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martes, 1 de agosto de 2017

TIEMPO DE REFLEXION


El águila es el ave con mayor longevidad de esas especies. Llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40, debe tomar una seria y difícil decisión.
A los 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo, se curva, apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas. ¡Volar se hace ya tan difícil! Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un dolorido proceso de renovación que durará 150 días. Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una mon­taña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego debe esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas. Después de cinco meses, sale para su vuelo de renovación y a vivir 30 años más.

2Co 4:8 Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados;
2Co 4:9 perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos.
2Co 4:10 Dondequiera que vamos, siempre llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también su vida se manifieste en nuestro cuerpo.

En la vida cristiana es muy fácil sentirse agotado, abatido, desanimado, cansado, y en ocasiones hasta derrotado, pero es debido a nuestra naturaleza emocional que es fácilmente cambiante. No es malo sentirse así, lo que si no es saludable es que este tipo de sentimientos o pensamientos encuentren cabida por mucho tiempo en nuestras mentes y emociones, porque ellos minaran nuestra confianza en Dios. No podemos darnos el lujo de permanecer impávidos ante tales sentimientos, por lo que necesitamos estar al tanto de todo lo que sentimos y percibimos para no dejarnos engañar. Pues nuestra victoria no está en la emoción, está en la vida espiritual, la cual debe estar puesta en Cristo completamente. La historia del águila nos recuerda que vendrán tiempos difíciles, pero que de la mano de Dios recibiremos la sabiduría para saberlos sortear quitándonos todo aquello que no nos sirve, motivo por el cual muchas veces sufrimos innecesariamente, pues no son nuestras emociones las que dictaminan la victoria, sino nuestra fe en Cristo, que nos ha hecho vencedores. El pasaje también nos recuerda que podemos llegar a sentirnos en una encrucijada de emociones, pero aunque estemos atribulados, no estamos vencidos, podemos estar perplejos ante las circunstancias, pero no nos desesperamos pues nuestra confianza esta en Dios, seremos perseguidos por nuestras creencias pero no estamos abandonados, pueden derribarnos, pero nunca destruirnos, pues mientras sufrimos y llevamos toda nuestra naturaleza carnal a la muerte, la vida espiritual de Jesús también empieza a manifestarse en nosotros para amar a Dios primeramente y al prójimo.

GUIA DE ESTUDIO

¿Si estas atribulado, en donde pones tus ojos?
¿Que emociones sientes con frecuencia?
¿Que emociones controlan tu vida?

¿Que emociones estas abandonando?

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