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domingo, 11 de junio de 2017

PREDICA DOMINICAL - NADA PODRÁ SEPARARNOS


NADA PODRÁ SEPARARNOS 

Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
Romanos 8:38-39 NVI


INTRODUCCIÓN 

Cuando pegas algo con estos pegantes super fuertes lo que esperas es que no se despegue fácil. Que perdure la unión entre estos dos elementos por mucho tiempo.

Así mismo Dios ha dispuesto de un elemento para que el hombre permanezca en él. El pegamento que Dios ha dispuesto para que el hombre se una a él es el amor.
Cuando el amor se manifiesta produce en nosotros un estado de unidad, es como si no hubieran adherido a Dios. 

¿Por mucho tiempo vivimos apartados de Dios y te gusto lo que viviste?, seguramente no todo, cometimos muchos errores y pecados que nos generaron muchas cicatrices. Ahora que conocemos su amor y este nos mantiene unidos, debemos permanecer en su presencia para lograr salir avante en todo.

DESARROLLO 

La escritura en romanos nos recuerda que nada, ni nadie podrá separarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo. Ese amor es el que debemos mantener encendido al servir a Dios para que mantengamos este estado de unidad que hará que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos de Dios.

¿No es esto maravilloso? Dios ha dispuesto un amor que nos sostiene, que nos levanta, que nos transforma y es tan fuerte que nada puede romperlo.

Enamorémonos de Dios, porque mientras le amamos y nos deléitanos en su presencia, él nos cuida, nos enseña, nos guía, nos prueba, y nos sostiene aun en medio de las circunstancias más difíciles. 

Enamorados de él resistiremos, lucharemos y amaremos tal cual él ama.

CONCLUSIÓN 

¿Amas a Dios?, entonces porque lo buscas 
Entonces, ¿enamorados persistiremos en el pecado? No, lucharemos cada día con mayor valentía y coraje, pues reconocemos que Dios en amor entrego a su Hijo por nosotros aun cuando no le conocíamos y nos ha dado sus maravillosas promesas.

Resistiremos con todas nuestras fuerzas a la tentación, a nuestra propia concupiscencia para mantenernos unidos a Dios en amor.

No hay amor más grande que aquel que lo da todo por su amado. Y si decimos amar a Dios no debe costarnos entregarnos más a él y apartarnos en santidad para dar gloria a su nombre. 

Oremos, Señor enamóranos más de ti, para adheridos a ti soportemos con valentía los embates de la vida, amen.


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