ESTUDIO BÍBLICO JUAN 5

ESTUDIO BÍBLICO

Por: Camilo Sastoque

Ministerio Unidad de la Fe

Joh 5:1  Después de estas cosas había una fiesta de los judíos,  y subió Jesús a Jerusalén.

Juan siempre hace referencia a los tiempos en los que suceden los eventos y muchos de ellos hacen referencia a fiestas judías. Pues son las fiestas referencias a los tiempos de Dios, por ejemplo las fiestas han hecho regencias a eventos proféticos que se han cumplido hasta Cristo y la iglesia, por ejemplo: la pascua fue el cumplimiento del sacrificio del cordero pascual que era Cristo y se dio durante la pascua (1 Cor 5:7), la fiesta de los panes sin levadura habla de la sepultura de Cristo, la fiesta de las primicias se cumplió con cristo la primicia de la resurrección (1 Cor 15:23), la fiesta de pentecostés tuvo su cumplimiento con el pentecostés que vivió la iglesia en hechos de los apóstoles (Hch 2:1) y aún faltan fiestas por cumplirse como la fiesta de las trompetas que tiene su cumplimiento en el apocalipsis, según algunos la fiesta de las trompetas vera su cumplimiento con el rapto de la iglesia, la fiesta del día de expiación con la segunda venida de Cristo, y la fiesta de los tabernáculos con el milenio.

Joh 5:2  Y hay en Jerusalén,  cerca de la puerta de las ovejas,  un estanque,  llamado en hebreo Betesda,  el cual tiene cinco pórticos.

Jerusalén está lleno de simbolismo y cada lugar tiene su significado y su propósito, Juan menciona un lugar de Jerusalén junto con su esencia y nombre, Bethesda cuyo significado es casa de bondad, y cuya puerta contiene cinco pórticos. Muchos creeos que la referencia a este lugar es un simbolismo a la iglesia, por donde entran las ovejas y cuyos pórticos se sostienen en los cinco ministerios y a la cual acudían solo enfermos, ciegos, cojos y paralíticos.

Joh 5:3  En éstos yacía una multitud de enfermos,  ciegos,  cojos y paralíticos,  que esperaban el movimiento del agua.

Joh 5:4  Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque,  y agitaba el agua;  y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua,  quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.

Juan ahora nos cuenta lo que sucedía allí, un milagro poderosísimo de sanidad se llevaba a cabo en aquellos que se lanzasen al estanque luego de que el ángel agitase las aguas. Su simbolismo parece trascender lo verídico y nos conduce a ver como la iglesia se ha convertido en un lugar al que vienen los desahuciados por la vida, quienes esperan por un mover sobrenatural de Dios para su sanidad.

Joh 5:5  Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.

Joh 5:6  Cuando Jesús lo vio acostado,  y supo que llevaba ya mucho tiempo así,  le dijo:  ¿Quieres ser sano?

Joh 5:7  Señor,  le respondió el enfermo,  no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua;  y entre tanto que yo voy,  otro desciende antes que yo.

Joh 5:8  Jesús le dijo:  Levántate,  toma tu lecho,  y anda.

Joh 5:9  Y al instante aquel hombre fue sanado,  y tomó su lecho,  y anduvo.  Y era día de reposo aquel día.

Jesús pasa por este lugar y aunque hay muchos enfermos se encuentra a un hombre que lleva 38 años en una condición difícil, y lleva seguro mucho tiempo tratando de ser sanado o esperando por su sanidad en aquel lugar. La historia nos conduce a ver a Jesús teniendo misericordia de este hombre y preguntándole que si quiere ser sano, este pasaje sobre la sanidad contrasta con muchos otros en donde la sanidad proviene de la fe del que pide, o de la de otros que le ayudan, este hombre parece haber perdido toda esperanza, pero al estar en aquel lugar que tipifica a la iglesia, se encuentra con Jesús un día, y aunque se nota que no conoce a Jesús, Jesús decide sanarle. Lo cual nos muestra que Dios es soberano, algunos son sanados conforme a su fe, otros por la fe alguien más y otros por voluntad divina aunque no intervenga para nada la fe.

Joh 5:10  Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado:  Es día de reposo;  no te es lícito llevar tu lecho.

Joh 5:11  El les respondió:  El que me sanó,  él mismo me dijo:  Toma tu lecho y anda.

Joh 5:12  Entonces le preguntaron:  ¿Quién es el que te dijo:  Toma tu lecho y anda?

Joh 5:13  Y el que había sido sanado no sabía quién fuese,  porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.

La persona que se ha sumergido en la religiosidad, en las normas o dogmas, aunque vea ante sus ojos la obra palpable de Dios, siempre se dispondrá para atacar y generar disensión.

Joh 5:14  Después le halló Jesús en el templo,  y le dijo:  Mira,  has sido sanado;  no peques más,  para que no te venga alguna cosa peor.

Este hombre por fin se encuentra con su sanador, y aunque no le conoce vuelve a él, entonces Jesús le da la siguiente recomendación: no peques, para que no venga algo peor, sabemos por ende que el pecado puede inducir enfermedad en el hombre, aunque no siempre la enfermedad viene por este, de allí que Jesús le reconvenga para que no peque porque las consecuencias del pecado pueden traer sobre su vida algo peor.

Joh 5:15  El hombre se fue,  y dio aviso a los judíos,  que Jesús era el que le había sanado.

Joh 5:16  Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús,  y procuraban matarle,  porque hacía estas cosas en el día de reposo.

Los judíos religiosos ahora tenían un argumento, que según ellos les daba la razón para acabar con la vida de Jesús, pues aunque vieran el poder de Dios en acción, para el religioso por encima de ello están las normas de su comunidad religiosa.

Joh 5:17  Y Jesús les respondió:  Mi Padre hasta ahora trabaja,  y yo trabajo.

Joh 5:18  Por esto los judíos aun más procuraban matarle,  porque no sólo quebrantaba el día de reposo,  sino que también decía que Dios era su propio Padre,  haciéndose igual a Dios.

Los religiosos jamás entenderán el obrar de Dios tan diferente como el mismo, tan justo como su propia justicia, tan santo como su santidad, incomprensible para el entendimiento del hombre, pero tan misericordioso que pasa por encima de la ley. Jesús les responde que su Padre aun trabaja y por eso el sigue trabajando, esto indignaba cada vez más a estos hombres que aunque tienen celo por las normas de Dios, su celo está por encima de su misericordia. Termina el versículo 18 mostrando la divinidad de Jesús quien él decía a Dios Padre y con ello los judíos comprendían que se hacía con ello igual a Dios. Aunque los judíos lo entendían hoy en día muchos niegan la divinidad de Jesús, pero si leemos la biblia sus argumentos a favor de la divinidad de Jesús son mayores, de ahí la importancia de leer más las escrituras que otros textos de referencia.

Joh 5:19  Respondió entonces Jesús,  y les dijo:  De cierto,  de cierto os digo:  No puede el Hijo hacer nada por sí mismo,  sino lo que ve hacer al Padre;  porque todo lo que el Padre hace,  también lo hace el Hijo igualmente.

Joh 5:20  Porque el Padre ama al Hijo,  y le muestra todas las cosas que él hace;  y mayores obras que estas le mostrará,  de modo que vosotros os maravilléis.

He aquí un memorable reconocimiento de la unidad en la que permanecen el Padre y el Hijo, el Hijo no hace nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre, son ecuánimes en su actuar, aunque parezca que el Hijo es amoroso que el Padre, en ninguna manera, ambos son misericordiosos y lo demuestran sus acciones.

Joh 5:21  Porque como el Padre levanta a los muertos,  y les da vida,  así también el Hijo a los que quiere da vida.

Y con este argumento Jesús lo demuestra, así como el Padre levanto de los muertos a algunas personas por medio de profetas y les dio vida, así mismo Jesús apareció para hacer lo que el Padre hizo y dio vida a quien el quería.

Joh 5:22  Porque el Padre a nadie juzga,  sino que todo el juicio dio al Hijo,

Joh 5:23  para que todos honren al Hijo como honran al Padre.  El que no honra al Hijo,  no honra al Padre que le envió.

Miremos lo que aquí se evidencia, el juicio se ha revelado a través del Hijo, para que todos le honren como honran al Padre, en igualdad, en unidad. Quien no honra a Jesús en la unidad con el Padre, no honra al Padre que le envió.

Joh 5:24  De cierto,  de cierto os digo:  El que oye mi palabra,  y cree al que me envió,  tiene vida eterna;  y no vendrá a condenación,  mas ha pasado de muerte a vida.

Quien oye al hijo y cree al que le envió (o sea al Padre) y su palabra, es evidencia suficiente de que tiene la vida eterna y no sufrirá condenación, pues ha dejado de estar muerto para ir a vida. Recordemos que la fe viene por el oír la palabra de Dios, y eso ha hecho un cambio en su ser, antes estaba muerto en sus propios deseos, mientras ahora ha pasado a vida eterna, esto no ocurre como un proceso, ocurre inmediatamente, lo que corresponde al creyente es comprenderlo y meditarlo para que podamos experimentarlo día a día.

Joh 5:25  De cierto,  de cierto os digo:  Viene la hora,  y ahora es,  cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios;  y los que la oyeren vivirán.

Jesús hablaba del momento en que luego de que él fuera levantado a los cielos y el Espíritu Santo descendiera en pentecostés, los que estaban muertos por el pecado oirían la voz de Dios por medio de la predicación de la palabra (las escrituras) y pasarían de muerte a vida. La voz de Dios sigue hablando cada día a través de las escrituras.

Joh 5:26  Porque como el Padre tiene vida en sí mismo,  así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;

Aquí Jesús nos recuerda que así como el Padre tiene vida en sí mismo, el Hijo también tiene vida en sí mismo, pero que es lo que esto significa el Padre trajo vida a toda la creación por medio de la palabra, y es en esta palabra que es Jesús mismo que la vida tomo forma, entonces así como Dios dio la palabra, ahora la palabra sigue hablando a nuestro corazón para traernos de muerte a vida.

Joh 5:27  y también le dio autoridad de hacer juicio,  por cuanto es el Hijo del Hombre.

Ahora el Hijo también comparte la vida espiritual del Padre y la autoridad en el juicio del Padre, comparte dos características inherentes del Padre porque permanece en unidad, la unidad de la divinidad evidenciada en el Padre y el Hijo.

Joh 5:28  No os maravilléis de esto;  porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;

Este pasaje nos habla de un evento futuro que tendrá lugar cuando Cristo vuelva por segunda vez, y su voz será oída aun por aquellos que han conocido la muerte.

Joh 5:29  y los que hicieron lo bueno,  saldrán a resurrección de vida;  mas los que hicieron lo malo,  a resurrección de condenación.

Podemos notar que habrá resurrección para vida y resurrección para condenación, pues la resurrección ocurrirá a justos e injustos, cada cual con su propio fin o viviendo las consecuencias de sus actos o su fe.

Joh 5:30  No puedo yo hacer nada por mí mismo;  según oigo,  así juzgo;  y mi juicio es justo,  porque no busco mi voluntad,  sino la voluntad del que me envió,  la del Padre.

Jesús es testimonio de la verdad pues no vino a hacer nada por su propia cuenta, sino que en todo oyó, juzgo e hizo la voluntad del Padre. Este pasaje nos recuerda que todo hijo de Dios busca por sobretodo hacer la voluntad del Padre.

Joh 5:31  Si yo doy testimonio acerca de mí mismo,  mi testimonio no es verdadero.

Joh 5:32  Otro es el que da testimonio acerca de mí,  y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.

Nadie prueba su existencia y verdad por medio de sí mismo, para que pueda ser probado que algo es verdadero se necesita que alguien de testimonio por él, así mismo el hijo del hombre no da testimonio de si, sino el Espíritu Santo por medio de las escrituras y la comunión con Dios.

Joh 5:33  Vosotros enviasteis mensajeros a Juan,  y él dio testimonio de la verdad.

Juan envió a parte de sus discípulos a preguntarle a Jesús si él era quien habría de venir o si esperaban a otro, por eso Juan bautista recibió testimonio de la verdad.

Joh 5:34  Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno;  mas digo esto,  para que vosotros seáis salvos.

Mientras Juan recibió el testimonio de la verdad por medio de sus discípulos, de Cristo ningún hombre da testimonio, sino Dios mismo.

Joh 5:35  El era antorcha que ardía y alumbraba;  y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.

Joh 5:36  Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan;  porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese,  las mismas obras que yo hago,  dan testimonio de mí,  que el Padre me ha enviado.

Jesús dice de Juan bautista que era una antorcha que alumbraba con la luz que provenía de Dios, y aunque algunos de ellos fueron sus discípulos y se regocijaron en la luz que Juan provoco, Jesús tiene un testimonio mayor por medio del cumplimiento de lo que los profetas habían dicho del mesías que el pueblo de Dios debía esperar, pues fue el cumplimiento de lo que Dios había dicho por medio de los profetas.

Joh 5:37  También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí.  Nunca habéis oído su voz,  ni habéis visto su aspecto,

Joh 5:38  ni tenéis su palabra morando en vosotros;  porque a quien él envió,  vosotros no creéis.

El Padre dio testimonio verídico de Cristo por medio del Espíritu Santo a través de las escrituras y los profetas a quienes envió para preparar sus corazones, pero muchos no creyeron.

Joh 5:39  Escudriñad las Escrituras;  porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna;  y ellas son las que dan testimonio de mí;

Jesús mismo nos enseña que si queremos tener un testimonio veraz de quien es Jesucristo y su obra redentora, debemos escudriñar las escrituras (hablando del Antiguo testamento) en donde se evidencia claramente la triunidad de la divinidad.

Joh 5:40  y no queréis venir a mí para que tengáis vida.

Muchos no reconocen en Jesucristo al mesías enviado del Padre porque no escudriñan las escrituras, sino que se dejan convencer por medio del testimonio de otras personas, busca por ti mismo la verdad en las escrituras que pronto encontraras la vida que se haya en el Hijo.

Joh 5:41  Gloria de los hombres no recibo.

Joh 5:42  Mas yo os conozco,  que no tenéis amor de Dios en vosotros.

Jesús no venía buscando el reconocimiento de los hombres a los que fue, el venía a dar cumplimiento a lo que el Padre le había enviado. Y termina revelando lo que había en el corazón de muchos de los que le escuchaban, quienes decían amar a Dios, pero en realidad era pura apariencia.

Joh 5:43  Yo he venido en nombre de mi Padre,  y no me recibís;  si otro viniere en su propio nombre,  a ése recibiréis.

El hombre que no ama a Dios, no puede comprender lo que este quiere revelarle, porque aunque sea claro y evidente, sus prejuicios y conocimiento le impiden recibirle. Jesús no venía en su propio nombre, sino en nombre del Padre, pero no le recibieron, mientras que muchos vinieron en su propio nombre a hablar de Dios y a esos si escucharon.

Joh 5:44  ¿Cómo podéis vosotros creer,  pues recibís gloria los unos de los otros,  y no buscáis la gloria que viene del Dios único?

Deberíamos comprender que solo el que busca la gloria de Dios proviene de él, quien solo busca su propia gloria o la gloria de los hombres, no proviene del Padre.

Joh 5:45  No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre;  hay quien os acusa,  Moisés,  en quien tenéis vuestra esperanza.

No es Cristo quien habrá de acusar a quienes no cumplen con la ley, sino que será Moisés quien la proveyó para el pueblo judío y en quien ellos han puesto toda su confianza.

Joh 5:46  Porque si creyeseis a Moisés,  me creeríais a mí,  porque de mí escribió él.

Joh 5:47  Pero si no creéis a sus escritos,  ¿cómo creeréis a mis palabras?

Si en verdad creyésemos el testimonio de las escrituras, encontraríamos en el pentateuco o los cinco primeros libros de la biblia, el testimonio verídico de Jesús en ellas. En Génesis Jesús es el árbol de la vida y la simiente de la mujer, en el Éxodo es el cordero de pascua, en levítico Jesús es el cumplimiento de la ley, en Números Jesús es el servicio a Dios y un ejemplo del caminar del creyente, en Deuteronomio Moisés es tipología de lo que Jesús habría de venir a cumplir como profeta y salvador del pueblo de Dios. Si quienes tenían las palabras de Moisés no creen en su testimonio, como podrían creer en Cristo.