Páginas

domingo, 24 de febrero de 2019

PREDICA DOMINICAL - LA OBEDIENCIA DE JESÚS



LA OBEDIENCIA DE JESÚS

Mat 3:13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán para ser bautizado por él.
Mat 3:14 Mas Juan se le oponía, diciendo:  Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
Mat 3:15 Pero Jesús le respondió:  Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.

Mat 4:5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,
Mat 4:6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
 A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, 
 Para que no tropieces con tu pie en piedra.



INTRODUCCIÓN

Para mí como creyente es sorprendente ver la tenacidad con que Jesús obedece al Padre en todo, todo lo hizo conforme al designio de la voluntad de su Padre, y eso me confronta tremendamente con mi insulsa voluntad. Mientras veo a un Jesús aguerrido venciendo los ataques del enemigo, yo batallo con cosas más sencillas en las cuales a veces caigo por descuido. Ver su obediencia siempre es y será inspirador para nosotros sus discípulos.

Luchamos a diario con la desobediencia de nuestra naturaleza carnal, que nos impulsa a ir tras cosas vanas, a seguir los impulsos de la emoción, a vagar en los espacios de la mente sin tener un lugar a donde ir, el ser creyente estaría perdido de no ser por la ayuda del Espíritu Santo a nuestras vidas, por medio del cual podemos empezar a someter todo pensamiento, toda emoción, ejercer dominio propio y tener el poder de conquistarnos a nosotros mismos.

DESARROLLO

Jesús es ejemplo de lo que debemos vivir por eso su ejemplo en vida de la obediencia completa al Padre. En el primer caso podemos ver el bautismo de Jesús. Jesús se somete al Padre para cumplir con lo que ha sido dispuesto y entonces va a Juan y aunque este reconoce que quien debería bautizarse debería ser él, Jesús le responde que es necesario cumplir con lo que el Padre había dispuesto de antemano por boca de sus profetas. Que tremendo, tuvo que rebajarse a ser siervo para ser bautizado por Juan, cuando debiera haber sido el quien lo bautizara, pero no fue así porque así el Padre lo dispuso y Jesús obedeció. 

El siguiente acto de obediencia lo vemos en la confrontación con el diablo, en la segunda parte de la confrontación el diablo le lleva al pináculo del templo, la parte más alta de este y le dice conforme a la escritura que se lance que de seguro el Padre enviara a sus ángeles para que su pie no tropiece, pero Jesús conociendo la voluntad del Padre con valor le confronto y le dice: escrito esta: no pongas a prueba al Señor tu Dios. Jesús reconocía que haber saltado de aquel lugar había sido un acto flagrante de desobediencia, pero sometido a la voluntad divina salió airoso a desarrollar su ministerio.

La mente y la emoción del hombre son el caldo de cultivo para la desobediencia, mientras la mente nos confunde con la lógica, la emoción nubla nuestro entendimiento por su exaltación, ninguna de las dos nos conduce a la obediencia porque si hubiésemos estado en el lugar de Cristo seguro hubiésemos tomado el atajo, y nos hubiéramos justificado de alguna forma, pero Jesús decidió obedecer, aunque le costara, aunque le tocara rebajarse y humillarse, lo hizo y eso tiene que servirnos de ejemplo, a cuantos nos cuesta humillarnos, entregarnos, confiar, cuantos tomamos los atajos para hacernos ricos, para hacer las cosas, sin importarnos las consecuencias de nuestros actos.

La desobediencia es la característica universal del hombre, es su naturaleza caída, pero cuando el hombre responde al llamado de Dios y este le conforma a su voluntad nos vamos a encontrar obedeciendo cuando antes había sido imposible, nos vamos a ver alejándonos de la maldad, cambiando nuestra forma de hablar, dejando de lado aquello que nos hace daño y que le hace daño a los demás, nos encontraremos haciendo cosas que jamás creímos posibles como dejar vicios, pecados y emociones que eran toxicas y nos sumergían en la maldad.

CONCLUSIÓN

Si el testimonio de amor de Cristo puede servir de algo, que sirva para que nos confronte su obediencia y servicio para con el Padre. Volvámonos a la obediencia que es bendición para el que la pone en práctica, Dios no bendice al que más da, ni al que más predica, ni al que más hace, Dios bendice a quien le obedece sin importar lo que esto le pueda acarrear.

Pero también recuerda que aunque tropecemos su gracia nos recibe con amor para que nos volvamos a él reconociendo nuestro pecado, temor o error, para encontrar la fuerza necesaria para volver con más fortaleza y valor.

Oremos, Señor queremos obedecer tal cual lo hizo Jesús, entendemos que somos seres desobedientes y que nos cuesta poner por obra tu voluntad, pero con tu ayuda podemos encontrar la gracia necesaria para seguir adelante, amen.


Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

domingo, 10 de febrero de 2019

PREDICA DOMINICAL - PERDONANDO A DIOS



PERDONANDO A DIOS

Col_3:13 de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro.  Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.

INTRODUCCION

Antes de que puedas tacharme de hereje, anticristo o cualquier otro adjetivo denigrante, sé que estas aquí por algo. Puede que no comprender el título de mi predica, pero se enfoca en Dios el gran Señor y perdonador.
Pero hay muchos creyentes que por alguna situación contraria en sus vidas pueden haber creído que Dios los abandono, que los dejo, que no los cuido, que no respondió a esa oración, que no tuvo cuidado de él, ella, de nuestros padres, los hijos o aun aquellos fetos en formación que se pierden en un aborto (no inducido). Todos de alguna forma hemos culpado a Dios en algún momento de nuestras vidas por el sufrimiento, la traición, el dolor, o cualquier cosa que creyéramos que Dios estaba en control. No sé si te identificas conmigo, pero sé que muchos sí.
Siempre que pasa algo negativo en nuestras vidas buscamos un culpable, y como creyentes el primero a quien culpamos de nuestras desgracias es a Dios, diciéndole: Cómo pudiste, era lo que más amaba, no le pude decir que le amaba, no le pude tener en mis brazos, no le pude conocer, porque lo permitiste, y tantas frases que se nos ocurren en esos momentos.
¿Puede que pienses que es malo decirle eso a Dios, pero si lo pensamos bien, no fue eso lo que le paso a Job?, y aunque creo que su obrar no se parece en nada a nosotros, siempre encuentro consuelo en este relato bíblico, pues encuentro allí la soberanía de Dios sobre el hombre y su creación, pero también encuentro el amor y la paciencia con la que él nos entiende y procura siempre lo mejor para nosotros, aunque no lo comprendamos en el momento.
DESARROLLO
Se preguntaran entonces de que viene el título, no sé ustedes pero en algunos momentos siento que Dios me fallo, que me avergonzó, que me hizo todo aquello que me paso, y aunque entiendo que él puede hacerlo por quien es, no deja de doler, como aquel niño, joven o adulto que culpa a Dios por la pérdida de su ser querido, como la pareja que culpa a Dios de que su pareja le abandonara, como aquel servidor que se siente traicionado por Dios cuando le critican o le juzgan injustamente, aquel que lo perdió todo pensando que seguía la voz de Dios, aquel que se casó pensando que jamás se separaría, aquel que fue abusado y piensa porque Dios lo permitió y muchos casos más, en donde sentimos que Dios nos falló. Yo lo he sentido y probablemente tú también, así que quiero llevarte a reconocer que necesitas perdonar a Dios, PERDONAR A DIOS???, como es esto posible, pues puede que para Dios no sea necesario que le perdonemos o que nos pida perdón, pero lo más seguro es que si sea necesario para nuestro corazón perdonar, porque aunque no comprendemos los planes de Dios y estos sean más elevados que los nuestros, nosotros tendemos a pensar en lo terrenal mientras el piensa en lo eterno, puede que lo que nos hizo sufrir aquí sea una oportunidad de mayor gloria en la eternidad, pero eso no lo vemos ahora, ahora solo vemos el dolor, la tristeza, la depresión, la vergüenza y hasta el suicidio.
La escritura dice:
Luk_6:37   "No juzguen, y no se les juzgará.  No condenen, y no se les condenará.  Perdonen, y se les perdonará.
Así que siguiendo la ordenanza perdonemos aun a Dios, porque, aunque no comprendemos sus planes, él nos ama y nos lo demuestra siempre, aunque en el dolor difícilmente podemos verlo.
También recuerdo una escritura que me lleva a entender el sufrimiento:
2Co_1:6 Si sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y si somos consolados, es para que ustedes tengan el consuelo que los ayude a soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos.
2Co 4:17 Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento.
2Co 4:18 Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.

Además, con ello estamos cumpliendo también con las escrituras que nos recomiendan perdonarnos si tenemos alguna queja contra el otro, que en este caso sería Dios, miremos:
Col_3:13 de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro.  Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.

 Acabo de pasar una de las más duras pruebas de mi vida, y a pesar del dolor, la tristeza y lea frustración que he llegado a sentir, no he podido reclamarle nada a Dios, aunque antes si lo hice, porque comprender su soberanía nos ayuda a aceptar y pasar por el dolor con mayor rapidez, en vez de quedarnos buscando las respuestas, pasamos a continuar nuestras vidas, haciendo de ellas la mejor muestra del amor y la compasión de Dios.
Es probable que tuviera motivos para renegar de Dios, para criticarle, para levantarme y decirle unas cuantas cosas, pero no puedo, porque sé que él es bueno, aunque en el dolor y la aceptación de mi duelo a veces me siento consternado, pero siempre encuentro en su amor un refugio a mi dolor.
Como humanos sufrimos constantemente, por eso solo puedo pedirte que trates a los demás como quisieras que te trataran a ti, si no quisieras ser molestado, entonces no molestes a quien sufre; si no quisieras palabras sin sentido, entonces no las digas; si quisieras solo un abrazo, entonces dalo. No todos expresamos nuestro dolor, algunos solo lo esconden pretendiendo que no está, pero se engañan, hay que expresarlo.
Cuando oraba en medio de mi dolor sentía que el Señor respondía a mi oración diciéndome: Me culpas de lo sucedido y te cuesta perdonarme aun cuando lo que hago es por tu bien y no lo entiendes, cuantas veces me has fallado tú, no te imaginas el peso que eso me quito de encima, pues reconocí que definitivamente Dios no me ha fallado nunca y que él me perdono, aunque no lo merecía. Estoy seguro que es más lo que Dios tiene que perdonarnos a nosotros, que nosotros a él, pero es un buen ejercicio de sanidad para nuestro adolorido corazón, probablemente luego entenderemos el propósito del sufrimiento y si no lo entendemos aquí, lo entenderemos en la eternidad.

CONCLUSION

No sé porque estés pasando ahora, pero puede que estés culpando a Dios por ello, y aunque entendemos por la palabra que definitivamente lo permitió, eso no lo convierte en el culpable de nuestra infelicidad pues debemos comprender que en este mundo sufriremos por una o varias razones, pero el sufrimiento debe ser una oportunidad para enseñarnos, a despegarnos de aquellos que decimos amar, o para aprender a amarlos, o para reconocer la soberanía de Dios, o para aprender a aceptar la voluntad de Dios. Ahora cuando sufro me pregunto, que quieres enseñarme Señor, son las mejores y más grandes lecciones, y de donde he sacado mis mejores sermones, miss más lindas canciones, o de donde pueden surgir lo mejor o lo peor de nosotros, pero eso solo depende de nosotros. Tú decides que quieres.
Yo te invito a observar tu sufrimiento, a volver a su palabra en donde de seguro hallaras una respuesta a tu sufrimiento y a su iglesia que no siempre es un edificio, sino a aquellas personas que son la iglesia viva que ayuda al que sufre y le conforta con un abrazo, porque un simple abrazo puede ayudar a curar el corazón.
También quiero que entiendas que más allá del sufrimiento hay un lugar de gracia, perdón y libertad en el que podemos aprender a confiar en Dios y entregarnos confiadamente con fe, esperanza y amor.

Oremos, Señor te perdonamos cuando quieres transformarnos, porque aunque sabemos que duele siempre será para nuestro bien, te perdonamos cuando nos sentimos abandonados, derrotados o caídos porque aunque creímos que fuiste el culpable, todo esto nos ha enseñado a depender más de ti y a aceptar tu voluntad, y aunque sabemos que no necesitas eso, nuestros corazones necesitan por medio del perdón liberar la carga que llevan, ayúdanos a ver en tus ojos nuestro sufrimiento para comprender que tienes algo mejor para nuestra vida eterna contigo, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe


jueves, 7 de febrero de 2019

ESTUDIO BIBLICO HECHOS 1


ESTUDIO BIBLICO
ESTUDIO BIBLICO

ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Act 1:1  Estimado Teófilo,  en mi primer libro me referí a todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar
Aunque el escritor del libro de Hechos no está muy claro, este libro siempre le ha sido conferido en autoría a Lucas, quien escribe a Teófilo para continuar seguramente con lo ya estipulado en el evangelio que anteriormente escribió.
Act 1:2  hasta el día en que fue llevado al cielo,  luego de darles instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido.
Efectivamente el evangelio de Lucas contiene la información que aquí se describe, pues contienen todo lo que Jesús enseño e hizo de forma muy completa, o más completa que los otros evangelios, y termina con la ascensión de Cristo.
Act 1:3  Después de padecer la muerte,  se les presentó dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo.  Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios.
El escritor de Hechos nos recuerda que la muerte fue un evento importante, y que lo padeció, confirmando lo que los evangelios mencionan. Esto acaba con las teorías conspirativas sobre lo que algunos creen que Cristo no murió en la cruz. Luego referencia su evidente aparición posterior a su muerte, para lo cual tuvo que darles pruebas ante la incredulidad de algunos y la necesidad de otros. Además, nos recuerda que durante 40 días se aparecía y les enseñaba sobre el reino de Dios. El reino de Dios siempre fue el tema central del evangelio, luego del arrepentimiento.
Act 1:4  Una vez,  mientras comía con ellos,  les ordenó:  --No se alejen de Jerusalén,  sino esperen la promesa del Padre,  de la cual les he hablado:
Este pasaje nos revela que Jesús en su resurrección podía disfrutar de comer con ellos, así que un cuerpo resucitado puede disfrutar del comer. Jesús les da una orden que ellos deben cumplir para recibir la promesa del Padre, la cual incluye no alearse de Jerusalén pues habría de ser esta ciudad en donde la promesa de recibir el Espíritu Santo ocurriría.
Act 1:5  Juan bautizó con agua,  pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.
Ya ellos habían seguramente probado el bautismo en agua en imitación a Cristo, algunos lo recibieron por Juan Bautista y otros por Jesucristo. Pero Jesús les habla de un nuevo y diferente bautismo, un bautismo que ha creado muchas diferencias en la cristiandad, que durante años se mantuvo al margen, pero del que las escrituras hablan con total claridad.
Act 1:6  Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron:  --Señor,  ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?
Aunque habían recibido las enseñanzas de Jesús, y Jesús les había predicado sobre el reino de Dios, ellos aun insistían como judíos en restablecer el reino a Israel. Ellos esperaban como los judíos de hoy que el mesías viniera para restaurar el reino a Israel, lo cual mostraba que aún les costaba comprender el mensaje que les era predicado debido a su trasfondo religioso judío.
Act 1:7  --No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre --les contestó Jesús--.
Jesús detiene su animosidad por sus mentes inquietas. Jesús nos recuerda que hay cosas que no serán reveladas a los hombres, como el conocer la hora o el momento en el que el reino de Dios se establecerá en su totalidad.
Act 1:8  Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes,  recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria,  y hasta los confines de la tierra.
Aunque el Espíritu Santo ya se había posado sobre los hombres en el A.T., pero ahora Jesús les dice que el Espíritu Santo ahora vendrá a habitar en nosotros posándose sobre nosotros en señal de autoridad y traerá consigo dos cosas: primero tendremos acceso al poder de Dios y segundo seremos capacitados para ser testigos de Cristo. Algunos argumentan que esta promesa solo fue dispuesta para los apóstoles, pero creemos que bajo la cobertura apostólica de ellos quienes creemos en la palabra viva de Dios también recibimos la misma aprobación.
Act 1:9  Habiendo dicho esto,  mientras ellos lo miraban,  fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista.
Luego de darles las ultimas ordenanzas en frente de sus ojos, fue llevado, alzado, enaltecido en las alturas hasta que desapareció entre las nubes, para lo cual debió haber alcanzado una gran altura. El ministerio de Jesús en la tierra siempre estuvo rodeado de circunstancias sobrenaturales, y su ascensión no deja de sorprendernos.
Act 1:10  Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba.  De repente,  se les acercaron dos hombres vestidos de blanco,  que les dijeron:
Act 1:11  --Galileos,  ¿qué hacen aquí mirando al cielo?  Este mismo Jesús,  que ha sido llevado de entre ustedes al cielo,  vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.
Todos sorprendidos ante lo que veían seguían como estupefactos, por lo que dos seres con apariencia de hombre que parecen ser ángeles les sacan de su pasmosidad recordándoles que aquel a quien vieron ser llevado al cielo vendría de nuevo de la misma manera en que le vieron irse. Este pasaje nos habla de cómo aparecerá Jesús entre las nubes en su segunda venida.
Act 1:12  Entonces regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos,  situado aproximadamente a un kilómetro de la ciudad.
Aquí se nos muestra el lugar en donde la ascensión de Cristo tuvo lugar, el monte de los olivos que quedaba a un kilómetro aproximadamente o como otra versión menciona “camino de un día de reposo”.
Act 1:13  Cuando llegaron,  subieron al lugar donde se alojaban.  Estaban allí Pedro,  Juan,  Jacobo,  Andrés,  Felipe,  Tomás,  Bartolomé,  Mateo,  Jacobo hijo de Alfeo,  Simón el Zelote y Judas hijo de Jacobo.
El lugar en donde se alojaban es conocido como el aposento alto, un lugar elevado posiblemente un segundo piso o la parte alta de una casa. En donde son mencionados los 11 apóstoles que quedaron luego de que Judas Iscariote los traicionara.
Act 1:14  Todos,  en un mismo espíritu,  se dedicaban a la oración,  junto con las mujeres y con los hermanos de Jesús y su madre María.
En conjunto se habían unido para orar a Dios, perseverando en esta tal cual como había recibido la orden de Jesús, luego se menciona además a las mujeres que acompañaban el ministerio terrenal de Jesús, los hermanos de Jesús de quienes se hace una particular mención y María la madre. Orar en un mismo espíritu quiere decir que hay un motivo común y una comunión entre quienes perseveran en la oración, no es lo mismo orar en conjunto que orar en un mismo espíritu, pues en la primera todos oran y aunque sea por lo mismo no hay comunión; mientras en la segunda e adentra en una comunión profunda en la que los espíritus de los hombres parecen uno solo.
Act 1:15  Por aquellos días Pedro se puso de pie en medio de los creyentes, que eran un grupo como de ciento veinte personas,
Pedro es guiado dentro de los discípulos que para ese momento ya eran como 120 personas, para levantarse y revelar lo que Dios estaba revelando a su corazón. Aquí Pedro no tiene ningún tipo de preeminencia, sino que es quien es el portador de la revelación (entendimiento sobrenatural desvelado) divina sobre lo sucedido con Judas.
Act 1:16  y les dijo:  "Hermanos y hermanas,  tenía que cumplirse la Escritura que,  por boca de David,  había predicho el Espíritu Santo en cuanto a Judas,  el que sirvió de guía a los que arrestaron a Jesús.
Es probable que mientras estudiaba las escrituras se encontrara con el pasaje que revela a continuación y recibiera el entendimiento de que ese pasaje tenía que ver con lo acontecido con Judas Iscariote.
Act 1:17  Judas se contaba entre los nuestros y participaba en nuestro ministerio.
Judas fue un discípulo de Cristo y aunque participo del ministerio y se contaba dentro de los de Jesús, no pertenecía a ellos. Lo cual sucedía como cumplimiento profético de lo que Dios ya había mostrado que habría de pasar.
Act 1:18  (Con el dinero que obtuvo por su crimen,  Judas compró un terreno;  allí cayó de cabeza,  se reventó,  y se le salieron las vísceras.
El escritor nos hace referencia a lo que ya era conocido por todos, que Judas con el dinero que obtuvo al entregar a Jesús (las 30 monedas de plata) compro un terreno en donde se ahorco, y le sucedió lo demás. El triste final de Judas Iscariote siempre nos recordara que muchos pueden tener apariencia de discípulos, andar con los discípulos, pero no ser de los discípulos.
Act 1:19  Todos en Jerusalén se enteraron de ello,  así que aquel terreno fue llamado Acéldama,  que en su propio idioma quiere decir 'Campo de Sangre'.)
El terreno comprado por Judas adquirió un nombre que describía lo que había hecho Judas, entregar la sangre de un inocente, de allí el que se llamara “Campo de Sangre”.
Act 1:20  "Porque en el libro de los Salmos --continuó Pedro-- está escrito:  "'Que su lugar quede desierto,  y que nadie lo habite'.  "'Que otro ocupe su cargo.'
Estos dos pasajes pertenecen a libro de los Salmos, el primero Salmos 69:25 y el segundo a Salmos 109:8, que se revelaban como el complimiento de lo que el profeta había declarado en tiempos pasados y ahora se había concertado.
Act 1:21  Por tanto,  es preciso que se una a nosotros un testigo de la resurrección,  uno de los que nos acompañaban todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros,  desde que Juan bautizaba hasta el día en que Jesús fue llevado de entre nosotros."
Aquí se nos revela que era necesario que alguien ocupara el lugar de Judas Iscariote, alguien que fuese testigo desde que Jesús vivió, luego de su resurrección y por último de su ascensión, seguramente pocos cumplirían con tal efectividad los requisitos. Aunque algunos estudiosos hacen referencia a estos puntos como los aspectos primordiales para ser un apóstol de Jesucristo, la escritura no nos da a entender esto, sino que esto ocurrió solo para la elección de Matías.
Act 1:22  comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba,  uno sea hecho testigo con nosotros,  de su resurrección. (RV60)
Aquí hemos puesto el versículo tal como aparece en la versión RV60, para no dejar el versículo como aparece en la versión NVI que está contenido en el versículo anterior.
Act 1:23  Así que propusieron a dos:  a José,  llamado Barsabás,  apodado el Justo,  y a Matías.
De entre los que pasaban los difíciles requisitos antes expuestos al parecer solo se encontraron a dos de ellos, conocidos como Barsabás y Matías. Mostrándonos como aquellos que perseveran en la verdad son tenidos en cuenta para participar de Dios.
Act 1:24  Y oraron así:  "Señor,  tú que conoces el corazón de todos,  muéstranos a cuál de estos dos has elegido
La oración que se hizo no es una oración superficial, pues pidieron que aquel que fuera a ocupar el lugar dejado por Judas, fuese conocido en su corazón por Dios, pues Dios es quien examina las intenciones de los hombres.
Act 1:25  para que se haga cargo del servicio apostólico que Judas dejó para irse al lugar que le correspondía."
Judas cumplió su propósito y ocupo el lugar que le correspondía, la deshonra. Cuando había podido participar del servicio o ministerio apostólico que le había sido entregado.
Act 1:26  Luego echaron suertes y la elección recayó en Matías;  así que él fue reconocido junto con los once apóstoles.  ( #biblical teachings)
Esta parece la más insólita de las maneras para elegir a un discípulo, pero está allí y no puede ser ignorada; la cristiandad no cree en la suerte, sino en la soberanía de Dios, entonces ¿cómo correlacionar la suerte con la soberanía de Dios?, pues no es difícil. Si creemos que Dios es soberano sobre todo, aunque no nos parezca el mejor método para decidir algo, siempre podemos confiar en que Dios tiene el control de todo, aun de lo que el mundo conoce como suerte. Y fue Matías quien siguió el ministerio apostólico dejado por Judas, no se conoce mucho sobre la vida de Matías, solo algunos detalles descritos por algunos creyentes posteriores, existen algunas tradiciones, muy variadas, a veces contradictorias, acerca de su vida. Nicéforo Calixto (Hist. Ecl., 11,40: PG 145,865) refiere lo siguiente: «Matías, que rellenó la docena, atracó en Etiopía primeramente, y después... de haber llevado las multitudes a Cristo, con ánimo valeroso, recibió la corona del martirio» (cfr. Clemente de Alejandría, Stromata, IV,9.71: PG 8,1281). Otras leyendas se encuentran en los Hechos de Andrés y Matías. Matías seguramente siguió su llamado y compartió el evangelio, y tal como la gran mayoría de los apóstoles es muy probable que haya enfrentado el martirio.