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jueves, 16 de enero de 2020

ESTUDIO BIBLICO HECHOS 8


ESTUDIO BÍBLICO
ESTUDIO BÍBLICO

ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Act 8:1  Y Saulo estaba allí,  aprobando la muerte de Esteban.  Aquel día se desató una gran persecución contra la iglesia en Jerusalén,  y todos,  excepto los apóstoles,  se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria.
Nuevamente aparece Saulo, y es descrito como alguien que aprueba la muerte de Esteban, mostrando su condición de dureza espiritual y celo por la Torá. Este evento fue aprovechado por los lideres religiosos para propagar una persecución sobre la iglesia en toda Jerusalén, lo que hizo que la iglesia se dispersara en las regiones aledañas, pero los apóstoles permanecieron firmes allí.
Act 8:2  Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran duelo por él.
Hombres piadosos, probablemente judíos, no cristianos, sepultaron a Esteban y se afligieron por su muerte. Es evidente que la escritura hace notorio la piedad en hombres judíos también.
Act 8:3  Saulo,  por su parte,  causaba estragos en la iglesia:  entrando de casa en casa,  arrastraba a hombres y mujeres y los metía en la cárcel.
Saulo se convierte entonces en perseguidor de la iglesia, siendo capaz de ingresar en los hogares para llevar a la cárcel a todos aquellos que contradicen su verdad.
Act 8:4  Los que se habían dispersado predicaban la palabra por dondequiera que iban.
La iglesia jamás permanece estática y el resultado de ser movida por la persecución, fue que el mensaje empezó a ser predicado por donde quiera que iban.
Act 8:5  Felipe bajó a una ciudad de Samaria y les anunciaba al Mesías.
Felipe el apóstol es otro de aquellos que empezó a anunciar las buenas nuevas del Mesías fuera de Jerusalén, lo que Cristo les había dicho de ser testigos en Jerusalén y Samaria se estaba cumpliendo.
Act 8:6  Al oír a Felipe y ver las señales milagrosas que realizaba,  mucha gente se reunía y todos prestaban atención a su mensaje.
Las señales milagrosas eran usadas por Dios para confirmar su mensaje, de modo que todos prestaran atención y escucharan el mensaje de salvación por medio de Cristo.
Act 8:7  De muchos endemoniados los espíritus malignos salían dando alaridos,  y un gran número de paralíticos y cojos quedaban sanos.
Estas señales incluían liberaciones, y sanidades que eran evidentes para quienes las experimentaban y para aquellos que eran espectadores.   (biblical teachings)
Act 8:8  Y aquella ciudad se llenó de alegría.
Fue tanto el despliegue de Felipe al ser usado por Dios que toda la ciudad se lleno de alegría. La sola presencia de un Apóstol logro que toda una ciudad se gozara en Dios.
Act 8:9  Ya desde antes había en esa ciudad un hombre llamado Simón que,  jactándose de ser un gran personaje,  practicaba la hechicería y asombraba a la gente de Samaria.
El escritor de Hebreos luego pasa a comentarnos la aparición de un hombre llamado Simón quien alardeaba de ser una gran persona, por medio de la magia se ganaba la admiración de la gente. He aquí un hombre que se creía con gran fama y renombre por medio de la practica de la magia o hechicería como también puede ser traducida esta palabra.
Act 8:10  Todos,  desde el más pequeño hasta el más grande,  le prestaban atención y exclamaban:  "¡Este hombre es al que llaman el Gran Poder de Dios!"
Era tal su fama que le habían llamado el “gran poder de Dios”, así que podemos imaginar cuan asombrados debía tener a los samaritanos.
Act 8:11  Lo seguían porque por mucho tiempo los había tenido deslumbrados con sus artes mágicas.
Sus actos mágicos habían asombrado a muchos en aquella población, así que de seguro tenia una gran cantidad de seguidores.
Act 8:12  Pero cuando creyeron a Felipe,  que les anunciaba las buenas nuevas del reino de Dios y el nombre de Jesucristo,  tanto hombres como mujeres se bautizaron.
Pero muchos de sus seguidores le abandonaron al creer al apóstol Felipe y en obediencia a Dios se bautizaron abandonado toda obra de las tinieblas.
Act 8:13  Simón mismo creyó y,  después de bautizarse,  seguía a Felipe por todas partes,  asombrado de los grandes milagros y señales que veía.
Aun el mismo mago o hechicero creyó al mensaje de Felipe y se bautizó, y asombrado por lo que veía ocurrir por manos de Felipe le seguía a todas partes.
Act 8:14  Cuando los  apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que los samaritanos habían aceptado la palabra de Dios,  les enviaron a Pedro y a Juan.
Los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de la obra de Dios en Samaria, así que decidieron enviar a Pedro y a Juan para que confirmaran aquel testimonio de la iglesia.
Act 8:15  Éstos,  al llegar,  oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo,
La gente se arrepentía, creía y luego era bautizada para arrepentimiento en agua, pero al llegar los apóstoles Pedro y Juan empezaron a dar el Espíritu Santo por medio de la imposición de manos, lo que algunos consideran el bautismo por fuego o por el Espíritu Santo (Mat 3:11).
Act 8:16  porque el Espíritu aún no había descendido sobre ninguno de ellos;  solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Aquí encontramos la primera referencia al bautismo de forma diferente a como fue establecido por Cristo mismo (Mat 28:19), por medio de la formula en el nombre de Jesús, algunos no están de acuerdo en esta fórmula, pues ponen por encima la establecida por Cristo mismo, formula que en gran parte ha practicado siempre la cristiandad. Pero eso no quiere decir que este mal, o que no sea bíblica, pues ambas se encuentran en las escrituras.
Act 8:17  Entonces Pedro y Juan les impusieron las manos,  y ellos recibieron el Espíritu Santo.
Como podemos ver, claramente el que recibieran el Espíritu Santo sucedía por medio de la imposición de manos. No por medio de la conversión, ni del bautismo, lo cual lo separa como un hecho notoriamente diferente y necesario para el creyente.
Act 8:18  Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo,  les ofreció dinero
Simón el mago es un nuevo convertido, ha creído, pero su naturaleza aun no ha sido reformada, así que el hace uso de sus propias artimañas para hacerse al poder de estos hombres y les ofrece dinero.
Act 8:19  y les pidió:  --Denme también a mí ese poder,  para que todos a quienes yo les imponga las manos reciban el Espíritu Santo.
Pide que ese poder que ha visto obrar por medio de Felipe y ahora por medio de los apóstoles Pedro y Juan sea suyo, como si por medios terrenales este poder pudiera ser conseguido.
Act 8:20  --¡Que tu dinero perezca contigo --le contestó Pedro--,  porque intentaste comprar el don de Dios con dinero!
Claramente recibe una fuerte reprensión por parte de Pedro, quien le dice que su dinero perezca con él, pues el don gratuito de Dios no puede ser comprado con nada de esta tierra, menos con dinero.
Act 8:21  No tienes arte ni parte en este asunto,  porque no eres íntegro delante de Dios.
Ahora Pedro revela el corazón de este hombre quien a pesar de haber creído y bautizado no hay integridad en él.
Act 8:22  Por eso,  arrepiéntete de tu maldad y ruega al Señor.  Tal vez te perdone el haber tenido esa mala intención.
Es por eso, que le pide que se arrepienta de su falta de integridad y ruegue a Dios por misericordia, así tal vez pueda ser perdonado por tan mala intención en su corazón.
Act 8:23  Veo que vas camino a la amargura y a la esclavitud del pecado.
Su camino había sido minado por falta de integridad debido a su mala intención, esto según Pedro nos conduce a amargura y esclavitud del pecado. Vemos como un hombre que ha creído, luego pervierte el camino por su mala intención, lo cual pervierte su corazón y le conduce de nuevo a ser esclavo del pecado.
Act 8:24  --Rueguen al Señor por mí --respondió Simón--,  para que no me suceda nada de lo que han dicho.
Al parecer la dura exhortación de Pedro hizo que Simón el mago se arrepintiera, por lo que pidió que intercedieran en oración por él, pues las consecuencias de su pecado ahora se cernían sobre el y el temor de Dios se apodero de su corazón.
Act 8:25  Después de testificar y proclamar la palabra del Señor,  Pedro y Juan se pusieron en camino de vuelta a Jerusalén,  y de paso predicaron el evangelio en muchas poblaciones de los samaritanos.
Dios uso a estos apóstoles para dar testimonio de la verdad y la palabra en toda samaria y sus poblaciones cercanas, por lo que luego se dispusieron para ir a Jerusalén para contar todo lo sucedido.
Act 8:26  Un ángel del Señor le dijo a Felipe:  "Ponte en marcha hacia el sur,  por el camino del desierto que baja de Jerusalén a Gaza."
Un enviado del Señor, probablemente un Ángel, que se diferencia claramente de la referencia al Ángel del Señor del A.T. en la preposición “un”, que hace relación a uno de varios. Este ángel o enviado habla a Felipe, quien puede escucharlo y sigue su orden tal cual le fue confiada. Vemos como la intervención divina hace que un apóstol pueda cumplir un propósito por medio de uno de sus ángeles.
Act 8:27  Felipe emprendió el viaje,  y resulta que se encontró con un etíope eunuco,  alto funcionario encargado de todo el tesoro de la candace,  reina de los etíopes.  Éste había ido a Jerusalén para adorar
Act 8:28  y,  en el viaje de regreso a su país,  iba sentado en su carro,  leyendo el libro del profeta Isaías.
Felipe sin poner excusas inmediatamente emprendió el viaje y en este se encuentra a un eunuco (persona que ha sido castrada en su niñez para cuidar de mujeres de la realeza) etíope, quien era un alto funcionario del gobierno de la Candace (Este era el nombre de familia de las reinas del Egipto Superior, como el Faraón, el César, etc.), era el encargado de cuidar y proteger el tesoro de la reina y seguramente se había convertido al judaísmo de modo que había ido a celebrar la fiesta del pentecostés en Jerusalén. De regreso, se encontraba leyendo el libro de Isaías y se encuentra con Felipe.
Act 8:29  El Espíritu le dijo a Felipe:  "Acércate y júntate a ese carro."
Ahora Felipe escucha la voz clara del Espíritu Santo diciéndole un mensaje que le conduciría a acercarse al carro del funcionario etíope. Es claro que Felipe escucho hablar al Espíritu Santo, así como escucho claramente al Ángel, lo cual hace notoria tanto la intervención de los ángeles, como la del Espíritu Santo en la iglesia neotestamentaria.
Act 8:30  Felipe se acercó de prisa al carro y,  al oír que el hombre leía al profeta Isaías,  le preguntó:  --¿Acaso entiende usted lo que está leyendo?
Felipe escucha que este hombre lee seguramente en voz alta al profeta, se apresura a preguntarle si e comprende lo que esta leyendo.
Act 8:31  --¿Y cómo voy a entenderlo --contestó-- si nadie me lo explica?  Así que invitó a Felipe a subir y sentarse con él.
El etíope claramente no entendía lo que leía, así que invita a subir al carro para que le compartiera su conocimiento.
Act 8:32  El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era el siguiente:  "Como oveja fue llevado al matadero;  y como cordero que permanece mudo ante su trasquilador,  no abrió la boca.
Act 8:33  Lo humillaron y no le hicieron justicia.  ¿Quién describirá su descendencia?  Porque su vida fue arrancada de la tierra."
Encontramos que el pasaje que leía era Isaías 53:7-8, en donde el profeta habla del Mesías.
Act 8:34   --Dígame usted,  por favor,  ¿de quién habla aquí el profeta,  de sí mismo o de algún otro?  --le preguntó el eunuco a Felipe
Aunque no comprendía de todo el pasaje, su pregunta revela la intención de conocer la verdad sobre lo que el profeta estaba hablando.
Act 8:35  Entonces Felipe,  comenzando con ese mismo pasaje de la Escritura,  le anunció las buenas nuevas acerca de Jesús.
Felipe aprovecho su hambre de conocimiento para saciarla por medio de la escritura y le anuncia que de quien hablan las escrituras en ese pasaje es sobre el Mesías, Jesucristo.
Act 8:36  Mientras iban por el camino,  llegaron a un lugar donde había agua,  y dijo el eunuco:  --Mire usted,  aquí hay agua.  ¿Qué impide que yo sea bautizado?
Mientras andaban en el carro del eunuco, llegaron a un lugar donde corría el agua, probablemente un riachuelo, nótese que Felipe seguramente ya le había explicado la palabra y con ella los fundamentos de la fe, para que este hombre pidiera ser bautizado, primero preguntando que le impedía hacerlo.
Act 8:37  Act 8:37  Felipe dijo:  Si crees de todo corazón,  bien puedes.  Y respondiendo,  dijo:  Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
(Este versículo falta en los mejores manuscritos y en las versiones más venerables del Nuevo Testamento. Parece haber sido interpolado de los formularios que se adoptaron para el bautismo.)
Act 8:38  Entonces mandó parar el carro,  y ambos bajaron al agua,  y Felipe lo bautizó.
Luego de comprender la importancia del bautismo y con fe en Jesucristo lo siguiente fue obedecer el mandato divino, así que Felipe lo bautiza, y los discípulos de Cristo empiezan a esparcirse por el mundo.
Act 8:39  Cuando subieron del agua,  el Espíritu del Señor arrebató a Felipe;  y el eunuco no le vio más,  y siguió gozoso su camino.
Luego ocurre otro prodigio maravilloso del poder de Dios, muchos tratan de negar la desaparición milagrosa de Felipe, como si él se hubiera ido de aquel lugar, pero es clara la aseveración bíblica de que Felipe fue arrebatado sobrenaturalmente de aquel lugar.
Act 8:40  Pero Felipe se encontró en Azoto;  y pasando,  anunciaba el evangelio en todas las ciudades,  hasta que llegó a Cesarea.
Felipe aparece luego en Azoto, la antigua ciudad Asdod. Mostrándonos el avance del evangelio por medio de la gracia de Dios.

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