LOS
RECAUDADORES DE IMPUESTOS Y LAS PROSTITUTAS VAN DELANTE DE NOSOTROS HACIA EL
REINO DE DIOS
Mat
21:31 ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería? --El primero --contestaron ellos. Jesús les dijo: --Les aseguro que los recaudadores de impuestos
y las prostitutas van delante de ustedes hacia el reino de Dios.
INTRODUCCION
Jesús está hablándole a los principales
sacerdotes y a los ancianos del pueblo quienes se acercan y le preguntan ¿Con
que autoridad hacia esas cosas?, Jesús sabiamente les contesta con una pregunta
sobre la autoridad con la que Juan bautista hablaba, a lo cual no responden,
pues saben que cualquiera de sus respuestas puede generar controversia, de lo
cual parecían cuidarse bastante.
Ante lo que sucede luego les
plantea una nueva parábola en donde presenta a dos hijos que son enviados a
realizar una tarea por su padre a la cual el primero responde que no ira, pero
al final termina yendo, y el otro, aunque responde que si ira, no lo hace,
entonces Jesús culmina preguntándoles lo siguiente: ¿Cuál de los dos hijos hizo
la voluntad del Padre? A lo cual todos responden que el primer hijo, que aunque
dijo que no iría, termino haciéndolo.
Y para finalizar este pasaje les
dice que les asegura que los recaudadores de impuestos y las prostitutas iban
delante de ellos hacia el reino de Dios. ¿Porque Jesús les compara de forma tan
drástica con estos personajes?. No sé si te imaginas a Jesús en tu iglesia
diciendo, delante de ustedes van los ladrones y las prostitutas.
Todos creemos tener como
creyentes un alto estándar de la moral y un ladrón y una prostituta están en lo
más bajo de este estándar, todos sin lugar a dudas en una iglesia creerían
estar mejor que una prostituta o un ladrón, pero que es lo que Jesús está
diciendo realmente.
DESARROLLO
Hay algo que muchas personas que
se encuentran sumergidas en pecados que tendemos a ver como más graves que los
nuestros tienen que muchas veces nosotros no tenemos, honestidad.
Existen en este momento muchos
ministros que están sirviendo, aunque se encuentran en pecados flagrantes ante
Dios, claro nadie los ve, es algo que solo viven en lo oculto de sus hogares o
familias, pero no tienen la honestidad de reconocerlo y confesarlo tal cual es.
Muchos de nosotros al cometer un
pecado como llamar estúpido al prójimo por una discusión, ponernos bravos con
alguien, mentir sobre algo, ver algo que sabemos que está mal, desear algo del
prójimo, tendemos como creyentes a minimizar sus alcances y tendemos a llamarlo
de otras formas, tratando de ocultar la realidad de que hemos pecado y
necesitamos confesarlo a Dios y apartarnos de este pecado. Muchos caemos en el
chisme y luego queremos taparlo llamándolo “es que me estoy enterando”,
mentimos y lo escondemos, otros ven pornografía en películas, series y novelas
y tampoco lo confiesan como un pecado, a pesar de que desearon a todas esas
mujeres u hombres que allí salieron y pecaron flagrantemente contra Dios. Cosas
en lo que nos llevan la delantera muchos pecadores que aunque para nuestro
estándar están peor que nosotros, ellos son honestos completamente con Dios,
tal cual como el ladrón que fue crucificado junto a Jesús, él sabía que su
pecado merecía el castigo que estaba recibiendo y al final fue salvo.
Es probable que nos llevemos una
sorpresa en la eternidad cuando veamos a muchos ladrones y prostitutas allá y
no veamos a muchos que asistían a la iglesia o algunos otros que ministraban en
ella.
CONCLUSION
Dios quiere que seamos honestos,
que llamemos al pecado, pecado, que no lo encubramos tras falsos nombres, tras
engaños o mentiras, sino que seamos completamente honestos, si vimos, oímos, o
dijimos algo, si nos airamos contra nuestro prójimo, si mentimos, si
adulteramos, si vimos o deseamos lo ajeno, si no honramos a los padres, todo
ello tiene que ser llamado por su nombre, pecado.
Reconocerlo hace parte del
proceso de libertad en Cristo y de madurez, algunos pecadores son más honestos
que nosotros mismos pues no esconden su pecado saben que viven en él, pero no
lo esconden o lo maquillan, sino que son realistas y eso les será contado el día
del juicio.
Aprende a ser honesto contigo
mismo y con Dios, Dios ama a las personas honestas y les perdona sus pecados,
siempre y cuando los reconozcan como tal, podemos engañarnos a nosotros mismos
y a los demás, pero no a Dios, Dios no puede ser burlado.
Oremos, Señor queremos permanecer
en ti, reconocemos nuestro pecado __________ (menciónalo cualquiera que sea), perdónanos
y ayúdanos para no volver a caer, quiero ser honesto contigo y no engañarme a
mí mismo, amen.
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe