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martes, 7 de noviembre de 2017

TIEMPO DE REFLEXIÓN


Este cuento trata de tres obreros que día a día laboran, cada uno en el puesto que ocupaban en una hacienda.
Daniel, quien se encargaba de cuidar los caballos se pasaba todo al día lamentándose de cuán duras eran sus tareas y qué poca paga recibía. A Ramón le tocaba ordeñar y llevar a pastar las va­cas. Siempre se le escuchaba maldecir, y en ocasiones muy fre­cuentes estallaba en cólera dándole punta pies a todo lo que en­contraba a su alrededor. Por último, estaba Carlos quien se encar­gaba de cuidar los cerdos.
Carlos, lo primero que hacía antes de comenzar sus labores era darle los buenos días a cada uno de sus compañeros de trabajo, y de paso le obsequiaba la mejor de sus sonrisas. El trabajo de Car­los era bastante pesado, al igual que el de Daniel y el de Ramón, pero a diferencia de estos últimos dos, Carlos nunca maldecía, ni se quejaba. Cuando la cólera amenazaba con dominarlo, Carlos suavemente desliza su mano hasta introducirla en uno de los bol­sillos de su pantalón donde guardaba una cruz de madera, la sa­caba, la contemplaba por un instante, luego la guardaba y conti­nuaba su labor con una gran calma. Esta acción llenó de mucha curiosidad a sus compañeros de trabajo.
Un día, mientras estaban todos los empleados almorzando, Daniel tomó la palabra y dirigiéndose a Carlos le dice: "¡Oye Carlos! ¿Por qué siempre llevas una cruz de madera en el bolsillo de tus pantalo­nes?". Ramón entra en la conversación y de forma burlona comenta lo siguiente: "De seguro que es su amuleto de buena suerte". Carlos introduce la mano en el bolsillo de sus pantalones, saca la cruz y sosteniéndola en sus manos dice: "Esta cruz que yo fabriqué con mis propias manos y que está vacía (o sea que no tiene un Cristo), tiene un gran significado para mí. Esta cruz representa la cruz que a mí me ha tocado cargar en esta vida. Cada vez que la miro, a mi mente llega el recuerdo del calvario y veo en ese recuerdo a tres personas llevar sus respectivas cruces. La primera persona que veo es a Dimas llevando su cruz obligado, porque no le queda más remedio; la otra persona que veo es a Gestas (el mal ladrón) que la lleva maldiciendo y renegando; por último veo a Jesús que se abra­za a su cruz mientras camina. Cuando la cólera amenaza con ro­barme la paz, tomo esta cruz en mis manos y me hago la siguiente pregunta: ¿Cómo quiere Dios que lleve esta cruz que me ha dado? ¿Como Dimas? ¿Como Gestas? ¿o como Jesús?".

Mar 8:34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí,niéguese a sí mismo,y tome su cruz, y sígame.

Como quisiéramos que al ser llamados para seguir a Jesús, ese llamado fuera solo para recibir bendiciones, paz y gozo, pero con el llamado a ser discípulo de Jesús hay una condición, negarnos a nosotros mismos y tomar la cruz. Muchos solo están dispuestos para recibir las bendiciones que vienen con Cristo, pero pocos están dispuestos para sufrir junto con él mientras la iglesia es forjada. La historia de hoy nos recuerda que solo de nosotros depende como queremos llevar la cruz que Dios dispone para nosotros en esta vida, puede que tu trabajo sea parte de esa cruz, tu matrimonio, tu servicio para con Dios, todo aquello que conlleva obediencia es lo que representa el llevar esa cruz cada día, no nos neguemos a obedecer, pues seremos recompensados grandemente. El pasaje nos recuerda los requisitos que Jesús mismo estableció para que fuésemos sus discípulos, quien no está dispuesto a tomar su cruz, no puede esperar que Dios este con él, quien se niega a tomar la cruz, aun no se ha negado a sí mismo, aun su naturaleza carnal le gobierna. Muchos se sorprenderán el día del juicio cuando luego de haber dado gusto a su cuerpo, su mente y emociones se hallen perdidos, por eso se nos advierte para que sigamos a Cristo, así como el mismo fue obediente a la voluntad del Padre, nosotros también necesitamos ser obedientes a su voluntad y rendir todo nuestro ser ante él.

GUÍA DE ESTUDIO

¿Cómo estas tomando la cruz?
¿Puedes reconocer cual es la cruz que llevas a cuestas?
¿Te cuesta obedecer?
¿Qué te está pidiendo Dios que obedezcas?

1 comentario:

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