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domingo, 28 de julio de 2013

PREDICA DOMINICAL - UNA EXPECTATIVA EQUIVOCADA


PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo A. Sastoque M.

PASAJE
Juan 5:1  Después de estas cosas había una fiesta de los judíos,  y subió Jesús a Jerusalén.
Juan 5:2  Y hay en Jerusalén,  cerca de la puerta de las ovejas,  un estanque,  llamado en hebreo Betesda,  el cual tiene cinco pórticos.
Juan 5:3  En éstos yacía una multitud de enfermos,  ciegos,  cojos y paralíticos,  que esperaban el movimiento del agua.
Juan 5:4  Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque,  y agitaba el agua;  y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua,  quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.
Juan 5:5  Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
Juan 5:6  Cuando Jesús lo vio acostado,  y supo que llevaba ya mucho tiempo así,  le dijo:  ¿Quieres ser sano?
Juan 5:7  Señor,  le respondió el enfermo,  no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua;  y entre tanto que yo voy,  otro desciende antes que yo.
Juan 5:8  Jesús le dijo:  Levántate,  toma tu lecho,  y anda.
Juan 5:9  Y al instante aquel hombre fue sanado,  y tomó su lecho,  y anduvo.  Y era día de reposo aquel día.
Juan 5:10  Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado:  Es día de reposo;  no te es lícito llevar tu lecho.
Juan 5:11  El les respondió:  El que me sanó,  él mismo me dijo:  Toma tu lecho y anda.
Juan 5:12  Entonces le preguntaron:  ¿Quién es el que te dijo:  Toma tu lecho y anda?
Juan 5:13  Y el que había sido sanado no sabía quién fuese,  porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.
Juan 5:14  Después le halló Jesús en el templo,  y le dijo:  Mira,  has sido sanado;  no peques más,  para que no te venga alguna cosa peor.

INTRODUCCION

Si miramos en nuestro interior y a la luz de las escrituras, siempre encontraremos la verdad que Dios revela a nuestros corazones, y es que nos desgastamos la vida tras expectativas falsas, engañosas, que en la mayoría de los casos no son ni siquiera nuestras, nos las han impuesto otros, pertenecen a los demás, o las hemos adquirido por la cultura y lo que nos rodean, y es allí a donde nos lleva Jesús en este pasaje, donde encontramos a un hombre que lleva muchos años, 38 años, tras un anhelo, un deseo, que era el ser sanado, este, no es un anhelo o una expectativa negativa, pero lo importante es lo que revela su corazón en su respuesta, la cual deja conocer su interior y lo que si estaba errado.

Las expectativas en nuestro ser, se pueden convertirse en agentes destructores cuando perdemos el control y nos dejamos controlar por ellas, la vida siempre estará llena de circunstancias que nos desafían en Cristo, a dejar de lado toda desconfianza, autoconfianza, todo ego, y toda vanidad, pero muchos evitan esta confrontación a la cual son llevados por el Espíritu Santo, para mostrarles su condición, y en este pasaje no es diferente, este hombre ha sufrido seguramente mucho por su condición, ha vivido el rechazo, el dolor, el desprecio de la sociedad y seguramente hasta de su propia familia la cual, no aparece por ningún lado en el pasaje, así que podemos identificar a alguien que ha vivido toda su vida apartado por su condición, que ha perdido la confianza en Dios y la ha depositado en la esperanza de que alguien le ayude a entrar en el agua.

DESARROLLO

Este hombre es encontrado por Jesús en un lugar maravilloso, la fuente de betesda, que significa lugar de misericordia, con la cual podemos identificarnos, y nos lleva a reconocer que no podemos alcanzar nuestras verdaderas necesidades tanto espirituales como físicas si no es por la misericordia de Dios, no es por nuestros actos, no es por nuestra santidad, por nuestro conocimiento o posición que somos bendecidos por el Señor, es por Su misericordia, bendición hay en su misericordia que en día de fiesta da consuelo a los que sufren, es en este lugar que Dios busca al hombre con menos posibilidades de encontrarle, un hombre con una esperanza perdida y agobiado por su condición, es allí donde Dios nos busca y nos permite entrar en la fuente de su misericordia, allí donde encontró a este hombre, también nos ha encontrado a nosotros.
Esta fuente está cerca de la puerta de la ovejas, parece una coincidencia pero no es así, porque es allí donde Dios nos busca, por su misericordia, en el lugar en donde están las ovejas, que es su iglesia y no les hablo de la congregación les hablo de su interior, allí donde nuestro espíritu es despertado ante la misericordia divina y es donde la iglesia, o sea nosotros, los escogidos vivimos para dar entrada a las ovejas, y para que en la comunión con los hermanos puedan tener un encuentro con el Señor.

Jesús le encuentra, a que el no le buscaba y le hace una pregunta, y como siempre sus preguntas tienen un sentido claro, que revela el corazón de aquel a quien pregunta, la pregunta es quieres ser sano?, una pregunta sencilla, clara pero profunda, rápidamente podríamos responder que sí, claro que queremos ser sanos, pero la respuesta de este hombre, resume su vida, su pasado, y su presente, su condición y su verdadera expectativa, Juan 5:7  Señor,  le respondió el enfermo,  no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua;  y entre tanto que yo voy,  otro desciende antes que yo.
En esta respuesta podemos ver que sus expectativas estaban puestas en el favor del hombre, en que si alguien le ayudaba podría descender al agua antes que los demás, y no, en el favor divino, por alguna razón, ya no confiaba en sus propias fuerzas porque en algún momento de su vida dejo de confiar en sí mismo y su fe se diluyo con el tiempo, se excusa y explica su imposibilidad para hacerlo.
Así viven muchas personas aisladas de la presencia del Señor, y aun muchos creyentes, asisten a un templo porque sus expectativas están puestas en el pastor, en su líder, en una posición, en una sanidad, en que alguien les pueda cambiar la situación que viven, pero no están puestas en el Señor, toda expectativa fuera de lugar trae frustración, dolor, desconfianza, y perdida de la fe, este hombre nunca pudo vivir en la fe, su fe estaba lisiada por su condición y su espera le había vuelto dependiente de los demás haciéndole perder la oportunidad de crecer en medio de la prueba, por eso Cristo no apelo a su fe, tan solo le dio una palabra Levántate,  toma tu lecho,  y anda, con la cual este hombre se levantó y fue sano en ese mismo instante, Jesús reconoció su estado espiritual y lo cambio, pero no por algo que el hiciera, aun no le pregunto qué quieres?, sino que fue directamente a su necesidad, ser sanado, y en muchas ocasiones Dios tiene que ir y sacarte del lugar al cual te has acostumbrado, para hacerte ver lo que hay en tu interior, lo equivocado que estabas, aunque ello te duela y se demore.

Cualquier expectativa diferente a lo que Dios ha puesto en nuestro corazón de ser como El, es una mentira y un engaño, y esto puede ocurrirte con tu sanidad, tu familia, tu situación económica, tu ministerio y muchas otras cosas, son muchos los que ponen todas sus expectativas o se hacen falsas expectativas en su matrimonio esperando que sea el esposo, el hombre ideal, lo cual cambia cuando le conoce de verdad y entonces vienen las quejas, las separaciones y dificultades, lo mismo ocurre cuando se hacen falsas expectativas en el manejo de los negocios y el manejo del dinero en el hogar y después se quejan de estar en bancarrota, esto siempre generara conflictos, porque sus esperanzas se posan en el lugar equivocado o en la persona equivocada, tal cual el hombre del pasaje, este esperaba que alguien lo tirara al agua para que su situación cambiara, pero esto nunca sucedía, porque no debía poner todas sus esperanzas de sanidad en alguien, debemos ponerlas en Cristo y descansar en El, el sabrá el tiempo adecuado, y la medida adecuada para la bendición, que trae su gracia y amor.

CONCLUSIÓN  

Cuáles son tus expectativas al venir a la congregación?, una sanidad?, un negocio, restaurar tu hogar?, aunque estas no sean malas, no pongas tus expectativas sobre situaciones o personas, ponlas en Cristo y descansa en el, por eso encontramos en Mateo 11:28   "Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados,  y yo les daré descanso, cuáles son tus expectativas al pensar en Cristo, esperas algo?, quieres algo?, porque si lo haces puedes estar colocándolas en el lugar equivocado, y aunque estés cerca de la casa de misericordia, y aunque entres por la puerta de las ovejas, no podrás disfrutar de las bendiciones del pastor de las ovejas, hasta que no tengas un encuentro con El, que esperas para dejar de lado las falsas expectativas que has creído y en las cuales basas tu esperanza, para con tu matrimonio, tu pareja, tu iglesia, tu ministerio, tu sociedad, que tu única expectativa sea ser como Cristo es, porque es allí donde está la bendición, la sanidad, la paz y el amor, allí es donde se halla el termino de todo deseo, anhelo o expectativa, no es su cumplimiento, sino que ella nos conduzca a él.

Necesitamos conocer las verdaderas expectativas de nuestro corazón, y solo Jesús a través de la escritura y la oración puede revelárnoslo, así como este hombre había puesto sus expectativa en el esfuerzo humano para alcanzar la bendición, de igual manera nosotros podemos estar poniendo nuestras expectativas fuera de lugar, en el esfuerzo nuestro o de otros, en nuestras habilidades y talentos, porque no dejar que sea el, quien se glorifique en nosotros para dejar de lado todo ego, para que siempre sea por su misericordia y amor, que es allí donde realmente se puede reconocer al Señor, nuestra verdadera necesidad.


Oremos, Señor que dejemos de lado toda falsa expectativa de bendición, si antes no conocemos al dador de la bendición, de buscar nuestros deseos egoístas, de poner nuestras esperanzas en las personas o las cosas y que podemos vivir en pos de tu gracia y misericordia para llevarla a cada individuo necesitado de ella. Amen. 

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