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ESTUDIO BIBLICO |
ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
Act 1:1 Estimado Teófilo, en mi primer libro me referí a todo lo que
Jesús comenzó a hacer y enseñar
Aunque el escritor del libro de Hechos no está muy
claro, este libro siempre le ha sido conferido en autoría a Lucas, quien
escribe a Teófilo para continuar seguramente con lo ya estipulado en el
evangelio que anteriormente escribió.
Act 1:2 hasta el día en que fue llevado al
cielo, luego de darles instrucciones por
medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido.
Efectivamente
el evangelio de Lucas contiene la información que aquí se describe, pues
contienen todo lo que Jesús enseño e hizo de forma muy completa, o más completa
que los otros evangelios, y termina con la ascensión de Cristo.
Act 1:3 Después de padecer la muerte, se les presentó dándoles muchas pruebas
convincentes de que estaba vivo. Durante
cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios.
El
escritor de Hechos nos recuerda que la muerte fue un evento importante, y que
lo padeció, confirmando lo que los evangelios mencionan. Esto acaba con las
teorías conspirativas sobre lo que algunos creen que Cristo no murió en la
cruz. Luego referencia su evidente aparición posterior a su muerte, para lo
cual tuvo que darles pruebas ante la incredulidad de algunos y la necesidad de
otros. Además, nos recuerda que durante 40 días se aparecía y les enseñaba
sobre el reino de Dios. El reino de Dios siempre fue el tema central del
evangelio, luego del arrepentimiento.
Act 1:4 Una vez,
mientras comía con ellos, les
ordenó: --No se alejen de
Jerusalén, sino esperen la promesa del
Padre, de la cual les he hablado:
Este
pasaje nos revela que Jesús en su resurrección podía disfrutar de comer con
ellos, así que un cuerpo resucitado puede disfrutar del comer. Jesús les da una
orden que ellos deben cumplir para recibir la promesa del Padre, la cual
incluye no alearse de Jerusalén pues habría de ser esta ciudad en donde la
promesa de recibir el Espíritu Santo ocurriría.
Act 1:5 Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán
bautizados con el Espíritu Santo.
Ya
ellos habían seguramente probado el bautismo en agua en imitación a Cristo,
algunos lo recibieron por Juan Bautista y otros por Jesucristo. Pero Jesús les
habla de un nuevo y diferente bautismo, un bautismo que ha creado muchas
diferencias en la cristiandad, que durante años se mantuvo al margen, pero del
que las escrituras hablan con total claridad.
Act 1:6 Entonces los que estaban reunidos con él le
preguntaron: --Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a
Israel?
Aunque
habían recibido las enseñanzas de Jesús, y Jesús les había predicado sobre el
reino de Dios, ellos aun insistían como judíos en restablecer el reino a
Israel. Ellos esperaban como los judíos de hoy que el mesías viniera para
restaurar el reino a Israel, lo cual mostraba que aún les costaba comprender el
mensaje que les era predicado debido a su trasfondo religioso judío.
Act 1:7 --No les toca a ustedes conocer la hora ni el
momento determinados por la autoridad misma del Padre --les contestó Jesús--.
Jesús
detiene su animosidad por sus mentes inquietas. Jesús nos recuerda que hay
cosas que no serán reveladas a los hombres, como el conocer la hora o el
momento en el que el reino de Dios se establecerá en su totalidad.
Act 1:8 Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre
ustedes, recibirán poder y serán mis
testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
Aunque
el Espíritu Santo ya se había posado sobre los hombres en el A.T., pero ahora
Jesús les dice que el Espíritu Santo ahora vendrá a habitar en nosotros
posándose sobre nosotros en señal de autoridad y traerá consigo dos cosas:
primero tendremos acceso al poder de Dios y segundo seremos capacitados para
ser testigos de Cristo. Algunos argumentan que esta promesa solo fue dispuesta
para los apóstoles, pero creemos que bajo la cobertura apostólica de ellos
quienes creemos en la palabra viva de Dios también recibimos la misma
aprobación.
Act 1:9 Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube
lo ocultó de su vista.
Luego
de darles las ultimas ordenanzas en frente de sus ojos, fue llevado, alzado,
enaltecido en las alturas hasta que desapareció entre las nubes, para lo cual
debió haber alcanzado una gran altura. El ministerio de Jesús en la tierra
siempre estuvo rodeado de circunstancias sobrenaturales, y su ascensión no deja
de sorprendernos.
Act 1:10 Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo
mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de
blanco, que les dijeron:
Act 1:11 --Galileos,
¿qué hacen aquí mirando al cielo?
Este mismo Jesús, que ha sido
llevado de entre ustedes al cielo,
vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.
Todos
sorprendidos ante lo que veían seguían como estupefactos, por lo que dos seres
con apariencia de hombre que parecen ser ángeles les sacan de su pasmosidad
recordándoles que aquel a quien vieron ser llevado al cielo vendría de nuevo de
la misma manera en que le vieron irse. Este pasaje nos habla de cómo aparecerá
Jesús entre las nubes en su segunda venida.
Act 1:12 Entonces regresaron a Jerusalén desde el
monte llamado de los Olivos, situado
aproximadamente a un kilómetro de la ciudad.
Aquí
se nos muestra el lugar en donde la ascensión de Cristo tuvo lugar, el monte de
los olivos que quedaba a un kilómetro aproximadamente o como otra versión
menciona “camino de un día de reposo”.
Act 1:13 Cuando llegaron, subieron al lugar donde se alojaban. Estaban allí Pedro, Juan,
Jacobo, Andrés, Felipe,
Tomás, Bartolomé, Mateo,
Jacobo hijo de Alfeo, Simón el
Zelote y Judas hijo de Jacobo.
El
lugar en donde se alojaban es conocido como el aposento alto, un lugar elevado
posiblemente un segundo piso o la parte alta de una casa. En donde son
mencionados los 11 apóstoles que quedaron luego de que Judas Iscariote los
traicionara.
Act 1:14 Todos,
en un mismo espíritu, se
dedicaban a la oración, junto con las
mujeres y con los hermanos de Jesús y su madre María.
En
conjunto se habían unido para orar a Dios, perseverando en esta tal cual como
había recibido la orden de Jesús, luego se menciona además a las mujeres que
acompañaban el ministerio terrenal de Jesús, los hermanos de Jesús de quienes
se hace una particular mención y María la madre. Orar en un mismo espíritu
quiere decir que hay un motivo común y una comunión entre quienes perseveran en
la oración, no es lo mismo orar en conjunto que orar en un mismo espíritu, pues
en la primera todos oran y aunque sea por lo mismo no hay comunión; mientras en
la segunda e adentra en una comunión profunda en la que los espíritus de los
hombres parecen uno solo.
Act 1:15 Por aquellos días Pedro se puso de pie en
medio de los creyentes, que eran un grupo como de ciento veinte personas,
Pedro
es guiado dentro de los discípulos que para ese momento ya eran como 120
personas, para levantarse y revelar lo que Dios estaba revelando a su corazón.
Aquí Pedro no tiene ningún tipo de preeminencia, sino que es quien es el
portador de la revelación (entendimiento sobrenatural desvelado) divina sobre
lo sucedido con Judas.
Act 1:16 y les dijo:
"Hermanos y hermanas, tenía
que cumplirse la Escritura que, por boca
de David, había predicho el Espíritu
Santo en cuanto a Judas, el que sirvió
de guía a los que arrestaron a Jesús.
Es
probable que mientras estudiaba las escrituras se encontrara con el pasaje que
revela a continuación y recibiera el entendimiento de que ese pasaje tenía que
ver con lo acontecido con Judas Iscariote.
Act 1:17 Judas se contaba entre los nuestros y
participaba en nuestro ministerio.
Judas
fue un discípulo de Cristo y aunque participo del ministerio y se contaba
dentro de los de Jesús, no pertenecía a ellos. Lo cual sucedía como
cumplimiento profético de lo que Dios ya había mostrado que habría de pasar.
Act 1:18 (Con el dinero que obtuvo por su crimen, Judas compró un terreno; allí cayó de cabeza, se reventó,
y se le salieron las vísceras.
El
escritor nos hace referencia a lo que ya era conocido por todos, que Judas con
el dinero que obtuvo al entregar a Jesús (las 30 monedas de plata) compro un
terreno en donde se ahorco, y le sucedió lo demás. El triste final de Judas
Iscariote siempre nos recordara que muchos pueden tener apariencia de
discípulos, andar con los discípulos, pero no ser de los discípulos.
Act 1:19 Todos en Jerusalén se enteraron de ello, así que aquel terreno fue llamado
Acéldama, que en su propio idioma quiere
decir 'Campo de Sangre'.)
El
terreno comprado por Judas adquirió un nombre que describía lo que había hecho
Judas, entregar la sangre de un inocente, de allí el que se llamara “Campo de
Sangre”.
Act 1:20 "Porque en el libro de los Salmos
--continuó Pedro-- está escrito:
"'Que su lugar quede desierto,
y que nadie lo habite'.
"'Que otro ocupe su cargo.'
Estos
dos pasajes pertenecen a libro de los Salmos, el primero Salmos 69:25 y el
segundo a Salmos 109:8, que se revelaban como el complimiento de lo que el
profeta había declarado en tiempos pasados y ahora se había concertado.
Act 1:21 Por tanto,
es preciso que se una a nosotros un testigo de la resurrección, uno de los que nos acompañaban todo el tiempo
que el Señor Jesús vivió entre nosotros,
desde que Juan bautizaba hasta el día en que Jesús fue llevado de entre
nosotros."
Aquí
se nos revela que era necesario que alguien ocupara el lugar de Judas
Iscariote, alguien que fuese testigo desde que Jesús vivió, luego de su
resurrección y por último de su ascensión, seguramente pocos cumplirían con tal
efectividad los requisitos. Aunque algunos estudiosos hacen referencia a estos
puntos como los aspectos primordiales para ser un apóstol de Jesucristo, la
escritura no nos da a entender esto, sino que esto ocurrió solo para la elección
de Matías.
Act 1:22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el
día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. (RV60)
Aquí
hemos puesto el versículo tal como aparece en la versión RV60, para no dejar el
versículo como aparece en la versión NVI que está contenido en el versículo
anterior.
Act 1:23 Así que propusieron a dos: a José,
llamado Barsabás, apodado el
Justo, y a Matías.
De
entre los que pasaban los difíciles requisitos antes expuestos al parecer solo
se encontraron a dos de ellos, conocidos como Barsabás y Matías. Mostrándonos
como aquellos que perseveran en la verdad son tenidos en cuenta para participar
de Dios.
Act 1:24 Y oraron así:
"Señor, tú que conoces el
corazón de todos, muéstranos a cuál de
estos dos has elegido
La
oración que se hizo no es una oración superficial, pues pidieron que aquel que
fuera a ocupar el lugar dejado por Judas, fuese conocido en su corazón por
Dios, pues Dios es quien examina las intenciones de los hombres.
Act 1:25 para que se haga cargo del servicio
apostólico que Judas dejó para irse al lugar que le correspondía."
Judas
cumplió su propósito y ocupo el lugar que le correspondía, la deshonra. Cuando
había podido participar del servicio o ministerio apostólico que le había sido
entregado.
Act 1:26 Luego echaron suertes y la elección recayó en
Matías; así que él fue reconocido junto
con los once apóstoles. ( #biblical teachings)
Esta
parece la más insólita de las maneras para elegir a un discípulo, pero está
allí y no puede ser ignorada; la cristiandad no cree en la suerte, sino en la
soberanía de Dios, entonces ¿cómo correlacionar la suerte con la soberanía de
Dios?, pues no es difícil. Si creemos que Dios es soberano sobre todo, aunque
no nos parezca el mejor método para decidir algo, siempre podemos confiar en
que Dios tiene el control de todo, aun de lo que el mundo conoce como suerte. Y
fue Matías quien siguió el ministerio apostólico dejado por Judas, no se conoce
mucho sobre la vida de Matías, solo algunos detalles descritos por algunos
creyentes posteriores, existen algunas tradiciones, muy variadas, a veces
contradictorias, acerca de su vida. Nicéforo Calixto (Hist.
Ecl., 11,40: PG 145,865) refiere lo siguiente: «Matías, que rellenó la docena,
atracó en Etiopía primeramente, y después... de haber llevado las multitudes a
Cristo, con ánimo valeroso, recibió la corona del martirio» (cfr. Clemente de Alejandría,
Stromata, IV,9.71: PG 8,1281). Otras leyendas se encuentran en los Hechos de
Andrés y Matías. Matías seguramente siguió su llamado y compartió el evangelio,
y tal como la gran mayoría de los apóstoles es muy probable que haya enfrentado
el martirio.