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lunes, 3 de septiembre de 2018

PREDICA DOMINICAL - APARTADO PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO



APARTADO PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO DE DIOS

Rom 1:1  Pablo,  siervo de Jesucristo,  llamado a ser apóstol,  apartado para el evangelio de Dios, 

INTRODUCCION

Muchas veces vemos la santidad como algo imposible, otras veces de una forma equivocada, o al menos un poco tergiversada, creemos por Fe que hemos sido santificados por la obra redentora de Cristo y que su santidad nos fue impuesta a los que creemos en él, veamos 1Co 1:30 Pero gracias a él ustedes están unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría --es decir, nuestra justificación, santificación y redención--. Entendiendo que Jesús es nuestra santificación, ahora podemos entender que la santidad no solo aplica para nuestra vida, sino también para nuestro servicio a Dios.
Entender que la santidad también aplica para nuestro servicio con Dios, nos llevara a ver desde una perspectiva más profunda nuestro trabajo para Dios.

DESARROLLO

Pablo empieza la carta a los romanos describiendo que ha sido apartado por Dios para anunciar el evangelio de Dios, lo cual implica que se dedica en cuerpo, alma y vida a predicar el evangelio a todos, de lo cual no queda duda, muchísimos viajes misioneros, cientos o miles de personas evangelizadas, cientos de sermones preparados para dar a conocer al autor y consumador de nuestra fe.
no entender que el servicio a Dios necesita santidad, hará que menospreciemos la importancia de servir a Dios, de allí que se requiera que todo aquel que procure servir a Dios, se aparte de todo aquello que le impida tener comunión con Dios, de todo aquello que le distrae, de todo aquello que le impida servir con ánimo y devoción.
De allí que muchos predicadores y servidores de Dios, terminen por dejar sus trabajos, negocios, y cosas por llevar a cabo la tarea encomendada.
Apartarnos para hacerlo, nos conducirá a ver fruto del trabajo que llevamos a cabo, no hacerlo puede generar que el tiempo y la importancia que le demos a nuestro ministerio sea muy baja.
Claro, debe haber un equilibrio, pues aún muchos servían en la iglesia, pero también trabajaban, pero nunca descuidaban su devoción para con Dios.
Quien quiera servir debe aprender a depender de Dios, a consagrar su vida en la vocación para la que se le encomendó. De modo que pueda dar fruto en aquello que emprenda con paciencia, perseverancia y amor.

CONCLUSION

Nuestro servicio a Dios necesita santidad, no podemos seguir el mal ejemplo de aquellos que no cuidaron su servicio a Dios, en su hogar y congregación para luego verse humillados ante el desorden, los problemas o aun hasta el divorcio o la infidelidad. Cuidemos la tarea encomendada, pero hagámoslo con total honestidad, con la sinceridad y verdad que solo la palabra de Dios puede dar.

Hemos sido apartados con un propósito y este es el que seamos testimonios fieles de la verdad, y esta revela lo que es pecado y lo que no, así mismos apartados para predicar con nuestras palabras y con nuestro testimonio. No podemos olvidarlo, ni tenerlo como algo secundario. recordando que nos apartamos en la medida en que nos acercamos a Dios en oración y ayuno.

Oremos, Señor sabemos que tienes un propósito para nuestras vidas y al apartarnos del pecado, quieres que prediquemos efectivamente tu verdad, ayúdanos a ser fieles, que tu gracia nos acompañe y fortalezca mientras crecemos en l virtud y el amor, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe


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