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jueves, 18 de enero de 2018

ESTUDIO BÍBLICO JUAN 17


ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Joh 17:1   Después que Jesús dijo esto,  dirigió la mirada al cielo y oró así:  "Padre,  ha llegado la hora.  Glorifica a tu Hijo,  para que tu Hijo te glorifique a ti,
Juan tiende a describir todo aquello que veía en su maestro, sus gestos, su mirada como aquí, pero por sobre todo su oración, tratando de retratas sus palabras sin faltar a la verdad, recordando que oraba al Padre con tal confianza, como si estuviera allí presente, compartiéndole lo que habría de venir y pidiendo que se cumpliera lo que ya había oído de el con anterioridad.
Joh 17:2   ya que le has conferido autoridad sobre todo mortal para que él les conceda vida eterna a todos los que le has dado.
Ahora Jesús hace referencia a la autoridad que le ha sido encomendada, la cual solo opera sobre todo lo mortal, la naturaleza y el hombre, pero para que esta sea sobre todo, necesita ir a la cruz, de modo que su autoridad sea engrandecida sobre cielo y tierra (Mt 28:18). Nótese que la obediencia siempre conlleva mayor autoridad.
Joh 17:3   Y ésta es la vida eterna:  que te conozcan a ti,  el único Dios verdadero,  y a Jesucristo,  a quien tú has enviado.
Aquí Jesús nos revela en que consiste la vida eterna, conocer a Dios, puede que parezca sencillo, pero ni el más grande de los teólogos conoce por completo a Dios, solo tenemos algunas nociones de lo que el mismo nos ha revelado en su creación, y a través de las escrituras, pero siempre hay algo nuevo que aprender de Dios y de Jesucristo. Ya nos encontramos participando de la vida eterna al participar del conocimiento de Dios y de Jesús en su plan de salvación.
Joh 17:4   Yo te he glorificado en la tierra,  y he llevado a cabo la obra que me encomendaste.
Jesús se encuentra tratando de glorificar al Padre en todo lo que hace, pues todo le fue encomendado para que lo realizase y el hacerlo en obediencia, es muestra de que a Dios se le glorifica en la obediencia y al poner por obra todo aquello que nos enseña.
Joh 17:5   Y ahora,  Padre,  glorifícame en tu presencia con la gloria que tuve contigo antes de que el mundo existiera.
He aquí otro aspecto importante de la unidad del Hijo con el Padre, Jesús pide ser glorificado de tal forma que pueda tener la misma gloria que tuvo antes de que el mundo llegara a existir por medio suyo. La única gloria que el hijo espera es volver al estado de donde salió para dar vida al mundo y redimir a los que se habían perdido.
Joh 17:6   "A los que me diste del mundo les he revelado quién eres.* Eran tuyos;  tú me los diste y ellos han obedecido tu palabra.
Jesús ha recibido del Padre a un grupo de personas que encomendadas a su nombre él se ha dedicado a revelar al Padre en su misma forma de actuar, pensar y sentir. Todos aquellos elegidos para ser entregados a Jesús como sus discípulos pertenecían a Dios, pero él se los entregó al hijo para que obedecieran a su palabra. La revelación completa de Dios siempre ha estado en el hijo.
Joh 17:7   Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti,
Joh 17:8   porque les he entregado las palabras que me diste,  y ellos las aceptaron;  saben con certeza que salí de ti,  y han creído que tú me enviaste.
Los discípulos en este momento habían sido probados en cuando a la revelación de Jesús como el Hijo de Dios, así que reconocieron que todo lo que provenía del Hijo, venia del Padre, pues el había salido del Padre para ser enviado al mundo y dar a conocer a Dios. Los discípulos ya estaban aceptando sus palabras como verdaderas y dignas de confianza, el primer paso en la fe, confiar en él y en su palabra se estaba afirmando, el segundo paso en la fe, es poner por obra todo aquello que se cree en medio de la prueba. Ellos ahora tienen certeza sobre el origen de Jesús y sus palabras.
Joh 17:9   Ruego por ellos.  No ruego por el mundo,  sino por los que me has dado,  porque son tuyos.
Jesús sabe a lo que van a tener que enfrentarse sus discípulos, los suyos en donde no hay cabida para Judas Iscariote, el traidor. En este momento su oración es por aquellos que habrán de seguir sus pasos en obediencia a la fe, no por el mundo, ya habrá tiempo para que el mundo conozca la verdad y lleguen al conocimiento de Dios.
Joh 17:10   Todo lo que yo tengo es tuyo,  y todo lo que tú tienes es mío;  y por medio de ellos he sido glorificado.
La relación entre el Padre y el Hijo tiene que ser entendida para comprender al Padre, si nos quedamos solo con una parte no veremos todo el cuadro de la divinidad. Lo que uno tiene, le pertenece al otro, eso habla claramente de la unidad en la que permanecen el Padre y el Hijo. Y Jesús sabía que los que el Padre le había entregado habrían de glorificar su nombre al predicar su mensaje de arrepentimiento a toda la humanidad.
Joh 17:11   Ya no voy a estar por más tiempo en el mundo,  pero ellos están todavía en el mundo,  y yo vuelvo a ti.  "Padre santo,  protégelos con el poder de tu nombre,  el nombre que me diste,  para que sean uno,  lo mismo que nosotros.
Ahora en la misma ecuación de la unidad aparecemos nosotros, en donde se nos da entrada a esta unidad por medio de la oración del Hijo, quien pide al Padre que seamos protegidos en su poder para que podamos ser uno, como ellos son uno. La unidad es el estado de comunión perfecto entre el Padre y el Hijo, y que se nos da a nosotros también. La unidad proviene del vínculo que genera el Espíritu Santo en la vida del creyente con la triunidad.
Joh 17:12   Mientras estaba con ellos,  los protegía y los preservaba mediante el nombre que me diste,  y ninguno se perdió sino aquel que nació para perderse,  a fin de que se cumpliera la Escritura.
Jesús sabe que pronto volverá al Padre y que mientras él estaba con ellos, el adversario no podía hacerles daño a sus discípulos, así que el preservaba a los que le fueron concedidos como discípulos por el Padre. Hace una especial referencia a aquel que nació para perderse, a fin de que se cumplirá lo que la escritura mencionaba proféticamente. Pareciera decirnos que Judas fue predestinado para perderse, como si Dios así lo hubiera dispuesto, pero en realidad en la omnisciencia de Dios él sabía que camino habría de escoger Judas, de modo que Dios ya sabía desde antes de nacer que cumpliría lo que luego haría, entregar a Jesús.
Joh 17:13   "Ahora vuelvo a ti,  pero digo estas cosas mientras todavía estoy en el mundo,  para que tengan mi alegría en plenitud.
Jesús sabe que volverá al Padre luego de su resurrección, pero pide que mientras tiene que enfrentar la cruz y la muerte, reconozcan que su gozo y alegría provienen de Dios, como Jesús la tuvo al cumplir la voluntad del Padre.
Joh 17:14   Yo les he entregado tu palabra,  y el mundo los ha odiado porque no son del mundo,  como tampoco yo soy del mundo.
Jesús hace varias anotaciones importantes que no debemos dejar pasar. La palabra nos ha sido confiada para que al guardarla y predicarla seguramente nos encontremos odiados por el mundo. Pero al hallarnos odiados por el mundo debemos reconocernos como peregrinos en el mundo, pues ya no pertenecemos a este mundo, sino a Dios.
Joh 17:15   No te pido que los quites del mundo,  sino que los protejas del maligno.
No seremos quitados del sufrimiento que podemos experimentar en el mundo, más bien al sufrir nos descubriremos más cerca de Dios y más alejados del apego por lo exterior, de allí, que pida por nuestra protección ante el maligno y sus artimañas.
Joh 17:16  Ellos no son del mundo,  como tampoco lo soy yo.
Reconocer que no pertenecemos a este mundo es todo un proceso que puede causar mucho sufrimiento, pero luego de ser entendido esto, podremos experimentar su gozo y paz.
Joh 17:17  Santifícalos en la verdad;  tu palabra es la verdad.
De modo que para que comprendamos la verdad, nos fue confiada la escritura de manera que al conocer su palabra pudiéramos ponerla por obra, y al practicarla pudiéramos ser apartados para Dios. La santidad es un proceso que se lleva a cabo por medio del conocimiento y entendimiento de las escrituras, pues ellas revelan aquello que no está bien en nuestro interior.
Joh 17:18  Como tú me enviaste al mundo,  yo los envío también al mundo.
Hemos sido sacados de este mundo por medio de la fe, para vivir como peregrinos, de forma que no nos apeguemos a nada de este mundo. Hemos sido enviados, comisionados con una labor grandiosa, llamar a los escogidos y servir al prójimo.
Joh 17:19  Y por ellos me santifico a mí mismo,  para que también ellos sean santificados en la verdad.
Cuando oramos como Jesús oro, aquella oración que conocemos como el Padre nuestro debemos reconocer esta gran verdad, al santificarnos y apartarnos de la maldad de nuestros corazones, le santificamos a Dios, por eso decimos en aquella oración que Jesús nos enseñó: “Santificado sea tu nombre”, pues santificamos su nombre al santificarnos a nosotros mismos haciendo caso a la escritura, la exhortación y la disciplina del Señor.
Joh 17:20  "No ruego sólo por éstos.  Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos,
Jesús sabe lo que habrá de pasar luego, entonces ora proféticamente por aquellos que habrán de creer en el mensaje que los apóstoles entregaron y que hoy esta condensado en el nuevo testamento.
Joh 17:21   para que todos sean uno.  Padre,  así como tú estás en mí y yo en ti,  permite que ellos también estén en nosotros,  para que el mundo crea que tú me has enviado.
En las matemáticas de Dios todos podemos ser uno, en la medida en que nos apartamos del mal y nos guiamos por su luz, su palabra y su testimonio. La unidad es como ya mencionamos el estado perfecto de amor en donde el temor ya no tiene cabida. Las matemáticas de Dios no son 1+1+1+1 sino 1x1x1x1 de modo que todos en el llegamos a ser uno en conciencia, en esencia y verdad.
Joh 17:22  Yo les he dado la gloria que me diste,  para que sean uno,  así como nosotros somos uno:
Jesús llevo sobre si un peso de la presencia de Dios para que todos reconocieran que provenía del Padre y que era uno con él, pero para que el hombre pueda hacer lo mismo necesita también de ese peso de la presencia de Dios sobre su vida para que todos reconozcan que son uno con él y el Padre, por medio de su Espíritu. La presencia es la medida de su Espíritu en nosotros que se hace evidente en la medida en que negamos nuestra vieja naturaleza y confiamos en él.
Joh 17:23   yo en ellos y tú en mí.  Permite que alcancen la perfección en la unidad,  y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.
He aquí el orden que sigue la unidad, Jesús en nosotros, así como el Padre en Jesús. Solo de esa forma el hombre podía llegar a vivir en el Padre, Jesús el árbol de vida que estaba en Edén y que el hombre olvido tras ir engañados por el árbol del conocimiento del bien y del mal. Y entonces al entrar en el orden de Dios, todos en Cristo, ahora el mundo reconocerá que fuimos enviados por él y que nos amaras como le amaste a tu Hijo. Sabernos amados como a Cristo debe animarnos a seguir confiando y perseverando en la buena batalla de la fe.
Joh 17:24  "Padre,  quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy.  Que vean mi gloria,  la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.
Juan hace un recuento de esta hermosa oración que Cristo seguramente hace en su presencia, y donde habla de tantas cosas maravillosas que aunque no eran comprendidas en ese momento por completo por los apóstoles, luego serian entendidas. Jesús pide que aquellos que le sean entregados por medio de la fe en su nombre estén por la eternidad en el lugar en donde el habitara. De forma, que podamos conocer su gloria, recordando que en el conocerle esta la eternidad.
Joh 17:25  "Padre justo,  aunque el mundo no te conoce,  yo sí te conozco,  y éstos reconocen que tú me enviaste.
Jesús sabe que aun los apóstoles no tienen una revelación completa de Dios, así que dice que solo él conoce al Padre, y ellos solo reconocían que Jesucristo había sido enviado, y con ello bastaba por ahora, seria luego que entenderían la justicia de Dios.
Joh 17:26  Yo les he dado a conocer quién eres,  y seguiré haciéndolo,  para que el amor con que me has amado esté en ellos,  y yo mismo esté en ellos."


Jesús dio a conocer al Padre como el realmente es, real, verdadero, justo, digno, glorioso y lo ha seguido haciendo a través de su testimonio de vida, de modo que su testimonio justo y fiel del amor de Dios en su muerte y resurrección, este siempre presente en nosotros.

12 comentarios:

  1. Dios te bendiga siempre mi hermano, tremenda expósito expensas cada versículo de este capitulo 17 Dios te bendiga y ensanche tu territorio. Un abrazo

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  2. Excelente Dios te bendiga hermano Camilo Sastoque .saludos

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  3. Estudio bien elaborado y entendido Dios lo siga bendiciendo

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  4. Soy bendecida x la explicacion de este capitulo..Dtb y adelan!!!!

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  5. Muy buena exposición, Dios le bendiga y que el Espíritu Santo le siga guiando a toda verdad.

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  6. Excelente explicación de este capítulo, he sido bendecida al entender más de nuestro Salvador y lo que El oró al Padre Santo antes de Su muerte, oraciones muy importantes y profundas para nosotros y nuestra vida espiritual. Gracias hermano Dios le siga bendiciendo.

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  7. Amén,a Dios sea la honra y la gloria, desde Pucallpa-Perú para el mundo Somos Uno en Cristo.

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Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones