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domingo, 24 de junio de 2018

PREDICA DOMINICAL - ENCARGADOS DE ADMINISTRAR LOS MISTERIOS DE DIOS



ENCARGADOS DE ADMINISTRAR LOS MISTERIOS DE DIOS

1Co 4:1 Que todos nos consideren servidores de Cristo, encargados de administrar los misterios de Dios.


INTRODUCCION

Como servidores de Cristo debemos conocer nuestras responsabilidades, no conocerlas implica que podamos no estar haciendo bien nuestra labor. Si vamos a hacer algo lo mejor es que conozcamos todos los detalles que implica el realizar esa tarea, de lo contrario podemos creer que estamos haciéndolo bien bajo nuestra propia perspectiva, pero mal a la perspectiva del que ordena la tarea.

Como medico necesito conocer cómo desarrollar los procedimientos médicos a los que tengo disponibilidad en mi labor, si no se con lo que cuento, no podre atender a muchos pacientes, pero sí en cambio conozco lo que tengo y lo que debo hacer, podre hacer mejor mi tarea. De allí, que muchas empresas tengan manuales para desarrollar algunas tareas, lo único que se necesita es leerlos y así comprender lo que podemos o no podemos hacer.

DESARROLLO

Como creyentes tenemos en las escrituras la revelación completa de lo que nos conduce a la salvación y al orden eclesiástico correcto, pero no muchos lo saben. De modo, que terminan haciendo cosas a las que nunca se les llamo. Además, en nuestra relación con Dios también nos son revelados los misterios de Dios, veamos:
Rom 11:25 Hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se vuelvan presuntuosos.  Parte de Israel se ha endurecido, y así permanecerá hasta que haya entrado la totalidad de los gentiles.
Rom 16:25 El Dios eterno ocultó su misterio durante largos siglos, pero ahora lo ha revelado por medio de los escritos proféticos, según su propio mandato, para que todas las naciones obedezcan a la fe.  ¡Al que puede fortalecerlos a ustedes conforme a mi evangelio y a la predicación acerca de Jesucristo,
1Co 2:7 Más bien, exponemos el misterio de la sabiduría de Dios, una sabiduría que ha estado escondida y que Dios había destinado para nuestra gloria desde la eternidad.
1Co 15:51 Fíjense bien en el misterio que les voy a revelar:  No todos moriremos, pero todos seremos transformados,
Ef 1:9 Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad conforme al buen propósito que de antemano estableció en Cristo,
Ef 3:4 Al leer esto, podrán darse cuenta de que comprendo el misterio de Cristo.
Ef 3:9 y de hacer entender a toda la realización del plan de Dios, el misterio que desde los tiempos eternos se mantuvo oculto en Dios, Creador de todas las cosas.
Ef 6:19 Oren también por mí para que, cuando hable, Dios me dé las palabras para dar a conocer con valor el misterio del evangelio,
Col 1:27 A éstos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.
Col 2:2 Quiero que lo sepan para que cobren ánimo, permanezcan unidos por amor, y tengan toda la riqueza que proviene de la convicción y del entendimiento.  Así conocerán el misterio de Dios, es decir, a Cristo

Todos estos pasajes nos revelan como la iglesia y en particular sus fieles son los portadores de la revelación divina, haciendo comprensibles misterios que se hallaban ocultos en las escrituras, pero que solo ahora por medio de la gracia divina se empezaron a hacer visibles y siguen haciéndose visibles a quienes participan de la gracia divina.
Muchos son los misterios que están ocultos a los ojos de los incrédulos y de los que creen pero que aún no comprenden la verdad. Por eso se nos ha llamado a administrar estos misterios de modo que puedan ser comprensibles y entendibles a quien nos escucha.

CONCLUSION

Comprenderlos no debe hacer que nos creamos más que los demás, no debemos dar cabida al orgullo en nuestro ser, pues nuestra revelación puede convertirse en arrogancia sino sabemos administrar los misterios que recibimos.

Por ejemplo, hay quienes están comenzando en la fe y aun no pueden digerir mensajes como la triunidad, o la divinidad de Cristo, pero debemos administrarlos de tal forma que podamos hacerlos fáciles y entendibles aun para el más novato de los creyentes. No podemos hacerle tratar de digerir complejas enseñanzas a quienes apenas comienzan en la fe, y tampoco debemos cargar a los nuevos creyentes con demasiada información que no podrían tolerar, de allí que se nos llame a administrar responsable y cuidadosamente aquello que debemos enseñar y dar a los creyentes. En cambio, si ya hay madurez y se conocen los fundamentos de la fe, podemos avanzar hacia la madurez enseñando cosas espirituales a los espirituales y dar un alimento más sólido, dando a comprender misterios aún más profundos.

Oremos, Señor permítenos administrar con sabiduría los misterios que ahora se revelan por tu palabra y amor, que tu gracia nos dé la habilidad para dar a comprender aquello que se nos revela en lo secreto, amen.

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