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martes, 10 de octubre de 2017

ESTUDIO BÍBLICO JUAN 12


ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Joh 12:1  Seis días antes de la Pascua llegó Jesús a Betania,  donde vivía Lázaro,  a quien Jesús había resucitado.
Juan nos lleva de vuelta a la historia de Jesús junto a Lázaro, María y Marta. Y junto a ellas nos revela sus corazones y sus actitudes, la espiritual y la carnal.
Joh 12:2  Allí se dio una cena en honor de Jesús.  Marta servía,  y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él.
Jesús es atendido por sus amigos con una cena en su honor, lo cual nos muestra a un Jesús que no despreciaba las invitaciones de sus amigos para compartir con ellos. Mientras comían Jesús y Lázaro en la mesa, Marta se preocupaba por servir y atender la mesa.
Joh 12:3  María tomó entonces como medio litro de nardo puro,  que era un perfume muy caro,  y lo derramó sobre los pies de Jesús,  secándoselos luego con sus cabellos.  Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.
Ahora se nos cuenta como María había derramado una gran cantidad de perfume de nardo puro, un perfume costoso, como un acto de adoración profunda que surge de su corazón el cual seca con sus cabellos.
Joh 12:4  Judas Iscariote,  que era uno de sus discípulos y que más tarde lo traicionaría,  objetó:
Joh 12:5  --¿Por qué no se vendió este perfume,  que vale muchísimo dinero,* para dárselo a los pobres?
Joh 12:6  Dijo esto,  no porque se interesara por los pobres sino porque era un ladrón y,  como tenía a su cargo la bolsa del dinero,  acostumbraba robarse lo que echaban en ella.
Judas el traidor deja entrever en sus palabras sus verdaderos intereses, él no se preocupa por los pobres, a él le preocupa es el dinero raíz que corrompió su corazón hasta el punto de ser poseído por Satanás. Juan lo descubre como un ladrón, pues todos se enteraron que el acostumbraba robar el dinero de lo que le daban a Jesús como ofrenda. Nuestras palabras siempre dejaran entrever nuestras verdaderas intenciones, por eso escucha con atención a todo el que te habla, así revelaras sus intenciones.
Joh 12:7  --Déjala en paz --respondió Jesús--.  Ella ha estado guardando este perfume para el día de mi sepultura.
Jesús interviene para bloquear la inoportuna intervención de Judas y para dar entendimiento al propósito por el cual María derramaba aquel caro perfume en Cristo, todo ello como señal de lo que habría de suceder más adelante en su ministerio. El incrédulo no entiende, y se queda con lo superficial, en cambio el espiritual va hasta las profundidades y prueba de la fragancia de Cristo. Los actos más puros de adoración son aquellos que surgen desde el interior de nuestro ser para bendecir a nuestro Señor y Salvador.
Joh 12:8  A los pobres siempre los tendrán con ustedes,  pero a mí no siempre me tendrán.

La pobreza no siempre es una actitud mental, aunque en ocasiones se convierte en una mentalidad difícil de quitar, luego es una injusticia que habiendo la oportunidad de servir al necesitado quien tiene el dinero solo lo aprovecha para su propio beneficio y su acaparamiento. Jesús quiere que sirvamos a los pobres, pero en este momento solemne tenemos a Jesús, ya habrá más espacios para servir a los pobres y necesitados, en cuya causa también servimos a Cristo.

Joh 12:9  Mientras tanto,  muchos de los judíos se enteraron de que Jesús estaba allí,  y fueron a ver no sólo a Jesús sino también a Lázaro,  a quien Jesús había resucitado.
La noticia de la resurrección de Lázaro se expandió como la pólvora por aquellas poblaciones al punto que los judíos se enteraron y no creyendo lo que había sucedido se fueron para verlo con sus propios ojos.
Joh 12:10  Entonces los jefes de los sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro,
Joh 12:11  pues por su causa muchos se apartaban de los judíos y creían en Jesús.
Fue tal el alboroto por lo sucedido con Lázaro que muchos se apartaban de los religiosos judíos para creer en Jesús, esto provoco a ira a los judíos quienes ahora no solo buscaban a Jesús para matarlo, sino que también querían matar a Lázaro para sepultar con él toda evidencia de la verdad.
Joh 12:12  Al día siguiente muchos de los que habían ido a la fiesta se enteraron de que Jesús se dirigía a Jerusalén;
Joh 12:13   tomaron ramas de palma y salieron a recibirlo,  gritando a voz en cuello:  --¡Hosanna!  --¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!* --¡Bendito el Rey de Israel!
Joh 12:14   Jesús encontró un burrito y se montó en él,  como dice la Escritura:
Joh 12:15   "No temas,  oh hija de Sión;  mira,  que aquí viene tu rey,  montado sobre un burrito."*
Joh 12:16   Al principio,  sus discípulos no entendieron lo que sucedía.  Sólo después de que Jesús fue glorificado se dieron cuenta de que se había cumplido en él lo que de él ya estaba escrito.
Mucha gente se había enterado de lo que sucedió con Lázaro así que llegaron a Jerusalén para recibir a aquel a quien creían el mesías, tomando ramas de palma y gritando Hosana, bendito el que viene en el nombre del Señor y también le decían, bendito el rey de Israel. Jesús entra en la ciudad cumpliendo la profecía (Salmos 118:25,26) que de él se había dado, pero que nadie pudo comprender hasta luego de su partida.
Joh 12:17   La gente que había estado con Jesús cuando él llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de entre los muertos,  seguía difundiendo la noticia.
Joh 12:18  Muchos que se habían enterado de la señal realizada por Jesús salían a su encuentro.
El testimonio de Jesús y la resurrección de Lázaro iban abriendo puertas en Jerusalén mientras la noticia se difundía más y más personas salían a su encuentro esperando al mesías que habría de liberarlos del yugo romano, que era lo que esperaban los judíos.
Joh 12:19  Por eso los fariseos comentaban entre sí:  "Como pueden ver,  así no vamos a lograr nada.  ¡Miren cómo lo sigue todo el mundo!"
Los fariseos ya estaban maquinando su captura y muerte, pero siempre Jesús salía avante por lo que Dios disponía para su ministerio.
Joh 12:20   Entre los que habían subido a adorar en la fiesta había algunos griegos.
Joh 12:21   Éstos se acercaron a Felipe,  que era de Betsaida de Galilea,  y le pidieron:  --Señor,  queremos ver a Jesús.
Joh 12:22  Felipe fue a decírselo a Andrés,  y ambos fueron a decírselo a Jesús.
Joh 12:23  --Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado --les contestó Jesús--.
En medio de todo el alboroto que se dio por la llegada de Jesús a Jerusalén, aparecieron unos judíos griegos que buscaron a Jesús, Jesús responde a Andrés y a Felipe que ha llegado la hora en que el Hijo del hombre se glorifique. Jesús premeditadamente había buscado ir a Jerusalén, Dios lo había dispuesto de tal forma que pudiera ser recibido por aquellos que creyeron en su testimonio y que esperaban de él la liberación de su pueblo. Jesús sabe a lo que ha venido, mientras muchos esperan que los libere de los romanos, el viene a liberarlos del pecado, cuyo yugo es más poderoso que el de los romanos.
Joh 12:24  Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere,  se queda solo.  Pero si muere,  produce mucho fruto.
Como la semilla que muere para dar como fruto un hermoso árbol, Jesús es la palabra y la semilla, que ha de caer en la tierra del corazón del hombre para dar fruto de vida espiritual. Jesús sabe que debe cumplir su ciclo ministerial en la tierra para que pueda dar un fruto mayor por medio del Espíritu Santo.
Joh 12:25   El que se apega a su vida la pierde;  en cambio,  el que aborrece su vida en este mundo,  la conserva para la vida eterna.
Jesús nos enseña a no apegarnos a esta vida, todo síntoma de apego debe ser desarraigado para que la vida espiritual pueda surgir, si no se desarraiga el apego por lo natural, será imposible crecer, madurar y dar fruto. Debemos aprender a tener nuestra vida terrenal como poco para poder conservar la vida espiritual, mientras exista algún síntoma de apego, el crecimiento menguara.
Joh 12:26  Quien quiera servirme,  debe seguirme;  y donde yo esté,  allí también estará mi siervo.  A quien me sirva,  mi Padre lo honrará.
Jesús les ha enseñado a todo discípulo que el que quiera ser su discípulo verdaderamente debe negarse a sí mismo, tomar la cruz y seguirle, entonces permanecerá en unidad y donde él discípulo este, también estará el maestro. Todo siervo útil será honrado y todo siervo inútil no recibirá nada.
Joh 12:27  "Ahora todo mi ser está angustiado,  ¿y acaso voy a decir:  'Padre,  sálvame de este trance'?  ¡Si precisamente para este trance he venido!
Juan describe eventos más íntimos de Jesús, como esta introvertida conversación en donde Jesús se vuelve al Padre y se pregunta es él mismo pedirá al Padre que lo salve, cosa que después terminara haciendo tres veces, a pesar de saber que para ello había venido a la tierra. Su angustia nos muestra su humanidad frágil y sincera, capaz de identificarse con el sufrimiento humano.
Joh 12:28  ¡Padre,  glorifica tu nombre!  Se oyó entonces,  desde el cielo,  una voz que decía:  "Ya lo he glorificado,  y volveré a glorificarlo."
Dios Padre ha glorificado su nombre al mostrarse a todos en Cristo, también a través de su sublime obediencia para con el Padre, y lo volverá a glorificar cuando vuelva por segunda vez a la tierra. Juan hace parte de los testigos que presenciaron tal magnánime ocasión en donde el Padre habla desde el cielo y responde al llamado del Hijo, aunque no lo hizo audible solo para el Hijo quien siempre le escucha, sino para que todos escuchasen y dieran testimonio de la verdad.
Joh 12:29  La multitud que estaba allí,  y que oyó la voz,  decía que había sido un trueno;  otros decían que un ángel le había hablado.
La voz de Dios a oídos de la multitud sonó como un trueno, pero para quienes estaban atentos, aunque era fuerte sonó clara y potente para responder a Jesús y que todos los que estuvieran allí pudieran ser testigos de la relación entre el Padre y el Hijo.
Joh 12:30  --Esa voz no vino por mí sino por ustedes --dijo Jesús--.
Joh 12:31  El juicio de este mundo ha llegado ya,  y el príncipe de este mundo va a ser expulsado.
El tiempo del ministerio de Jesús se acerca a su cumbre, y el Padre está atento a responder las inquietudes del Hijo, por eso Jesús responde que la voz del Padre no viene por petición suya sino a consecuencia de la maldad del hombre.
Joh 12:32  Pero yo,  cuando sea levantado de la tierra,  atraeré a todos a mí mismo.
Joh 12:33  Con esto daba Jesús a entender de qué manera iba a morir.
Jesús sabe que tiene que ser crucificado para hacerse maldición y poder cargar con el pecado de la humanidad, no había otra forma, por eso habla de ser levantado de la tierra. Solo al ir a la cruz recibiría toda la autoridad para atraer a todos hacia sí.
Joh 12:34   --De la ley hemos sabido --le respondió la gente-- que el Cristo permanecerá para siempre;  ¿cómo,  pues,  dices que el Hijo del hombre tiene que ser levantado?  ¿Quién es ese Hijo del hombre?
Los estudiosos de las escrituras aun no descifraban las palabras de Jesús, ellos habían comprendido limitadamente que Jesús en su ministerio como el Cristo, o el mesías, habría de permanecer para siempre en el trono de Israel y liberarlos del yugo romano, pero eso no era lo que habría de ocurrir, ellos habían comprendido en parte las escrituras, pero habían obviado aquellos pasajes que no comprendían y que hablaban de un mesías sufriente, que cargaría nuestro pecado para ser sanados. Entonces se preguntan quién es el Hijo del hombre, término acuñado para el mesías que vendría por descendencia de David. Nuestra comprensión de las escrituras es limitada, no hay nadie quien pueda decir que todo lo comprende a la perfección, y quien así obra es fácil y sutilmente seducido por el orgullo que le aparta y divide de la iglesia.
Joh 12:35   --Ustedes van a tener la luz sólo un poco más de tiempo --les dijo Jesús--.  Caminen mientras tienen la luz,  antes de que los envuelvan las tinieblas.  El que camina en las tinieblas no sabe a dónde va.
Joh 12:36   Mientras tienen la luz,  crean en ella,  para que sean hijos de la luz.  Cuando terminó de hablar,  Jesús se fue y se escondió de ellos
Jesús nuevamente reconoce que su luz estará por un tiempo limitado disponible para los hombres de Israel primeramente, a quienes llama para que no se dejen envolver por las tinieblas, sino que permanezcan en la luz, crean en Cristo, porque quien tiene la luz de Cristo no se extravía, pero el que no tiene la luz fácilmente se extraviara. Su testimonio es una afrenta a las tinieblas quienes están buscando la forma en que los hombres atrapen a Cristo y puedan callarle.
Joh 12:37   A pesar de haber hecho Jesús todas estas señales en presencia de ellos,  todavía no creían en él.
Las señales y milagros no siempre generan conversiones, por eso no limitemos a la iglesia al campo de los milagros y señales, sino que debemos continuar con la tarea encomendada de predicar el evangelio para que Dios bendiga a su pueblo conforme a su voluntad.
Joh 12:38   Así se cumplió lo dicho por el profeta Isaías:  "Señor,  ¿quién ha creído a nuestro mensaje,  y a quién se le ha revelado el poder del Señor?"*
Joh 12:39   Por eso no podían creer,  pues también había dicho Isaías:
Los escritos proféticos no solo tienen relevancia para el momento en el que fueron escritos sino que también revelan eventos por venir, el libro del profeta Isaías está lleno de estas palabras proféticas que se cumplieron en el tiempo de Jesús, aquí Juan hace mención de la profecía de Isaías (Is 6:10) que hablaba de a quien habría de revelarse el mensaje y el poder del Señor, y de cómo estos hombres religiosos se habían vuelto ciegos y duros de corazón debido a su orgullo, pues ni aun viendo con sus ojos las maravillas y señales que Jesús hacía, y tampoco entendían por su duro corazón el mensaje que les daba.
Joh 12:41  Esto lo dijo Isaías porque vio la gloria de Jesús y habló de él.
Juan parece reconocer que Isaías pudo ver la gloria de Jesús antes de su nacimiento, seguramente en medio de alguna visión o éxtasis espiritual, por lo cual pudo hablar de aquel a quien había visto.
Joh 12:42  Sin embargo,  muchos de ellos,  incluso de entre los jefes,  creyeron en él,  pero no lo confesaban porque temían que los fariseos los expulsaran de la sinagoga.
La gente empezaba a despertar de su letargo espiritual causado por el temor a la influencia farisea, que hacía que quienes creyeran en Jesús no lo dijeran públicamente para no ser juzgados por los fariseos quienes claramente estaban en contra de Jesús.
Joh 12:43  Preferían recibir honores de los hombres más que de parte de Dios.
Los jefes de algunas sectas judías que creían, aun preferían los honores de los hombres antes que los de Dios. Lo mismo sucede con algunos, prefieren quedar bien con su familia, con quienes los conocen que con Dios, por reconocer a Jesucristo como su Señor y Salvador.
Joh 12:44  "El que cree en mí --clamó Jesús con voz fuerte--,  cree no sólo en mí sino en el que me envió.
Joh 12:45  Y el que me ve a mí,  ve al que me envió.
Tremendas declaraciones de Jesús, quien nos hace saber que todo aquel que reconoce al Hijo, también reconoce al Padre. Esto hace parte del estudio de la unidad del Padre y el Hijo, si un recibe honor, el otro igual; si alguno cree en el Hijo, por ende también cree en el Padre.
Joh 12:46  Yo soy la luz que ha venido al mundo,  para que todo el que crea en mí no viva en tinieblas.
Esto es muy importante y debe ser comprendido, Jesús es la luz del mundo, esto lo dice en medio de la celebración conocida como Fiesta de los Tabernáculos en donde se hacía notar por un brillante despliegue de luz que emanaba de los grandes candeleros colocados dentro de la estructura del templo. Jesucristo aprovecha esta coyuntura para declarar: "Yo soy la luz del mundo". Jesús es aquel que puede traer luz en medio de tinieblas, algo que solo el mesías podía hacer. Solo el mesías esperado podía iluminar el camino de los hombres para que se vuelvan al Padre. Las profecías mesiánicas prometían que él sería 'luz de las naciones' (Isaías 49:6), una luz que atravesaría las tinieblas del error y de la incredulidad. (Isaías 60:1-3). La aplicación hecha por Jesucristo de estas profecías a su propia vida, era una clara proclamación de su propia calidad de Mesías, aunque no todos le comprendieran.
Joh 12:47  "Si alguno escucha mis palabras,  pero no las obedece,  no seré yo quien lo juzgue;  pues no vine a juzgar al mundo sino a salvarlo.
Joh 12:48  El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue.  La palabra que yo he proclamado lo condenará en el día final.
Joh 12:49  Yo no he hablado por mi propia cuenta;  el Padre que me envió me ordenó qué decir y cómo decirlo.
Joh 12:50  Y sé muy bien que su mandato es vida eterna.  Así que todo lo que digo es lo que el Padre me ha ordenado decir."
Las palabras de Jesús son tremendamente profundas y debemos estudiarlas con detenimiento. Las palabras de Jesús tienen un propósito, que sean escuchadas por todo el pueblo, de allí que recorriera todo el territorio judío predicando el mensaje de arrepentimiento y del reino de Dios, además de nada nos sirve escuchar si no obedecemos, no basta solo escuchar, creer implica obrar en obediencia para con Dios. Si alguien escucha y no obedece, ya tiene quien lo juzgue, la misma palabra le condenara, porque aunque escucho no obedeció. Jesús nos repite que no habla por su propia cuenta sino que en todo obedece al Padre para decir lo que él le ordeno decir y como decirlo, de allí que concluyamos que en su ministerio terrenal Jesús sostuvo en todo tiempo la obediencia con la cual glorificaba al Padre y la confianza en el orden establecido y su mandato de vida eterna para todo aquel que cree.

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