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domingo, 8 de julio de 2018

PREDICA DOMINICAL - NO SERÍA MEJOR SOPORTAR LA INJUSTICIA?



¿NO SERIA MEJOR SOPORTAR LA INJUSTICIA?

1Co 6:7 En realidad, ya es una grave falla el solo hecho de que haya pleitos entre ustedes. ¿No sería mejor soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que los defrauden?

INTRODUCCION

Vivimos en un mundo caído, en donde el sufrimiento, la injusticia parecen el pan de cada día, solo basta con ver las noticias del día y notar la cantidad de situaciones conflictivas, problemáticas y difíciles que vive nuestra sociedad.

Y para terminar de complicar las cosas, esto no solo ocurre con el mundo, en donde creeríamos que es más común, sino que también ocurre dentro de la iglesia. Los corintios sufrían porque habían conflictos entre ellos, pero les costaba muchísimo lidiar con ellos. No, no se parece en nada a nosotros.

Pues no es así, la iglesia además de sufrir por permanecer en este mundo caído, también tiene que lidiar con los conflictos que se generan dentro de ella, pero como no nos gusta lidiar con la injusticia, no toleramos al que actúa con nosotros de forma injusta.

DESARROLLO

Pablo teniendo que ayudar a lidiar y mediar en medio de este conflicto les dice: “¿No sería mejor soportar la injusticia?  ¿No sería mejor dejar que los defrauden?”, y dejarlo así, pero no, no queremos soltar la carga, queremos que paguen, nos dejamos llevar por el conflicto y terminamos heridos y lastimados mas allá de lo que pudiera haber pasado. Luego Pablo les dice: 1Co 6:8-9 “Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos. ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?”. Aprendamos a sufrir, a soportar la injusticia y a saber que podemos ser defraudados, puede que esto no ayude mucho cuando lo vivimos. Pero de seguro nos permitirá pasar con mayor rapidez la ofensa, el problema y nos ayudará a afrontarlo con mayor madurez.

Como creyente he sido defraudado muchas veces, por mis padres, mis pastores, por quienes amaba, a quienes servía, aun por mi propia pareja, y mi familia. Con ello podría haberme apartado de la iglesia o de servir a Dios, también pudiera estar renegando o con la ofensa a flor de piel, pero en cambio Dios me ha ayudado a perdonar, a dejar ir, a librarme de todo rencor y me ha permitido ayudar a otros que han pasado por lo mismo.

Dios utiliza nuestros conflictos y problemas para ayudarnos, para perfeccionarnos, para hacernos más como él. Si él tuvo que perdonar a quienes le crucificaban, quienes somos nosotros para esperar algo diferente. Aprendamos que el sufrimiento y cuando nos defraudan, o nos fallan, nos permite confiar solamente en Dios, abandonar todo apego que nos impide ir tras Dios y su amor.

El que no podamos impedir toda la injusticia del mundo, tampoco quiere decir que no debamos o podamos hacer algo, la justicia empieza por nosotros, la forma en que pensamos y obramos, si obramos con justicia, perdón, servicio y amor, veremos como Dios obrara con justicia en el mundo a través nuestro.

CONCLUSION

No permitas que el sufrimiento o el que te hayan fallado endurezcan tu corazón, llénate de perdón, reconoce que todo lo que vives es para glorificar a Dios, y muchas veces vamos a tener que soportar la injusticia, el sufrimiento, el que nos hagan mal, el que nos fallen y muchas cosas más, pero lo que no tenemos por qué soportar es el dolor que esto causo, ni permitir que esto nos aparte de vivir amando y entregándolo todo por Cristo.

Nada es fácil, y menos el tener que soportar la injusticia. Claro que hay momentos en los que Dios nos anima a luchar contra la injusticia y así debemos obrar, pero en otros aspectos, sobre todo aquellos que atañen a la iglesia se nos llama a soportar la injusticia y el sufrimiento con paciencia y templanza para mostrar a los hermanos el fruto del Espíritu Santo en nuestras vidas.

Lo más fácil seria, reclamar, entablar un pleito, irnos, salir de allí, discutir, pelear, pero eso solo mostraría que naturaleza tiene más fuerza en nosotros, es preferible pasar la ofensa, perdonar, aunque nunca será lo más fácil, sino entonces no sería la puerta estrecha.

Oremos, Señor ayúdanos a soportar la injusticia de este mundo obrando con justicia, no importa cuánto nos defrauden o nos hagan daño, seguiremos adelante sirviendo por amor a ti, entregados y consagrados al oficio al que nos has llamado, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe


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