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viernes, 29 de septiembre de 2017

MATRIMONIOS - JUNTOS PODEMOS RESISTIR


JUNTOS PODEMOS RESISTIR

Eclesiastés 4:12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto. 

INTRODUCCION

Toda la vida enfrentamos desafíos complejos, unos más difíciles que otros. Cuando estábamos solteros enfrentar los desafíos era más difícil, nos sentíamos solos, afectados, y todo parecía más difícil de superar.

Ahora que nos hemos casado debemos comprender que el matrimonio ha sido dispuesto para que en unidad podamos resistir los embates de la vida. 

La vida siempre tiene situaciones o circunstancias que son difíciles de sobrellevar, una enfermedad, la quiebra, problemas económicos, deudas, problemas en el trabajo, problemas con el ministerio, con los hijos, bueno, en fin, casi todo puede en algún momento convertirse en un problema, aun y con mayor cuidado el pecado. 

Pero debemos tener en cuenta que como pareja estamos para ayudarnos, para resistir la tentación, la mentira, el engaño, los problemas y cada cosa que se nos presente.

DESARROLLO

El pasaje de Eclesiastés nos recuerda que si para alguno es difícil enfrentar algo solo, juntos podrán resistir, como la cuerda que al tener 3 dobleces se hace más difícil de romper. 

Solo podremos resistir en la medida en que estemos unidos en Cristo como pareja para vivir en nuestros hogares, si por el contrario dejamos a Dios fuera de la ecuación, seremos presas fáciles de vencer. Por ello el matrimonio ha sido dispuesto para resistir en medio de la unidad.

Muchos matrimonios parecen estar divididos, y así no podrán resistir, si el cónyuge se vuelve en nuestra contra terminar por herir nuestros sentimientos y crear división. De allí, que es importante fortalecer nuestra unidad como pareja tomando tiempo para conocernos, morir a nosotros mismos, leyendo las escrituras, amándonos y sirviéndonos.

Conformar parejas solidas en la fe no es nada sencillo, seguramente tendremos que enfrentar muchos desafíos y dificultades para que a través de ellas podamos fortalecernos en Cristo y afianzar nuestra confianza en Dios y en nuestro cónyuge.

Tomemos tiempo para afrontar los problemas, hablemos con frecuencia para conocernos, pidamos perdón y perdonemos siempre, todo esto nos ayuda a fortalecer nuestra relación en el amor de Dios, abandonando el egoísmo que nos divide.

Vivo agradecido con Dios por el hecho de poder tener alguien con quien enfrentar cada dificultad, ahora junto a mi pareja me siento más tranquilo, más confiado, sé que puedo confiar, tengo alguien en quien confiarle mis más oscuros momentos para encontrar apoyo y ayuda.

CONCLUSION

Si no fortalecemos nuestra relación, cuando vengan los problemas no podremos resistir, y el divorcio terminara siendo la conclusión de nuestro matrimonio. Pero estamos advertidos, fortalezcámonos en la fe y el amor para que juntos resistamos las dificultades de la vida, para que apoyándonos podramos librar cualquier obstáculo.

Ya es difícil lidiar con la vida solo, no seamos una carga más para nuestro cónyuge, ayudémosle a ser mejor, a dar lo mejor, a vivir mejor, a buscar más de Dios, convirtámonos en la ayuda idónea que Dios coloco para servir y amar a nuestra pareja.

No son fáciles los problemas que algunas veces se nos presentan, pero de seguro juntos vamos a poderlos afrontar mejor, con mayor entereza, amor y perseverancia.

Oremos, Señor queremos ayudar a nuestro cónyuge a resistir en medio de las dificultades de la vida, en medio de la tentación y los problemas, permítenos ser ese bálsamo de paz y tranquilidad en medio de la tormenta para que podamos juntos librar cualquier adversidad, permítenos amarnos y resistir juntos todo lo que venga en nuestra contra, para ser testigos de la verdad y testimonios del verdadero amor matrimonial, amen.


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