TIEMPO DE REFLEXIÓN

Aférrate a la Fe porque es la fuente de la creencia de que todo es posible. Es la fibra y la fortaleza de un alma confiada. Aférrate a la Esperanza porque destierra la duda y da lugar a actitudes positivas y alegres. Aférrate a la Confianza porque se encuentra en el corazón de las relaciones fructíferas que son seguras y satisfechas. Aférrate al Amor porque es el don más preciado de la vida, porque es generoso, se preocupa y da significado a la vida. Aférrate a la Familia y a los amigos porque son las personas más importantes en tu vida y porque hacen del mundo un lugar mejor. ­

Ellos son la vida que ha crecido con el tiempo para alimentarte, ayudarte a seguir tu camino y permanecer siempre cerca de ti. Aférrate a todo lo que eres y a todo lo que has aprendido, porque esto es lo que te convierte en un ser singular. No menosprecies lo que sientes y lo que crees que es bueno e importante; tu corazón te habla con más fuerza que tu mente. Aférrate a tus Sueños, alcánzalos de manera diligente y honrada. No tomes nunca el ca­mino más fácil ni te rindas ante el engaño. Recuerda a otros en tu camino y dedica tiempo para atender sus necesidades. Disfruta de la belleza que te rodea. Ten valor para ver las cosas de manera diferente y más clara. Haz del mundo un lugar mejor día a día y no te olvides de las cosas importantes que dan significado a tu vida.

1Co 13:13 Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor.  Pero la más excelente de ellas es el amor.

Necesitamos como creyentes aferrarnos a Dios, pero para hacerlo necesitamos de un ancla, algo que haga que podamos asirnos firmemente a nuestras convicciones y podamos mantenernos afirmados. Allí es donde hacen su aparición 3 virtudes importantes que solo son posibles por medio de Cristo, la primer de ellas es la fe, que hace que podamos confiar y creer que todo es posible, luego de creer en Cristo la fe, esa fuerza espiritual que nos aferra a Dios y su realidad, pasamos a descubrir la esperanza, una virtud que nos permite que la fe, la obediencia y la vida espiritual prosigan, con paz y alegría. El mundo y sus deseos quieren hacer morir la fe y la esperanza que aparecen en nuestra vida para conducirnos a Dios, para que vivamos satisfaciendo todo lo que deseamos, pero insatisfechos interiormente, la fe y la esperanza que Dios trae sobre nuestras vidas, nos llevan a confiar y en la confianza esta la victoria. Pues si perseveramos en ellas llegaremos a conocer y a descubrir el verdadero amor, un estado de unidad con Dios en donde la justicia, la paz y la plenitud de gozo son posibles y se consuman en nuestro ser para dar significado a nuestras vidas.

GUÍA DE ESTUDIO

¿Te aferras a tu fe cuando llega el temor o la desconfianza?

¿A que te aferras en los momentos difíciles?

¿Conoces el amor de Dios?

¿Esperas confiadamente en Dios?