gracia de manera que demos la honra que merecen los
siervos a Dios, que para eso es que trabajamos, no para destacarnos entre los
hermanos.
2Co 11:6 Quizás yo sea un mal
orador, pero tengo conocimiento. Esto se lo hemos demostrado a ustedes de una
y mil maneras.
A quien
importan las habilidades en la oratoria?, al mundo, porque habría de
interesarnos ello, aunque las pueda tener, cuando quien es avalado por Dios, no
solo nos muestra lo bien que se puede expresar sino las obras y la obediencia
que acompañan su fe y servicio.
2Co 11:7 ¿Es que cometí un pecado al
humillarme yo para enaltecerlos a ustedes,
predicándoles el evangelio de Dios gratuitamente?
Muchos
aprovechan su estatus de liderazgo ante el pueblo de Dios para manipular la
actitud de la iglesia para con algunos siervos, contra esto tuvo que
enfrentarse Pablo quien habiendo predicado gratuitamente, sin recibir ninguna
ofrenda por parte de la iglesia ahora es menospreciado por ella.
2Co 11:8 De hecho, despojé a otras iglesias al recibir de ellas
ayuda para servirles a ustedes.
Pablo reconoce
que ha dedicado su servicio y ayuda para con la iglesia que hoy le da la
espalda, apelando al servicio intachable que ha prestado para reconvenir a la
iglesia a la verdad.
2Co 11:9 Cuando estuve entre ustedes y
necesité algo, no fui una carga para
nadie, ya que los hermanos que llegaron
de Macedonia suplieron mis necesidades.
He evitado serles una carga en cualquier sentido, y seguiré evitándolo.
Aunque su
servicio no represento ninguna carga para la iglesia, ni para nadie en
particular, la iglesia aquí congregada parece haber olvidado el servicio y
autoridad de Pablo.
2Co 11:10 Es tan cierto que la verdad de
Cristo está en mí, como lo es que nadie
en las regiones de Acaya podrá privarme de este motivo de orgullo.
Pablo
parece haberse enzarzado en una confrontación por su autoridad y por la verdad
que defiende, motivo por el cual presenta los argumentos con los cuales intenta
amonestar a la iglesia, que parece haberse alejado de la verdad en medio de los
superapóstoles que defiende.
2Co 11:11 ¿Por qué? ¿Porque no los amo? ¡Dios sabe que sí!
Su batalla
solo demuestra el amor profundo que siente por la iglesia, pues con su
argumentación no intenta ponerse en primer lugar o buscar algunos privilegios,
solo los exhorta a la verdad, para que no caigan en el engaño, por eso si están
en Dios sabrán reconocer a su tiempo la verdad, aunque esta reprensión les
incomode.
2Co 11:12 Pero seguiré haciendo lo que hago, a fin de quitar todo pretexto a aquellos
que, buscando una oportunidad para
hacerse iguales a nosotros, se jactan de
lo que hacen.
Mas con
ahínco y perseverancia Pablo como buen siervo fiel que es, busca quebrantar
todo argumento de aquellos que se jactan de su servicio, que cobran por él, y
ademas se ponen al mismo lugar, sin dar honra y sin reconocer el servicio del
cual han sido objetos pues de seguro muchos han llegado a conocer la verdad por
la predicación de Pablo, que muchos critican y juzgan.
2Co 11:13 Tales individuos son falsos
apóstoles, obreros estafadores, que se disfrazan de apóstoles de Cristo.
El mundo
está lleno de falsas imitaciones de apóstoles que creen que por un titulo la
iglesia debe reconocerles y llenarlos de riquezas, pues solo usan un disfraz
para engañar con falsos argumentos a la iglesia, por eso debemos estar atentos
a los frutos, por los cuales podemos reconocer la falsedad que hay en sus
corazones, no son sus obras, milagros, señales las que deben reconocerlos, más
bien debe ser su carácter formado por el fuego de la prueba; Cristo lo permite
porque con la mentira solo los elegidos permanecen.
2Co 11:14 Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de
luz.
Es
importantísimo notar lo que Pablo menciona aquí, para no caer en el engaño,
Satanás tiene el poder para disfrazarse como ángel de luz, por eso seguir a los
ángeles, no es fidedigno de seguir a Dios, seguir lo que un ángel revela no es
fidedigno de la verdad, porque si no son fieles a la verdad, pueden engañar a
los incautos, toda verdad debe ser puesta prueba por la escritura, porque solo
a través de ella la verdad permanece.
2Co 11:15 Por eso no es de sorprenderse
que sus servidores se disfracen de servidores de la justicia. Su fin corresponderá con lo que merecen sus
acciones.
Muchos
servidores de las tinieblas se disfrazan de servidores de justicia, mas sus
obras tarde o temprano saldrán a la luz, por eso no han de ser reconocidos
aquellos que por sus acciones sirven a la justicia, sino aquellos que en todo
perseveran para ser perfeccionados por Dios en toda obra. Es importante notar
como Pablo es consciente de que el fin de cada cual corresponderá a la
intención de sus acciones.
2Co 11:16 Lo repito: Que nadie me tenga por insensato. Pero aun cuando así me consideren, de todos modos recíbanme, para poder jactarme un poco.
Aunque me
consideren insensato recíbanme para que el poder de Dios se manifieste un
puedan reconocer de aquello que se jacta, la humildad y el servicio que siempre
caracteriza a un siervo.
2Co 11:17 Al jactarme tan
confiadamente, no hablo como quisiera el
Señor sino con insensatez.
Es
consciente y reconoce que no habla ni usa las palabras que Dios quisiera que
usara, sino que se ha dejado llevar por la insensatez para argumentar su
propósito. Pero como no salirse de casillas cuando la insensatez mayor la
soportan ellos al tolerar la mentira y el engaño.
2Co 11:18 Ya que muchos se ufanan como lo
hace el mundo,* yo también lo haré.
A pesar de que
sus emociones están a flor de piel, y sus palabras se han perdido en el
descontrol, habla con sabiduría, Pablo tiene muchas obras, y servicio de que
ufanarse, y lo hace para responder a aquellos que se ufanan de las cosas del
mundo, para permitirles entender que su ostentación no deja de ser fantasiosa y
fútil.
2Co 11:19 Por ser tan sensatos, ustedes de buena gana aguantan a los
insensatos.
Ustedes que se
creen los más sensatos aguantan la insensatez de este mundo, prefieren lo que
no tiene sentido para el espíritu.
2Co 11:20 Aguantan incluso a cualquiera
que los esclaviza, o los explota, o se aprovecha de ustedes, o se comporta con altanería, o les da de bofetadas.
Aun actos
contrarios a la libertad del Espíritu han soportado, en su insensatez,
despierten, no permitan que nadie les esclavice, que nadie los explote, que
nadie se aproveche, no se dan cuenta de sus intenciones por su orgullo, al no
reconocer que se han equivocado.
2Co 11:21 ¡Para vergüenza mía, confieso que hemos sido demasiado
débiles! Si alguien se atreve a dárselas
de algo, también yo me atrevo a
hacerlo; lo digo como un insensato.
Pablo aun
reconoce su insensatez al tratar de hacerles entender la verdad, pues se había
vuelto común el que los servidores se atrevieran a dárselas de algo que no eran.
2Co 11:22 ¿Son ellos hebreos? Pues yo también. ¿Son israelitas? También yo lo soy. ¿Son descendientes de Abraham? Yo también.
Entonces en su
insensatez les muestra sus credenciales, solo para hacerles ver la verdad,
algunos se creían superiores por su descendencia, lo cual Pablo deja sin
fundamento, pues el también lo es.
2Co 11:23 ¿Son servidores de Cristo? ¡Qué locura!
Yo lo soy más que ellos. He
trabajado más arduamente, he sido
encarcelado más veces, he recibido los
azotes más severos, he estado en peligro
de muerte repetidas veces.
Hace que el
servicio de aquellos que se ufanan de sus obras, descendencia o de su oratoria
parezca inmerecido, débil y aun enclenque ante los sufrimientos y padecimientos
de un verdadero y genuino apóstol de Dios.
2Co 11:24 Cinco veces recibí de los judíos
los treinta y nueve azotes.
2Co 11:25 Tres veces me golpearon con
varas, una vez me apedrearon, tres veces naufragué, y pasé un día y una noche como náufrago en
alta mar.
Muchos
acontecimientos contrarios, los cuales Dios uso para perfeccionarle y brindarle
la oportunidad de llegar a muchos con el evangelio, que de otra manera no
hubiesen podido conocer el mensaje de salvación.
2Co 11:26 Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro; en peligros de ríos, peligros de bandidos, peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el campo, peligros en el mar y peligros de parte de
falsos hermanos.
2Co 11:27 He pasado muchos trabajos y
fatigas, y muchas veces me he quedado
sin dormir; he sufrido hambre y
sed, y muchas veces me he quedado en
ayunas; he sufrido frío y desnudez.
Sin
importar cuantas dificultades y sufrimientos ha padecido, Su testimonio es fiel
y verdadero, más allá de ufanarse de las cosas de este mundo se ufana de su
debilidad y de la fortaleza que Dios le ha dado para gloria Su gloria. Algunos
pueden creer que servir es sinónimo de bendición y abundancia, pero dejan de
lado estas escrituras que nos hablan de la muerte voluntaria de nosotros
mismos, y del llevar la cruz en todo momento, como símbolo del servicio que
prestamos en nombre de nuestro señor Jesucristo.
2Co 11:28 Y como si fuera poco, cada día pesa sobre mí la preocupación por
todas las iglesias.
Como siervo
genuino y aprobado por Dios, su preocupación principal es la iglesia, pues es
su familia, su propósito y lo que da sentido a su existencia.
2Co 11:29 ¿Cuando alguien se siente
débil, no comparto yo su debilidad? ¿Y cuándo a alguien se le hace tropezar, no ardo yo de indignación?
Quien sirve
se entrega con alma, vida y corazón, para compartir en el dolor y la debilidad,
o para exhortar en medio de la mediocridad o la mentira.
2Co 11:30 Si me veo obligado a
jactarme, me jactaré de mi debilidad.
Porque no
jactarse en medio de la insensatez con su propia debilidad, mas no de sus
fortalezas, milagros y proezas, pues porque alguien que ha vivido la prueba y
continua confiando, no encuentra jactancia en sí mismo, sino en su propia
debilidad, para reconocer la grandeza de aquel que le ha dado el privilegio de
servir.
2Co 11:31 El Dios y Padre del Señor
Jesús (¡sea por siempre alabado!) sabe que no miento.
Su alabanza
genuina muestra de la devoción que se preserva aun en las más difíciles pruebas
y aun también cuando tiene que confrontar a la iglesia con la verdad, sin
temor, sino con valentía y carácter.
2Co 11:32 En Damasco, el gobernador bajo el rey Aretas mandó que se
vigilara la ciudad de los damascenos con el fin de arrestarme;
2Co 11:33 pero me bajaron en un canasto
por una ventana de la muralla, y así
escapé de las manos del gobernador.
Aunque ha sufrido persecución, continúa
sirviendo con valor, pues sabe que su fortaleza está en Cristo, que su protección,
vida y muerte están en las manos de su Creador y Padre. Cuanta indignación y
tristeza profunda debieron sentir los corintios al recibir esta misiva,
encontrando palabras duras y exhortaciones claras a la verdad, para
trasformación y establecimiento de la verdad en sus corazones, mas todo fue con
el propósito de traerles al arrepentimiento y la consolidación de su fe.