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domingo, 22 de diciembre de 2013

PREDICA DOMINICAL - EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPIRITU




EN TU MANO ENCOMIENTO MI ESPIRITU

 
PASAJE:

 

Salmo 31:5  En tu mano encomiendo mi espíritu;

 Tú me has redimido,  oh Jehová,  Dios de verdad.
 

INTRODUCCION

En que descansa tu alma, agobiada por el pecado, la tristeza, el dolor, o el sufrimiento que todos percibimos en lo terrenal, será que descansa al hacer cosas buenas, con el ir a la iglesia, con hacer obras benéficas o de caridad?, no el alma no puede descansar en ello, porque estas cosas solo pueden apaciguar por un tiempo nuestras conciencias, mas nunca permanecen.

No es fácil traer a descanso nuestra mente porque siempre se encuentra ocupada, o tratando de ocuparse, la mente no es un lugar de reposo, solo en el espíritu hay descanso, reposo, tranquilidad y paz, la mente es dual, por eso la escritura menciona que la mente todo lo cuestiona, todo lo razona, en el racionamiento, la fe y la certeza, no tienen cabida, es por eso que confiar del todo en la mente nos aparta de la confianza y la duda será un eterno tormento.

La mente trata de descansar en la autoconfianza, en lo hecho, en la bondad que surge de su propia naturaleza, mas ella no puede dar un descanso real, la vida es más que uno mismo, es un todo, y cuando miras todo desde la perspectiva de la mente, todo surge por temor o por placer, que son los dos motores del alma, ellos dan el norte, la dirección a tu alma, más el espíritu, no se guía por estas dos fuerzas, que tiran del ser, más bien se mueve o habita en la presencia de Dios, lo cual le da confianza para ser, estar y hacer.

DESARROLLO


El pasaje nos conduce a reconocer que no está en nuestras manos el control, que no lo tenemos, que solo podemos encontrar descanso en la mano poderosa de Dios, quien todo lo controla, pero no lo buscamos para que nos de el control, lo buscamos porque en Su misma presencia el control no se hace necesario, la confianza surge y en toda situación la certeza se hace manifiesta, por eso encomendamos nuestro espíritu en Su mano, una mano que sustenta, que fortalece, que soporta, que sostiene, que da vida, que se entrega, que da paz a nuestro espíritu, porque nuestra confianza no la provee nuestra mente, proviene de la redención que hemos sido objeto, en donde la verdad se afirma y la mentira se destruye, para que establecidos en El, podamos afrontar toda circunstancia.

Quien se encomienda tal cual Cristo lo hizo en la cruz, lo hace porque sabe y entiende que en el Dios de verdad, puede descansar nuestra agobiada alma, que en su mano poderosa, todo pensamiento, emoción, y ego pueden ser quitados para que la certeza se establezca y en ella pueda descansar nuestro espíritu. Este pasaje fue el cumplimiento profético del acto que llevaría a descanso nuestro ser en Cristo, en quien encontramos salvación, redención y vida eterna.

No es fácil de entender, porque es solo por gracia que podemos reconocer lo que Dios ha hecho en nosotros, no depende de nada que hayamos hecho, ni dicho, solo de su inmensa misericordia, que es nueva cada mañana, por eso toda ínfula de autoconfianza ha de ser entregada y rendida a Dios, entendiendo que es en Su mano que podemos descansar, que es en Su mano que podemos vivir, es en Su mano que podemos confiar, es en Su mano que podemos encontrar paz, gozo y justicia, porque en Él, hemos sido redimidos, pues sus manos cargaron con el peso de nuestras trasgresiones, y nos han permitido establecernos sobre la eternidad.

CONCLUSION

Hace poco leía una historia en la cual los niños de una escuela muy pobre recibían la tarea por parte de la profesora de describir, porque dar gracias, algunos, dieron gracias por las personas que les ayudaban, por la comida que recibían, por la vida que podían disfrutar, más uno de ellos lo describió con una mano pintada, al recibir el papel la maestra le pregunto de quien era esa mano, el niño, respondió, es la suya profesora, entonces la profesora conmovida, recordó que cuando el niño sentía temor, su mano siempre estaba allí para consolarle, cuando el niño no quería salir al recreo, ella le tomaba de la mano y le acompañaba afuera, de igual manera Dios usa nuestras manos para mostrarse, para volverse real en la vida de muchas personas, sean niños, jóvenes o adultos, no menosprecies lo que haces, más bien permite que Dios se manifieste a través de los pequeños detalles en los que tus manos aparecen como las suyas, para dar, para aliviar el dolor, para calmar el sufrimiento, para descansar, para abrazar, para amar; que los demás no nos vean a nosotros, que vean a Dios en nosotros actuando a favor suyo, que seamos instrumentos de su bondad, amor, comprensión, sabiduría y paciencia, allí donde el dolor, la angustia, el afán, el desconcierto, la inseguridad, y la maldad aparecen.

Oremos, Señor es tiempo de confiar en tu mano de bondad, tu mano de amor, de guía que se brinda a todo aquel que trasciende su ego, y reconoce la necesidad de un salvador, reconocemos tu verdad, como sustento de nuestro espíritu y descanso para nuestra alma, encomendándote nuestros espíritus, para guía, consejo, ayuda y justicia en el nombre de nuestro señor Jesucristo, amen.

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