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viernes, 17 de agosto de 2018

MATRIMONIOS - APRENDE A CONFIAR





APRENDE A CONFIAR

2Co 7:16 Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros. 

INTRODUCCION

Confiar no es fácil, se necesita pasar mucho tiempo en compañía de alguien y aprender a conocerlo para poder confiar en esa persona. Con Dios sucede similar, pues entre más le conocemos y pasamos tiempo en su presencia, más confianza surge en nosotros para con él. Así mismo sucede para con nuestro cónyuge, entre más le conocemos, más nos dice la verdad, más confianza vamos desarrollando a tal punto de confiarle todo lo que nos ha pasado en la vida, hasta los momentos más difíciles de nuestra vida.

Confiar es un acto de fe, en el que ponemos toda nuestra seguridad personal en manos de quien confiamos, por eso es que la pareja necesita aprender a confiar, y dar muestras de que se puede confiar. Pues son muchas las tentaciones a las que nos vemos expuestos en este mundo. Y si no podemos confiar en nuestro cónyuge viviremos frustrados y agobiados por celos y desconfianza.

No es normal que haya celos en el creyente, pues estos son muestra de que no hemos muestro a nuestra naturaleza carnal y nos falta confianza en nuestro cónyuge, pero aparecen. Muchos los experimentan porque los han vivido anteriormente y como reza un dicho: "el que las hace, se las imagina".

DESARROLLO

Pero nosotros que ahora vivimos en Cristo debemos aprender a dejar todo celo y contienda, para que el amor pueda surgir, porque donde no hay confianza no hay amor. Donde hay celo hay temor de perder, y donde hay temor la fe y la confianza no fluyen.
El versículo en el que Pablo nos habla, nos recuerda el gozo y la paz que produce en nosotros el que podamos confiar en nuestro cónyuge. Confiar nos da la tranquilidad de que podamos vivir sin preocuparnos por más cosas de las que la vida ya trae consigo.
Quien tiene en su relación confianza no vive constantemente preguntándose lo que hace su pareja, sino que tiene la certeza que donde este, puede confiar en que le será fiel, y que siempre procurara su bienestar antes que el propio.
Si en cambio no hay confianza, cualquier cosa extraña ya generara celos, peleas y discusiones que terminan por minar la armonía de la pareja.
Qué bello es poder confiar en nuestro cónyuge y saber que Dios está en control de nuestros hogares, que la fidelidad reina en nuestras vidas por amor a Dios primero y luego para con nuestro cónyuge, saber que nuestros pensamientos giran en torno a Dios y no a los deseos pecaminosos de este mundo.
Todo esto solo redunda en paz y gozo para nuestras agitadas vidas.
Un esposo(a) que no deja ver su celular a su esposa(o), ¿es digno de confianza?, si bien no es necesario que estemos revisando nuestros móviles, deberíamos poder ver sus conversaciones o sus redes sin tener que encontrarnos con sorpresas desagradables, en donde no hay confianza reina la división y la contienda, así que hagamos todo como para el Señor y dejemos todo aquello que impide que nuestro cónyuge confié en nosotros.

CONCLUSION

Que nuestros hogares estén llenos de la confianza que solo produce la fe en nuestro Señor Jesucristo y que su paz reine en nuestros corazones. Que, si has permitido que los celos, las contiendas y discusiones llenen tu hogar, es tiempo de confiar siempre y cuando se den las razones para poderlo hacer.
Seamos dignos de confianza para nuestras parejas, no añadamos más tristezas a la vida teniendo que discutir por no ser dignos de la confianza que viene con la fe.
Habla con tu cónyuge sobre lo que genera la desconfianza, como la falta de comunicación, tiempo separados, trabajo excesivo, poca preocupación por sus cosas, barreras innecesarias, mentiras, engaños, cosas escondidas, todo esto debe estar fuera para que la confianza surja y solo en un buen ambiente de comunicación y fe puede darse la suficiente confianza para abandonar todo celo o discusión.
No demos oportunidad para que se desconfíe de nosotros, seamos prudentes en nuestras conversaciones, con quien nos relacionamos, a quien damos confianza y en quien ponemos nuestros problemas, no sea que terminemos abriendo puertas a cosas que luego hagan mucho daño.
Conocernos también es algo que genera confianza, si conocemos nuestras fortalezas y debilidades también podemos ayudarnos por medio de la oración para que Dios guarde a nuestro cónyuge y le bendiga.
Oremos, Señor necesitamos hogares construidos en medio de la confianza y la fe, que la paz y el gozo reinen en nuestros pensamientos para que podamos disfrutar de un maravilloso ambiente en nuestros hogares en donde los hijos puedan percibir el amor y donde nuestro cónyuge se sienta amado, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe




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