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martes, 24 de octubre de 2017

ESTUDIO BÍBLICO JUAN 13


ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Joh 13:1  Se acercaba la fiesta de la Pascua.  Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre.  Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo,  los amó hasta el fin.
Ahora Juan hace referencia a otra fiesta, Juan es quien más referencias hace de las fiestas judías, pues creemos que todo tiene un propósito, y con ello nos cuenta como Jesús vino a cumplir algunas de estas fiestas que se celebraban.
Joh 13:2   Llegó la hora de la cena.  El diablo ya había incitado a Judas Iscariote,  hijo de Simón,  para que traicionara a Jesús.
Juan nos describe lo sucedido cuando llego la hora de la cena que Jesús toma con sus discípulos antes de ser entregado y nos comenta que Judas había sido incitado para traicionar a Jesús. Esto nos muestra cómo funcionan las asechanzas y maquinaciones del diablo, quien puede incitar nuestros pensamientos para cometer los más graves actos de necedad, pecado e imprudencia. El enemigo nos incita a través de pensamientos que pone en nuestra mente, lo importante es aguzarse en el discernimiento de aquello que pasa por nuestra mente, pensamientos que son contrarios a la verdad o que nos incitan a cometer actos malvados y perversos tienen un origen, el diablo, y es en nuestra mente en donde debe librarse la más dura batalla.
Joh 13:3   Sabía Jesús que el Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio, y que había salido de Dios y a él volvía;
Jesús ya conoce lo que ha de suceder, para que toda potestad le fuese concedida tendría que salir de Dios y volver a él por medio de la muerte en la cruz.
Joh 13:4   así que se levantó de la mesa,  se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura.
Joh 13:5   Luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura.
Jesús ha venido para servir y no para ser servido y eso lo demuestra en cada acto de su ministerio, antes de tomar la cena se humilla ante ellos tomando el lugar del siervo más humilde de un hogar, quien era el que lavaba los pies de los invitados a la cena. Este acto de humildad nos muestra el carácter obediente y de amor sincero con el que Jesús ama a sus discípulos.
Joh 13:6   Cuando llegó a Simón Pedro,  éste le dijo:  --¿Y tú,  Señor,  me vas a lavar los pies a mí?
Joh 13:7   --Ahora no entiendes lo que estoy haciendo --le respondió Jesús--,  pero lo entenderás más tarde.
Joh 13:8   --¡No!  --protestó Pedro--.  ¡Jamás me lavarás los pies!  --Si no te los lavo,* no tendrás parte conmigo.
Joh 13:9   --Entonces,  Señor,  ¡no sólo los pies sino también las manos y la cabeza!
Joh 13:10  --El que ya se ha bañado no necesita lavarse más que los pies --le contestó Jesús--;  pues ya todo su cuerpo está limpio.  Y ustedes ya están limpios,  aunque no todos.
Joh 13:11  Jesús sabía quién lo iba a traicionar,  y por eso dijo que no todos estaban limpios.
Jesús lava los pies de sus discípulos en señal de limpieza espiritual y mental, confirmando su llamado al ministerio, y tenemos esta certeza, porque había uno que no estaba limpio en sus pensamientos debido a la contaminación que tenía por la incitación que había permitido en sus pensamientos. Mientras las mentes y pensamientos de los otros discípulos no permitieron que el diablo les incitara a traicionar a Jesús, Judas si lo permitió. Pedro protesta ante Jesús queriendo impedir que le lave sus pies, pues no quería someterle a semejante humillación a su maestro, pero Pedro no comprendía la gran verdad que Jesús manifestaba ante ellos, diciéndoles que si no se los lavaba, no tendría parte o lugar con él en su ministerio, a lo que luego pidió entonces ser bañado por completo, entonces, Jesús responde que quien se ha lavado en Cristo o por el bautismo de inmersión en agua, proceso que algunos de ellos ya habían vivido con Juan Bautista y que seguramente ya habían vivido luego los otros discípulos con Jesús (Juan 4:1), ahora solo necesitaban lavarse los pies para participar del llamado que Cristo tenía particularmente para ellos.
Joh 13:12  Cuando terminó de lavarles los pies,  se puso el manto y volvió a su lugar.  Entonces les dijo:  --¿Entienden lo que he hecho con ustedes?
Joh 13:13  Ustedes me llaman Maestro y Señor,  y dicen bien,  porque lo soy.
Joh 13:14  Pues si yo,  el Señor y el Maestro,  les he lavado los pies,  también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros.
El lavado de los pies además de tener una implicación espiritual, también tiene una implicación terrenal, cuando nos lavamos los pies los unos a los otros, le decimos a nuestro hermano, mira seguimos a nuestro maestro, y queremos servirte a ti también. EL servicio a los hermanos es parte vital de la iglesia. Cuando nos lavamos los pies decimos que hacemos parte de la misma casa y que estamos dispuestos a humillarnos para servir a nuestro hermano.
Joh 13:15  Les he puesto el ejemplo,  para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.
Joh 13:16  Ciertamente les aseguro que ningún siervo es más que su amo,  y ningún mensajero es más que el que lo envió.
Joh 13:17  ¿Entienden esto?  Dichosos serán si lo ponen en práctica.
Dichosos quienes ponen en práctica todo aquello que aprenden de su maestro, no abandonemos lo que Jesús nos ha enseñado, lava los pies de aquellos a quienes sirves, porque no somos mayores que nuestro maestro, solo somos mensajeros enviados a cumplir lo que se nos ha encomendado, predicar las buenas nuevas del evangelio en todo el mundo, no pretendamos ser más que Jesús, tan solo ser igual a el, lo cual ya es bastante difícil de alcanzar.
Joh 13:18  "No me refiero a todos ustedes;  yo sé a quiénes he escogido.  Pero esto es para que se cumpla la Escritura:  Él que comparte el pan conmigo me ha puesto la zancadilla.'*
Joh 13:19  "Les digo esto ahora,  antes de que suceda,  para que cuando suceda crean que yo soy.
Jesús nos habla nuevamente de la escogencia en su presciencia de aquellos a quienes habría de nombrar sus discípulos, y aun de aquel a quien habría de traicionarlo, para que se cumpliera la escritura según lo dicho por el salmista en Salmos 41:9. Jesús habla proféticamente de un evento que aún no había ocurrido, pero que estaba próximo a ocurrir, de modo que sus discípulos luego supieran de quien había estado hablando en aquel momento.
Joh 13:20  Ciertamente les aseguro que el que recibe al que yo envío me recibe a mí,  y el que me recibe a mí recibe al que me envió.
El que cree al enviado, cree al Hijo que lo envió y cree por consiguiente en el Padre, que fue quien envió al Hijo. Todo es una cadena de autoridad que se sigue en el orden descendente. Jesús obedeció al Padre, y nosotros obedecemos al Hijo. Si hacemos aquello para lo que se nos ha enviado, estaremos siendo obedientes a la voluntad del Padre.
Joh 13:21   Dicho esto,  Jesús se angustió profundamente y declaró:  --Ciertamente les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.
Joh 13:22   Los discípulos se miraban unos a otros sin saber a cuál de ellos se refería.
Joh 13:23   Uno de ellos,  el discípulo a quien Jesús amaba,  estaba a su lado.
Joh 13:24   Simón Pedro le hizo señas a ese discípulo y le dijo:  --Pregúntale a quién se refiere.
Joh 13:25  --Señor,  ¿quién es?  --preguntó él,  reclinándose sobre Jesús.
Jesús les hace saber que hay alguien dentro de ellos que habrá de traicionarle, lo cual genero suspicacias entre ellos por saber quién podría ser el traidor, aquel que habiendo recibido su amor, sus enseñanzas, nada de ello pudo con su duro corazón. Aquí Juan es nombrado como aquel discípulo a quien Jesús amaba, hace referencia al cariño especial que Jesús le prodigaba, a tal punto que Pedro le pide a él, siendo el más cercano a Jesús, le pregunte. Pero Jesús sabiéndolo no se los dice, hasta que ellos se den cuenta por sí mismos. Hay cosas que el Señor nos muestra no para que juzguemos o critiquemos a quien obra mal, sino para que podamos ayudarle si es posible o nos atengamos a las consecuencias de lo que habrá de venir.
Joh 13:26  Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón.
Joh 13:27  Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto.
Jesús revela delante de todos a Judas como el traidor, quien debió sentirse incomodo delante de todos ellos al punto de llenarse Satanás en su interior. Existe una gran controversia sobre si Judas era parte del plan de Jesús para hacer su voluntad, o si solo revelo lo que había en su interior. Claramente Judas muestra a aquel discípulo que aunque conoce al maestro, aprende de él, logra muchas cosas, jamás cambia en su interior por lo que termina por ser usado por el mal para hacer daño.
Joh 13:28  Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto.
Joh 13:29  Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los pobres.
Joh 13:30  Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche.
Es interesante que a pesar de revelar a quien habría de traicionarlo delante de todos, ninguno de ellos entendió el mensaje. Es muy probable que el único que entendiera lo que Jesús le decía era Judas y debió sentirse terrible en aquel momento, a pesar de que nadie más lo entendió hasta ese momento, pero que luego comprenderían al verlo entregar a su maestro. La vergüenza y la tristeza son el camino de aquellos que a pesar de recibir la enseñanza de Jesús persisten en su maldad.
Joh 13:31  Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él.
Joh 13:32  Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará.
Jesús parece un poco más aliviado en su discurso ante los discípulos para comentarles lo que habría de venir con su crucifixión. La gloria de Dios se hace presente para el hijo, quien glorifica al padre, para que le dé más gloria. El evento de la cruz más allá de un evento cruel y despiadado se convirtió en un evento que glorificaría al Hijo y este a su vez al Padre.
Joh 13:33  Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir.
Allí sentado junto a ellos les comparte unas ultimas menciones especiales, primero les confirma que estará con ellos por poco tiempo, y aunque le busquen no le encontraran, porque a donde se dirige, la muerte, ninguno de ellos podrá ir.  
Joh 13:34  Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
La siguiente mención especial se trata del mandamiento que sus discípulos tendrían que tener en cuenta a la hora de considerarse discípulos de Cristo, amarse los unos a los otros, tal cual como Cristo les amo.
Joh 13:35  En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Y lo confirma diciéndoles que la forma en que les reconocerán como discípulos de Cristo es cuando tengan amor los unos por los otros. Una meta difícil y bastante alta que alcanzar como seres humanos. Su amor no niego su justicia, pero su amor está por encima de muchas cosas.
Joh 13:36  Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: A donde yo voy, no me puedes seguir ahora; mas me seguirás después.
Pedro muestra su terquedad, algo muy común en nuestra naturaleza humana, insistiendo en preguntar a donde ira, a lo que Jesús le responde que no le podrá seguir en ese momento, pero seguramente lo haría después, tal cual como sucedió, pues Pedro murió en la cruz según los historiadores.
Joh 13:37  Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti.
Pedro es capaz de decir cosas en ese momento que luego no podrá mantener, como la gran mayoría de nosotros. Pedro claramente nos muestra un carácter de vaivén, como las olas. Un día decimos algo y al otro cambiamos de opinión. Por eso en muchas ocasiones es mejor guardar silencio.  
Joh 13:38  Jesús le respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces. 

Jesús revela con claridad el corazón de Pedro mencionándole que aunque prometió dar su vida por él, le negaría tres veces.  Este debió ser un momento incómodo para Pedro quien parecía querer entregar su vida, pero se encontró con su corazón revelado en las palabras de Jesús. La historia de Pedro es una historia de redención, de nuevas oportunidades, de cambio y del poder de Dios obrando en nosotros viles pecadores para cambiar aquello que nos cuesta, para luego entregarnos por completo.


3 comentarios:

  1. capitulo 13 de juan, ustedes lo tienen hasta versiculo 25, y mi Biblia version 60 de valera trae hasta el versiculo 38. para luego ir al capitulo 14 de San Juan

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    1. Apreya ciado hermano, gracias por su apreciacion, ya se soluciono. Puede revisarlo completo ahora. Bendiciones

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  2. Gracias, me gustaría recibir por este medio devocional diario

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Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones