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lunes, 24 de septiembre de 2012

TIEMPO DE REFLEXION



Un orador inició su seminario mostrando al auditorio un billete de $20 dólares. Dirigiéndose a los 200 espectadores preguntó: -"¿Quién quiere este billete?". Muchas manos se levantaron. Luego dijo: -"Se lo voy a dar a alguno de ustedes, pero primero permítanme hacerle esto...", y lo hizo bolita dejándolo todo arrugado. Entonces insistió: -"¿Quién todavía lo quiere?". Las manos volvieron a subir. -"Bien", dijo. -"¿Y si le hago esto...?", y lo dejó caer al suelo y lo empezó a hollar contra la tierra con su zapato. Al recogerlo lo mostró al auditorio. Así, todo arrugado y sucio, preguntó: -"Y así, ¿todavía lo quieren?". Las manos se mantuvieron arriba. -"Amigos, han aprendido una lección muy valiosa: No importa todo lo que le haya hecho al billete, ustedes de cualquier manera lo quieren porque su valor no ha disminuido. Sigue valiendo los mismos 20 dólares”. Muchas veces en nuestras vidas caemos, nos arrugamos, o nos revolcamos en la tierra por las decisiones que tomamos y por las circunstancias que nos rodean. Llegamos a sentir que no valemos nada. Pero no importa lo que hayamos pasado o cuanto pueda ocurrirnos, nunca perdemos el valor que tenemos ante los ojos de Dios. Sucios o limpios, abatidos o finamente alineados, para El somos invaluables.
1Corintios 7:23  Ustedes fueron comprados por un precio;  no se vuelvan esclavos de nadie.
1Pedro 1:18-19  Como bien saben,  ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus antepasados.  El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas,  como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo,  como de un cordero sin mancha y sin defecto.
Como la escritura lo menciona fuimos comprados por un precio muy alto, siendo Dios dueño de todo lo que existe no quiso comprarnos con el oro, ni la plata, ni el petróleo, ni con ningún otro metal o piedra preciosa, decidió pagar el precio mas alto, entregar la sangre de su Hijo amado, Jesucristo para e perdón de nuestros pecados. Si Dios pago un precio tan alto por tu vida para librarte, porque lo desprecias y te desprecias, dejando que el temor te agobie, que la pereza, el desanimo o la depresión tomen el control, no vales mas que eso?, porque te sientes perdedor, usado, maltratado, si el valor de tu vida es incalculable para Dios, así mismo debemos tratarnos y tratar a todos, pues si nos vemos como Dios nos ve, podemos restaurar ese incalculable valor pagado por amor. Crees que el hecho de que hayan abusado de ti, que te hayan tratado mal, o hasta golpeado te hace menos valioso(a), no Dios te sigue viendo igual de hermoso(a), y el precio que El pago nos demuestra cada día que su amor sigue intacto esperando por ti, para siempre recordártelo, vales mucho mas de lo que te imaginas.

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