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domingo, 7 de octubre de 2018

PREDICA DOMINICAL- NOS RECOMENDAMOS EN TODO COMO MINISTROS DE DIOS



NOS RECOMENDAMOS EN TODO COMO MINISTROS DE DIOS

2Co 6:3  No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo,  para que nuestro ministerio no sea vituperado;
2Co 6:4  antes bien,  nos recomendamos en todo como ministros de Dios,  en mucha paciencia,  en tribulaciones,  en necesidades,  en angustias;
2Co 6:5  en azotes,  en cárceles,  en tumultos,  en trabajos,  en desvelos,  en ayunos;
2Co 6:6  en pureza,  en ciencia,  en longanimidad,  en bondad,  en el Espíritu Santo,  en amor sincero,
2Co 6:7  en palabra de verdad,  en poder de Dios,  con armas de justicia a diestra y a siniestra;
2Co 6:8  por honra y por deshonra,  por mala fama y por buena fama;  como engañadores,  pero veraces;
2Co 6:9  como desconocidos,  pero bien conocidos;  como moribundos,  mas he aquí vivimos;  como castigados,  mas no muertos;
2Co 6:10  como entristecidos,  mas siempre gozosos;  como pobres,  mas enriqueciendo a muchos;  como no teniendo nada,  mas poseyéndolo todo.

INTRODUCCION

El ministerio cristiano no es fácil, nos enfrentamos a una casi todopoderosa iglesia tradicional, nos enfrentamos a las críticas y prejuicios, nos enfrentamos a un ministerio que tiene necesidades, pero con todo esto nos sometemos a Dios para servir conforme al llamado que él mismo dispuso en nuestros corazones.

Pablo tuvo un ministerio que hoy podría no ser considerado exitoso, pues predicaba duramente sobre el pecado, no toleraba el que fueran infructuosos, y sus finanzas pudieran ser consideradas pobres y escasas. Pero aun así pudo seguir adelante a pesar de sufrir muchas calamidades y sufrimientos.

Cuando pienso en un ministerio, no me vienen a la mente los ministerios de hoy, pienso en la biblia, en aquellos apóstoles que lo dieron todo porque hoy pudiéramos conocer el mensaje de Jesucristo. Ellos a diferencia de los ministerios modernos, lo sufrieron todo, persecución, azotes, golpes y hasta la muerte por nuestro Señor, pero hoy nuestros ministerios son casi acordes a nuestras propias necesidades y deseos, tenemos a la orden del día a nuestro ministerio favorito. Pero con ello ha sobrevenido el que podamos encontrar ministerios en los que nos se predica a Cristo crucificado, la cruz que debemos tomar cada día, y la negación de nosotros mismos. Hoy podemos encontrar predicadores que parecen conferencistas de ayuda personal, lugares en donde la biblia no es predicada, lugares en donde la palabra es torcida para beneficio propio, y lugares en donde al pecado, ya no se le llama pecado. Vivimos tiempos peligrosos en el evangelio, en donde este puede ser interpretado por cualquier neófito que de seguro terminara por hacer daño al cuerpo de Cristo.

DESARROLLO

Como podemos ver en el pasaje Pablo se cuidaba mucho de que su ministerio no diera ocasión al tropiezo de los hermanos para que no fuera vituperado por ello. Pablo no recomienda su ministerio por los milagros grandiosos que se producen cuando predica, ni por las grandes profecías que le acompañan en el poder con el que ejecuta el mensaje de Cristo a través suyo, sino que se recomienda como ministerio porque ha tenido que pasar injusticias a las cuales responde con paciencia; ha tenido que pasar por muchas tribulaciones y necesidades; además ha sido angustiado, azotado y encarcelado muchas veces; ha tenido que trabajar largas horas; se ha desvelado en muchas ocasiones, ha ayunado muchas veces; ha tratado de mantenerse puro, lleno de conocimiento de la palabra, con templanza y bondad; ha amado con sinceridad; ha sido probado en la sana doctrina; el poder de Dios se ha manifestado al transformar el corazón de quienes escuchan; ha obrado con justicia aunque no haya recibido la honra debida; Muchas veces ha pasado por moribundo, desconocido, castigado, entristecido, empobrecido, mas no teme a nada de lo que le pueda pasar pues comprende que si vive es por Cristo y si muere también es por él y para él.

Que gran diferencia haría Pablo entre los ministerios modernos, pues sería considerado religioso, fundamentalista, fanático, y hasta más. Pero él prefiere no recomendarse por nada que no sea la disciplina y el trabajo que Dios ha dispuesto por medio suyo para con su llamado.

Hoy vemos a algunos ministros promocionar su seminario, su campaña evangelística, su campaña de milagros, su programa, su libro, su música y muchas más cosas; y bien, no está mal que promuevan cosas que son para la edificación de la iglesia, pero puede que hayamos perdido el norte y estar promocionándonos a nosotros mismos, olvidando el centro del cristianismo que es Cristo.  Pareciera que no quisiéramos participar de los sufrimientos de Cristo, como menciona 2Co 1:5 “Pues así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos abundante consuelo”.

CONCLUSION

Hoy todos quieren la fama, el reconocimiento, el dinero, pero pocos anhelan la cruz. Pocos quieren sembrar con lágrimas para cosechar con gozo. Ese es el nuevo ministerio cristiano, un ministerio de fama, renombre, riqueza, poder y acomodo, pero el ministerio del que Pablo nos habla es un ministerio más alto, más sublime, uno que solo Dios puede preparar para los que le aman.

Pocos te hablaran de lo que realmente significa el ministerio cristiano, estamos atrayendo falsos convertidos al ministerio, pues se les está vendiendo la idea equivocada. Quien no toma parte en la cruz, tampoco disfrutara con el Señor en su reino.

Te hablo a ti mi querido hermano que has sido llamado a servir a Dios, no temas a los hombres, más bien teme ante el Señor y sírvele con todo tu corazón, sin importar a donde te lleve su gracia te sostendrá y te capacitara para la obra.

He visto como predicar el verdadero evangelio puede apartarte de algunos que se dicen tus amigos, aunque se digan cristianos, como puede que genere críticas, hacer que te llamen religioso, fanático, pero no importa lo que los demás digan, si seguimos el consejo de las escrituras podemos vivir un evangelio diferente. Con esto tampoco quiero avalar el ministerio e algunos predicadores y creyentes que solo se dedican a criticar y a burlarse de verdaderos creyentes que hoy están siguiendo su llamado. Procuremos servir a Dios, hablar la verdad y destruir y arrancar todo aquello que no pertenezca a la verdad.

Oremos, Señor no queremos vanagloriarnos de lo que humildemente hacemos para ti, queremos servir con pasión y amor, dando lo mejor de nosotros, entregándonos al servicio de tu nombre, permítenos glorificar con nuestro servicio tu precioso nombre y glorificarte hoy y siempre, amen.


Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

 

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