MATRIMONIOS - LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN EN EL MATRIMONIO

LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN EN EL MATRIMONIO

Efesios 6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

INTRODUCCIÓN

Así como la oración en secreto es el secreto para una vida espiritual rica y fructífera, así mismo la oración es el secreto para un matrimonio lleno de comprensión, amor, paciencia y perseverancia.

Hace poco alguien me comentaba una encuesta sobre matrimonios que decía algo como esto: De cada 10 matrimonios en total, entre el 60 o 70% se separan en el primer o segundo año, esto es una estadística que debería hacernos preocupar, al menos un poco. Ella continuaba así: Entre matrimonios cristianos esta estadística era así, solo hasta que intervenía la oración, si los dos cónyuges oraban por su matrimonio solo el 2% se separaban después de 5 años.

Las estadísticas nos dan una razón más para orar por nuestro matrimonio, un cónyuge que no ora, y que no ora por su matrimonio está condenado al fracaso de este.

DESARROLLO

La escritura nos recuerda que debemos orar en todo tiempo, y esto no es solo para con nuestra vida espiritual, sino también para con nuestro matrimonio. Debemos orar con mucha frecuencia por nuestro cónyuge, pues diariamente está expuesto a tentaciones por su propia naturaleza carnal. Si no oramos, nos exponemos a la autosuficiencia y a la humillación, factores que destruyen hogares a diestra y a siniestra.

No es fácil establecer un tiempo para orar en pareja, o para orar por nuestra pareja, muchos cristianos o autoproclamados como cristianos, ya no oran, viven una vida dependiendo de cada necesidad, entonces, cuando vienen los problemas oran, cuando pasan dificultades oran, cuando pelean oran, pero esto no debería ser así. Deberíamos orar para conocer las necesidades de nuestro cónyuge, para pedir que Dios le fortalezca interiormente, para soportar sus defectos, para perdonar sus errores y para que Dios obre con poder en su vida y en la nuestra para amarle y servirle.

Orar es el secreto de un matrimonio en pareja, debemos orar individualmente para ser confrontados con la verdad de nuestras acciones, motivaciones y deseos, pero también debemos orar juntos frecuentemente para así fortalecer nuestra relación en la comunión con Dios, en el perdón y el amor.

Ese dicho antiguo que dice: “Pareja que ora unida permanece unida” cada vez toma más relevancia en medio de un mundo lleno de ocupaciones que nos impiden sacar el tiempo para compartir en pareja y disfrutar de la presencia de Dios con nuestro cónyuge.

Es importante orar porque allí es donde encontramos las fuerzas para seguir cuando nos sentimos abatidos, es allí donde podemos hallar descanso en medio de los problemas conyugales, es allí donde encontramos consejo cuando nos sentimos abrumados por los sentimientos, es allí donde encontramos ayuda y apoyo cuando nuestro cónyuge no nos lo da, es allí donde podemos ser perfeccionados para amar, y es allí donde podemos reconocer sin tapujos nuestras equivocaciones para cambiar y ser mejores parejas.

CONCLUSION

Volvámonos a Dios, cerremos la puerta a lo exterior y busquemos la voluntad de Dios para nuestro matrimonio, busquémosle para que él nos escudriñe y nos permita conocer aquello que no está bien, lo que necesita ser reforzado y lo que necesitamos para permanecer unidos.

Dejemos de lado un poco las reuniones, los amigos, los afanes de la vida y preocupémonos más por nuestros cónyuges porque cada uno de nosotros es un mundo diferente de experiencias, sentimientos y pensamientos que necesitan ser apoyados, sostenidos, fortalecidos y afirmados en el amor.

Solo la oración puede salvar tu matrimonio si ya está en problemas, solo Dios puede darte las estrategias para reconquistar a tu cónyuge, solo Dios puede cambiar aquello que te incomoda, solo Dios puede hacer que nuestros hogares muestren su gloria y majestad en paz y bendición.

Oremos, Señor necesitamos volvernos a ti en oración para buscar tu voluntad para nuestro matrimonio, nos volvemos a ti para abandonar todo orgullo, vanidad, angustia, afán, preocupación y descansar en tu perfecta voluntad, te necesitamos en nuestros hogares, en nuestro cónyuge y en nuestras vidas para amar, servir y entregar nuestra vida por nuestro matrimonio, amen.