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domingo, 17 de junio de 2018

PREDICA DOMINICAL - HONREN CON SUS CUERPOS A DIOS



HONREN CON SUS CUERPOS A DIOS

1Co 6:19 ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños;

INTRODUCCION

No es fácil hablar en estos días de honrar a Dios con nuestros cuerpos, cada uno en su propia medida quiere hacer con su cuerpo lo que le venga en gana. Pero la biblia nos exhorta a recordar que hemos sido comprador a precio de sangre y que ya no somos dueños de nuestros propios cuerpos, pues con ellos debemos procurar en todo agradar a Dios.

Este tema no es nada fácil pues puede ser fácilmente tergiversado como religioso, fanático y otros muchos adjetivos más para degradar a quien predica todo el consejo de la palabra de Dios. Pero es justo que hablemos en profundidad sobre este tema.

DESARROLLO

No solo se honra a Dios cuando se le adora, cuando se confía en él, o cuando se le ofrenda a él. Se le honra con nuestros cuerpos, pues sabemos que somos templo suyo y del Espíritu Santo, y nadie que teniendo en sí a la divinidad procuraría hacer de su templo una escultural atractivo, Salomón y David quisieron hacer esto con el templo, pero descuidaron sus propias vidas interiores. De allí que nos sirven como testimonio de lo que verdaderamente importa.

Dios no es un Dios ostentoso o que gusta de vanidades mundanas, él procura nuestra salvación y nuestra santidad como el fin último de nuestro ser, y comprende que lo que hay en el exterior es solo una muestra del interior. Si hay desorden y vanidad en el exterior, que más podremos encontrar en el interior.

Honremos a Dios cuidando su templo brindándole cuidado, buena alimentación, pero no más del necesario para mantenernos saludables, procurando evitar los excesos en los alimentos, los dulces, la sal, y cada elemento que puede convertirse en dañino para nuestro ser. No podemos permitir la obesidad, que si bien proviene de una alteración genética, también depende de nosotros el no permitirla, muchas enfermedades vienen como consecuencia del descuido de nuestras propias emociones, y pensamientos, otras por no cuidar como nos alimentamos y por no ejercitar el dominio propio.

Si nuestros cuerpos son probados en la disciplina espiritual seguramente experimentaremos una mayor vitalidad y armonía en ellos, con lo cual honraremos a Dios. Como explique no todas las enfermedades provienen de esto, pero si algunas de ellas, por lo tanto, honremos a Dios cuidando nuestros cuerpos de exponerlos innecesariamente a factores que los destruyan y enfermen, procuremos la paz y el gozo con el que honramos a Dios en nuestro ser.

CONCLUSION

No nos permitamos caer en el descuido de nuestros cuerpos, pues ellos nos hablan de lo que sentimos, nuestras frustraciones y pensamientos. Nuestro cuerpo sabrá mostrarnos como estamos espiritualmente si sabemos oír y prestar atención a sus señales.

No seamos descuidados con nuestro cuerpo para que honremos a Dios quien nos lo ha provisto para glorificarle con nuestra vida. Vivamos conforme a la verdad y apartémonos de la mentira y el engaño de este mundo, para que podamos disfrutar de una vida tranquila y apacible en la presencia de Dios, aunque los problemas, dificultades y sufrimientos golpeen a nuestra puerta.

Oremos, Señor permítenos honrarte con nuestros cuerpos al mantenerlos cuidados en la medida de nuestras posibilidades, cuidando lo que pensamos, sentimos y decimos. Perdónanos por no cuidarlo como es debido, comiendo en exceso, dejando que la ansiedad y la preocupación lo agoten innecesariamente, y ayúdanos a vivir confiadamente en tu mano poderosa, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe



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