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viernes, 2 de marzo de 2018

MATRIMONIOS - LA MONOTONÍA



LA MONOTONÍA

Pro 5:18 ¡Bendita sea tu fuente! 
 ¡Goza con la esposa de tu juventud!

INTRODUCCIÓN

Todos los casados en algún momento nos vemos advocados a la monotonía, la vida, el trabajo, los hijos, los problemas, los gastos, las salidas, la iglesia, todo conlleva siempre algo de monotonía, pero ¿es esta tan dañina y destructiva como nos lo quieren hacer creer?, pues no.
Hace poco escuchaba a un cantante cristiano cantando algo así como: “porque dirán que es tan mala la rutina, si tiene una mesa, una silla, un espejo, porque pensaran que el picante lo pone, tan solo lo nuevo, cual sería el encanto del vino sabroso, cual el disco en vinilo y la foto amarilla, cual la belleza del par de viejitos que aun de la mano caminan”, la monotonía o rutina solo son agotadoras cuando nosotros mismos así lo percibimos.

El mundo se ha encargado de tratar de hacernos creer que lo nuevo es lo único que importa, lo mejor, pero poco a poco con los años nos damos cuenta que lo antiguo, lo que perdura es mejor. En la juventud somos fácilmente engañados por las modas, lo que se nos vende o lo que nos hacen creer, mientras que con la edad nos damos cuenta cada vez más fácil que lo que perdura es siempre lo mejor.

DESARROLLO

Claro que va ha haber monotonía, la vida está llena de ella, tu trabajo, tus hobbies, tus gustos, todo en exceso empalaga, de allí que necesitemos con frecuencia avivar el fuego del amor que Dios ha derramado en nosotros para con nuestro cónyuge.

Hagamos de cada cierto día, algo diferente, innovemos, probemos, hagamos, y disfrutemos del matrimonio. No tiene por qué ser monótono, lo será si no hacemos nada por avivarlo, pero si prestamos atención a los detalles, cada día es distinto, cada día nos presenta un nuevo desafío, una nueva posibilidad.

No hay nada de monótono en cada discusión o pelea, siempre podemos aprender algo nuevo, siempre podemos innovar al tratar de mejorar las cosas, siempre podemos tener un detalle diferente. Porque los hombres en adulterio si los tienen, pero los casados no pueden tenerlos con sus esposas, no esperes por algo nuevo, haz algo nuevo tú, no tienes por qué esperar a que sea tu pareja quien lo haga.

La monotonía proviene del aburrimiento y el aburrimiento de la falta de contentamiento, así que un corazón que no busca a Dios es un corazón que se aburrirá fácilmente con cualquier cosa o cualquier persona, aunque tenga al mejor cónyuge no lo valorara porque tarde o temprano perderá el interés y su relación se volverá monótona.

CONCLUSION

Si no estamos contentos con lo que tenemos, debemos acudir a Dios, quien es quien nos permite disfrutar de todas las cosas, sin él nada podemos disfrutar (Eclesiastés 5:19). El hombre que no tiene a Dios, aunque posea todas las cosas, no las disfrutara. He allí la frustración del mundo y del matrimonio.

El creyente primero debe constituir una relación con Dios antes de procurar formar un matrimonio, solo así, encontrara en el matrimonio un deleite, una bendición que no se agotara, y en donde la monotonía no encontrara mayor cabida de la que nosotros mismos permitamos, si no cuidamos lo que se nos ha confiado.

Oremos, Señor ayúdanos para ser diligentes en cuidar de nuestro matrimonio y no permitir que la monotonía apague el fuego del amor conyugal, que podamos disfrutar de un matrimonio lleno de maravillosas experiencia, gratos diálogos y fructíferos aprendizajes todo el tiempo, para que la monotonía no encuentre cabida en nosotros, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe


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