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lunes, 10 de abril de 2017

PREDICA SEMANA SANTA 2017 (LAS PALABRAS DE JESUS EN LA CRUZ No1)


"Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" (Lucas, 23: 34).

INTRODUCCIÓN

Jesús se encuentra crucificado, está siendo juzgado como culpable sin serlo, no hay causa más injusta para su crucifixión, pero aun así, no dijo nada para defenderse.

Soporta en la cruz el vituperio del dolor por la cruz, la angustia de la muerte, el rechazo y abandono de sus discípulos, la burla y criticas de sus contradictores, pero aun así no busca venganza.

Cuando dóciles son sus palabras que contrastan con aquel cuadro de dolor. 

DESARROLLO

Jesús pide a Dios que perdone lo que han hecho con él, pues no saben lo que están haciendo. Han crucificado en nombre de la religión dominante y el poder al mesías, el enviado de Dios. Cuanta ignorancia hay en nosotros, culpables también de aquella muerte.

Podríamos echarle la culpa a los judíos, eso sería algo facilista, pero si miramos con detenimiento, también en quienes están allí, estamos representados nosotros mismos, pues por nosotros fue crucificado. Nosotros también somos culpables, y si hubiésemos estado allí, seguramente habríamos pedido que le crucificaran.

Este cuadro es difícil de comprender, pero podemos notar como Cristo perdona la ofensa y pide porque Dios no les tome en cuenta esta tremenda equivocación y pecado. Junto a la cruz podemos revisar nuestras propias vidas sumergidas en el abandono de lo divino y la necesidad de un perdón que aunque no lo pedimos, en Cristo nos fue otorgado mediante la fe.

Que maravilloso regalo podemos tener, ser perdonados aun cuando nos hemos equivocado y pecado tanto. Su perdón sigue siendo otorgado a aquel que cree en Cristo para perdón de sus pecados, se arrepiente y vive una vida conforme a la voluntad de Dios.

CONCLUSIÓN

Reconozcamos que nosotros también fuimos culpables de su crucifixión y que la cruz se convierta de un lugar de muerte, a un lugar de vida, a donde podemos ir y encontrar perdón, reconciliación y amor. El perdón de un Dios que puso toda su ira sobre su propio hijo para sacrificarle para perdonarnos conforme a lo que disponía la ley; reconciliación con un Dios al que no conocíamos y con el que estábamos sometidos a ira; y en Cristo podemos encontrar el amor que trae la fe para sentirnos amados y poder amarle a él y al prójimo.

Perdona nuestros pecados Señor pues te condujimos a la cruz, lo viviste sin quejarte, sin renegar nunca por ello, obedeciste por amor y serviste al ministerio que te fue encomendado, ahora confiamos que por medio de tu sacrificio nuestro pecado ha sido perdonado y podemos vivir en paz y armonía con el Dios Padre todopoderoso.


Oremos, Señor que pueda volverme a ti siempre con arrepentimiento sincero, reconociendo mi pecado y encontrar en ti perdón, gracia y amor, te necesito, necesito de tu ayuda, de tu gracia y perfección para vivir como tu viviste y perdonar como tú lo hiciste, amen.

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