Páginas

martes, 13 de junio de 2017

ESTUDIO BÍBLICO JUAN 3


ESTUDIO BÍBLICO 
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Joh 3:1  Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo,  un principal entre los judíos.
Nicodemo hace parte del Sanedrín que era el consejo supremo nacional de los judíos, por eso es llamado un principal entre los judíos.
Joh 3:2  Este vino a Jesús de noche,  y le dijo:  Rabí,  sabemos que has venido de Dios como maestro;  porque nadie puede hacer estas señales que tú haces,  si no está Dios con él.
Como era un hombre de posición ante los judíos no podía simplemente aparecerse y ya, él sabía el conflicto que hablar con Jesús le iba a producir, por eso le busca en la noche y le comenta que él y al parecer otros personajes importantes reconocían su proceder como divino.
Joh 3:3  Respondió Jesús y le dijo:  De cierto,  de cierto te digo,  que el que no naciere de nuevo,  no puede ver el reino de Dios.
Pero Jesús sabiendo que aun Nicodemo debía profundizar en su entendimiento le confronta con la verdad, un nuevo nacimiento que le permitirá ver y experimentar el reino de Dios.
Joh 3:4  Nicodemo le dijo:  ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?  ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre,  y nacer?
Nicodemo un hombre instruido en la palabra no podía comprender tal concepto, porque aún era superado por su doctrina y el entendimiento de la verdad. De allí urge su confusión, pues el judaísmo se basaba en la práctica de una vida espiritual enraizada en el que hacer, no en el ser. Y nacer de nuevo era algo que no se podía entender desde un punto de vista natural, habría que entenderlo desde el sobrenatural. Su entendimiento de lo natural fue lo que sostuvo su inquietud.
Joh 3:5  Respondió Jesús:  De cierto,  de cierto te digo,  que el que no naciere de agua y del Espíritu,  no puede entrar en el reino de Dios.
Jesús lo trastorna todo para devolverle a la verdad y le dice: que si no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Nicodemo reconocía las figuras del antiguo testamento que hacen referencia al agua y al Espíritu. Él sabía del agua, muchos judíos que seguían a un maestro en particular se hacían bautizar en su nombre y con ello lo abandonaban todo, así que el reconocía lo que necesitaba hacer para entrar al reino en primera instancia, pero lo del Espíritu, aunque reconocía la figura, era aún muy confuso.   
Joh 3:6  Lo que es nacido de la carne,  carne es;  y lo que es nacido del Espíritu,  espíritu es.
Jesús entiende su confusión y le explica, nada que provenga de la carne puede volverse espíritu, eso es claro para Nicodemo, por eso le lleva a entender que debe nacer de lo espiritual para volverse espiritual. La carne está sujeta a destrucción por el pecado, de modo que no puede dar a luz vida espiritual, solo muriendo a esa vieja naturaleza es que el hombre puede volver a nacer.
Joh 3:7  No te maravilles de que te dije:  Os es necesario nacer de nuevo.
Nicodemo se hallaba maravillado de la enseñanza de un hombre que él no conocía, pero cuyo testimonio y palabras retumbaban en sus oídos como una lámpara que se enciende y no se puede apagar. Así es la verdad, ella continúa rugiendo en nosotros cuando la oímos.
Joh 3:8  El viento sopla de donde quiere,  y oyes su sonido;  mas ni sabes de dónde viene,  ni a dónde va;  así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Jesús ahora le expone lo que significa adentrarse en lo espiritual y nacer a ello, utilizando la figura del viento o el aliento, diciéndole que así como el viento, el espíritu se mueve con libertad, y aunque oyes su sonido no siempre puedes identificar de donde viene, ni para donde va, así se es transformado todo aquel que nace del Espíritu. Pues, aunque percibas a Dios en él por sus acciones, no puedes discernir su interior.
Joh 3:9  Respondió Nicodemo y le dijo:  ¿Cómo puede hacerse esto?
Nicodemo sorprendido de la enseñanza de Jesús, sigue tratando de comprender aquello que su mente no entiende pero que en su corazón ha dejado una huella imborrable.
Joh 3:10  Respondió Jesús y le dijo:  ¿Eres tú maestro de Israel,  y no sabes esto?
Jesús queriendo confrontar su ego, le dice: como puede comprender esto un maestro que no conoce de lo espiritual, que es aquello de lo que le estaba hablando. ¿Cómo puede alguien siquiera llamarse maestro si no es capaz de adentrarse en lo espiritual y entender sus misterios? Pero eso era lo que ocurría, habían unos ciegos tratando de guiar a otros ciegos, ese es el juego de la religión organizada o religiosidad.
Joh 3:11  De cierto,  de cierto te digo,  que lo que sabemos hablamos,  y lo que hemos visto,  testificamos;  y no recibís nuestro testimonio.
Jesús como ejemplo del hombre espiritual reconoce que debemos hablar de lo que sabemos y ponemos por obra, de lo que hemos experimentado para testificar de la verdad, aunque no todos lo reciban por lo difícil que parece el entenderlo.
Joh 3:12  Si os he dicho cosas terrenales,  y no creéis,  ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
Si es difícil entender las verdades que atañen a la vida espiritual en la tierra, ¿cómo pretendemos aun conocer o discernir lo celestial?
Joh 3:13  Nadie subió al cielo,  sino el que descendió del cielo;  el Hijo del Hombre,  que está en el cielo.
Cristo mismo empieza a exponer su lugar de permanencia y el por qué entiende aquellas cosas que son un misterio para los hombres. También nos da a entender que hasta la venida de Cristo nadie había subido al cielo, sino que las almas que mueren en Dios iban al seno de Abraham como menciona (Lucas 16:22). Utiliza la expresión hijo del Hombre, forma en la que el pueblo de Dios también podía reconocer al mesías.
Joh 3:14  Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto,  así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,
Ahora se extiende en su explicación y revela el propósito por el cual Moisés clavo una serpiente en una asta para sanidad del pueblo que había sido mordido por las serpientes en el desierto (Num 21:8), como tipología de lo que Cristo, el hijo del hombre habría de pasar para sanar a la humanidad.
Joh 3:15  para que todo aquel que en él cree,  no se pierda,  mas tenga vida eterna.
Todo aquel que miro a la serpiente levantada sobre la asta de madera y había sido mordido gravemente, se recuperó milagrosamente; ahora todo aquel que pone sus ojos en el autor y consumador de nuestra fe Jesucristo quien fue levantado en la cruz del calvario, no se pierde, sino que alcanza la promesa de vida eterna.
Joh 3:16  Porque de tal manera amó Dios al mundo,  que ha dado a su Hijo unigénito,  para que todo aquel que en él cree,  no se pierda,  mas tenga vida eterna.
Y continua con esta maravillosa expresión que nos permite conocer los planes de amor de Dios para con la humanidad, quien a pesar de vernos destruidos por el pecado, entrega a su hijo unigénito (único) para que todo aquel que pone sus ojos y esperanzas en él, no se pierda consumido por el pecado. Es interesante resaltar que a Cristo se le llama el Unigénito, dándonos a entender que ha sido el único que ha sido concebido en la carne por su propio Espíritu.
Joh 3:17  Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,  sino para que el mundo sea salvo por él.
El enviar a Cristo tenía un claro propósito, el de salvar al mundo por medio suyo. Jesús no vino a condenarnos, porque la condena no trae vida, pero quien viene para salvar al mundo se ha hecho carne, abandono su perfecto estado de unidad con el Padre en la eternidad para que por medio suyo pudiésemos ser salvos.
Joh 3:18  El que en él cree,  no es condenado;  pero el que no cree,  ya ha sido condenado,  porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Quien por fe se une a la naturaleza divina de Cristo, es declarado sin condenación por medio de esa fe que los une y ya conoce su veredicto del juicio eterno. Pero quien no está unido a Dios por medio de la fe ya ha sido condenado a una eternidad sin Dios. La expresión unigénito aparece para dar mayor énfasis a Cristo como el salvador o mesías que el pueblo esperaba.
Joh 3:19  Y esta es la condenación:  que la luz vino al mundo,  y los hombres amaron más las tinieblas que la luz,  porque sus obras eran malas.
Juan nos enfatiza sobre lo que significa la condenación, este veredicto condenatorio para con la humanidad en juicio y nos explica que el ser humano es culpable en la medida en que la luz se hizo evidente para dar a conocer la maldad del hombre y este hizo caso omiso a ella.
Joh 3:20  Porque todo aquel que hace lo malo,  aborrece la luz y no viene a la luz,  para que sus obras no sean reprendidas.
Quien en cambio acepta la luz, viene a ella para que salga a la luz la maldad que antes se escondía en el corazón del hombre y sean reprendidas mediante las escrituras y la comunión con el Señor.
Joh 3:21  Mas el que practica la verdad viene a la luz,  para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Nuestras obras definen lo que hay en nuestro interior, y son ellas quienes dicen que camino escogemos, la luz o las tinieblas. Quienes obran en Dios siempre obraran conforme a la luz.
Joh 3:22  Después de esto,  vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea,  y estuvo allí con ellos,  y bautizaba.
Cristo también bautizaba a quienes se convertían a sus enseñanzas y abandonaban las tinieblas. El bautismo siempre fue y será una marca significativa en la vida del creyente quien lo experimenta con un antes y un después en la entrega y devoción por su maestro.
Joh 3:23  Juan bautizaba también en Enón,  junto a Salim,  porque había allí muchas aguas;  y venían,  y eran bautizados.
Joh 3:24  Porque Juan no había sido aún encarcelado.
Juan mientras tanto aún continuaba su ministerio llamando a todos al arrepentimiento. Pues el siervo de Dios que tiene una misión que se le ha encomendado la cumple siempre en obediencia y amor.
Joh 3:25  Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación.
La purificación es como era conocido el ritual del bautismo, una purificación para aquellos que aceptaban las enseñanzas de su maestro. Pero como siempre la mente interviene en el entendimiento y muchos se sintieron intrigados por ello.
Joh 3:26  Y vinieron a Juan y le dijeron:  Rabí,  mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán,  de quien tú diste testimonio,  bautiza,  y todos vienen a él.
Muchos ya reconocían a Juan como un Maestro, por eso le llamaban Rabí o Maestro. Sus discípulos junto con otros judíos veían que Cristo también bautizaba por lo que aquello les parecía que debía ser conocido por su maestro.
Joh 3:27  Respondió Juan y dijo:  No puede el hombre recibir nada,  si no le fuere dado del cielo.
Juan sabiamente responde que todo lo que el hombre tiene es prestado, pues le ha sido confiado. Sea su mensaje o su obra todo ha sido dispuesto de antemano por Dios.
Joh 3:28  Vosotros mismos me sois testigos de que dije:  Yo no soy el Cristo,  sino que soy enviado delante de él.
Juan reconocía su posición y el ministerio o servicio que había venido a prestar, en ningún momento su intención fue la de usurpar eso, por eso reconoce que él no es el Cristo, sino que fue enviado delante para preparar el camino que habría de ser usado por el Salvador. Esto es evidente pues no tuvo ningún recelo en cuanto Andrés, Pedro y Juan siguieron a Jesús, habiendo sido primero discípulos suyos.
Joh 3:29  El que tiene la esposa,  es el esposo;  mas el amigo del esposo,  que está a su lado y le oye,  se goza grandemente de la voz del esposo;  así pues,  este mi gozo está cumplido.
Quien hace la voluntad de Dios no siente ningún tipo de envidia, celo o vanagloria por lo que hace, pues no lo hace por su propia mano, sino por disposición divina. Y nuestro gozo no depende de los resultados, ni del número de personas, ni de nadie, depende en absoluto de la voluntad divina sea esta contraria o llena de gracia. Miremos como Juan reconoce a Cristo como el esposo y cabeza de la iglesia, mientras él se ve a sí mismo como un amigo del esposo, quien se goza en la voluntad de su amigo.
Joh 3:30  Es necesario que él crezca,  pero que yo mengüe.
Que maravilloso ejemplo de lo que un verdadero fiel hace ante la voluntad divina, menguar. Se mengua para que quien pueda ser glorificado sea Dios y no nosotros.
Joh 3:31  El que de arriba viene,  es sobre todos;  el que es de la tierra,  es terrenal,  y cosas terrenales habla;  el que viene del cielo,  es sobre todos.
Luego se extiende para explicar que lo que de arriba viene es superior a lo que proviene de la tierra, por eso Jesús es sobre todos.
Joh 3:32  Y lo que vio y oyó,  esto testifica;  y nadie recibe su testimonio.
Además defiende su testimonio porque reconoce de donde proviene y que habla de aquello que vio y oyó en lo eterno.
Joh 3:33  El que recibe su testimonio,  éste atestigua que Dios es veraz.
Aquellos que reciben a este testigo y su testimonio que habla de lo eterno, puede reconocer que Dios es verdadero.
Joh 3:34  Porque el que Dios envió,  las palabras de Dios habla;  pues Dios no da el Espíritu por medida.
También reconoce que el Cristo habla conforme a las palabras de Dios y que el Espíritu de Dios es dado según una medida. Pero en Cristo la medida de su Espíritu es toda.
Joh 3:35  El Padre ama al Hijo,  y todas las cosas ha entregado en su mano.
Cada vez ahonda más en la posición del hijo y su ordenamiento. El amor lo es todo en la unidad y su autoridad, es el vínculo perfecto.
Joh 3:36  El que cree en el Hijo tiene vida eterna;  pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida,  sino que la ira de Dios está sobre él.
Ahora quien se une por medio de la fe y cree en el hijo, se hace partícipe de la vida eterna, pero quien se rehúsa a fe, no participara de esta vida, y la ira de Dios está sobre su vida.


4 comentarios:

  1. Excelente estudio Bíblico.
    No encontraba respuesta a las palabras de Jesús, cuando pregunta :
    SI os he contado las cosas terrenales y no creéis, como creeréis las celestiales?
    Su estudio a este respecto, me hace pensar que únicamente ese reino está reservado al discernimiento y la sabiduria que sólo proviene de un Espíritu Superior que tiene el poder de encaminar todo aquello que con espíritu se pueda entender.
    Seguiré sus estudios Camilo Sastoque es para la Gloria del Hijo de Dios su limpia y honesta forma de explicar, tan delicado y complejo pasaje Bíblico.
    Bendiciones a usted y a todo aquel que forma parte de su equipo, huelen a Jehová Dios todopoderoso.

    ResponderBorrar

Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones