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domingo, 25 de junio de 2017

PREDICA DOMINICAL - SEAMOS COMO NIÑOS


PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

SEAMOS COMO NIÑOS

Mat 18:3 y dijo:  De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

INTRODUCCIÓN

Los niños son especiales, si los miras con detenimiento y meditas en su forma de ser, entonces encontraras los misterios que encierran sus acciones y por los cuales Jesús nos dice que para entrar al reino de los cielos debemos ser como ellos.

Si solo nos quedamos con lo primero que vemos en los niños podemos equivocar el camino, pues si los has visto encontraras en ellos mentira, engaño, desobediencia, elementos claros de nuestra naturaleza terrenal que encontramos en Gálatas como las obras de la carne, miremos: Gal 5:19  Y manifiestas son las obras de la carne,  que son:  adulterio,  fornicación,  inmundicia,  lascivia, Gal 5:20  idolatría,  hechicerías,  enemistades,  pleitos,  celos,  iras,  contiendas,  disensiones,  herejías, Gal 5:21  envidias,  homicidios,  borracheras,  orgías,  y cosas semejantes a estas;  acerca de las cuales os amonesto,  como ya os lo he dicho antes,  que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Los niños también obran en la carne, pero en ellos se encierra el misterio del obrar de Dios, porque a pesar de sus acciones, en su interior se esconde aquello de lo que Jesús habla, y por lo cual nos pide que seamos como niños.

DESARROLLO

Estas características no fueron definidas por Cristo, y creo que fue así, para que pudiéramos evidenciarlas por medio de la meditación de las escrituras y por medio de la observación de su creación.

Estas son las cuatro características que son comunes a los niños:
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      La honestidad: Cuando conocemos y hablamos con un niño lo primero que puedes notar a menos que se le haya contaminado con algo más, es su honestidad al decirte lo que piensa y lo que siente. Si quieres que alguien te diga la verdad sobre cómo eres pregúntale a un niño, el no conoce el tratar de quedar bien, así que será muy honesto con su respuesta. Y he aquí que esto agrada a Dios, el que seamos completamente honestos.

-          La inocencia: Esta es otra de las características de un niño que se hace evidente al compartir con ellos, podrás ver como hacen las cosas sin ninguna intención particular, te pueden golpear, pero en ellos no existe la mala intención de hacerlo, solo lo hacen obedeciendo a sus instintos, pero nunca lo harán con una intención en particular, a diferencia de un adulto que si golpea lo hace porque quiere causarle daño a quien lastima. Cultiva la inocencia por medio del conocimiento de Dios, y la santificación de tu ser por medio de la palabra de Dios.
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       La confianza: Esta es otra de las características que se suman a los niños, ellos son sumamente confiados, a menos como siempre que hayan sido lastimados para no confiar. De allí, que sean tan vulnerables al daño, siempre confían y creen en todo lo que les dices, aunque no sea verdadero. Vuelve a confiar en Dios, cree sin límites y te sorprenderás.
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    La humildad: Los niños son sencillos y humildes, no necesitas grandes cosas para hacerles felices, ellos no necesitan marcas, ni dinero, ni cosas materiales para disfrutar el momento, algo que vamos perdiendo con el tiempo. No perdamos la humildad, más bien despojémonos de todo orgullo y vanidad, humillándonos bajo la poderosa mano de Dios, confiando plenamente en su voluntad.
       
      CONCLUSIÓN
     
     De todo esto podemos concluir que los niños nos llevan gran ventaja sobre la vida espiritual en sus comienzos, aunque posteriormente les veamos contaminarse mediante la manipulación y control que la sociedad y la familia ejercen sobre ellos.

Todos algún día fuimos niños y tenemos maravillosos recuerdos y aun hasta llegamos a añorar esos tiempos en los que no pensábamos en lo que teníamos, ni nos preocupábamos por el futuro y vivíamos el ahora, si nos herían rápidamente perdonábamos la ofensa y seguíamos adelante, cosas que vamos perdiendo en la medida que el condicionamiento social nos obliga a vivir. Pero Jesús nos pide que volvamos a ser como niños y cultivemos en nuestro ser estas 4 características que de seguro nos bendecirán siempre.

Seamos como niños en cuanto a estas características, reconociendo con humildad y sencillez nuestra pobreza espiritual, siendo honestos con Dios siempre, volviendo a la inocencia perdida y confiando cada día más en Dios.


Oremos, Señor queremos ser como niños que se humillan sin recelo, que son honestos cueste lo que cueste, que recuperan la inocencia por medio de la santidad, y que confían para seguir tus mandatos y ordenanzas, te amamos y bendecimos, amen.

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