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lunes, 1 de octubre de 2012

TIEMPO DE REFLEXION



Cuenta una historia que un día un niño vio como un elefante del circo, después de la función, era amarrado con una cadena a una pequeña estaca clavada en el suelo. Se asombró de que tan portentoso animal no fuera capaz, y de hecho no hiciera el más mínimo esfuerzo por liberarse de aquella pequeña estaca. Decidió preguntarle al hombre del circo el porqué de aquello, a lo que le respondió: -"Es muy simple, desde pequeño era amarrado a una estaca como esa y en ese entonces no era capaz de liberarse, ahora el no sabe que esa estaca es tan poca cosa para el. Lo único que recuerda es que no podía escaparse y por eso ni siquiera lo intenta". Cuantas veces nosotros mismos tenemos topes o barreras con las que chocamos pues antes en nuestras vidas habían sido piedra de tropiezo para nosotros. A veces no nos hemos dado cuenta de que esas cosas ya no son obstáculo para nosotros, sino que ya hemos crecido lo suficiente para vencerlas, y no lo hacemos solo por un porque en algún momento nos detuvieron. No seas como el elefante, puedes seguir adelante si tan solo ves la grandeza que el creador ha puesto en ti.
2Ti 1:7  Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor,  sino de poder,  de amor y de dominio propio.
Cuantas veces permitimos que lo que nos detuvo en el pasado lo siga haciendo ahora en nuestro presente, algunas veces el temor al que dirán dictamina nuestra conducta o nuestras acciones, lo que dijeron cuando nos equivocamos detuvo nuestro rendimiento y aun lo sigue haciendo, lo que pensamos en el pasado nos acompaña aun en nuestras decisiones a futuro, las relaciones que nos hicieron daño minan nuestra confianza en el presente o nos atemoriza sentir lo que sentimos en el pasado, todos estos ejemplos de cosas que todos, creo, sin ninguna excepción hemos vivido pueden ayudarnos a impulsarnos mas allá, o pueden convertirse en estacas que limitan el potencial que Dios ha puesto en nosotros, como menciona la escritura Dios no nos ha dado un espíritu de temor o de timidez, nos ha dado un espíritu de poder, de amor y de dominio propio para llevar a feliz termino cada cosa que nos propongamos, no hay nada mas fuerte que un ser decidido a vencer por encima de las circunstancias o emociones, que ellas no te controlen, que el amor, la fe y la esperanza guíen siempre tu caminar y perfeccionen tu ser para que cada día nos parezcamos mas a Cristo el autor y consumador de nuestra salvación.

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